Nikolái Chernishevski

Nikolái Gavrílovich
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Nikolái Gavrílovich Chernishevski, demócrata revolucionario ruso, filósofo materialista, crítico y socialista utópico
NombreNikolái Gavrílovich Chernishevski
Nacimiento12 de julio de 1828
Sarátov, Bandera de Rusia Rusia
Fallecimiento17 de octubre de 1889
Sarátov, Bandera de Rusia Rusia
Nacionalidadrusa
Alma materUniversidad de Petersburgo
Ocupaciónfilósofo

Nikolái Gavrílovich Chernishevski. Demócrata revolucionario ruso, filósofo materialista, crítico y socialista utópico. Terminados sus estudios en la Universidad de Petersburgo (1850), trabajó de profesor en el gimnasio de su ciudad. En 1853-62, fue colaborador y director de la revista «El Contemporáneo» («Sovremiénnik»).

Síntesis biográfica

Nace en Sarátov, en el año 1828, de padre sacerdote.

Trayectoria

Chernishevski fue el jefe del movimiento democrático revolucionario de Rusia en la década de 1860 y uno de los predecesores más destacados de los socialdemócratas rusos; propagó consecuentemente la idea de la revolución campesina, la idea de la lucha de masas por el derrocamiento de todos los viejos poderes. Con sus obras se educó una generación entera de revolucionarios rusos. Ideológicamente, Chernishevski se formó bajo la influencia de las ideas de Herzen y de Belinski, así como de la filosofía clásica alemana, sobre todo de Feuerbach.

En 1862 fue detenido y encerrado en la fortaleza de Petropávlovsk, condenado a trabajos forzados y a destierro perpetuo en Siberia.

Muerte

En 1883, obtuvo permiso para residir en Ástrajan y luego para volver a Sarátov, donde murió

Pensamiento político

Mas, Chernishevski llegó más allá que Feuerbach en la comprensión del papel social de la filosofía en general y en la comprensión del significado de la dialéctica de Hegel en particular. Chernishevski subordinaba por completo sus concepciones teóricas a la causa de la lucha de la «gente sencilla» de los trabajadores, para librarse de la servidumbre de tipo feudal y de la esclavitud burguesa.

En gnoseología, defendía principios rigurosamente materialistas y criticaba enérgicamente el agnosticismo (de Kant y otros). Veía la fuente del conocimiento en el mundo objetivo, que actúa sobre los órganos de los sentidos del hombre. Confería gran importancia a la práctica, la denominaba piedra de toque de toda teoría. A diferencia de Feuerbach, intentó reelaborar la dialéctica de Hegel en un sentido materialista. En varios terrenos (economía política, historia, estética, crítica de arte) elaboré espléndidos modelos de análisis dialéctico de cuestiones teóricas y prácticas.

Las condiciones que se desprendían de la realidad de entonces, el período de la servidumbre en el que Chernishevski tuvo que vivir y luchar, hicieron que éste no pudiera elevarse hasta el materialismo de Marx. El materialismo de Chernishevski no se encuentra libre de varios defectos esenciales (antropologismo, limitada concepción de la práctica, del proceso del conocimiento, &c.). Sin embargo, el democratismo revolucionario le ayudó a superar muchas insuficiencias del antropologismo.

En varias cuestiones se acercó mucho a la explicación materialista de la vida social.

Esto se refleja, ante todo, en su manera de concebir el carácter de clase de la sociedad de su tiempo, en su reconocimiento de la lucha de clases como fuerza motriz del desarrollo, Chernishevski vio también el nexo de la ideología y de la conciencia del hombre con las condiciones económicas de su vida; subrayaba que, en la historia de la sociedad, poseen un valor fundamental los intereses de los trabajadores; consideraba a las masas del pueblo el principal personaje de la historia.

Fue uno de sus méritos el haber puesto al desnudo la esencia contrarrevolucionaria del liberalismo ruso y de la Europa occidental. En el período de la reforma campesina, Chernishevski luchó contra el servilismo de los liberales ante los defensores de las prerrogativas feudales.

Como indicó Lenin, comprendía perfectamente toda la estrechez, toda la indigencia de la cacareada reforma campesina, todo su carácter feudal.

Chernishevski soñaba con pasar al socialismo a través de la vieja comunidad campesina; fue como Herzen, un fundador del populismo.

No sabía y no podía saber aún que únicamente el proletariado es la fuerza capaz de establecer el socialismo. Sin embargo, entre todos los utopistas, Chernishevski, con su teoría, fue quien más se acercó al socialismo científico, pues confiaba en la revolución.

Socialismo utópico

El socialismo utópico de Chernishevski se hallaba estrechamente unido a su democratismo revolucionario. Chernishevski comprendía que el socialismo sólo podía establecerse sobre la base de una técnica desarrollada y que tan sólo a las propias masas les era posible implantarlo. También fue fecunda la labor de Chernishevski en economía política.

Marx indicó que Chernishevski como economista había aclarado magistralmente la bancarrota de la economía política burguesa. La idea básica de su economía política de los trabajadores» es la de «unificación completa de las cualidades del propietario y del trabajador en una misma persona». El trabajo, decía, ha de dejar de ser una mercancla que se vende».

En su obra «Relaciones estéticas entre el arte y la realidad» (1855), Chernishevski hizo una crítica profunda de la estética idealista, formuló los principios capitales del arte realista. Las obras de crítica literaria de Chernishevski, como los trabajos de Belinski y de Dobroliúbov, han ejercido una enorme influencia sobre el desarrollo de la literatura, de la pintura y de la música rusas de vanguardia, han conservado su valor hasta en nuestro días.

Chernishevski fue un gran escritor, al que pertenecen obras literarias como «¿Qué hacer?» (1863), «Prólogo» (186769) y otras.

Obras principales

  • «Ensayos sobre el período gogoliano de la literatura rusa» (1855-56)
  • «Crítica de las prevenciones filosóficas contra la propiedad comunal» (1858)
  • «El principio antropológico en filosofia» (1860)
  • «Carácter del conocimiento humano» (1885) y otras.[1]

Referencias

  1. Rosental M. y P. Iudin. Diccionario Filosófico. Ediciones Universo, Argentina, 1973, p. 101-102.

Fuentes