Miguel Nijensohn
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Miguel Nijensohn (Buenos Aires, Argentina el 1 de diciembre de 1911). Pianista, arreglista, director de orquesta y compositor dedicado al género del tango.
Trayectoria
Miguel Nijensohn es un destacado estudiante de deschava academia talmúdica en Letonia, por lo que es considerado un conveniente partido por los padres de Ana Simuni, dueños de una panificadora, que le costean el traslado hasta Kishenev, en Besarabia, para que desposara a su hija. El dinero y el saber religioso hacen buena pareja. De aquel matrimonio nace Colman, quien a su vez elige por mujer a una prima lejana, Clara Pogrebinsky. Pese a su buena posición económica, Colman comienza a militar en el movimiento socialista, por lo que es perseguido y debe emigrar con toda la familia.
Ya en Buenos Aires, donde recalan poco antes del 1900, abren una panadería, asociados por algún tiempo con los Canale. Anciano y enfermo, Moisés fallece en 1913, y tres años más tarde Colman es malherido en un intento de asesinato. En la familia existen dos versiones sobre aquel hecho de sangre. Según una de ellas, bastante fantástica, un esbirro es enviado desde San Petersburgo para matarlo por razones políticas. Según la otra, la bala que lo deja paralítico se la dispara un obrero, aparentemente anarquista, al que había despedido. En esos momentos, Miguel, el hijo menor de Colman, tiene cuatro años.
En la casa de los Nijensohn hay un piano, en el que toca tres de los seis hijos: Ambrosio y Matías médicos los dos, Rodolfo uno de los primeros colectiveros de la línea 1, Natalio dibujante y luego visitador médico, Rosa y Miguel. A éste, que a pesar de ser el menor de todos supera artísticamente a sus hermanos, se le reserva una carrera de concertista clásico. De hecho, su formación musical es sumamente seria: estudia piano con Vicente Scaramuzza y armonía con Gilardo Gilardi.
Miguel Nijensohn prefiere incorporarse a la orquesta de Roberto Firpo, con quien, teniendo apenas catorce años, se va de gira por [[Sudamérica. Nadie está en condiciones de oponerse. Muerto el padre, Clara, especie de princesa judía, y sus hijos mayores habían consumido en pocos años la fortuna familiar.
En 1927, oincide en un trío con Aníbal Troilo, de apenas 13 años, y el violinista Domingo Zapia en el café Río de la Plata, en el barrio de Caballito. Ya con 17 años, Miguel es convocado para integrar el sexteto del violinista Roberto Dimas.
En 1935 forma parte de Los Poetas del Tango, quinteto que componen como bandoneonistas Héctor Artola y Francisco Fiorentino, y como violines Antonio Rodio y Miguel Bonano.
Por la misma época debuta como titular de un conjunto propio, que forma para la boite Lucerna, de la calle Suipacha 567, propiedad del violinista José Nieso. Ahí secunda al cantor Antonio Rodríguez Lesende, con quien estrena “Nostalgias”, de Juan Carlos Cobián y Enrique Cadícamo.
En 1936 , Nijensohn da un paso trascendental en la carrera su ingreso a la orquesta de Miguel Caló, en la que además de pianista es arreglador, alternando en esta función con argentino Galván. Después de tres años ocupa el taburete Héctor Stamponi, reemplazado en 1940 por Osmar Maderna, quien confiere al conjunto el carácter que lo distinguiría para siempre.
En 1945 cuando al alejarse el compositor de “Escalas en azul”, Caló decide reincorporar a Nijensohn, éste debe ajustar sus arreglos al estilo Maderna]], para lo cual le hacía escuchar las grabaciones de esos años. Miguel no daba tregua a su lápiz: en las giras aprovecha los largos viajes en tren para escribir las orquestaciones.
En 1939, tras conocerla en un baile, se casa con Raquel, hija de Gregorio Ilivitzky, un mueblero de La Paternal que tiene doce hijos: cinco varones, que son muriendo de diversas enfermedades, y siete mujeres, todas las cuales sobreviven.
Para Raquel no resulta, así, un hecho tan inesperado que su primer hijo muera a la semana de nacer. El segundo es Eduardo, nace en 1942, que no sólo vive, sino que con los años se convierte en neurorradiólogo y buen cantor de tango. Luego nace Alicia. El mueblero no quería de yerno a un músico, pero ha transigido porque al menos es judío. A Raquel, en cambio, le fascina el glamour de la vida artística de Miguel, aunque no acepta el otro costado: sus ausencias, sus trasnochadas, su vida a contramano de la de los hijos. Pero a Miguel nunca le es bien en sus otros intentos. Su elemento es la música, a la que se dedica con seriedad, al punto de ser el principal arreglador de la orquesta de Miguel Caló.
Considerado un erudito en el ambiente, celebridades musicalmente iletradas como Rodolfo Sciammarella le silban sus tangos para que él se los anotara y armonizara.
Nijensohn conduce musicalmente en 1955 en el Luna Park un concurso de cantores que ganan Jorge Budini y Mario Bonet. Forma entonces orquesta y los incorpora. Los bandoneones Víctor Lavallén, Manuel Daponte, Ángel Álvarez y Eduardo Cortti, luego reemplazado por Osvaldo Montes. Este toma después el lugar conductor de Lavallén. En los violines Emilio González, Raúl Domínguez (Finito), Pedro Sapochnik y Milo Dojman.
En 1958, incorpora al cantor Alberto Hidalgo, (El Chino), ganador de un concurso en el Tango Bar de Flores]], y graba para Odeon.
Mientras tanto, la azarosa vida amatoria de Miguel seguía provocando vicisitudes: en esa época tiene por amante a una cancionista, pero los hermanos de ésta comienzan a chantajearlo con llamadas telefónicas a su familia. Finalmente, para escapar de los reproches, Miguel opta por irse de su casa, pero la mujer lo rastrea adonde fuera. A partir de aquello se le hace la vida imposible: Raquel se sentía deshonrada y amenazaba con matarse.
En 1958, Miguel Nijensohn toma la dirección artística de Radio del Pueblo, cuando Antonio Maida se hace cargo de la emisora. Al año siguiente forma el llamado Cuarteto de Oro, con él al piano, Milo Dojman en violín y los fueyes de Mauricio Chulman y Ángel Álvarez. Pedía 10.000 pesos de entonces por actuación, suma que nadie quiso pagar. De modo que aquel cuarteto no llega a tocar nunca en ninguna parte.
Crea un quinteto de cuatro bandoneones Chulman, Daponte, Montes y Álvarez y piano para actuar como número vivo en el cine Teatro Ópera. Miguel adapta obras clásicas para esa formación. La experiencia dura apenas dos meses.
En 1969, crea con el bandoneonista Juan Carlos Bera el cuarteto A Puro Tango, del que queda un long play.
Como compositor alcanza algunos éxitos, conquistados a través de grabaciones de Juan D'Arienzo, Miguel Caló, Carlos Di Sarli y otras orquestas. Probablemente su tango más logrado haya sido “Un desolado corazón”, con letra del locutor Roberto Miró, que Di Sarli graba con Oscar Serpa en 1954.
En colaboración con el violinista José Nieso y el letrista José María Suñé da a conocer temas que alcanzan cierta repercusión: “Yo quiero cantar un tango”, “Viento malo”, “Castigo”, “Sol” y “Decime qué pasó”. Con letra de Juan Pueblito produjo “Leyenda del río”. Con el violinista Pedro Héctor Pandolfi compone “Derrotao”, con versos de Julio Jorge Nelson, y “Caballo de calesita”, en este caso con Carlos Marín. “La vendedora” tiene una muy olvidable letra de Carlos Bahr. Otras piezas suyas destacadas son “Disco rayado” y “Tango compadrón”.
Personaje muy popular en el ambiente del tango, siempre conseguía algún intérprete para sus creaciones.
Miguel Nijensohn se separa de su mujer en 1974, tras una larga convivencia poco feliz, que mucho tiempo coexiste con los amores que mantiene Miguel con la esposa de un estanciero, a la que en ocasiones exhibía como su verdadera mujer. Raquel, ambiciosa y hábil, gana dinero de muchas maneras. En una época en que vendía publicidad del Tiro Federal circulaba con un auténtico arsenal en su automóvil. Él sentía la permanente presión de la competencia económica que le entabla Raquel.
Tras la separación, Miguel se va a vivir con su hijo Eduardo a Chicago, donde sigue como pudo con su vida de músico. Mientras tanto, Raquel sufría grandes depresiones y lo insta a volver. Regresa finalmente en 1979 y van a radicarse en Mar del Plata, tal vez para alejarse del ambiente, o para reconstruir la pareja en un lugar donde no tenían historia. Ocupan un departamento muy pequeño, en el que cuatro años después, un día de invierno, mueren los dos por un escape de gas. Nunca se dilucide si es un accidente o un suicidio. Sobre la mesa queda restos de comida de la noche anterior.
Muerte
Miguel Nijensohn fallece a los 71 años en Buenos Aires, Argentina, el 9 de mayo de 1983.
