Marabú

Para otros usos de este término, véase Marabú (desambiguación).
Marabú Aroma
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Marabú.jpeg
Nombre Científico:Dichrostachys cinerea
Reino:Plantae
División:Magnoliophyta
Clase:Magnoliopsida
Subclase:Rosidae
Orden:Fabales
Familia:Fabaceae
Género:Dichrostachys
Especie:Dichrostachys cinerea
Hábitat:Crece desde 0 a 1500 m de altitud sobre el nivel del mar (en Cuba sobrepasa los 800 msnm). Tiene un amplio rango ecológico en cuanto a precipitaciones, se da en sitios secos formando matorrales densos
Detalle de la flor de marabú.jpg

Marabú (Dichrostachys cinerea). Es un arbusto con ramas espinosas, de la familia Mimosaceae, nunca crece aislado sino formando masas compactas impenetrables y alcanza más 4-5 m de altura. Ocupa gran cantidad de espacio en los pastizales y áreas forrajeras, que determinan una disminución del número de animales por área.

Además, puede producir heridas severas al ganado, principalmente en la ubre, patas y ojos, que determinan muchas de ellas, la salida de la producción. Con el marabú se dificultan las labores de agrotecnia en los potreros, cuartones y áreas forrajeras, y se convierten en hospederos de insectos y plagas que afectan al ganado, al pasto y al hombre.

Descripción de la especie

Marabú es un arbusto o árbol pequeño que alcanza por lo común alturas máximas de 4 a 5 m y excepcionalmente en suelos propicios y húmedos alcanza hasta 10 m de altura y hasta 18 cm de diámetro. Sus troncos son bastante tortuosos, con numerosas ramificaciones gruesas y finas, muy espinosas que suelen formar entramados impenetrables. La corteza es gris, pardo grisácea o blanquecina y las espinas solitarias, gruesas y punzantes, de 1 a 2,5 cm de largo. Las ramas jóvenes hirsuto tomentosas.

Hojas bipinnadas de 8 a 12 cm de largo, hasta 10 pares de raquis secundarios, cada uno con 12-30 pares de foliolos, verde oscuros, de 4-6 mm de largo. Inflorescencias en capítulos pendulosos de 4-5 cm, dos tercios de las flores, en la base, son masculinas rosadas, y el resto, en el ápice, hermafroditas amarillas. Las legumbres pardo oscuras, coriáceas, lampiñas, retorcidas, lineal comprimidas, indehiscentes o imperfectamente dehiscentes, interiormente continuas, de 3 a 5 cm de largo y de 0,5 a 1 cm de ancho, aparecen en racimos compactos. Semillas obovales comprimidas, de 6 a 10 por legumbre. Floración en Cuba en los meses de abril a septiembre. Los frutos maduran hasta el invierno en que secan, permaneciendo sin caer por algún tiempo.

Basónimo

Mimosa cinerea L. [1]

Sinonimia

  • Cailliea cinerea (L.) J.F. Macbr.
  • Cailliea cinerea (L.) Roberty
  • Cailliea glomerata (Forssk.) J.F. Macbr.
  • Dichrostachys glomerata (Forssk.) Chiov.
  • Dichrostachys nutans (Pers.) Benth.
  • Mimosa cinerea L.
  • Mimosa glomerata Forssk.
  • Dichrostachys caffra Meisn. en Krauss
  • Dichrostachys callistachys Hassk
  • Acacia cinerea Spreng.

Especie invasora e indeseable

En Cuba y otras islas antillanas es una plaga, especie indeseable (que afecta producciones económicas) e invasora (que perjudica ecosistemas naturales o seminaturales). En Cuba sólo existe una subespecie, Dichrostachys cinerea (L.) Wight & Arn. ssp. africana Brenan & Brummitt var. africana, variedad ampliamente distribuida en África. Constituye la más importante entre las plantas invasoras e indeseables en Cuba. Esta se comporta como especie altamente invasora en lugares abiertos y soleados en Cuba. Esto se debe a que no tiene allí las plagas y enfermedades que frenan su desarrollo en sus lugares de origen. También se debe a su tolerancia a suelos diversos y a la sequía, a sus abundantes espinas, a la dureza de sus tallos, a la dispersión de semillas por el ganado y a la proliferación por retoños radicales formando tupidas espesuras.

Su introducción en Cuba ocurrió a mediados del siglo XIX, no se sabe exactamente cómo. Parece haber comenzado su expansión desde la provincia de Camagüey y de allí al resto de las provincias a lo largo de las principales vías de comunicación. Hacia 1930 ocupaba ya unas 443.190 ha. En 150 años se ha convertido en la planta que más ha proliferado en Cuba. A principios del siglo XXI cerca de 1.141.550 ha se encuentran invadidas (10% del territorio cubano, lo que es cerca de 18% de las tierras agropecuarias), afectando al 56% de las áreas ganaderas. Muchos lugares naturales y seminaturales han sido ocupados abrumadoramente por el marabú y han perdido sus formaciones vegetales nativas.

Su expansiva distribución se debe a que el ganado consume sus legumbres y disemina sus semillas con las deyecciones. Una vez establecida se expande y resulta muy difícil de erradicar porque sus largas raíces son capaces de originar numerosos retoños dondequiera que emerjan a la superficie del suelo. Su corte o quema contribuye a aumentar el número de retoños radicales.

En la Florida (Estados Unidos), D. cinerea está naturalizada, pero no es considerada como especie invasora (Wunderlin 1998). También existen reportes de su presencia en California.

Estrategias para la eliminación

Lo primero es la caracterización del área y saber de los medios, productos y fuerza de trabajo que se disponen para la batalla. Los métodos mas utilizados son:

  • Áreas pequeñas: físicos, mecánicos y biológicos
  • Áreas grandes: químicos. Son efectivos también en cuarentenario y el económico

Hay que utilizar como mínimo dos métodos de control, interrelacionando uno con otro y al final, para mantener los resultados, se aplicará el método cuarentenario, constantemente y de forma permanente. Cuando las áreas son grandes, se integran siempre los métodos de control con el químico para lograr efectividad.

Método mecánico

  • Chapea manual y apile. Para áreas de menor infestación y densidad de marabú, se realizarán 4 chapeas al año como mínimo a la altura mas baja posible según el tipo de suelo. Se apilarán los tallos, se queman entre 2 y 5 días de cortado y se facilita al pastoreo de área por los animales.
  • Chapea mecanizada. Para las áreas de mayor infestación y densidad. La frecuencia y fechas en el año serán iguales que la manual, para que logren los mismos objetivos. La altura de corte, el mes y la fase lunar no influyen en el control del marabú. Se prefiere la chapea en octubre.
  • Buldoceo. Se indica para infestaciones pesadas y gran densidad, tamaño y grosor de las plantas para lograr el desbroce total. Se cuidará que la cuchilla se pase a ras del suelo o lo mas superficial posible. Se elige como variante extrema pues siempre perjudica el suelo: hay que realizar labores de mantenimiento y poner a producir el área de inmediato, con diferentes siembras y la densidad del marabú se incrementa notablemente.
  • Vanguardia y Rolo. Implementos para áreas grandes de infestación media y pesada, los cuales desbrozan aplastando y partiendo las plantas de marabú, no las acordonan y tiene ventajas sobre el buldoceo al no deteriorar el suelo y siembra o después del pase de vanguardia o rolo aplicar inmediatamente herbicidas con asperjora acoplada aun tractor. Se recomienda preparar el suelo y sembrar lo más pronto posible después de esta labor.

Control biológico

Se emplea en lo fundamental cuando se dispone de otros recursos, sobre todo herbicidas, independientemente del grado de infestación y densidad del marabú. Es importante destacar a las cabras como controlador biológico del marabú debido a sus ánimos de consumo por ramoneo, la atracción que muestra por los rebrotes tiernos y el follaje verde, una vez cortada las plantas e introducidas en el área. Su persistencia en el consumo, rusticidad, resistencia a enfermedades, lo hace un excelente controlador. Algo similar sucede con los ovinos pero con menor rapidez, y los bovinos, pero en estas últimas es necesario tener algún acuartonamiento y controlar la rotación.

Los métodos biológicos dan buenos resultados en el control de asoma y marabú, para después dirigir las acciones el establecimiento de un sistema silvopastoril y la producción de leche de vaca y de cabra. El marabú se puede se puede controlar biológicamente con cargas de 4 UGM/há distribuidas en 2 UGM/há vacuna, 1.5 UGM/há caprino y 0.5 UGM/há ovino, en un período de 12 meses.

Quema

Se realiza cuando no se puede chapear o desbrozar: de esta forma el área no se pierde totalmente. Se logra que los tallos mueran, se queme la semilla y no germine. La quema siempre se realizará en suelos fértiles o de mediana fertilidad, nunca en los pobres y degradados, pues además de empeorar su situación, no se logran los objetivos.

Químicos

  • Uso del petróleo

Cuando se disponga de alguna cantidad de petróleo, se empleará en áreas infestadas de cayos aislados o marabú dispersos. Se utiliza puro, en mezclas con agua y petróleo al 75 % y 50 %: se aplica con brocha o moteando el tocón inmediatamente después del corte, con una efectividad del 98%, 90% y 75%, respectivamente.

  • Resididual del petróleo (1-12)

Es efectivo puro y mezclado con agua, en aplicaciones al tacón con brocha o moteado, y en mezclas con el hormonal (2-4D) al tacón con brocha y en aplicaciones a las hojas con mochila y asperjadora.

  • Uso de herbicidas hormonales. (Fenoxiacético o derivados del 2.4 D)

El uso de estos herbicidas tienen efecto positivo en el control del marabú cuando se realizan las aplicaciones de forma integrada y se cumplen las normas técnicas para su aplicación.

  • Uso de POTRERON 212

Se aplica una sola vez con una efectividad total. En un concentrado soluble sistémico, fabricado por el INICA de Venezuela, que aplicado al forraje se traslada a toda la planta y provoca necrosis en los tejidos. El tocón se corta entre 5-10 cm de altura, se aplica al 2%, a los 3 minutos después del corte. Se hace una aplicación foliar, con asperjadoras o mochilas.

Moteo o toconeo

Es una alternativa para el manejo de plantas leñosas en potreros. Actualmente se usa poco por ganaderos de país. El problema que ocasionan estas plantas indeseables al ganado y al pasto, se han revertido en grandes pérdidas económicas. Por esta razón las labores de toconeo se deben intensificar para los próximos años.

Económico

Este método se puede aplicar a las áreas con infestaciones ligeras, medias o libres de marabú, con el objetivo de que los trabajadores liberen áreas afectadas a través de la estimulación económica, disminuyan las infestaciones y eviten que las áreas libres se infesten.

Cuarentenario

Se aplicará en áreas libres, en las que disminuyan la infestación y en las que se declaren libres. Consiste en no permitir la entrada de animales procedentes en áreas infectadas sin pasar 3 ó 4 días en la corraleta o cuartón de cuarentena. Esta medida hay que mantenerla siempre, al igual que la observación de las áreas libres para detectar la aparición de plantas nuevas de marabú y controlarlas a tiempo, para evitar la infestación. Se complementa con el control y liberación del perímetro de la unidad con un cordón alrededor que incluye cunetas, caminos y linderos libres de marabú para evitar la infestación del área libre por el consumo de semilla y raíces por los animales.

Referencias

  1. Basónimo de Dichrostachys cinerea. Consultado 12 de junio de 2012. Disponible en:www.tropicos.org

Fuente

Asociación Cubana de Producción Animal. 2010. Recuperemos la tierra. Marabú. Estrategias para la eliminación. En: Finquero: Fincas diversificadas. (Ed. J.L. Álvarez Calvo). ACPA. Ciudad de La Habana, Cuba. P. 23

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