Minas (Uruguay)

Minas
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Ciudad de Uruguay
Ciudad de Minas en Uruguay.
Ciudad de Minas en Uruguay.
EntidadCiudad
 • PaísBandera de Uruguay Uruguay
 • Fundación16 de junio de 1783
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Ubicación de la Ciudad de Minas en Uruguay

Ciudad de Minas. Ciudad capital del Departamento de Lavalleja en Uruguay.

Historia

Proceso fundacional de la ciudad de Minas

Durante todo el Siglo XVIII, el territorio de “las minas de Maldonado o de las minas de San Francisco” fue visitado por aventureros que buscaban en este territorio “impresionantes minas de oro y diamantes”, así se destacaban nombres como el del correntino Domínguez y don Cosme Álvarez entre otros, que dejaron sus fortunas en la búsqueda de una aventura o ilusión… Según don Santiago Dossetti: “La aventura inicial, cumplida por el foráneo español no fue de superficie, fue de subsuelo”.

En 1751, José Joaquín de Viana inicia su función como Gobernador de Montevideo y señala la conveniencia de fundar dos poblaciones, una en el paraje “de las minas” y otra en “las tierras de Maldonado” contra “las invasiones de los indios enemigos y portugueses”. “Se consigue con esta población el cultivo y trabajo de las Minas y con el incentivo del interés acudirán a establecerse otros, y se hará muy numerosa teniendo la ventaja del territorio especial para cría de ganados y sementeras”. En 1779 el Virrey Juan José de Vértiz debía enfrentar la difícil tarea de poblar la inhóspita Patagonia; frente al frío, la sed y el hambre que sufrían los numerosos colonos que se enviaban hacia allí; este Virrey, dispuso que los pobladores provenientes de España fueran los núcleos fundadores de poblaciones en San José (fundada por Vidal) y Minas (fundada por Rafael Pérez del Puerto).

El 15 de febrero de 1783 se le encomienda al Ministro de Real Hacienda de Maldonado, Rafael Pérez del Puerto, la dirección de la reconstrucción y futura población de una villa en la zona de las Minas, con cuarenta familias recién llegadas a Maldonado desde Montevideo (con destino incierto); se le encomiendan 150 indios tupi-guaraníes para realizar, junto con los jefes de familia, cuarenta casas con paredes “de piedra y barro” y techos “de las maderas y pajas que franquean los montes y pajonales del propio paraje”, a lo que Pérez del Puerto respondió con la construcción de cuarenta casas con paredes de piedra asentada en barro, con techo de teja. El plano fundacional de la villa, contaba con una “plaza de recreo” central, a partir de la cual se establecían cuatro callejones, orientados a los cuatro puntos cardinales, culminando el orientado hacia el Este en la iglesia (respetando fielmente el plano de Felipe II).

El proceso fundacional de la villa se desarrolló entre febrero de 1783 y el primero de mayo de 1784, día en que se asentó el último poblador en la zona.

Nacimiento de la Villa

Poblado de Minas en sus inicios.

"La población deberá levantarse en el mejor y más ventajoso terreno de aquel paraje de las minas..."; así reza el documento que contiene las instrucciones para proceder al asentamiento de un villorrio en el paraje conocido como las "Minas de San Francisco", un apacible valle, enmarcado por verdes colinas, y rodeado por un horizonte agresivo, pedregoso y recortado. Cuarenta casas, de toscas paredes de piedra fueron los habitáculos fundacionales.

La villa fue diagramada siguiendo estrictamente las Leyes del Reino de Indias, y su construcción fue posible gracias al trabajo de funcionarios de la Corona y la ayuda de los indios Tapes.

Ya en abril de 1784, el poblado funcionaba como tal, socialmente organizado, con un contingente de familias asturianas y gallegas.

Una plaza, enmarcada por cuatro callejones; la tradicional iglesia y un cementerio...

Había nacido la "Villa de la Concepción de las Minas". En el año 1837 es creado oficialmente el Departamento de Minas, el que luego pasó a llamarse Departamento de Lavalleja; en honor al jefe de los orientales e hijo de esta zona, el Libertador Gral. Juan Antonio Lavalleja en el año 1927.

La historia de Minas es valiosa por dos hechos fundamentales. Por un lado, fue una región poblada por indígenas guaraníes y charrúas mucho antes de la llegada de los colonos. Por otro, en 1784 nació en Minas Juan Antonio Lavalleja, uno de los máximos próceres de la gesta libertadora, de quien toma el nombre el departamento.

Cada 19 de abril se recuerda a Lavalleja al conmemorarse el Desembarco de los Treinta y Tres Orientales, un hecho clave para el proceso de Independencia nacional en 1825. Las celebraciones coinciden con el día de la Virgen del Verdún, que tiene su santuario en el Cerro del Verdún a cuatro kilómetros de Minas. Es por eso que abril es el mes más festivo en Minas, donde los locales se reencuentran con sus raíces y los turistas tienen la posibilidad de conocer la identidad de este pueblo.

Inicio del proceso de emancipación oriental

Durante la revolución emancipadora, la villa de Minas, en su mayoría, apoyó el régimen español. No obstante, un grupo de hombres de Casupá, junto a Manuel Francisco Artigas (hermano de José G. Artigas) y algunos minuanos como Juan Antonio y Manuel Lavalleja, fueron de los primeros en incorporarse a las fuerzas patriotas.

Desde Casupá, Manuel Francisco Artigas, con un centenar de hombres, preparó la expedición emancipadora, llegando a la villa el día 23 de abril de 1811, tomando la población el día 24. Tan sólo cinco integrantes de la guardia española se encontraban en la plaza, los cuales no presentaron resistencia. Aquí Juan Antonio y Manuel Lavalleja se unieron a las fuerzas revolucionarias.

En Minas, los patriotas recogieron algunas armas y el vecindario prestó juramento de adhesión a la causa revolucionaria, antes de que prosiguieran su marcha hacia San Carlos y Maldonado.

Entre el Padrón de las familias que acompañaron a José Artigas en 1811 durante el Éxodo del Pueblo Oriental, de los residentes en Minas, sólo figura allí, la madre de Juan Antonio Lavalleja: doña Ramona de la Torre, que figura con un carruaje, sus seis hijas mujeres, su hijo menor Fermín y dos esclavos.

Desarrollo cultural

Monumento a Lavalleja en la PLaza Libertad

La actual “Plaza Libertad” de nuestra ciudad, fue construida en 1783 como centro del plano fundacional de la villa, denominándose “Plaza del Recreo”. En su fundación era un terreno baldío a partir del cual se creo la ciudad. A comienzos del siglo XIX se la rodea con una reja, para obstaculizar a los vecinos que llevaban sus animales a alimentarse al terreno y deambulaban sin orden por la misma.

En 1846 se delimitó y pavimentó la plaza, colocándose veredas que la circunvalaron y bancos y faroles en sus paseos, se empedraron las calles próximas a ella.

En 1879 la plaza se convirtió en un ameno sitio de paseo bordeado de pinos, con floridas arriates, veredas enlosadas y una estatua de la Libertad erigida sobre una columna corintia que recordaba la Paz de 1872, pasándose a llamar “Plaza Libertad”. A comienzos del siglo XX, los pinos dieron origen a un conflicto entre vecinos, unos empeñados en abatirlos porque se creían perjudicados por sus raíces, otros ambientalistas dispuestos a salvarlos, obteniendo la victoria final los primeros…

El 12 de octubre de 1902, al cumplirse el 77º aniversario de la Batalla de Sarandí, fue inaugurado el primer monumento ecuestre del país, el creado en bronce por Juan Manuel Ferrari en homenaje a Juan Antonio Lavalleja.

En 1942, bajo la administración comunal del Dr. Héctor C. Anastasía y la supervisión y proyección del arquitecto Juan Scasso se realizó la reestructuración y reforma de la plaza, señalada en altura por palmeras traídas del Cebollatí (cercanías del paso Averías), se suprimieron calles, creándose otras, se habilitaron superficies de césped y jardines, dominantes sobre los espacios de circunvalación, paseo y estacionamiento; se le agregó un estanque decorativo y bancos monumentales; se cuidó especialmente la ornamentación vegetal. La plaza mayor de Minas, que presentaba un aspecto de “plaza campesina”, quedó convertida en una de las más originales del país.

Parque Rodó en Lavalleja

En el Departamento de Lavalleja encontrarás este fantástico parque que existe desde la década de los años 50.

Creado como parque de atractivo turístico y principalmente como zoológico ha sido remodelado y cambiando su concepto a lo largo de los años, siempre fiel a su esencia de propulsar lo natural y apoyando la conjunción de lo silvestre con lo urbano.

Uno de los primero cambios que tuvo fue en la década de los años 70, cuando se convirtió en piscina municipal. Luego en 1983 se construyó un velódromo y se convirtió en el ruedo para las jineteadas que se realizan anualmente en el tradicional Festival Minas y Abril donde concurren decenas de miles de espectadores para disfrutar de esta fiesta repleta de folclore y tradiciones.

La Iglesia primitiva estaba en el mismo sitio que la actual. El primer libro parroquial, se inicia el de agosto de 1783, con el bautismo del niño Lorenzo Belós; siendo el primer sacerdote Fray José Agustín Ramos. El libro correspondiente a entierros se abrió el 22 de agosto de ese año, al fallecer el mismo niño. El libro de casamiento (partidas), se abrió el 3 de enero de 1784, al celebrarse el matrimonio de Pedro Caballero y Ana María.

A Fray Agustín Ramos le sucederá en mayo de 1874, Fray Tomás Charruca, quién bautizará a Juan Antonio Lavalleja, nacido el 24 de junio de ese mismo año. En 1805 fue erigido Parroquia, siendo el primer Párroco Juan Ximenez y Ortega. Desde ese año el sacerdote Domingo Alemán trabajó activamente en la construcción de una nueva Iglesia, que fue inaugurada el 14 de diciembre de 1845.

Estaba ubicada al lado de la Jefatura, se construyó en carácter provisorio y prestó servicio durante 47 años. En tiempo del Presbítero Berrel, se formó una comisión que debía proseguir las obras del Templo que fue inaugurado el 10 de abril de 1892, celebrándose misa con la presencia del Presbítero José De Luca, con una concurrencia de 1.500 personas.

Se le llamó Catedral cuando se instauró el Obispado de Minas, siendo el primer obispo Monseñor José Ma. Caballero, quién falleció el 29 de mayo de 1963, sucediéndolo Martín Pérez como Vicario Capilar. Es un edificio de sobrias líneas neo-clásicas y su ubicación está vinculada al eje de la Plaza principal por una avenida de acceso.

El interior es muy sobrio, su altar y su púlpito fueron objeto de reformas y cambios no acertados desde el punto de vista de la preservación histórica. Nuestra Catedral tiene la particularidad de no situarse frente a la Plaza misma, sino separada de ella y vinculada por un amplio callejón, lo que la jerarquiza y singulariza a la vez.

El Presbítero Don José De Luca fue Cura Párroco de Minas desde Noviembre de 1891 hasta abril de 1906. Su espíritu innovador y entusiasta concibió la idea, el año 1900, de colocar una estatua de la Virgen en uno de los cerros que rodean la ciudad. “La imagen se traerá de Montevideo y se colocará sobre una columna de seis metros de alto…” El 2 de septiembre decía el periódico local: ‘La Paz Católica”: “La estatua de la Virgen que se pensaba colocar en Arequita, será puesta sobre la cumbre del Verdún. Se proyecta una romería, una gran peregrinación para el día de la inaguración “. El mismo diario algunos días después especifica el motivo que inspirador la colocación de la imagen en la cumbre del Cerro Verdún: “Será un cristiano recuerdo del siglo XIX y en los albores del XX, será un homenaje a Cristo Redendor y a su Inmaculada Madre y el primer acto de esta índole que se realiza en la República y que honra mucho a nuestro Departamento” (7.10.1900).

Por la afluencia ininterrumpida de peregrinos desde 1901, la Conferencia Episcopal Uruguaya, mediante un Decreto del 15 de abril de 2010, erigió el Santuario como Santuario Nacional de Nuestra Señora del Verdún.

El proyecto de usina de purificación y bombeo de agua para la ciudad de Minas fue aprobado en enero de 1933 por el Consejo Nacional, en acuerdo con el Ministerio de Obras Públicas. Dicha Usina fue inaugurada en el año 1934 con el nombre de Ing. Carlos Maggiolo.

Actualmente además de funcionar en el lugar la planta potabilizadora de OSE, constituye un paseo obligado de visitantes por lo maravilloso de su paisaje; el puente y el espectacular lago artificial de la represa, el que es lugar de concentración ideal de pescadores, amateurs y profesionales.

Ciclovía acceso ruta Nº 12 a la ciudad de Minas.

Los accesos desde Maldonado a la ciudad de Minas cuentan desde hace años con una nueva ciclovía iluminada desde el centro de informes ubicado en esta ruta hasta el Puente Otegui. Es el lugar de recreación y deporte al aire libre elegido por los minuanos y turistas.

Se ubica en la mitad de la ciclovía un lugar de descanso también iluminado que sirve también para compartir la espectacular imagen del atardecer en las sierras. Toda su extensión tiene iluminación para realizar actividad aeróbica nocturna y se instalaron equipos para practica de gimnasia gratuitos sobre el comienzo de la zona.

Campamento Aventura Vertical

El Campamento de la Fundación se encuentra en las sierras de Lavalleja, a 14km de la ciudad de Minas. Es el primer establecimiento dedicado a la Escalada Deportiva y a las actividades de aventura en el país. La Escalada Deportiva es una actividad segura, estimulante, entretenida y que proporciona continuos desafíos; combina movimientos gimnásticos y control mental convirtiéndose en un juego espectacular.

La escalada es un deporte que puede ser practicado por niños desde 4 años hasta adultos mayores, incluso puede ser practicado por personas con capacidades diferentes. Su objetivo principal consiste en superar la dificultad que presentan las paredes que tengan un mínimo de 45° de inclinación favorable, hasta llegar a inclinaciones en donde se escala de forma horizontal (techos), intentado de realizar el menor gasto de energía posible. La Escalada Deportiva pone de manifiesto los potenciales ocultos de cada individuo, en pos de valores como trabajo, libertad, solidaridad, respeto, honestidad, determinación y participación social.

Tradiciones

La celebración anual de la fiesta, el 19 de Abril, reúne más de 80 000 peregrinos y con ellos toda la Conferencia Episcopal del Uruguay. Pero a lo largo del año sobre todo los domingos de verano son muchos los peregrinos que suben a la cumbre del Verdún para venerar a la Virgen. Desde el comienzo la festividad se programó para el día 19 de Abril por ser el día del desembarco de los Treinta y tres Orientales, dirigidos por Juan A. Lavalleja (nacido en Minas). La fiesta vincula así la gesta-patria de la independencia (1825) con el patrocinio de la Virgen María.

Literatura

La tradición literaria de Minas tiene entre sus puntos más altos la publicación en 1925 del poemario denominado "Bajo la misma sombra". Sus autores, años más tarde, se destacaron en el mundo de las letras. Esta obra colectiva terminó siendo el denominador común de estos jóvenes poetas, que encontraron allí el canal para expresarse. La crítica de Montevideo y Buenos Aires recibió con elogios la aparición de este libro, cuyo ejemplar original se puede encontrar en la Casa de la Cultura. Los autores del célebre libro son: Juan José Morosoli, Guillermo Cuadri, Valeriano Magri, José María Cajaraville y Julio Casas Araújo.

Otros escritores de renombre nacidos en Minas son Manuel Benavente y Juan Capagorry.

  • Aníbal Barrios Pintos (Minas, 1918) editó revistas y álbumes sobre departamentos y fue coautor de libros sobre barrios de Montevideo. Miembro de Número de la Academia Nacional de Letras, en 1976 ganó el Premio Nacional de Literatura. Algunas de sus obras: "Historia de los pueblos orientales", "Historia de la ganadería en el Uruguay", "Aborígenes e indígenas del Uruguay" y "Minas: dos siglos de su historia".
  • Miguel Antonio Escurruchea: Escurruchea es el autor de la famosa frase: "El más hermoso país de cuantos he visto en este reino", dicha mientras recorre la zona Minas. La sugerencia de Escurruchea actuó como disparador para la fundación, 23 años más tarde, de la Villa Concepción de Minas.
  • Guillermo Cuadri (Minas, 1884-Minas,1953): Escritor que firmaba con el seudónimo Santos Garrido. Sus mejores trabajos fueron reunidos en "El agregao", su libro más popular, con varias ediciones ampliadas. Como "versos gauchescos" denominó su obra y con ese lenguaje se atrincheró en los valores del mundo campesino y demonizó los de la ciudad. En 1938 apareció "Leyendas minuanas", libro de narraciones.
  • Julio Casas Araújo (Casupá, 1895-Minas, 1974): Escritor, político y diplomático. Ejerció el periodismo en diarios locales. Como poeta publicó "El misal de las súplicas" y "Elogio de la primera estrella". Fue coautor, con Morosoli, de tres obras teatrales. Militó en el Partido Nacional (es autor de la letra de la "Marcha de Tres Arboles"), fue elegido edil y representante nacional y se desempeñó como consejero de Enseñanza Primaria y embajador en Cuba, Ecuador y España.
  • Juan Capagorry: Capagorry (Montevideo, 1934-Montevideo 1997) fue narrador, poeta, cronista y dibujante. Pasó su infancia y adolescencia en Solís de Mataojo. De su experiencia pueblerina abasteció el mundo de sus cuentos, dotados de incisivo humor y recogidos en libros como "Hombres y Oficios" (1966), "Chau, consuelo" (1979) y "Chirolitas" (1984). Excepcional narrador oral.
  • Santos Inzaurralde: Inzaurralde (Minas, 1925) es autor -entre muchas otras obras- de "Minas y Abril", pieza clásica del canto autóctono musicalizada por Santiago Chalar. Fue edil y diputado por el Partido Nacional. En 1999 fue director de la Casa de la Cultura de Lavalleja.

Curiosidades

Mina de oro

Las primeras noticias de la existencia de minerales preciosos en ésta tierra parecen haber sido originadas por un aventurero francés llamado Petitvenit, unos cuarenta años antes de la fundación de la Villa de la Concepción de las Minas. Este hombre recorrió parte de la región de la actual Cuchilla Grande, y las zonas aledañas a nuestro valle serrano allá por la década de 1740, y remitió a España lo que parecían ser, a su juicio muestras de oro y piedras preciosas. La corona, ávida como estaba de nuevas fuentes de riqueza, decidió comisionar al coronel de Dragones Antonio de Escurruchea, quién primitivamente se dirigía al Potosí para verificar el aserto de Petitvenit. Al parecer resultó así, ya que pocos años después, más precisamente en 1751, el Rey de España decreta ayuda para los vecinos de Montevideo que desean explotar los yacimientos de la zona.

Allá por el año 1760 nuestras serranías ven arribar a Don Cosme Alvarez, vecino de Montevideo, español emprendedor y tozudo, empeñado en su aventura, llegó decidido a jugarse por entero en pos de ilusión, la eterna ilusión de los buscadores: dar con la veta que, más que hacerle un hombre rico, transformará su vida, e hiciera palpable su anhelo. Don Cosme realizó las primeras prospecciones en el entorno de la, por aquellos, inexistente Villa.....y se dio por vencido cinco o seis años después, sin haber alcanzado su sueño.

Posteriormente, en los alrededores se localizaron algunos yacimientos, con los de Arroyo Campanero Chico y los de el Soldado, pero el más prometedor fue localizado en la que hoy se conoce como Minas Arrospide ó más popularmente "Minas De Oro". En la misma se comprobó la existencia de cuarzo aurífero, con un tenor de nueve gramos del preciado metal por toneladas, valor que hacía rentable su extracción: Años después fueron otros quienes catearon la Mina, iniciando el hoy llamado pozo de la Calavera. La excavación se encuentra a unos siete kilómetros al este del centro de la Ciudad de Minas, y años más tarde fue adquirida por el Sr. Arrospide, de quién adquirió su renombre.

En el mencionado pozo de la Calavera, y al llegarse a una profundidad de catorce metros, se comenzó a extender una red de galerías y nuevos pozos que en 1938, ya superaban los mil metros de extensión. Fue en éste año que se suspendieron los trabajos, quedando el lugar abandonando por décadas. Andando los años, y ante el peligro representaban algunas galerías precariamente apuntadas y profundos y pozos inundados, el ente estatal que arrendaba, UTE, decide tapiar su entrada evitar accidentes a los aventureros que nunca faltaban en la zona. Más la pasión por la aventura terminó por triunfar y a posterior se la acondicionó. Se apuntalaron algunas galerías, y se instaló una red de iluminación para que el público pudiera visitarla. Así los primeros turistas de la era moderna fueron emocionándose ante la vista de los cuarzo auríferos que brillan en las paredes, y escuchando en el silencio añejo los ecos retumbantes de las vagonetas que llegaban desde el fondo de los túneles, cargando, más que piedras, esperanza...

Fuentes