Román Abramóvich

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Román Abramóvich
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Rey del petróleo
NombreRomán Arkádievich Abramóvich
Nacimiento24 de octubre de 1966
Sarátov,Bandera de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas Unión Soviética
NacionalidadRusiaBandera de Rusia Rusia
OcupaciónEmpresario, político
CónyugeOlga Yurevna Lysova

(1987-1990) Irina Vyacheslavovna Malandina (1991-2007)

Daria Alexandrovna Zhukova (2007-)
Hijos6 (5 con Malandina; 1 con Zhukova)

Román Arkádievich Abramóvich. Multimillonario ruso de origen judío, el mayor porcentaje de su fortuna provienen principalmente del petróleo, muchos aseguran que su riqueza no ha sido conseguida gracias a su capacidad en los negocios, sino que la clave se halla en las privilegiadas relaciones que siempre mantuvo con los círculos de poder de Moscú. Es más conocido por ser dueño de un equipo de fútbol de Inglaterra, el Chelsea Football Club.

Síntesis bibliográfica

Infancia y adolescencia

Román Arkádievich Abramóvich nació el 24 de octubre de 1966 en Sarátov, URSS, una pequeña ciudad emplazada a orillas del Volga. Desde muy pequeño debió enfrentarse a una difícil y dura vida, ya que cuando sólo había cumplido el año y medio de edad perdió a su madre, y con sólo 4 años falleció su padre. Su padre había sido obrero de la construcción y su madre se desenvolvía como intérprete de música, lo que demuestra que Román vivió su niñez en el seno de una familia humilde de origen judío.

Debido a la tragedia familiar, el pequeño fue criado por su abuela Tatiana, quien residía en la ciudad de Ujtá, en la región rusa del Komi, en el extremo norte de Rusia, donde Román pasó su infancia y parte de su adolescencia, hasta que a los 18 años decidió trasladarse a Moscú para llevar a cabo sus estudios. Cuando el monolito soviético comenzó a tambalearse a mediados de los 80, Abramovich se fue a estudiar al Instituto Gubkin de Petróleo y Gas, en Moscú. Nadie sabe qué estudió, pero dos cosas parecen ciertas: usó a pleno sus contactos en su ciudad natal y rápidamente se dio cuenta de qué había que hacer para volverse extremadamente rico extremadamente rápido explotando las leyes híbridas de la transición de Gorbachov a Yeltsin.

Vida empresarial

El mayor porcentaje de su fortuna fue construida a principios de la década de los noventa, momento histórico en el país ruso, ya que coincidió con la privatización de importantes sectores de la economía del país, medida impulsada por el entonces presidente Borís Yeltsin. Fue precisamente en ese momento que Román Abramovich decidió comenzar una sociedad con Borís Berezovski, con el fin de fundar la compañía de petróleo Sibneft.

Negocios en el deporte

El mundo conoció a Roman Abramovich en 2003, cuando se convirtió en dueño del club de fútbol inglés Chelsea FC; allí asumió la deuda de 80 millones de libras y compró futbolistas de primer nivel. Además, tiene intereses en el equipo CSKA de Moscú y patrocina una academia de fútbol para niños.

Abramovich compró el Chelsea en junio de 2003 para hacerlo campeón de Europa. Despidió al entonces entrenador al cabo de un año porque se había encaprichado del hombre del momento, el portugués José Mourinho. Juntos formaron una pareja triunfal que dio al Chelsea dos ligas inglesas consecutivas, algo nunca visto en un equipo popular, pero que hasta entonces había ganado una sola liga en 100 años. Pero Mourinho tiene una personalidad demasiado fuerte para el gusto de Abramovich y éste lo despidió en cuanto pudo: nada más iniciar el portugués su cuarta temporada al frente del equipo.

Todas esas decisiones parecen esconder un puño de hierro en guante de seda. Su propia gente lo describe como un hombre al mismo tiempo tímido, despiadado, generoso, audaz, calculador y visionario. “Es un hombre que no admite lo que no quiere admitir. Que cuando toma una decisión, no hay quien le pare. Si te quiere a ti, te consigue”, ha repetido varias veces su primera mujer, Olga.

Incursión en la política

Con la caída de la Unión Soviética, Abramovich se hizo rico enseguida. Se colocó a la sombra política de Boris Yeltsin primero y de Vladimir Putin después. Hizo amistad y negocios con Boris Berezovski y en 1995 dieron juntos el gran golpe al aprovechar las privatizaciones del viejo régimen para conseguir el control de la compañía petrolera Sibneft por 100 millones de dólares a crédito. En seguida se multiplicó su valor a varios miles de millones. Probablemente ya los valía cuando la compraron.

Luego llegó el control de Aeroflot y después varias plantas de aluminio de Trans World Group. A diferencia de Berezovski y otros oligarcas, Abramovich procuró no mostrar ninguna ambición política para no crearse enemigos en el régimen. Incluso, cuando Putin le impulsó como gobernador de Chukotka, él se esforzó en aclarar que aquello no era el primer paso de una carrera política. “Es un nuevo empeño para mí. Nunca he gestionado un territorio. Nunca he hablado en público. Tengo que probarlo para saber si me gusta o no”, declaró entonces.

Atrás quedaban las dificultades del nieto de una familia judía deportada de Lituania a Siberia por los soviéticos, que perdió a su madre cuando tenía un año y a su padre antes de los tres, que fue criado por la familia de su tío paterno, un alto funcionario de la industria petrolera soviética, en la pequeña ciudad de la república de Komi, en el noroeste de Rusia, y por su abuela en Moscú.

Propiedades

Roman Abramovich fue el primer comprador de un airbus A380 para uso privado. Lo hizo el año pasado, luego de varias negociaciones. Se calcula que el millonario ruso pagó por la aeronave US$ 300 millones. Las condiciones: color y ciertos detalles a su gusto. El airbus A380 es el avión más grande del mundo. Un coloso capaz de transportar 840 pasajeros y que mide 73 metros.

A través de la compañía de inversiones Millhouse Capital, con sede en Londres, Abramovich se ha convertido en un auténtico hombre de negocios. Con ella ha ganado licitaciones para explotar petróleo, gas y oro en la región de Chukotka, de la que es gobernador. También tiene participación en el 41% de Evraz Group, una de las diez acereras más grandes del mundo, y es dueño del 25% de Aeroflot, la principal aerolínea rusa.

Prefiere vivir en mansiones gigantes. En 1999 compró en West Sussex, Inglaterra, la casa del multimillonario australiano Kerry Packer, un terreno de 1’700.000 metros cuadrados. Cinco años después adquirió una enorme villa en la Riviera Francesa, la misma donde el magnate griego Aristóteles Onassis vivió algunos años. Desde mayo de 2008 posee un rancho cerca de Aspen, Colorado. En total, ha invertido 45 millones de libras. Según dicha lista oficial, Abramovich además posee un total de 16 viviendas, de las cuales nueve son verdaderas mansiones lujosas, y que se encuentran ubicadas en Rusia, Estados Unidos, Francia, el Caribe y Londres.

El parque automovilístico del millonario también demuestra el sorprendente patrimonio que posee, compuesto por un total de siete vehículos, pertenecientes a prestigiosas marcas como Mercedes Benz, BMW, Rover y Volkswagen. Pero además Abramovich tiene otros tipos de medios de transporte de su propiedad, tales como yates, helicópteros, aviones privados y demás.

Es propietario de un total de 22 cuentas bancarias, entre las cuales la suma total del dinero asciende a los 13.400 millones de dólares, aproximadamente.

Fuentes