Río Cabe
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Río Cabe. Está situado en la provincia de Lugo, Galicia, España, afluente del río Sil. Tiene una longitud de 56 km y transcurre por los municipios de O Incio, A Pobra do Brollón, Monforte de Lemos, Pantón y Sober. Ocupa una extensión de 1577 ha, teniendo grandes problemas de contaminación en algunas áreas de la mitad sur de su recorrido.
Nacimiento
Nace en el paraje denominado "Fonte das Abellas", en proximidades de la aldea de Cabude, de la parroquia de Foilebar, en el municipio de O Incio. Después de pasar por la aldea de Fontes, transcurre por Trascastro y San Pedro, todavía en el municipio de O Incio. Posteriormente entra en el municipio de A Pobra do Brollón y pasa por las aldeas de Biduedo, Pacios de Veiga, Veiga, Santalla de Rei, Eixón y Fornelas.
Recibe las aguas del río Saa y entra en el concello de Monforte de Lemos, donde transcurre por las aldeas de A Parte, O Freixo, Ribas Altas, donde recibe las aguas del río Mao, y entra en la capital monfortina. Aquí lo cruza un puente medieval. Luego pasa por Piñeira y Distriz.
Posteriormente sirve de límite entre los concellos de Pantón e Sober, bañando las parroquias de Canaval, Vilaescura, Rosende e Anllo, de Sober, y Mañente, Vilamelle, Espasante, Cangas, Acedre y Frontón, de Pantón. Finalmente desemboca en el río Sil.
Afluentes
Durante su recorrido de 56 km recibe un buen número de afluentes y los más importantes son los ríos Antigua, Fontán, Cebedezo, Santa Bárbara, San Miguel, Picarrexo, Saa, Mao, Carabelos y Ferreira, además el riachuelo de Vado.
Flora
Abundan fundamentalmente los bosques de robles, castaños, brezo, tojo y vegetación de ribera.
Fauna
Los peces que habitan en el río son la trucha, la carpa común, la garza real europea, el Alcotán europeo, el Murciélago, la Nutria, la Salamandra, la Libélula y el armiño.
Dato curioso
El 20 de enero del 2017, el río Cabe amaneció hoy congelado en Monforte, este fenómeno no ocurría desde mediados de diciembre del 2007. En aquel entonces, el río permaneció congelado durante varios días. Nada comparable, a la gran congelación de mediados de diciembre del 2001, que duró dos semanas y dio lugar a una gruesa capa de hielo sobre la que se podía caminar sin temor a que se rompiese.