Hondarribia

Hondarribia
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EntidadCiudad
 • País{{Geodatos País Vasco, España

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Población 
 • Total17,018 (2 018) hab.
Gentiliciofuenterribense u; hondarribiarra
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Hondarribia es hoy una pequeña ciudad situada junto a la desembocadura del Bidasoa, en un paraje especialmente bello y tranquilo. Pero su ubicación estratégica, en la frontera con el vecino reino de Francia, le hizo jugar un papel bélico muy destacado a lo largo de los siglos.

Construcción

La villa fue construida sobre un pequeño promontorio asomado a la bahía, en una posición muy fuerte para su defensa, y era considerada la llave del reino: la plaza que debía conquistar todo aquel que quisiera entrar en Castilla. Su casco urbano contiene aún abundantes vestigios de su pasado heroico, como tendremos ocasión de ver, y es la única plaza fuerte bien conservada de la Comunidad Autónoma del País Vasco.

Historia

Hubo un tiempo en que Hondarribia -como toda Gipuzkoa- perteneció al reino de Navarra. Los reyes navarros fueron los primeros en comprender la importancia estratégica de este promontorio sobre la bahía, ubicado en una zona de soberanía indefinida, en la confluencia de varios reinos. En su parte más alta levantaron una fortaleza, probablemente ya en el siglo X. Dos siglos después, al viejo reino le habían surgido poderosos enemigos, que miraban con codidia sus posesiones costeras. Si perdía Gipuzkoa –su única salida al mar- Navarra se convertiría en un reino interior, encerrado entre Castilla y Aragón. Antes o después, eso supondría su muerte. Para evitarlo, Sancho el Sabio decidió repoblar y fortificar la costa Gipuzkoana mediante la fundación de villas. En el año 1180 funda la villa de San Sebastián y poco después las de Fuenterrabía y Getaria.

Las villas

Las villas eran poblados amurallados que se regían por las leyes y privilegios que el monarca les concedía. En medio de un mundo oscuro y sin ley, dominado por poderosos señores feudales, la seguridad que ofrecían las villas era el mejor reclamo que tenían los reyes para atraer población hacia puntos estratégicos de su territorio. Poco a poco se irá creando una tupida red de villas que irán imponiendo la ley y el orden, dando seguridad a los caminos y a las tierras fronterizas. Fuenterrabía y San Sebastián, por su parte, eran villas especialmente fortificadas, pues además de la muralla, poseían un castillo.

El paso a Castilla

Todas las precauciones de Sancho el Sabio, sin embargo, resultaron insuficientes. En el año 1200 Navarra iba a perder para siempre su salida al mar, cuando el rey de Castilla, Alfonso VIII, decidió conquistar Alava y Gipuzkoa. Estos territorios le impedían conectar su reino de Castilla con la región de Aquitania -en la costa de Francia-, que reclamaba en herencia. De este modo, pocos años después de su fundación como villa, Fuenterrabía pasó a formar parte de Castilla. La reclamación de Fuenterrabía como su puerto natural será una constante en la historia de Navarra, y entre ambas se mantendrán, a pesar de todo, especiales lazos económicos y comerciales. La propia villa de Fuenterrabía solicitará en varias ocasiones su reincorporación a Navarra, que sólo se efectuará, de modo fugaz, durante unos pocos años en el siglo XIX.

Principales actividades

Las principales actividades de la villa eran la pesca y el comercio. Su núcleo de población más numeroso e influyente estaba formado por comerciantes y marinos gascones, provenientes de la región de Bayona, en la costa de Francia, al igual que ocurría en las villas marítimas de San Sebastián y Getaria. Los gascones –que hablaban una lengua propia- se movían bien en los círculos comerciales europeos, y se relacionaban poco, en cambio, con los habitantes autóctonos: hasta pasado más de un siglo no empezarían a integrarse y fundirse con ellos. Al poco de su fundación encontramos ya en Fuenterrabia todos los oficios tradicionales de la Edad Media, organizados en gremios: gabarreros, tejeros, carpinteros de ribera, puñaleros, caperos, zapateros, mesoneros, molineros, ferrones, carboneros... La vida de Fuenterrabía no debía ser muy diferente de la de cualquier otra villa costera. Su situación fronteriza no le acarreaba demasiados problemas, pues las tierras francesas al Norte del Bidasoa -el ducado de Aquitania-, estaban desde hacía siglos en manos del rey de Inglaterra.

Economía

Respecto a su economía, la nota más sobresaliente es la total ausencia de industria. Expresamente se quiso evitar que Hondarribia sufriera un desarrollo industrial, y hoy es una ciudad dormitorio, donde la mayoría de sus habitantes trabajan fuera. La agricultura baserritarra como forma de vida casi ha desaparecido: en el término municipal quedan todavía más de 250 caseríos, pero contienen sólo pequeñas huertas, para autoconsumo y para restaurantes y tiendas locales. Sin embargo, Hondarribia continúa siendo un enclave marinero importante: su puerto pesquero dedicado sólo a la pesca de bajura- es el principal de Gipuzkoa, junto con el de Guetaria. Pero también ésta es una actividad en declive y apenas supone el 5% de su economía. La mayor parte de la economía local se dedica al sector servicios y, por encima de todo, al turismo. Además de su extraordinario patrimonio monumental, su barrio de pescadores y su playa, Hondarribia cuenta con un maravilloso entorno natural, tanto hacia la costa como hacia la montaña. Otro de sus atractivos es la gran variedad de actividades populares que se organizan durante todo el año. Y por supuesto, sus célebres fiestas: el alarde, la kutxa, San Pedro, Semana Santa... donde la ciudad se convierte en un hervidero de gente.

Actualidad

En la actualidad, Hondarribia –nombre oficial de la ciudad desde 1980- cuenta con 16.500 habitantes, que llegan a los 40.000 en verano. Su población ha estado tradicionalmente dividida en tres grupos, con características y personalidad propias: los que viven en el recinto amurallado, llamados kaletarras; los del barrio marinero, o portuarras; y los que viven diseminados en caseríos por las faldas del Jaizkibel, llamados baserritarras. Muchos viven hoy en modernas urbanizaciones, de modo que esas diferencias han ido desapareciendo y no queda ya nada de esa mítica rivalidad, que duró hasta los años 80.

Fuente

http://guiadehondarribia.es/historia.asp