Presencia de los Maceo Grajales en Sagua de Tánamo

Presencia de los Maceo Grajales en Sagua de Tánamo
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Grabad de Mambí.jpg
Grabado de mambí
Fecha:1868-1898
Lugar:Sagua de Tánamo
País(es) involucrado(s)
Bandera de Cuba Cuba
Líderes:
Antonio y José Maceo


Presencia de los Maceo Grajales en Sagua de Tánamo. Sagua de Tánamo, perteneciente indistintamente a una y otra región histórica, según las diferentes divisiones político-administrativas de Oriente, en guerras de independencia, fue un territorio en el que tuvieron lugar importantes acciones bélicas. Los hermanos Maceos llevaron a cabo varias incursiones en ese territorio, tanto en la Guerra de los Diez Años como en la del 95.

Presencia en Sagua de Tánamo

Durante la Guerra de los Diez Años

Previo a la insurrección del 68, en Sagua de Tánamo radicó un importante grupo conspirativo [1] orientado hacia la región guantanamera cuyo líder Alberto del Villar, jefe indiscutible sagüero, recibía instrucciones de Eduardo del Mármol, quien a la vez contactaba con su primo hermano Donato, en Santiago de Cuba. De tal manera, entre los meses de octubre y noviembre de 1868 los sagüeros se alzaron en armas, [2] respondiendo al grito del 10 de octubre en La Demajagua.

Organizado el primer foco insurreccional, figuraban en él: León Sulé, nombrado comandante de armas del territorio por el mayor general holguinero Julio Grave de Peralta, el 27 de diciembre del mismo año; Manuel Borges y Nicolás R. Pacheco, jefe en la zona de Cabonico, quedando sujeto al plan estratégico de la invasión a Guantánamo previsto por el general Donato del Mármol, situación por la que Grave de Peralta, en fecha 1 de enero de 1869, le ordenara a Alberto del Villar adoptar medidas para asegurar el avance hacia Guantánamo, llegado el momento necesario. Para dichos inicios realizaron algunas acciones armadas en el territorio, en el mes de julio de 1869, Antonio Maceo incursionó junto a su jefe, Donato del Mármol, por Sagua, donde sostuvo dos intensos combates que dieron satisfacción al jefe de la división mambisa. [3]Este hecho abrió un amplio camino de incursiones de Antonio Maceo en Sagua de Tánamo.

Antonio Maceo

Tras el fallecimiento de Donato Mármol, el 26 de junio de 1870, Máximo Gómez asume el mando de la división Cuba y la invasión a Guantánamo en julio del mismo año. Ante el empuje invasor mambí, el capitán general de la Isla designó al brigadier Arsenio Martínez Campos, jefe de operaciones del Departamento Oriental, y emitió disposiciones especiales considerando un imperativo desarrollar una lucha sin cuartel contra el mambisado cubano. Centró los esfuerzos en la defensa de los cafetales y otras haciendas devenidas en unidades productivas, que constituían la base económica del poder colonial, a lo que Máximo Gómez respondió dislocando varios destacamentos en diferentes direcciones.

Otro momento que marca la presencia de los Maceo en Sagua de Tánamo durante la primera invasión, fue en agosto de 1871, cuando Sagua recibió los batallones sexto y cuarto, al mando de los entonces tenientes coroneles Silverio del Prado y Antonio Maceo. El día 13, desde el cuartel de Máximo Gómez en El Guací, Guantánamo, salió Prado con 100 hombres, llamando la atención del enemigo sobre Sagua, donde tomó dos pequeños campamentos, regresando a la base permanente el día 27 tras haber destruido numerosas vegas, fincas ganaderas y hacer varios prisioneros.[4]Por su parte, Antonio Maceo, que salió el 18, operando sobre Sagua, regresó el día 22 con buen éxito, luego de haber invadido varias fincas en interés de fortalecer la alimentación de sus tropas, incendiando el caserío de Las Ánimas.

El incremento de operaciones como la del capitán José Díaz por diferentes puntos y el 5 de septiembre al mando de 50 hombres, sobre el llano de Santa Catalina; la incursión de Silverio del Prado nuevamente el 27 de septiembre, sobre Sagua de Tánamo, donde destruyó y quemó las haciendas de La Güira, Río Frío, Río Grande y Cabonico y acopió más de 300 cerdos e hizo 7 prisioneros, [5] influyeron para que, el propio 27 de septiembre, Martínez Campos dispusiera “(…) que sus unidades guarnecieran la región de los cafetales hasta Sagua de Tánamo y solicitó del Capitán General el envío de más unidades (…) [6] para poder realizar operaciones efectivas.

En consecuencia, con más de 600 hombres de los batallones Reus, San Quintín y voluntarios del Cuerpo de Vicana, había salido Martínez Campos desde el día 19 de septiembre, en persecución de Antonio Maceo, que corrido al margen derecho del río Sagua incursionaba por Arroyo Blanco. Estas y otras acciones hicieron del territorio una extensión del teatro de operaciones militares, sabiamente dirigido por el mayor general Máximo Gómez, quien había designado el 15 de octubre de 1871 al teniente coronel Antonio Maceo, coronel en funciones y jefe de operaciones de la campaña invasora, por tener que marchar a encontrarse con el Gobierno.

El año 1872 en la invasión a Guantánamo significó un punto de giro en las operaciones militares en el Oriente cubano. A pesar del incremento de las acciones enemigas, el mando insurrecto respondió estableciendo fuerzas fijas en Yateras, Monte Toro, Sagua de Tánamo y otros puntos de interés. El carácter de las acciones combativas y las características topográficas del terreno, obligaban a la movilidad constante de las tropas. Para inicios de febrero, Antonio Maceo ubicó su cuartel general en Arroyo Blanco, paraje montañoso a unos veinte kilómetros al sur del centro urbano de Sagua, cercano a El Aguacate. [7] En el lugar, Antonio Maceo dispuso crear un vasto servicio de exploración y aviso, que asegurara hostigar constantemente al enemigo y concentrar las fuerzas principales cuando fuera necesario. El 6 de marzo Antonio Maceo enfrentó tropas españolas al mando del coronel Calleja, en Arroyo Blanco y Veguita. Por su parte, el enemigo, con refuerzo venido del Camagüey, intensificó las acciones atacando a las fuerzas mambisas los días 16, 17 y 27 de marzo en Arroyo Blanco. [8]

Mambí con machete

En respuesta a ello, Antonio Maceo situó pequeños grupos disuasivos encargados de entretener al enemigo, cumpliendo las indicaciones de Gómez antes de acudir al llamado del Gobierno, lo que le dio a conocer el 1 de abril de 1872:

“El enemigo ocupa las posiciones de los cafetales Monte Toro, parece que con intento de impedir que nuestras fuerzas se provean de víveres, y siguiendo las instrucciones de V. en que me encarga escuce, por ahora, sostener rudos combates, he dispuesto deslizar pequeñas guerrillas sobre esa zona, que diviertan al enemigo mientras me estoy proveyendo de la abundante jurisdicción de Sagua. Ayer ha llegado ya una parte de la fuerza (…) trayendo víveres, caballos y bueyes, algunos cerdos y muchas aves, como también algunos víveres ultramarinos del cafetal La Dolorita que se ocupó, defendido por voluntarios (…) y aunque el enemigo se empeña en obligarnos á abandonar esta jurisdicción, nunca le será posible conseguirlo, pues nuestra gente (…) más conocedora de este nuevo terreno invadido, y por consiguiente son más abundantes los recursos.” [9]

Después de atacar Monte Toro y correrse hasta Tiguabos el 6 de junio de 1872, Antonio Maceo enfrentó nuevamente tropas al mando del coronel Callejas [10] en Arroyo Blanco y Veguita, puntos cercanos. En el primero, los españoles habían emprendido la retirada y los insurrectos se les adelantaron por un lugar escarpado, ocupando las alturas ya sin municiones. Entonces les arrojaron enormes peñascos, causándoles considerables estragos.

El Sopo, punto cercano a Arroyo Blanco, resulta importante en la presencia de los Maceo en Sagua de Tánamo. El 25 de julio de 1872 el capitán Miguel Maceo informa a su hermano Antonio sobre el combate producido allá, donde en inigualable acto de heroísmo murió el capitán José Díaz y otros compañeros de armas, lo que Antonio Maceo, en su informe al secretario de la guerra, describe de la forma siguiente:

“(…) los españoles mandados por el traidor Santos Pérez, asaltaron el rancho donde estaba curándose aquel distinguido oficial (hace referencia al comandante mambí José Díaz) de la herida que recibió en una pierna, en el combate de El Sopo. El comandante Díaz, que hizo uso de su rifle, recibió otro balazo en los primeros tiros y cayó en tierra. El enemigo trató de apoderarse de él, pero sus bravos compañeros con un heroísmo sin igual quisieron evitarlo, batiéndose temerariamente hasta morir todos en la refriega. Este hecho (comenta Antonio Maceo) que prueba de lo que son capaces los soldados de Cuba, no necesita comentario.”[11]

Las incursiones de un cuerpo de homéricos capitanes como José Maceo, Prado, José Díaz, Laffite, Luis Ortiz, etc., al frente de sus respectivos batallones actuando sobre puntos como Santa Catalina, Tiguabos, Arroyo Blanco, El Sopo y otros, son evidencias que definen un espacio involucrado en acontecimientos de la independencia y soberanía nacional, del que Sagua de Tánamo fue parte, como uno de los tres partidos territoriales de Guantánamo hasta diciembre de 1878.

El desembarco de la expedición del Fanny, al mando del mayor general Julio Grave de Peralta, fue otro hecho que acercó a Antonio Maceo nuevamente a Sagua. El día 23 de junio de 1872 fue la maniobra de desembarco, y el 24, el holocausto por la muerte de Grave de Peralta. Antonio Maceo, encaminado al lugar de los hechos, en la noche del 6 de agosto acampó en El Pinal, punto ubicado al este de Sagua y aproximadamente a las diez de la mañana del día 7 llegó a la gran hacienda de Cananova donde hizo 19 prisioneros y una abundante requisa de caballos, 16 hamacas (todas nuevas), zapatos, vestuario, sombreros, además de un rico botín alimenticio, llegando a Cebollas el mismo día, donde también pasó la noche y el 8 se dirigió al lugar de desembarco, sucedido un mes y quince días antes.[12]

Las ocho fosas vacías fueron evidencia del fracaso en la operación, emprendiendo Maceo la retirada el día 9. Como símbolo, allí señorea todavía, en las aguas, próximo a la orilla, el casco del barco. Las operaciones militares sobre Sagua de Tánamo muestran el especial interés de Antonio Maceo en este territorio. De ello le dice el 21 de agosto de 1872 al secretario de la guerra del Gobierno de la República en Armas:

”De más parece señalar a ese gobierno la importancia de esta operación sobre Sagua (…) La fecunda semilla de la insurrección ha quedado regada en aquel territorio y me prometo recoger algún fruto.[Continuando más adelante] Apenas organice las fuerzas a su mando, destinaré una parte a operar sobre aquella jurisdicción, hoy revolucionada y que ofrece ventajas para nuestro ejército.” [13]

Huelgan los comentarios en la historiografía regional sobre el insurreccionado o no partido territorial de Sagua de Tánamo en la guerra de los Diez Años. La orden del entonces brigadier Antonio Maceo, jefe de la 2da. División del Departamento Militar de Oriente, al teniente coronel José Maceo, emitida el 5 de enero de 1874, pone en claro la participación e importancia de Sagua de Tánamo:

“Inmediatamente que reciba la presente, marchará Ud. (…) hacia la zona que se le tiene marcada, ocupándose especialmente en recoger e incorporar a su cuerpo a todos los individuos desertores, rezagados y demás que corresponden a él (…) Al mismo tiempo, procederá a recoger a todas las familias residentes en aquella zona (…) remitiéndolas con toda seguridad y protección a la prefectura de Sagua de Tánamo. Y más adelante continúa la misiva (…) En la zona que le señalo permanecerá hasta segunda orden, pudiendo efectuar operaciones por los lugares que crea conveniente.”[14]

Esto confirma que Sagua de Tánamo fue una importante zona de protección, lo que Antonio Maceo tuvo en cuenta, poniendo al corriente el 27 de agosto de 1872 al Secretario de guerra del Gobierno de la República en Armas a través de un grupo de informes, que contrastan con su primera incursión sobre la jurisdicción Sagua de Tánamo, el 18 de marzo de 1875, confirmada al Secretario de guerra.

”Llamada la atención al enemigo por los valles de Santiago de Cuba y Guantánamo, según me había propuesto, dirigí mis planes sobre el pueblo de Sagua (…) El coronel Leonardo Mármol, con las fuerzas de los segundos Batallones de Cuba y Guantánamo, al mando de los tenientes coroneles Emiliano Crombet y Pedro Martínez Freire, teniendo por segundo al coronel S. Prado, llamaría la atención del enemigo sobre el poblado de Sagua, mientras yo con los primeros Batallones de Cuba y Guantánamo y fuerzas de la primera Brigada, respectivamente, al mando de los tenientes coroneles Pablo Amábile y José Maceo, invadía el extenso y rico partido de Juan Díaz, operación que llevé a cabo (…) la noche del 18 del corriente, batiendo, arrojando y dispersando al enemigo (…) Mientras tanto el coronel Mármol batía al enemigo, que desde Sagua pugnaba por salir en auxilio.”[15]

La presencia de José Maceo en Sagua se verifica también en la comunicación que el 29 de septiembre de 1875 le envía el cabo y prefecto José Mustelier sobre la entrega de algunos materiales y otros recursos.[16] Marcadas huellas en la historiografía regional y nacional vinculan a Antonio Maceo con Sagua. Al efecto, el propio Maceo informa al general Modesto Díaz:

”(…) me aproximé en la noche del 28 de noviembre a un kilómetro (…) y apelando a medios extraordinarios, logré vadear el río Sagua, cuya gran avenida amenazaba impedir mi proyectado y ya indispensable movimiento. Efectuando el paso del río por entre dos fuertes enemigos, en cuyas operaciones se emplearon cinco horas y organizada convenientemente la columna, penetré en los caseríos de Cedro, Juan Díaz y Zavala, amenazando siempre la población de Sagua. Al amanecer del día 29, el enemigo empezó a hostilizarme por la retaguardia (…) más tarde se corrió por mi derecha en número de 180 a 200 hombres aproximadamente.“[17]

En la acción Antonio Maceo después de haber rendido la plaza del pueblo, la abandonó y en vez de vadear nuevamente el río, se internó en su cauce, en contra de la corriente, borrando las huellas. Unas tres millas después se abrió paso en el espeso bosque, a través de la Gran Tierra de Moa machete en manos, apareciendo luego de unas veinte jornadas en Sabanilla de Baracoa, lo que constituyó una novedad táctica en Maceo. Después de vencer y burlar al enemigo, de la columna de 1 300 hombres que llevaba, la fraccionó en una menor de 300 hombres con los heridos y la impedimenta, marchando con el botín alcanzado sobre Guantánamo, mientras él con el resto, siguió rumbo a Baracoa. Para los españoles Maceo había desaparecido. Durante muchos días se hizo la clásica pregunta: ¿Dónde está Maceo? La operación constituyó una verdadera odisea. Y hasta la prensa española se hizo eco de ello. Después de Baracoa, el 26 de enero de 1877 dispuso: “(…) que el teniente coronel Freire con sus fuerzas, marchara custodiando las familias en dirección a la Prefectura de Sagua,” [18] que fue no solo fuente de abastecimiento logístico, sino refugio seguro, donde la revolución, tuvo el eco necesario.

Durante la Guerra Chiquita

La Guerra Chiquita despertó elevada preocupación en el mando español y, en consecuencia, el general Camilo Polavieja, comandante general de Santiago de Cuba, para julio de 1879 hizo un recorrido por varios términos orientales, incluyendo Santiago de Cuba, Guantánamo, Sagua de Tánamo y Mayarí, donde ya existían determinados grupos o comités revolucionarios, cuyos miembros a la postre fueron penetrados y reducidos a prisión,[19] pero la insurrección continuó. A pesar de haber quedado organizada la guerra por los sagueros, José Maceo luego de marchar sobre Monte Rus, incursionó por Sagua en los días del 4 al 23 de noviembre de 1879,[20] lo que no parece ser un simple tránsito, porque el 1 de enero de 1880 acampó en Jagüey, punto ubicado a unos cinco kilómetros al sureste del centro urbano, desde donde parece le comunicó a Guillermón Moncada:

“(…) emprendí marcha por El Carmen y practiqué una operación sobre sobre los partidos de Miguel y Guayabo, entrando por el primero de estos a la puesta del sol: cogiendo cuatro rifles y extrayendo 20 reses e infinidad de aves, ropas, tabaco, etc.”[21]

Guillermón Moncada, en informe cursado el 3 de enero de 1880 dio a conocer operaciones practicadas por el comandante Cartagena con parte del batallón Mayarí por ese mismo territorio y el de Sagua de Tánamo.[22] A pesar de haber llegado a su fin la insurrección y de haber anunciado el gobierno civil de la provincia, el levantamiento del estado de guerra, el 22 de julio de 1881 el teniente coronel José Agüero Cisneros asumió como nuevo comandante militar y alcalde corregidor en el término.[23]

Durante la Guerra del 95

La Revolución de 1895 fue la continuación del espíritu de lucha de las etapas anteriores. Según Carlos Roloff en su Índice alfabético y defunciones del Ejército Libertador de Cuba, veintisiete sagueros se alzaron en armas el 24 de febrero, día del levantamiento, y el 13 de mayo, el regimiento Sagua participó en el combate de El Jobito, en las cercanías de Guantánamo. Como parte de la odisea de Duaba, Sagua recibió a Antonio Maceo, procedente de La Somanta.[24]

Procedente de la casa de Eusebio Leyva, el lunes 15 de abril pasó a Arroyo Blanco, punto de Sagua de Tánamo a unos dos kilómetros de La Somanta, donde recibió la hospitalidad de Miguel García. De ese punto, Maceo siguió rumbo a La Zarza, asentamiento próximo a Naranjo Agrio, donde fue recibido por Antonio Abreu y uno de sus hermanos, hasta que al medio día del 17 llega a Calabazas, donde fue recibido por José Reyes Romero (Chendo), acompañado del práctico Antonio Abreu. Suministrado de la correspondiente alimentación en un pequeño catauro, siguió rumbo a Mayarí Arriba, hasta el día 18, que llegó a Vega Bellaca.[25]

Ultima presencia del general Antonio Maceo en Sagua de Tánamo

Después de haber organizado las tropas y restableciendo la disposición y capacidad combativa, Antonio Maceo emprendió un periplo ofensivo, que se puede denominar como su campaña preinvasora por el territorio oriental. Recuérdese El Jobito, Guantánamo, el 13 de mayo, en el que participó el regimiento Sagua, registrándose en días posteriores su presencia en Sagua de Tánamo, del 18 al 21 del mismo mes. Parte de sus tropas se presentó en el barrio de El Coco, a unos diez kilómetros al sureste de la ciudad.[26] En tales momentos de la guerra, con un ejército mambí carente de aseguramientos y una retaguardia debilitada, era necesario volver sobre la gran prefectura o “rica y abundante jurisdicción” que fue Sagua. La atención sobre el territorio no la había perdido el general Antonio, razón por la que incursionó en los nuevos tiempos. El día 18 estableció Maceo su cuartel general en Bazán Abajo, desde donde ordenó un asalto al pueblo de Sagua, a cargo del mayor general José Maceo y el teniente coronel Benigno Ferié. Las acciones se desarrollaron en el barrio de Bazán el día 20, a donde el enemigo, representado por el 4to. batallón peninsular de Talavera, fue al encuentro.

Tropa mambisa
Grabado de Antonio Maceo

Con cerca de cuarenta efectivos fue asaltado el barrio de Juan Díaz y con un contingente mayor el de Esterón, donde los resultados fueron bastante halagüeños. De esas acciones le informa el general Antonio al mayor general Máximo Gómez:

”En todos los lugares ocupamos muchas armas de los vecinos y se me incorporaron 800 hombres armados de machetes, y muchos de Rémington. Seguimos por Monte Líbano, Santa Catalina y Bazán Abajo. Sigue refiriéndose el general Antonio Maceo Allí hice el intento de sacar una columna de 700 hombres que estaban en Sagua de Tánamo (…) de Sagua salieron a orillas del pueblo el enemigo, pero fue derrotado.”[27]

El resultado arrojó 16 bajas a los españoles, de las que constan en los registros: el sargento Ignacio Sellart Sabate y el soldado Vicente Pons Ciscart, pertenecientes a la guarnición de la plaza del pueblo, fallecidos a consecuencia de heridas de balas, el 20 de mayo de aquel año, 1895, y sepultados en el cementerio municipal; [28] mientras que de la parte mambisa se produjeron solamente dos. De ello el alcalde municipal de Sagua, Isidoro Gómez Cianca, el 25 de mayo del mismo año, cursó un contradictorio informe al gobernador provincial de Santiago de Cuba, en el que decía que en los diferentes fuegos sostenidos en los días señalados, los insurrectos sufrieron 38 bajas, con 20 muertos y 28 heridos, mientras que los españoles solo sufrieron 10, dentro de los que solo figuraron dos muertos y ocho heridos. [29]

El día 20 de mayo, desde Sagua de Tánamo, el general Antonio le escribió una carta a su esposa María Cabrales:

”Sagua, mayo 20 de 1895

Sra. Dña. María C. de Maceo. San José. Mi queridísima esposa: Acabo de ordenar un giro a favor de Don Eduardo Pochet, por la suma de cinco mil pesos, con el encargo de entregártelo à ti para de acuerdo con Gonzalito lleve á cabo las instrucciones que te di en mi anterior, tanto en esa como en Jamaica. Te quiere tu esposo,

Maceo.[30]

Este documento refuerza el patrimonio de la presencia de Antonio Maceo en Sagua de Tánamo, en un momento cargado de empeños y signado por la Invasión, empresa militar que lo transportara a la posteridad histórica.

Durante la presencia de los Maceo en Sagua, en los días de mayo de 1895, un nutrido grupo de ciudadanos se fueron con él a la manigua. Solamente el mes de mayo aportó el 50,6 % de los alzados en armas en este término durante ese año. [31] Cabe mencionar aquí dos casos, el de Carlos Dubois del Castillo, brigadier, único general que aportó Sagua de Tánamo a las gestas independentistas y el de Martín Revé, sargento, quien falleciera como se hace constar, el 6 de julio de 1896 en Loma del Gato, a consecuencia de las heridas de balas recibidas, sepultado en el mismo lugar,[32] siguiendo los pasos del León de Oriente y el deseo de ver libre a Cuba.

Última presencia de José Maceo en Sagua de Tánamo

Grabado de José Maceo

La última vez que se registra la presencia de uno de los Maceo en Sagua de Tánamo fue en el combate de Loma de Miguel, el 16 de febrero de 1896, donde las fuerzas mambisas del regimiento Sagua se dieron un heroico abrazo con las de Baracoa, al mando del coronel Félix Ruenes y las del general José.

No pudo José Maceo hacer tácticamente lo que en otras ocasiones. Su bravura y pericia le hubieran permitido otros resultados. En Loma de Miguel acató órdenes del Gobierno de la República a través de su Secretario de la guerra Carlos Roloff. A pesar de que el plan de ataque a Sagua lo creyó descabellado, su sentido de la disciplina lo condujo a cumplir la orden. De esa manera cerró la gesta del 95, con una página que tuvo mucho de hidalguía y heroísmo, pero con escasos resultados que llevar a la hoja de servicios de una figura de la estirpe de titanes, que no buscaba la gloria, sino de contribuir a la redención humana.

José Maceo, evidencia de una genealogía no conocida

La presencia de los Maceo en Sagua de Tánamo, ¿dejó solamente las muy ciertas huellas de sus incursiones militares? ¿Quedaron algunas otras evidencias? La tradición oral cuenta con algunos criterios, pero hay algo más que eso. Según referencia del historiador Ernesto de la Cueva Murillo, en sus Narraciones históricas de Baracoa, en el desembarco de la expedición mambisa, al mando del entonces coronel Francisco Sánchez Echavarría, por la playa de Nibujón, Baracoa, el 19 de agosto de 1895, al anunciarse la cercanía de una cañonera española, ante el peligro de la pérdida de los pertrechos de guerra y vidas humanas, acercándose a la playa y salida de entre las pocas casas del lugar, se alzó la voz de una valerosa mujer: Paula Fuentes de Maceo. Era la esposa del mayor general José Maceo, hija de Sagua de Tánamo, arengando a los insurrectos a no abandonar el armamento y los pertrechos, pues hacían falta para la independencia de la patria. Al poco rato todo era salvado.[33]

La comprobación de tales datos y la pesquisa de Paula Fuentes se convirtió entonces en una intensa búsqueda, tras la cual se supo que:

”En Sagua de Tánamo, Provincia de Santiago de Cuba hoy día de la fecha se procedió a inscribir el matrimonio canónico á que se refiere el certificado que á la letra dice así D. Antonio García Iglesias Pbro. Cura de la Santísima Trinidad de Sagua de Tánamo Certifico: que en el día de hoy y á las once de mañana y á presencia de los testigos Sir Emilio Rosés y Sir Marcelino Peña que firman sin que me hayan denunciado ni tengan conocimiento de ningún impedimento que se oponga han contraído matrimonio el Sir Manuel Claudio Lupercio Maceo y Fuentes natural de Baracoa vecino de Sagua de profesión campo soltero de edad veintisiete años hijo del Sir José Maceo y Sra. Paula Fuentes, y la Srta. Ángela Agustina Torres y García soltera y vecina de Sagua de Tánamo de edad veintiún años.”[34]

Sin dudas, bibliográficamente existe una concatenación entre lo referido por De la Cueva Murillo y lo encontrado en el Registro Civil de este municipio. Además, según fuentes orales, Manuel Claudio Lupercio Maceo, con dieciocho años de edad en 1895, ingresó a las filas mambisas y dentro del regimiento Sagua alcanzó los grados de teniente.[35] Luego, en 1904, según fecha del documento anterior, se casa en Sagua de Tánamo con Ángela Agustina Torres y García, con la que tuvo una descendencia de la raza blanca, emigrando posteriormente a Las Tunas, donde falleció.

Referencias bibliográficas

Bibliografía

  • Fuente: Gerardo Muñoz Aguirre. Historiador de Sagua de Tánamo.
  • Antonio Maceo. Ideología política, cartas y otros documentos. T.1. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 1998.
  • Batallas mambisas famosas (selección y prólogo de Bernardo Callejas). Editorial Letras Cubanas, La Habana, 1979.
  • Cué Andrés, Juan: “Correspondencia inédita de Antonio Maceo”, en: revista Santiago, no. 22, Santiago de Cuba, 1976, pp. 206 - 207.
  • Cueva Murillo, Ernesto de la: Narraciones históricas de Baracoa. s.p.i.
  • Franco, José Luciano: Antonio Maceo. Apuntes para una historia de su vida. Editorial de Ciencias Sociales. La Habana, 1973.
  • Leyva y Aguilera, Herminio: La Guerra Chiquita, Imprenta y papelería “La Universal de Ruiz y Hermano”, La Habana, 1983. (Digital).
  • Mayor general Máximo Gómez Báez, sus campañas militares. Editora Política. La Habana, 1986, t. I.
  • Mourlot Mercaderes, Joel: El hombre de excepción. Episodios y facetas de Antonio Maceo. Editorial Del Caribe, Santiago de Cuba, 2018.
  • Ortega, Zaida: Ciudadano ejemplar. Cooperativa de Cultura Popular. La Habana, 1936.
  • Ojeda Bessy, Dolores: “Ensayo de cronología del año 1895 en la provincia de Oriente”. En: revista Santiago, no. 6, marzo 1972, Santiago de Cuba.
  • Padrón Valdés, Abelardo: El general Guillermón Moncada. El Ébano de la guerra, Casa editora Abril, La Habana, 2012
  • Padrón Valdés, Abelardo: El general José. Apuntes biográficos, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1975.
  • Roloff, Carlos: “Plantilla del Regimiento Sagua”, en: Índice alfabético y defunciones del Ejército Libertador de Cuba, Imprenta Rambla y Bouza, La Habana, 1901.
  • Sánchez Guerra, José y Wilfredo Campos Cremé: Los ecos de La Demajagua en el alto Oriente cubano, Editorial Oriente, Santiago de Cuba, 1916.
  • Fondo José Maceo, Museo Emilio Bacardí, Santiago de Cuba, leg. 69, exp. 40, no. inv. 4-1780.
  • Fondo Museo Municipal, ob., cit., Acta del 22-7-1881.
  • Fondo Registro Civil de Sagua de Tánamo. Libro 5 de defunciones, f. 141.
  • Fondo AHPSC, leg. 737, exp. 7, fs. 37-40.
  • Fondo Registro Civil de Sagua de Tánamo. T. 9 de defunciones, f. 122.
  • Fondo Registro Civil de Sagua de Tánamo. Libro no. 5 de matrimonios, año 1904, f.177, no. 721.
  • Fondo Museo municipal. Entrevista al Dr. Carlos María Tarafa, 1985.