Jenaro Gajardo Vera

Jenaro Gajardo Vera
Información sobre la plantilla
Gajardo.png
Nacimiento18 de noviembre de 1919
Traiguén, Provincia de Malleco, Chile
Fallecimiento3 de mayo de 1998
Santo Domingo, Provincia de San Antonio, Chile
NacionalidadChilena
CiudadaníaChilena
Alma materUniversidad de Chile
Conocido porAbogado, pintor, poeta

Jenaro Gajardo Vera. Abogado, pintor y poeta chileno conocido por haberse proclamado, desde el 25 de septiembre de 1954 hasta su muerte, el propietario legal de la Luna.

Síntesis biográfica

Nació el 18 de noviembre de 1919 en Traiguén, Provincia de Malleco, Chile. Fue el sexto de diez hermanos, hijos de un médico llamado Delfín Gajardo Merino. Ejerció también como pintor y poeta, estudió castellano en el Instituto Pedagógico y posteriormente leyes en la Universidad de Chile. Se radicó en Talca a principios de 1951 con el fin de ejercer su profesión de abogado, creando allí la llamada Sociedad Telescópica Interplanetaria. Su objetivo era «formar un comité de recepción a los primeros visitantes extraterrestres que llegaran a la Tierr]». Publicó dos ensayos, «Algunas cosas sencillas» y «Copas de fuego», y, además, fue el director de la revista Grupos. Se hizo conocido por haber sido el dueño legítimo de la Luna durante más de 43 años.

La inscripción de la Luna

Pero fue su “apropiación de la luna”, lo que inmortalizó a Gajardo y esto se gestó de curiosa manera: Existe en la capital maulina, desde 1868, el Club Talca. Allí reconocían lugar los miembros de la ya alicaída aristocracia talquina. Los Silva, Donoso, Cruz y Concha eran los apellidos que se repetían entre los socios. En sus amplios salones, se debatían y armaban candidaturas que impidieran el ingreso de ideas revolucionarias que pusieran en riesgo sus rancios privilegios. Jenaro Gajardo intentó ser socio del exclusivo Club. Una noche de septiembre de 1954 fue invitado a una comida. Se le dijo que su condición de profesional le daba opción para ser aceptado como miembro, pero, uno de los integrantes se opuso a su afiliación, por cuanto debía acreditar un bien raíz. “Cuando salí de la sesión – recordó después Gajardo – me fui caminando hasta la Plaza. Me molestó que se diese tanta importancia a las cosas materiales”. Fue entonces que advirtió a la luna llena que brillaba en el cielo. No tardó en discurrir su iniciativa: inscribiría al satélite natural de la tierra como su propiedad. Al día siguiente, 25 de septiembre de 1954, sin vacilación, se presentó ante el Notario de Talca, César Jiménez Fuenzalida y le solicitó dejar constancia de que se declaraba dueño de la luna, para lo cual acreditaba que lo era desde antes de 1857 (fórmula usada en la época para sanear terrenos sin título de dominio) del satélite natural de la tierra, describiendo sus medidas y límites. El Notario leyó con sorpresa la petición. Finalmente respondió a Gajardo: “Mira, la inscripción cumple con los requisitos: es un bien cierto, pertenece a la tierra, tiene deslindes y dimensiones, pero te van a tildar de loco”. - “No importa”, dijo Gajardo. Es más, con posterioridad a la inscripción de la escritura, efectuó las tres publicaciones en el Diario Oficial, todo lo cual le costó cuarenta y dos mil pesos de la época. Con el título en sus manos, volvió al Club Talca. Hubo sonrisas, caras de sorpresas y asombro. Pero fue aceptado como socio. Uno de los integrantes dijo a Gajardo: “En realidad nos has dado una lección”. El hecho, desde luego, no pasó inadvertido. Diarios de América y Europa dieron cabida al curioso incidente. Pocos años más tarde, un tabloide norteamericano publicó una nota: “Abogado chileno inscribió la luna a su nombre”. Mario Kreutzberger (Don Francisco) vio la información y lo invitó a “Sábados Gigante”. Con su carácter burlón, el animador le dijo que, mucha gente, lo consideraba “rayado” por aquella propiedad lunar. Gajardo le respondió: “Le voy a contar por qué inscribí la Luna: no me agrada la gente que habita el planeta tierra. No me gusta que no hayamos podido eliminar el odio, la envidia, la maledicencia, el rencor…”.

Misión Apolo 11

Una situación de contienda judicial internacional se suscitó cuando Estados Unidos preparaba su viaje a la luna, en 1969, con tres astronautas a bordo. Gajardo, en conformidad a las disposiciones legales internacionales, había gestionado, a través del abogado Enrique Monti Forno, la revalidación de su dominio en Washington. Todo ello, por cuanto las normas universales de la ONU sólo reconocían propiedad privada hasta una altura de 80 kilómetros, pero como esa reglamentación era de 1967 – y la escritura de Gajardo de 1954 – ésta prevaleció sobre aquella. Entonces, se dice que el presidente Nixon, a través de la embajada americana y la Cancillería, envió un cable a Gajardo, donde le pedía autorización para descender en el satélite. Ésta fue concedida por el dueño chileno. El 1 de julio de 1984 entró en vigor un acuerdo internacional en que se considera a la Luna como Patrimonio Común de la Humanidad, y como tal nadie puede apropiarse de ella.

Muerte

Muere a la edad de 78 años el 3 de mayo de 1998, en Santo Domingo, Provincia de San Antonio, Chile.

Fuente

  • [1] Propiedadintelectual
  • [2] BBC
  • [3] Libertaddigital
  • [4] Midulcepatria