Gobierno de Juanes Dávila en Cuba

Gobierno de Juanes Dávila en Cuba
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Gobernador de Capitanía General de Cuba
Gobierno
Gobernador:Juanes Dávila
País:Bandera del Imperio Español Capitanía General de Cuba
Período:2 de febrero de 1544 - 1546/47
Cronología
-
Predecesor:
Hernando de Soto
(Gobierno)
◄ • ► Sucesor:
Antonio Chaves
(Gobierno)

Gobierno de Juanes Dávila en Cuba. Es un periodo histórico comprendido en la etapa colonial de la Historia de Cuba cuando la actual República cubana era denominada Capitanía General de Cuba y estaba sujeta a las leyes y costumbres del Imperio Español. El gobierno de Juanes Dávila está comprendido entre el 2 de febrero de 1544, cuando llegó a Santiago de Cuba como nuevo gobernador de la isla por orden de Carlos I de España debido a la muerte de Hernando de Soto que había dejado a la isla en manos de funcionarios de menor rango y autoridades religiosas, y finalizó en el año 1546 o inicios de 1547 (la historiografía no da una fecha exacta) cuando fue sustituido por Antonio Chaves debido al incumplimiento de sus funciones como gobernador.

Gobierno

Una vez fallecido Hernando de Soto y su esposa Isabel de Bobadilla, la isla de Cuba fue gobernada por funcionarios de menor rango y autoridades religiosas, hasta que el monarca Carlos I de España le encargó el gobierno de Cuba a Juanes Dávila con 1000 ducados de sueldo, siendo el primero que disfrutó de honorarios fijos.

Dávila llegó a Santiago de Cuba el 2 de febrero de 1544, llevándose consigo las nuevas Ordenanzas dictadas por el emperador con encargo de hacerlas cumplir en todas las posesiones recientemente conquistadas. Estas Ordenanzas estaban encaminadas a reconocer la libertad de los indios, declarándolos fieles y leales vasallos de la Corona. Se prevenía asimismo, que fueran tratados como personas, y se prohibió que los nativos estuvieran al servicio de los gobernadores, prelados, funcionarios, eclesiásticos o comunidades religiosas; también el emperador dictó que los nativos solo podían trabajar en aquellos lugares de su preferencia, abonándoles en este caso un estipendio adecuado á su tarea. Estas nuevas Ordenanzas buscaban reparar el año hecho contra los nativos de las nuevas colonias españolas por parte de la Corte peninsular.

A pesar de los ordenes estrictas del Emperador Carlos, Juanes Dávila no aplicó en un primer momento las Ordenanzas emitidas por el monarca debido a los consejos de doña Guiomar de Guzmán su amiga, viuda del contador Paz; en cambio trató con gran compasión a los gobernadores y altos funcionarios anteriores en sus juicios de residencia, o sea, en el análisis de los cargos que existían en su contra al finalizar sus mandatos.

Para recorrer la Isla y ver la situación real de la colonia, Juanes Dávila situó como gobernador de Santiago de Cuba Juan de Aguilar, y después de visitar Baracoa y Bayamo, se trasladó a La Habana. Una vez allí habilitó, de acuerdo con los regidores, el Hospital para asistir a los marineros pobres, reparando también el primitivo Castillo de la Real Fuerza de La Habana que artilló con seis cañones y del que nombró comandante a Juan de Lobera.

También, y de acuerdo con el exgobernador Rojas Manrique, solicitó de la corte de España autorización y recursos para conducir las aguas de la Chorrera que debían surtir al vecindario y servir a la vez para las necesidades de la aguada de los buques que tocaban en el Puerto de La Habana. Después de estos actos regresó Dávila a Santiago, encontrando órdenes terminantes de España para que no demorase la aplicación de las Ordenanzas, decidiéndose al fin a plantearlas en Bayamo y Baracoa.

Entretanto continuaban las acomedidas de los corsarios franceses que llevaron su audacia hasta el punto de atacar á la Habana y á Matanzas. Estos sucesos y las debilidades de Juanes Dávila con su amiga doña Guiomar, ya en aquella fecha su consorte, provocaron protestas entre la población que llevó a la Audiencia a disponer su suspensión, nombrando al licenciado Esteve para residenciarlo. La debilidad de éste último motivo a la Audiencia a revocarlo de sus poderes y nombrar en su lugar al licenciado Antonio Chaves para que efectuara el juicio contra Dávila. Chaves fue confirmado en el puesto de gobernador cubano por el propio emperador para darle validez a sus actos.

Abrió de nuevo Chaves el juicio de residencia contra Dávila y como resultado de este el antiguo gobernador fue encontrado culpable y enviado preso a España. Este hecho provocó el malestar entre los partidarios de doña Guiomar de Guzmán y de los interesados en eludir el cumplimiento de las Ordenanzas, los que se convirtieron en enemigos declarador del gobierno de Chaves.

Fuentes

  • Don José de Alcázar (1898): Historia de España en América: Isla de Cuba. Madrid: Tipografía Herres a cargo de José Quesada. pp. 25-27.