Parque Nacional Mburucuyá (Argentina)

Parque Nacional Mburucuyá
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Vista del Sendero Yatay en el Parque Nacional Mburucuyá
Localización
ContinenteAmericano
País(es)Argentina
Provincia(s)Corrientes
Características
Superficie17.680 hectáreas

El Parque Nacional Mburucuyá. Constituye un área representativa de los ambientes del noroeste correntino, está en buen estado de conservación y es un importante refugio para la flora y fauna nativas.

Ubicación

El Parque Nacional Mburucuyá se ubica en el noroeste de la provincia de Corrientes, en el Departamento del mismo nombre, entre las siguientes coordenadas: 57° 59´ y 58° 08´ W y 27° 58´ y 26° 05´ S. El predio está atravesado en sentido oeste-este por la ruta provincial N° 86 que une las localidades de Mburucuyá (cabecera del Departamento) con Palmar Grande. La primera localidad y la ciudad de Corrientes están separadas por algo menos de 150 kilómetros.

Historia

Se supone que un famoso naturalista de origen francés, Alcides DOrbigny, que recorriera durante años la porción austral de Sudamérica, cruzó los palmares de Mburucuyá en 1827, durante su visita a la provincia de Corrientes, quedando maravillado por la belleza del paisaje. Pasaron los años, y esa parte de la provincia fue densamente poblada por poseer tierras muy fértiles aptas para cultivo, buenas pasturas naturales y bosques de maderas duras. El paisaje se fue transformando, los campos se alambraron, los bosques y palmares dejaron lugar a los cultivos y la fauna silvestre fue desplazada por los animales domésticos. Entre los numerosos pobladores se destacó uno de origen europeo, que había recibido de su padre un campo en la entonces lejana y remota Sudamérica. Era un joven abogado aficionado a la botánica que recorría el mundo estudiando plantas.

Con el tiempo se convirtió en una autoridad mundial en la materia. Decidió instalarse en su campo de Corrientes, donde siguió con su vocación, sin dejar de viajar a su Dinamarca natal varias veces por año, para cumplir con numerosos compromisos académicos. Llegó el año 1988, y el Dr. Troels Myndel Pedersen , protagonista de esta historia, conversaba con el presidente de Parques Nacionales, sobre el interés que tenía en legar a las futuras generaciones sus Estancias Santa Teresa y Santa María. A pesar de haber sido un establecimiento agropecuario, Pedersen siempre se preocupó de mantener en buen estado los ambientes naturales dentro de su propiedad. Los campos soportaban pocas cabezas de ganado, los cultivos eran escasos, no se modificaron los bosques nativos ni los bellos palmares, y se preocupaba de no realizar ni permitir la caza de la fauna silvestre.

Luego de muchas idas y vueltas, en noviembre de 1991, se formalizó la donación de las tierras pertenecientes al Dr. Pedersen y Sra. a la Nación , bajo la expresa condición que fueran destinadas a la instalación de un Parque Nacional. La donación que hace Pedersen es la segunda realizada por un particular a la Nación , contribuyendo a incrementar el número de áreas protegidas de Argentina. La primera fue realizada por Francisco P. Moreno, en 1903, hecho que diera nacimiento al P.N. Nahuel Huapi y al actual Sistema de Parques Nacionales.

Hidrografía

Los cursos de agua de la zona son en su mayoría tributarios del río Paraná, por lo cual, geográficamente, pertenecen a la Cuenca del Plata. Sin lugar a dudas, el estero Santa Lucía, que desagua en el Paraná a través del río Santa Lucía a la altura de la ciudad de Goya, es el espejo de agua más relevante del área. La parte norte del parque está ocupada por dos cuerpos de agua: las cañadas Potrillo y Fragoza; la primera vierte sus aguas, a través del arroyo Flores, en el estero Santa Lucía. En el resto de la superficie existen varios esteros y bañados, de poca importancia desde el punto de vista hidrográfico, y multitud de lagunas.

Clima

El clima es el propio de sitios bajos y aguas estancadas, que actúan como fuentes de evaporación permanente. Este fenómeno, entre otros factores, reduce la probabilidad de heladas y aumenta el período medio anual libre de ellas a unos 345 días. Gran parte de la provincia de Corrientes está afectada por vientos de origen atlántico, portadores de nubes provenientes del noreste, el este y el sureste, fenómeno que reduce significativamente la heliofanía (horas asoleadas).

En el norte de la provincia, donde se sitúa el Parque Nacional Mburucuyá, el clima es, en rasgos muy generales, de tipo subtropical cálido, con mínima amplitud térmica anual y abundantes precipitaciones que decrecen de noreste a suroeste y se distribuyen casi regularmente durante todo el año, aunque se manifiesta cierta reducción en verano y otra, algo más marcada, en invierno. La precipitación anual de Corrientes es de unos 1300 mm. Los especialistas señalan en esta región una zona, a la que denominan “núcleo del chaco oriental”, que se caracteriza por su régimen complejo de lluvias.

Los registros meteorológicos básicos (temperatura y precipitaciones) fueron tomados desde 1961 hasta 2000 por el doctor Pedersen. En base a estos registros se ha analizado el período 1961-1990 (Montanelli y González, 1998), lo que dio como resultado que la temperatura media anual, en las tres décadas consideradas, oscila entre 21° C y 23° C. La humedad promedio anual es de 75,9 % (década 1980-1989). En el Parque, la estación más lluviosa es el otoño y la más seca el invierno.

Flora

El área protegida se caracteriza por su alta biodiversidad, constituida por la presencia conjunta de tres regiones naturales: la chaqueña, el espinal y la selva paranaense. El Chaco Oriental está compuesto por un mosaico de bosques, palmares, pastizales, pajonalesy esteros. Las especies más características de estos bosques son dos tipos de quebrachos -el colorado chaqueño y el blanco-, el urunday y el viraró. En las zonas más bajas se desarrollan bosques de algarrobos acompañados de talas y palmeras caranday. La Selva Paranaense aparece en forma de isletas de monte o "mogotes" con especies vegetales típicas como el alecrín, la palmera pindó, la caña tacuaruzú, el timbó y el laurel. Por último, el Espinal está representado por bosques xerófilos, palmares de yatay, estepas de gramíneas y pajonales.

Fauna

En el Parque se encuentran unas 308 especies de aves, lo que la hace un gran atractivo para la actividad ornitológica. Esto, acompañado por la gran variedad de fauna donde pueden observarse carpinchos, yacares, zorros, mulitas, guazunchos, gatos yaguarundí y monos carayá. Algunas especies se encuentran en peligro de extinción como el aguará guazú, el lobito de río y el ciervo de los pantanos. En el Estero Santa Lucía, parte del cual protege este Parque, se han detectado una variada ictiofauna que incluye al dorado, el surubí y viejas de agua, entre otros.

Turismo

El Parque cuenta con varios senderos peatonales de fácil recorrido, y tres senderos vehiculares: el Camino del Quebrachal, un antiguo circuito construido por los propietarios de las estancias Santa Teresa y Santa María para acceder a la lomada ubicada entre las dos cañadas principales del predio; la ruta provincial N° 86, que cruza el parque de este a oste, y finalmente los cortafuegos del palmar de yatay. Los senderos peatonales permiten descubrir parte de esta extensa superficie viviendo una aventura que dejará imborrables impresiones en cada uno de nuestros sentidos. El perfume de las plantas, el incesante croar de las ranas, los variados cantos de las aves y los sonidos producidos por una pléyade de insectos, junto al espectáculo visual, producen sensaciones que sólo si se viven pueden interpretarse. Durante la noche, nos sorprenderá el notorio aumento de los croares de los batracios, cuyo rumor seguramente quedará grabado en nuestros oídos.

Fuentes