Juan Cotto

Juan E. Cotto
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Nombre completoJuan E. Cotto
Nacimiento8 de enero de 1900
Suchitoto, Bandera de El Salvador El Salvador
Defunción24 de enero de 1938
México, D. F., Bandera de los Estados Unidos Mexicanos México
Ocupaciónpoeta y periodista
Nacionalidadsalvadoreño
Géneropoesía

Juan Cotto. Poeta y periodista salvadoreño. Fue un escritor prácticamente desconocido en su país natal, pero muy querido y admirado en otros lugares de América.

Síntesis biográfica

Nació el 8 de enero de 1900 en Suchitoto, El Salvador. Salió de su país natal desde muy joven y se estableció en México, con el fin de desarrollar su vocación literaria bajo el padrinazgo del gran prosista y periodista salvadoreño Gilberto González y Contreras.

A su llegada a México comenzó a trabajar en un modesto empleo en la Secretaría Mexicana de Instrucción Pública. Allí se dio a conocer por sus dotes de hombre culto y elocuente.

Juan Cotto tuvó la oportunidad de integrar el gran círculo de las grandes figuras de la Literatura Hispanoamericana y se relacionó con intelectuales de la talla del peruano José Santos Chocano, el ensayista mexicano José Vasconcelos, el autor español Ramón María del Valle Inclán, el pensador y escritor mexicano Antonio Caso Andrade, entre otros.

En cierta oportunidad José Vasconcelos expresó sobre Juan Cotto que:

"En su intuición de gran poeta se conduce como en la vida, indiferente al éxito inmediato, lejos de toda injusticia, y atento nada más a los instantes únicos, sublimes, de la historia del alma".

Empezó a colaborar en algunos medios de comunicación como: periódicos y revistas de la capital azteca, el diario católico El tiempo (1928-1933), el rotativo El Universal y las revistas México Moderno y Ulises.

Cotto llevaba una vida bohemia y libertina, de homoxesual encubierto, siempre asediado por la pobreza, de la que a duras penas se zafaba, merced al auxilio y mecenazgo de algunas de las figuras del arte y la cultura. Fue con el estallido de la crisis bursátil de 1929 que se acrecentan sus problemas monetarios, y se vio forzado a realizar otros trabajos como funcionario del Ministerio de Hacienda y empleado de la embajada salvadoreña en México, pasando por vendedor de enciclopedias.

Además de experto en la música, Cotto llevaba una doble vida, era capaz de interpretar al piano a profundidad las obras de Bach, Mozart y Chopin y en las noches impartir una sesuda conferencia sobre sobre Beethoven.

Más tarde accedió al cargo de representante de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) en la Universidad de El Salvador, lo que le brindó la oportunidad de regresar triunfalmente a su patria, pero tan pronto pisó el recampus de dicha institución en San Salvador, fue mal recibido por la congregación estudiantil salvadoreña, lo que lo obligó a retirarse nuevamente hacia su amada ciudad de México, donde tuvo ocasión de renegar una y mil veces de los que él mismo llamaba "los bárbaros de mi tierra".

Años más tarde realizó viajes por otras capitales de América Central y las Antillas (Kingston, Panamá, La Habana), estableciéndose por un tiempo en Nueva York con el ánimo de mejorar su economía, siendo contratado como conferencista de literatura por la Universidad de Columbia.

Muerte

Regresó a la capital azteca, donde, víctima de una grave afección tuberculosa, perdió la vida el 24 de enero de 1938 y fue enterrado en el Panteón Civil, años más tarde sus restos fueron repatriados a El Salvador.

Obra publicada

Fuentes

  • [1]. Consultado: 5 de diciembre de 2014
  • [2]. Consultado: 5 de diciembre de 2014