Síndrome de Blefaritis y Sequedad Ocular

Síndrome de blefaritis y sequedad ocular
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Enfermedad de los ojos
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Región de origen:Párpados


Síndrome de blefaritis y sequedad ocular La blefaritis y la sequedad ocular frecuentemente aparecen al mismo tiempo. Esto sucede tan a menudo que, actualmente, algunos investigadores y doctores de la visión creen que en realidad estos dos trastornos son parte de un único proceso de enfermedad crónica. El nombre propuesto para describir este trastorno unificado es "síndrome de blefaritis y sequedad ocular" (DEBS, por su sigla en inglés). Según defensores de la teoría del DEBS, la sequedad ocular es simplemente la manifestación tardía de la blefaritis, y el tratamiento de esta también evitará, reducirá o eliminará los síntomas de la sequedad del ojo.

Enfermedad

Es una inflamación del borde del párpado, localizada específicamente en los folículos de las pestañas y en las glándulas que se localizan entre ellos. Generalmente se asocia a una proliferación excesiva de las bacterias que normalmente están en la piel.

En general, la blefaritis es ocasionada por un aumento de bacterias que viven a lo largo de los bordes de los párpados y en la base de las pestañas. Con el tiempo, estas bacterias crecen y crean una estructura llamada biopelícula.

Esta biopelícula se convierte en un entorno tóxico, como el sarro que se forma en los dientes. Su contenido constituye una fuente de alimentos para un ácaro parásito que se aloja en las pestañas llamado foliculitis Demodex. La proliferación de este ácaro Demodex aumenta la irritación e inflamación de los párpados.

Las bacterias de la biopelícula en los párpados también producen sustancias que causan exotoxinas, originando una inflamación de las glándulas de Meibomio en los bordes de los párpados. Estas glándulas habitualmente segregan aceites importantes para obtener una capa saludable de lágrimas sobre la superficie del ojo. La inflamación de las glándulas de Meibomio afecta la calidad y cantidad de las lágrimas del ojo.

Y debido a que las lágrimas contienen anticuerpos naturales, la reducción de estas en el ojo implica un mayor crecimiento de bacterias en la biopelícula del párpado. Esto empeora la inflamación, y con el tiempo lleva a una disfunción de las glándulas de Meibomio (MGD) y a problemas en otras glándulas lagrimales en los párpados y sus alrededores. Estos cambios conducen a una incomodidad crónica por sequedad ocular.

Asimismo, la obstrucción de las glándulas de Meibomio puede ocasionar la formación de un orzuelo en el borde del párpado o un chalazión en su interior.

Causas

La proliferación excesiva de bacterias en la zona debido a un mal funcionamiento de las glándulas sebáceas del párpado, ubicada junto a las pestañas. En condiciones normales estas glándulas producen una secreción grasa que ayuda a lubricar la superficie del ojo y la cara interna de los párpados, previniendo la evaporación de las lágrimas. En los pacientes con blefaritis estas glándulas secretan más de lo normal contaminando la lagrima y formando ácidos grasos que irritan la superficie ocular.

Cuando esto ocurre el margen de los párpados se inflama y luce enrojecido, a su vez el ojo produce secreciones que se acumulan en la zona favoreciendo el crecimiento de bacterias.

Otras posibles causas de la blefaritis son:

  • Piel rosácea.
  • Dermatitis seborreica.
  • Presencia de ácaros en las pestañas.
  • Reacción alérgica a productos cosméticos como maquillaje, limpiadores, etc, o a medicación tópica.

Síntomas

Dependiendo del paciente representa sólo una discreta molestia creando una leve irritación de manera intermitente, o puede ser una enfermedad más seria que logra incluso afectar a la visión. Dependiendo de qué tan severa sea, los síntomas de la blefaritis pueden incluir:

  • Enrojecimiento e inflamación de los párpados.
  • En la base de las pestañas costras generalmente amarillas.
  • Comezón, ardor, lagrimeo o molestia en el ojo afectado.
  • Sensación de pesadez o cansancio ocular.
  • Sensibilidad a la luz.
  • Sensación de que se tiene algo en el ojo.
  • En casos más severos, alteraciones visuales como visión borrosa.

Tratamiento

El tratamiento debe comenzar con una consulta al oftalmólogo para determinar la causa del dolor, enrojecimiento y picazón en los párpados. Para evaluar si tiene blefaritis y qué tipo de tratamiento es el más indicado. Por lo general, el tratamiento de la blefaritis incluye:

  • Frotado del párpado. Retirar la formación de la biopelícula y el exceso de bacterias de los bordes del párpado. Se recomendará un régimen diario de compresas tibias y frotados de los párpados para limpiarlos y reducir la cantidad de bacterias y ácaros Demodex presentes.
  • Gotas oftálmicas y/o ungüentos medicados. Su médico puede también indicarle medicamentos tópicos para destruir el exceso de las bacterias causantes de la blefaritis u otros microbios presentes en los párpados, en particular si existe riesgo de infección ocular o si es posible que usted presente conjuntivitis u otro tipo de infección ocular, además de la blefaritis.

La limpieza diaria de los párpados mediante compresas tibias o productos específicos forma parte del tratamiento básico contra esta condición. Además el especialista puede recomendar otros tratamientos que incluyan el uso de:

  • Lágrimas artificiales. Gran parte de las molestias oculares de la blefaritis están causadas por irritantes y toxinas que se encuentran en la película lagrimal y que han sido secretadas por las bacterias o las glándulas del margen de los párpados. Los efectos perjudiciales de estas toxinas pueden ser minimizados por un lavado regular de la superficie ocular con lágrimas artificiales, hay un gran número de estos productos disponibles en el mercado y pueden clasificarse, básicamente, en dos grupos:
  1. Lágrimas artificiales con conservantes: Contienen productos químicos que previenen el crecimiento de bacterias, desafortunadamente, muchos de esos conservantes pueden irritar la superficie ocular. Algunas personas son incluso alérgicas a ellos y pueden desarrollar reacciones severas cuando son usados durante largos períodos de tiempo.
  2. Lágrimas artificiales sin conservantes: Al no contener conservantes, es mucho menos probable que puedan irritar la superficie ocular. La desventaja es que deben ser envasados en pequeñas cantidades y tienen que ser utilizados inmediatamente después de ser abiertos. Si no son utilizados poco tiempo después de ser abiertos las bacterias pueden crecer en ellos y crear una infección ocular severa.
  • Antibióticos tópicos. Los antibióticos tópicos (colirio o pomada) son usados a menudo para tratar pacientes con blefaritis. Actúan contra las bacterias, sin embargo las mismas pueden hacerse resistentes a los antibióticos si son expuestas a ellos durante períodos prolongados de tiempo. Por este motivo, es recomendable utilizar los antibióticos sólo intermitentemente (durante una o dos semanas), siempre bajo la supervisión de su oftalmólogo.
  • Antibióticos orales. Algunos antibióticos orales, como la tetracilcina o la doxiciclina, se utilizan con frecuencia en el tratamiento de la blefaritis, tanto por su acción directa frente a las bacterias como por su capacidad para mejorar las secreciones de las glándulas del párpado. Como en el caso anterior, esta medicación debe ser administrada por el oftalmólogo y ser ingerida bajo estricta vigilancia médica durante el período de tiempo indicado por el especialista.
  • Esteroides. Los esteroides se utilizan para reducir la inflamación y el enrojecimiento causado por las secreciones irritantes de las glándulas y las bacterias del párpado. Reduciendo la inflamación se facilita que las glándulas recuperen su función normal. Los esteroides también reducen las secreciones y las costras.

Como los antibióticos, los esteroides suelen estar indicados durante cortos períodos de tiempo en el tratamiento de la blefaritis y siempre bajo control estricto del oftalmólogo. Independientemente del tratamiento elegido por el especialista, se recomienda evitar el uso de lentillas y de maquillaje y productos cosméticos en la zona mientras se esté tratando esta condición, ya que esto puede agravar las molestias y la presencia de bacterias.

  • Terapia nutricional. Algunas investigaciones sugieren que la falta de ciertos nutrientes pueden contribuir al desarrollo de la blefaritis. Se ha encontrado que un desequilibrio de los ácidos grasos Omega puede causar secreciones anormales de las glándulas sebáceas que ayudan a lubricar los ojos. Consulte a su oftalmólogo acerca de una dieta apropiada y suplementos alimenticios que puedan ayudar al tratamiento de este desequilibrio.

Higiene de los párpados

La higiene de los párpados es de gran utilidad para tratar y controlar la blefaritis, pero únicamente si se realiza correctamente. Para comenzar, use una compresa limpia y tibia para diluir todo residuo obstruido en las glándulas de Meibomio, secretoras de aceites. Proceda de esta forma:

Utilice un bastoncillo de algodón para aplicar la solución de limpieza recomendada por el especialista. Frote con suavidad alrededor de los bordes de los párpados superior e inferior, pero evite que el producto de limpieza penetre en el ojo.

El objetivo del tratamiento de blefaritis es que los párpados regresen a la normalidad, es decir a un estado saludable.

  • Lave sus manos y humedezca un paño limpio en agua tibia (casi caliente).
  • Coloque el paño sobre los párpados cerrados por varios minutos.
  • A continuación, frote cuidadosamente el borde de los párpados con el paño, antes de abrir sus ojos. (No aplique demasiada presión sobre el ojo)

Una buena idea es reducir el uso de maquillaje de ojos cuando tiene blefaritis, porque la máscara y los demás productos podrían interferir con la higiene de los párpados.

Fuentes