Reificación

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Concepto:El acto (o resultado del acto) de transformar propiedades, relaciones y acciones humanas, en propiedades, relaciones y acciones de cosas producidas por el hombre, objetos que se han vuelto independientes (y que son imaginados como originalmente independientes) del hombre y gobiernan su propia existencia. Es un caso ‘especial’ de alienación, su forma más radical y extendida, característica de la sociedad capitalista moderna.

Reificación es un término utilizado en la crítica marxista de la sociedad capitalista. Se refiere a la transformación de una relación social (una relación entre personas) en una cosa o en una relación entre cosas («cosa» se refiere aquí a un objeto material no personal).

En algunos casos, la reificación es una especie de error mental, el error de teorizar una relación social como una cosa o una relación de cosas. Sin embargo, en el proceso de mercantilización económica, hay un sentido en el que la reificación es verdadera. Esto se debe a que las economías de mercado son únicas en un aspecto importante: a saber, que en las economías de mercado la coordinación entre los productores no es provocada por ningún agente deliberado (como el señor de la finca en las econimias feudales o los comités de planificación en el socialismo); en lugar, en las economías de mercado, la coordinación entre los productores se produce por la reacción de cada productor al movimiento de mercancías – cosas – en el mercado.

De este modo, la relación de producción entre productores en una economía mercantil no es una relación directa de persona a persona; en cambio, se logra a través de la intermediación de las cosas. Por lo tanto, durante la mercantilización (la transición a una economía mercantil) las relaciones de producción en las que una persona se involucra, ananteriormente con otras personas, se convierten, al menos en su aspecto inmediato, en relaciones con las cosas. Se trata de una reificación real y no meramente subjetiva.[1]

Conectado con la cosificación real de las relaciones de producción en la economía mercantil, Marx identificó una reificación subjetiva en las teorías de los economistas burgueses, que consistía en atribuir propiedades a las mercancías que él pensaba que podían teorizarse mejor como propiedades de las relaciones de producción. Por ejemplo, muchos economistas burgueses consideran que el capital (con lo que se refieren a los medios de producción) tiene el atributo de producir, o proporcionar, un beneficio. Pero Marx sostuvo que la producción de beneficios no es un atributo de los medios de producción (prueba: los medios de producción no producen beneficios cuando se utilizan en modos económicos no mercantiles como el feudalismo o el socialismo); más bien, la beneficio es un atributo de un cierto tipo de relación de producción, a saber, la relación trabajador asalariado con empleador.

La preferencia teórica de Marx se refleja en su terminología. No definió el capital como medio de producción, o como dinero utilizado para comprar medios de producción y contratar mano de obra (esas son definiciones burguesas); lo definió como la relación.

En la teoría marxista, si se es riguroso con esta distinción, se habla de los medios de producción, por ejemplo, no como capital, sino como portadores de la relación de capital.[2] En una línea similar, se puede decir que cuando se utilizan en el modo de producción capitalista, «adquieren la forma social del capital»,[3] o «adquieren la forma de capital», o, de una manera que suena bastante ordinaria, que «toman la forma de capital». [4]

La reificación de las formas sociales por parte de la teoría económica burguesa da a esas formas una apariencia de universalidad o permanencia que es funcional para la hegemonía burguesa (y molesta a los marxistas). La lógica engañosa es que si las formas son inherentes a los objetos materiales, y esos objetos materiales tienen una existencia transhistórica, entonces las formas tienen una existencia transhistórica. El falso vínculo de esa lógica es que las formas no son inherentes a los objetos, son el resultado de relaciones de producción históricamente mutables.

Desarolo por György Lukács y otras

Después de Max, el concepto fue desarrollado por el filósofo húngaro György Lukács en «Reificación y consciencia del proletariado», parte de su libro Historia y conciencia de clase (1923). Al igual que Marx, Lukacs trata la cosificación como un problema de la sociedad capitalista relacionado con la prevalencia de la forma mercancía.[5]

El concepto está también presente en los trabajos de pensadores de la Escuela de Frankfurt, particularmente en los trabajos de Theodor Adorno y Max Horkheimer, y de Herbert Marcuse. Otros autores relevantes han sido Gajo Petrović, Raya Dunayevskaya, Raymond Williams, Axel Honneth y (con mayor difusión en habla hispana) Slavoj Žižek y John Holloway.

En su «Diccionario del pensamiento marxista» Petrović define reificación como:

El acto (o resultado del acto) de transformar propiedades, relaciones y acciones humanas, en propiedades, relaciones y acciones de cosas producidas por el hombre, objetos que se han vuelto independientes (y que son imaginados como originalmente independientes) del hombre y gobiernan su propia existencia. También, la transformación de seres humanos en cosas que no se comportan en una forma humana sino de acuerdo a las leyes del mundo de las cosas. La reificación es un caso ‘especial’ de alienación, su forma más radical y extendida, característica de la sociedad capitalista moderna.

El intelectual anarquista de tendencia primitivista John Zerzan, en su ensayo «Esas cosas que hacemos», la define en la siguiente manera:

Del latín «res», o cosa, reificación significa, esencialmente, cosificación; un poco en el sentido en que Theodor Adorno, entre otros, afirmaba que la sociedad y la conciencia han sido casi completamente cosificadas. A través de este proceso, las prácticas y las relaciones humanas llegan a ser vistas como objetos externos. Lo que está vivo termina siendo tratado como una cosa inerte o abstracción. Se trata de un cambio de los acontecimientos que se experimenta como natural, normal, inmutable.

Crítica del concepto por Althusser

El filósofo francés Louis Althusser criticó en 1965 (en Marxismo y humanismo) lo que él llamó "Una ideología de la reificación que ve ‘cosas’ por todas partes en las relaciones humanas". La crítica de Althusser se deriva de su interpretación de la obra de Marx, según la cual existe un quiebre epistemológico que divide esta obra en la de un joven Marx y un Marx maduro. Para Althusser el segundo es el pensador verdaderamente relevante, cuyo trabajo abre el continente de la historia al conocimiento científico.

El concepto de reificación proviene del capítulo uno de El Capital. Sin embargo, Althusser encuentra en él una importante influencia del concepto de alienación desarrollado en La ideología alemana y los Manuscritos económicos y filosóficos de 1844, ambos trabajos tempranos de Karl Marx. Los críticos de Althusser señalan precisamente esta continuidad conceptual como una de las pruebas en contra de la hipótesis del quiebre epistemológico.

Términos relacionados

Este concepto está vinculado a las nociones de Marx de alienación y fetichismo de la mercancía.

Otras obras

Referencias

  1. Isaak Illych Rubin, «Ensayos» (1923 [1972]).
  2. Isaak Illych Rubin, «Ensayos» (1923 [1972]), p. 23.
  3. «El capital es una forma social que se adquiere por medio de la reproducción cuando se utiliza por el trabajo asalariado.» (Marx, Teorías de la plusvalía, p. 383 en la edición alemana, citado en Rubin, «Ensayos»" (1923 [1972]), p. 38.
  4. Para más ejemplos del tipo de lenguaje utilizado, véase Isaak Illych Rubin, «Ensayos» (1923 [1972]), págs. 39 y 47.
  5. Enciclopedia de marxismo, «Reificación» Marxists.org (en inglés).