Protesis de cadera

Prótesis de cadera
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Concepto:La prótesis de cadera es el sustituto artificial de la articulación de la cadera.


Prótesis de Cadera. Son sustitutos artificiales de partes del cuerpo.

Prótesis de la cadera

La articulación de la cadera se compone de 2 partes fundamentales: la primera es una cavidad esférica que esta unida a la pelvis que recibe el nombre de acetabulo, cavidad acetabular o cotilo; la segunda es la cabeza del fémur, que también es esférica y encaja perfectamente en el hueco que ofrece la pelvis.

La sustitución de la cadera por una prótesis suele realizarse cuando la cadera propia sufre un daño tal que no permite realizar una vida normal por dolor incontrolable a pesar de la medicación. Las prótesis de cadera han evolucionado a lo largo del tiempo sobretodo en cuanto a la forma y a los materiales utilizados, hoy en día existen numerosos tipos de prótesis que se adaptan a cada paciente y a cada situación personal.

La cirugía consiste en extirpar las partes lesionadas y la aplicación de los componentes que forman la prótesis. Todas las prótesis, están sometidas al desgaste por lo tanto al cabo del tiempo dejaran de funcionar con normalidad y se requerirá una nueva cirugía para recambiar las partes gastadas.

Objetivos

Cuando el cirujano ortopédico realiza una sustitución protésica de la cadera, tiene cuatro objetivos fundamentales:

  • Alivio del dolor
  • Recuperación de la movilidad
  • Corrección de la deformidad, recuperación de la longitud y corrección de la cojera.
  • Mantenimiento de los resultados a largo plazo

Componentes de la prótesis

  1. El componente femoral: es un vástago que se introduce en el interior del canal medular previamente labrado; para ello será necesario extirpar la cabeza del fémur.
  2. Cabeza o componente cefálico: Esto es una esfera que se acopla al vástago. En ciertas prótesis el vástago y la cabeza son una misma pieza.
  3. Componente acetabular: Este es el que sustituye la parte de la articulación de la cadera unida a la pelvis. Es una esfera hueca que se adapta perfectamente a la cabeza o componente cefálico.

Materiales utilizados

El componente femoral o vástago generalmente será de un material metálico como el acero o el titanio, debe ser un material especialmente resistente ya que es el encargado de transmitir todo el peso del cuerpo al fémur.

La cabeza o componente cefálico debe ser de un material que permita crear una superficie muy lisa y resistente al desgaste. Cuanto mas lisa sea a superficie de la cabeza, menor será la fricción que ofrece al movimiento por lo tanto menor será el desgaste a lo largo del tiempo. Los materiales que se suelen utilizar son la cerámica, el acero y el polietileno de alta densidad (que es una especie de plástico muy duro).

El componente acetabular: Este suele tener dos vertientes, la parte que se une al hueso que generalmente es metálica para ofrecer una buena resistencia a la transmisión de las cargas: acero, titanio, tantalio, etc… La parte que esta en contacto con la cabeza que deberá ser lisa y ofrecer una mínima fricción y resistencia al desgaste: que podrá ser de cerámica o de polietileno. No existen diferencias importantes en cuanto al resultado clínico de los diferentes materiales usados en las prótesis, la elección de estos deberá realizarla siempre el cirujano basándose en las características particulares de cada paciente así como en su experiencia personal y preferencias.

Momento para la implantación

En términos generales se puede decir que cuanto más tarde mejor, siempre y cuando el dolor no sea muy incapacitante y/o se controle con analgésicos convencionales. El cirujano es el encargado de detectar la coxartrosis o artrosis de cadera y de informar al paciente de que su enfermedad puede solucionarse mediante la implantación de una prótesis y en ese momento propone esa posibilidad. El paciente será el que acepte o decline esa posibilidad dependiendo del dolor y de la incapacidad que este le produzca. Por lo tanto la decisión debe ser tomada siempre mediante un consenso entre paciente y cirujano.

Las prótesis de cadera suelen tener una duración de 10 a 20 años, tras los cuales generalmente es necesario recambiarlas, la cirugía de recambio de una prótesis de cadera es muy agresiva y con resultado mucho peores que las prótesis primarias (de primera vez), por lo tanto lo deseable es que los pacientes que sufren artrosis de cadera sean intervenido solamente una vez. Pero la decisión de ser intervenido debe ser tomada con sentido común por parte del paciente, de nada sirve estar sentado e incapacitado con 60 años esperando el momento adecuado para ser intervenido y así poder caminar a los 80.

Debemos considerar a parte los casos de fracturas de cadera en las que el cirujano decida que la mejor opción para el paciente es la de implantación de una prótesis de cadera, esta se deberá hacer en los días siguientes a la fractura.

Candidato

La artrosis de la cadera afecta habitualmente a personas de mediana edad y a los mayores. Los síntomas van desde unas leves molestias hasta un dolor severo incapacitante. El tratamiento de la artrosis de cadera persigue la disminución del dolor y la mejora de la movilidad de la articulación. Cuando los tratamientos conservadores no consiguen el alivio esperado, se puede considerar la posibilidad de colocar una prótesis de cadera. El cirujano ortopédico con su experiencia en problemas óseos y articulares evaluará si puede y debe realizarse en su caso una sustitución protésica de la cadera.

El cirujano considerará sus antecedentes clínicos, la función articular, la fuerza del miembro y de las caderas, y observará como se sienta, se inclina y se mueve. Si el estudio radiográfico muestra un daño articular severo y ninguna otra forma de tratamiento ha conseguido un alivio satisfactorio, el cirujano ortopédico puede sugerirle la sustitución articular. La sustitución protésica de la cadera se ha desarrollado hasta el punto de ser uno de los procedimientos quirúrgicos más seguros y reproducible en sus resultados. La sustitución de esta articulación ha transformado la vida de muchos pacientes, dándoles la oportunidad de ser nuevamente activos con menos dolor.

Postoperatorio

La sustitución protésica de la cadera es una operación diseñada para reemplazar una cadera que se encuentra dañada normalmente por la artrosis. La cadera es una articulación constituida por una esfera dentro de una cavidad. La esfera está formada por la cabeza del hueso de la cadera (fémur) y se ajusta perfectamente a la cavidad, el acetábulo. Como se muestra en el diagrama de la izquierda “Cadera Normal”.

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Las superficies de estos huesos están cubiertas de una superficie lisa denominada cartílago articular. La artrosis aparece cuando el cartílago articular se desgasta, exponiendo el hueso que hay debajo, como se ilustra en el diagrama de la derecha “Cadera con Artrosis”.

La artrosis causa dolor, deformidad y perdida de movilidad. En una cirugía de sustitución de la cadera, el cirujano sustituye la cabeza gastada del hueso de la cadera (fémur) con una esfera metálica o de cerámica que va montada sobre un tallo (vástago); la cavidad que contiene esta cabeza es sustituida por un polietileno (plástico) ó un polietileno apoyado sobre un soporte metálico. La prótesis puede anclarse en el hueso mediante cemento o quedar fijada mediante un encaje a presión sin cemento.

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Duración

Las prótesis están fabricadas con componentes inertes, es decir que no están vivos y por lo tanto no son capaces de regenerarse como las diferentes partes de nuestro cuerpo. El uso constante las somete a un desgaste como puede ocurrir con cualquier otro objeto que nos rodea. Por lo tanto y dependiendo de diferentes factores como por ejemplo el uso que se les de o la presión a la que están sometidas estas podrán durar de 10 a 20 años.

Tras este periodo de tiempo los componentes, en especial la cabeza y el componente acetabular (que son las dos superficies que están en constante movimiento) se gastan, volviéndose cada vez menos eficientes y transmitiendo cada vez una mayor tensión al hueso que las rodea. Además del resultado de la fricción se liberan partículas que el hueso cercano absorbe favoreciendo la destrucción de este hueso.

Sumando estos dos hechos tenemos un hueso cada vez de peor calidad que soporta tensiones cada vez mayores, esto a la larga producirá un aflojamiento de los componentes que pierden su anclaje firme al hueso. El movimiento excesivo de los componentes en el interior del hueso produce dolor, cuando este es incapacitante y no se controla con analgésicos habituales será preciso, siempre y cuando la salud del paciente los permita, recambiar la prótesis de cadera.

Fuentes