Muerte súbita cardiaca

Muerte súbita cardiaca
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Concepto:La muerte súbita cardiaca es una muerte natural que se produce por causas cardíacas. No es una patología muy frecuente, sin embargo, la muerte súbita cardíaca tiene trascendencia pública, sobre todo cuando afecta a personas jóvenes, por ejemplo, en el deporte.

Una muerte súbita cardíaca se presenta cuando un fallo cardíaco inesperado precedido por una pérdida de conciencia repentina produce la muerte natural como máximo 24 horas tras el inicio de los síntomas. Cuando la muerte súbita cardíaca se produce de forma inmediata, se habla de muerte instantánea.

La muerte súbita cardiaca es la consecuencia directa de las arritmias cardíacas, lo más habitual son taquicardias, aleteos ventriculares y fibrilación ventricular. Las arritmias cardiacas causan una parada cardiorrespiratoria inesperada que se produce tras uno o dos minutos de pérdida de conciencia. Una muerte súbita cardíaca puede deberse a diferentes causas. Estas dependen sobre todo de la edad del paciente:

  • En adultos: la cardiopatía coronaria juega, con diferencia, el papel más importante (el riesgo es especialmente alto si ya se ha sufrido un infarto de miocardio).

Definición

Una muerte súbita cardíaca (en inglés: sudden cardiac death, SCD) es, por definición, una muerte inesperada y natural provocada por motivos cardíacos en personas con una cardiopatía conocida o desconocida que se inicia con una repentina pérdida de conciencia y que se produce dentro de las primeras 24 horas tras el inicio de los síntomas.

Una muerte súbita cardíaca es la consecuencia de una arritmia cardiaca, es decir, un trastorno de la conducción cardíaca de la excitación. El corazón deja de recibir impulsos eléctricos regulares que normalmente producen la contracción del músculo cardíaco. Como consecuencia, el corazón abandona su ritmo habitual. El número de latidos aumenta fuertemente en la mayoría de casos hasta alcanzar más de 500 latidos por minuto.

Una persona sana tiene entre 60 y 80 latidos por minuto. Este aumento de latidos cardíacos provoca una fibrilación ventricular, contracciones descoordinadas de las fibras musculares del corazón. Se produce un fallo cardíaco, la contracción uniforme del músculo cardíaco deja de ser posible, de manera que el corazón no puede bombear sangre al sistema circulatorio. Si no se trata de inmediato, la fibrilación ventricular produce en segundos que la circulación sufra un colapso (parada circulatoria). Los pacientes pierden la conciencia tras uno o dos minutos, después de entre tres y cinco minutos existirán daños permanentes, después de una media de 10 minutos se produce la muerte cerebral.

Causas

Una muerte súbita cardíaca puede deberse a diferentes causas que, a través de una peligrosa arritmia cardíaca, provoquen un fallo circulatorio. Las arritmias cardíacas directamente responsables de la muerte súbita cardíaca son, en más del 80% de los casos, arritmias cardíacas muy frecuentes o taquicardias: taquicardias ventriculares, aleteos ventriculares y fibrilación ventricular. Solo una pequeña parte presenta arritmias cardíacas de baja frecuencia o bradicardias. Estas últimas pueden originarse, por ejemplo, si el marcapasos natural del corazón, el nódulo sinoauricular, falla o si se interrumpe la transmisión de la excitación de la aurícula al ventrículo de manera que no es posible un rendimiento cardíaco suficiente. Si el corazón deja de latir, se presenta la asistolia.

La causa principal de las arritmias cardíacas, y con ello de la muerte súbita cardíaca o muerte instantánea, es una cardiopatía coronaria. Raras veces una muerte súbita cardíaca se debe a otras cardiopatías como miocarditis o valvulopatías. Entre los factores de riesgo que favorecen la muerte súbita cardíaca se encuentran los siguientes:

  • Muestras de insuficiencia cardiaca con bombeo insuficiente como por ejemplo, falta de aire en reposo o debido a un esfuerzo.
  • Parada cardiorrespiratoria a la que se haya sobrevivido.
  • Predisposición genética desfavorable (muerte súbita cardíaca de familiares).
  • Arritmias cardíacas determinadas con antelación en un monitor Holter.
  • Edad avanzada.

Aunque la actividad física regular eleva, como se puede comprobar, la salud del corazón, en caso de la existencia de factores de riesgo, una muerte súbita cardíaca puede deberse a un esfuerzo físico muy grande (por ejemplo, en el deporte). En más del 80% de todos los casos, la muerte súbita cardíaca acontece durante o justo después de un esfuerzo físico extremo.

Síntomas

Una muerte súbita cardíaca se caracteriza por síntomas claros como los siguientes:

  • Los afectados caen o se desmayan y no reaccionan ni al habla ni a estímulos dolorosos. Esta repentina pérdida de conciencia puede aparecer con o sin síntomas cardíacos previos.
  • No se percibe pulso en la carótida.
  • Después de un minuto, como mucho, dejan de respirar: el movimiento respiratorio del tórax se interrumpe y de la boca y la nariz no sale aire.
  • Las pupilas se dilatan.
  • Sin tratamiento se produce la muerte instantánea.

Una muerte súbita cardíaca se presenta a menudo sin síntomas previos claros: en la mitad de los casos afecta a personas sin problemas cardíacos aparentes. También cuando no existen signos de una cardiopatía, los vasos coronarios de muchas personas ya muestran cambios avanzados por la arteriosclerosis (cardiopatía coronaria). Cuando estos cambios producen molestias por primera vez pueden producir arritmias cardíacas peligrosas y, a continuación, la muerte súbita cardíaca. Por este motivo, es importante reconocer los primeros síntomas de una posible cardiopatía que puede producir la muerte súbita cardiaca:

  • Uno de estos síntomas es una sensación de opresión o dolor en el pecho que se irradia al brazo izquierdo o la mandíbula inferior. Las molestias aparecen típicamente tras esfuerzos y principalmente por la mañana.
  • Otros signos frecuentes son la falta de aire y una sensación general de debilidad. Estos síntomas también pueden presentarse por separado y es necesario diagnosticarlos.
  • También los mareos y desmayos repetidos en los que se pierde el sentido durante segundos o minutos, no tienen por qué, pero pueden ser los primeros signos de alarma de una inminente muerte súbita cardíaca.
  • En personas que ya hayan sufrido un infarto de miocardio o con una insuficiencia cardíaca conocida se ha de controlar especialmente una taquicardia transitoria perceptible.

Diagnóstico

Una muerte súbita cardíaca va unida a una parada cardiorrespiratoria, cuyo diagnóstico se realiza por los síntomas típicos como la repentina pérdida de conciencia y la falta de pulso. La muerte súbita cardíaca es una emergencia peligrosa extrema. Si se presentan los síntomas, será imprescindible la inmediata reanimación.

Cuando la muerte súbita cardíaca es inminente, rara vez se dispone de un electrocardiograma con el que se pueda diagnosticar la arritmia cardíaca subyacente.

Tratamiento

Si la muerte súbita cardíaca es inminente, se necesita un tratamiento rápido. Sólo con las medidas urgentes apropiadas se puede evitar que se produzca una muerte rápida (muerte instantánea).

En caso de fibrilación ventricular, la muerte súbita cardíaca se puede evitar y salvar la vida solo con la desfibrilación inmediata y (si fuera necesario) con una reanimación cardiopulmonar simultánea:

  • En caso de reanimación cardiopulmonar se realiza un masaje cardíaco en el que se ejerce una fuerte presión en el tórax de la persona inconsciente de manera que el tórax se hunde al menos cinco centímetros. Esto se realiza 30 veces (a ritmo rápido: más de tres veces en dos segundos). Después se interrumpe el masaje cardíaco para insuflar aire dos veces a la persona inconsciente. Tras practicar la respiración artificial se realiza de nuevo el masaje cardíaco 30 veces y se insufla aire dos veces, y así consecutivamente.
  • En la desfibrilación se administra al paciente de muerte súbita cardíaca un fuerte impulso eléctrico con un desfibrilador mediante electrodos en el pecho. Esto debería ajustar de nuevo la actividad eléctrica del corazón y que este vuelva a latir de nuevo con normalidad. Todos los vehículos de emergencia disponen de los desfibriladores necesarios para estas medidas de urgencia.

Si se puede evitar una muerte súbita cardíaca mediante estas medidas urgentes, el tratamiento a seguir dependerá de cada caso particular: si existe una enfermedad en la que hay un alto riesgo de muerte súbita cardíaca, se deberá tratar dicha enfermedad. Así, además del tratamiento con medicamentos, se pueden emplear stents, ensanchar las arterias cardíacas enfermas (dilatación) o realizar un bypass.

Prevención

Por desgracia, cualquiera puede sufrir una parada cardíaca súbita o muerte súbita cardíaca (PCS/MSC). La PCS/MSC es imprevisible y puede ocurrirle a cualquiera, en cualquier momento y lugar, incluso a los adolescentes. Aunque una enfermedad cardíaca previa es una causa frecuente de parada cardíaca, muchas víctimas nunca han tenido un problema cardíaco. El riesgo aumenta con la edad.

Sin un tratamiento inmediato, solo el 5%-10% de las personas sobrevive a una PCS/MSC. Sin embargo, se han obtenido tasas de supervivencia superiores al 50% en los lugares en los que se han implantado con éxito programas de acceso público a la desfibrilación precoz mediante la instalación de desfibriladores externos automáticos (DEA) de fácil acceso. Las tasas de supervivencia pueden aumentar aún más cuando la persona recibe tratamiento en los tres minutos siguientes a la parada cardíaca.

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