Quetzalcóatl
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Quetzalcóatl. ("Serpiente emplumada", en náhuatl). Importante deidad de los nahuas (aztecas, toltecas y zapotecas) quienes lo consideraban una deidad suprema en varios aspectos de la vida cotidiana (la medicina, la fertilidad, la agricultura, el aire, las nubes, Venus como estrella matutina, etc.).
Iconografía
En el códice Florentino se lee:
Este texto apoyaría la teoría de que Quetzalcóatl portaba una máscara de pájaro quetzal y por qué en las fiestas de Cholula bailaban hombres deformes y enmascarados.
Torquemada relata:
Estas descripciones se ajustan a algunas terracotas de Quetzalcóatl halladas en Yucatán. La famosa arqueóloga Laurette Séjurné localizó en Teotihuacán otro estupendo retrato hablado de Quetzalcóatl, con la serpiente emplumada que es el jeroglífico de su nombre, en una cerámica. En dicha cerámica se aprecia a un Quetzalcóatl profusamente barbado y casi sin rasgos nativos.
Mitología
Dícese haber inventado el calendario, los analtes (libros) y por ende la escritura, y de acurdo a algunas historias fue uno de los cuatro dioses creadores. Como Ehécatl, era dios del viento. Aunque virtualmente no había un aspecto de la vida nahua que no estuviera relacionada con Quetzalcóatl, éste no era considerado el dios más poderoso.
Los primeros estudiosos de la cultura azteca creyeron que Quetzalcóatl pudo haber sido un dios agrario o de la lluvia antes que los toltecas lo ascendieran como divinidad del lucero de la mañana, Venus. Es el hijo de la pareja creadora, Ometecuhtli y Omecíhuatl.
En una serie de leyendas se cuenta que el dios creador Ometéotl envió a Quetzalcóatl a la Tierra para guiar a la gente. Quetzalcóatl probó ser un buen rey hasta que el dios Tezcatlipoca ("espejo humeante") levantó su espejo e hizo que éste se mirara en él. Quetzalcóatl horrorizado de su propio rostro, "que se había puesto viejo", permitió que Tezcatlipoca pintara su cara y lo cubriera con plumas de quetzal y una máscara de turquesas, y bebió una poción mágica que éste le brindó. Quetzalcóatl cayó en una borrachera tal que llegó a acostarse con su propia hermana. Al volver a la sobriedad y percatarse de su ridícula vestimenta y las terribles acciones que había realizado, se tiró al fuego. Permaneció descansando sobre un ataúd de piedra durante una semana mientras realizaba el viaje al inframundo. Su corazon se alzó a los cielos y se convirtió en el lucero de la mañana, Venus.
Algunas versiones de la historia cuentan que en vez de sacrificarse al fuego, éste partió hacia el este, hasta Tula, y se alejó para siempre de los hombres hechándose al mar en una barca. Al ser alcanzado por el sol naciente, éste lo abrasó junto a su balsa, y su corazón salió de su cuerpo para unirse al Sol mismo.
Esta leyenda se relaciona directamente con la historia en dos momentos. El primero, cuando varios líderes toltecas llamados Quetzalcóatl, posteriores al primero a quienes ellos creían haber sido enviado por el dios creador Ometéotl para gobernarlos. El segundo ocurrió durante 1521 con los conquistadores españoles, bajo el mando de Hernán Cortés. Los aztecas creyeron se trataba del regreso de Quetzalcóatl desde el este por sobre el mar, de modo que no se hizo resistencia de primer momento a la conquista.
Luego de que los españoles llegaran y forzaran a los mesoamericanos a convertirse al cristianismo, Quetzalcóatl gradualmente se relacionó con Santo Tomás y gradualmente se convirtió en un héroe o dios de esa cultura que una figura histórica propiamente dicha.
Enlaces relacionados
Fuentes
- Bingham, Ann. South and Meso-American Mythology A to Z. New York : Facts On File Inc., 2004.
- Artículo ¿Cómo era realmente Quetzalcoatl? Disponible en la Web "teotihuacanenlinea.blogspot.com" Consultado: 12 de septiembre de 2011
- Quetzalcoatl - Portada