Pedro José Montero Maridueña

Pedro José Montero Maridueña
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Militar ecuatoriano.
Nacimiento29 de junio de 1862
Yaguachi, Provincia del Guayas, Bandera de Ecuador Ecuador
Fallecimiento25 de enero de 1912
Guayaquil, Bandera de Ecuador Ecuador

Pedro José Montero Maridueña. Fue un célebre militar y luchador liberal ecuatoriano.

Síntesis biográfica

Nacido en la ciudad de Yaguachi, Provincia del Guayas el 29 de junio de 1862, hijo del Sr. Pedro José Montero Ramos y de la Sra. Mercedes Maridueña Quezada. Fue un hombre de origen humilde cuyos primeros años los vivió en el campo ayudando a su padre en las duras labores agrícolas, y que recibió las primeras letras en una pequeña escuela rural.

Estudios

Gracias al esfuerzo de sus padres pasó a continuar sus estudios en el colegio de don Tomás Martínez, en Guayaquil, ciudad en la que desde temprana edad empezó a manifestar sus inquietudes y vocación militar, al tiempo que asimilaba las primeras expresiones de la ideología liberal.

Trayectoria

Tenía veintiún años de edad cuando en 1883 le tocó vivir las sangrientas luchas de la restauración, que culminaron en Guayaquil con la Batalla de Mapasingue, que el 9 de junio puso fin a la dictadura del Gral. Ignacio de Veintemilla. Fue entonces cuando conoció a don Eloy Alfaro y se convirtió en uno de sus más leales colaboradores. Posteriormente actuó en casi todas las campañas militares en contra de los gobiernos del Progresismo, y finalmente participó con su enérgica personalidad en el triunfo de la Revolución Liberal del 5 de junio de 1895. Instaurado el liberalismo en el Ecuador, sirvió desinteresadamente al país durante los gobiernos de los generales Eloy Alfaro y Leónidas Plaza Gutiérrez, y de don Emilio Estrada. Justamente se encontraba desempeñando el cargo de Jefe de la Guarnición de Guayaquil, cuando el 21 de diciembre de 1911 se produjo la muerte del presidente Estrada.

La muerte del Presidente no había sido conocida aún en todo el país, cuando las ambiciones políticas desataron una intensa lucha por el poder, y mientras en Quito el Sr. Carlos Freile Zaldumbide se encargaba del gobierno y clamaba por mantener el orden constitucional, dentro de su propio gobierno se presentaron dos candidaturas presidenciales de tendencias totalmente opuestas: La del Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Carlos R. Tobar, que representaba al partido conservador y a la ciudadanía independiente; y la del Gral. Leonidas Plaza Gutiérrez, Ministro de Hacienda, que representaba a una fracción del liberalismo alejada de los postulados del Gral. Alfaro, y que estaba constitucionalmente impedida de participar en la contienda electoral debido a que no había pasado el tiempo establecido por la ley para volver a ejercer la Presidencia de la República, desde que la había ocupado por primera vez.

El 28 de diciembre de ese mismo año al igual que pocos días antes había hecho el Gral. Flavio Alfaro, proclamándose Jefe Supremo de Provincia de Manabí y Provincia de Esmeraldas se proclamó Jefe Supremo de Guayaquil y desconoció al gobierno del Dr. Freile Zaldumbide. Actuando como Jefe Supremo, por medio de diferentes telegramas, cartas y mensajes había expresado su intención de mantenerse en el poder sólo hasta que se realicen elecciones presidenciales dentro del marco constitucional y sin la ilegal participación del Gral. Plaza, pero ante la inminencia de la lucha armada, llamó al Gral. Eloy Alfaro que se encontraba desterrado en Panamá para entregarle el poder y el mando de su ejército. Igual cosa hizo el Gral. Flavio Alfaro.

Inmediatamente el gobierno de Quito se preparó para reprimir este movimiento revolucionario de características netamente alfaristas, y por algún oscuro pacto o acuerdo nombró al Gral. Leonidas Plaza como Jefe del Ejército Nacional. Cuando el «Viejo Luchador» llegó a Guayaquil trató por todos los medios de evitar la guerra civil que se avecinaba, pero su actitud pacificadora fue desoída por Freile Zaldumbide, quien por el contrario ordenó al Gral. Plaza que marche hacia la costa para aplastar con las armas a los rebeldes alfaristas. Ante la actitud nada conciliadora del gobierno de Quito, Montero se unió a Flavio Alfaro, cuyas fuerzas avanzaron para enfrentar al ejército del Gral. Plaza Gutiérrez.

Se libraron entonces, en los primeros días de enero de 1912, los sangrientos combates de Huigra, Naranjito y Yaguachi, en los que las fuerzas del gobierno más numerosas y mejor pertrechadas vencieron a los insurgentes. Las luchas pudieron haber continuado, pues la lealtad de las tropas llegaba hasta el último sacrificio, pero deseando evitar mayores derramamientos de sangre y gracias a la intervención del Cuerpo Consular acreditado en Guayaquil, acordó la capitulación de las fuerzas alfaristas y la firma del Tratado de Durán, por medio del cual, entre otras cosas, se garantizó el respeto a la vida de los vencidos. A los pocos días, en vergonzosa y ruin traición los placistas capturaron a todos y cada uno de los generales alfaristas. Montero descansaba en su casa, tratando de recuperarse de las heridas sufridas en combate, cuando fue sacado de ella a empellones y llevado a la gobernación de la ciudad, donde se le siguió un «sainete» con visos de Consejo de Guerra.

Nombró entonces como su defensor al Gral. Julio Andrade que pertenecía a las filas del gobierno de Quito. Poco antes de las nueve de la noche se leyó el veredicto en el que se declaraba que «por estar abolida la pena capital en nuestro Código fundamental, en nombre de la República y por autoridad de la Ley, se condena al mencionado reo Pedro José Montero a la pena de reclusión mayor extraordinaria, diez y seis años de presidio, previa formal degradación militar que se efectuará en la plaza pública y en presencia de todo el ejército». La soldadesca sedienta de sangre protestó por el fallo. Gritos atronadores y salvajes pedían la cabeza del sindicado. Es ese instante supremo y viendo la muerte cara a cara, se irguió Montero y dijo a sus enemigos con arrogancia:

Vida personal

Se casó con la dama quiteña Isabel Beatriz Barahona Jurado, en 1908 nació su hija única Mercedes Montero Barahona.

Muerte

El 25 de enero de 1912 en Guayaquil, Ecuador fue asesinado de un impacto de bala en la cabeza y arrojado por el segundo piso del edificio del gobierno Provincial del Guayas. Tras esto, fue tirado a la calle, descuartizado, arrastrado y quemado en la Plaza de San Francisco, de donde su esposa retiró sus restos.

Fuente