Síndrome necrótico del pabellón auricular en los cerdos

Síndrome necrótico del pabellón auricular en los cerdos
Información sobre la plantilla
Clasificación:Enfermedad ocular del pabellón auricular.

Síndrome necrótico del pabellón auricular en los cerdos. Al padecer esta enfermedad los cerdos no crecen bien, y es común que desarrollen artritis séptica o que se mueran debido a una septicemia bacteriana secundaria. La afección ocurre esporádicamente en lechones destetados y en crecimiento, cualesquiera que sean los sistemas de tratamiento.

Etiología, transmisión y patogenia

Las causas no se han determinado de forma concluyente. La evidencia circunstancial sugiere que la enfermedad se debe a traumatismos (peleas) y a la subsiguiente invasión bacteriana de los tejidos lesionados. Los signos histológicos y de cultivos sugieren que la lesión erosiva agresiva se debe a una infección bacteriana secundaria. En las etapas iníciales de la enfermedad se encuentran números elevados de Staphylococcus hyicus y números reducidos a moderados de estreptococos hemolíticos en el exudado superficial. Más tarde, durante la etapa ulcerante y necrótica, gran número de estreptococos se encuentran presentes de manera profunda en la lesión. Se ha adelantado la hipótesis de que S. hyicus coloniza el tejido traumatizado y prepara el camino para los estreptococos altamente invasores que inducen los cambios que se traducen en ulceración y necrosis. No han tenido éxito los esfuerzos por reproducir la enfermedad por inoculación experimental de los dos microorganismos.

Hallazgos clínicos, lesiones y diagnóstico

La naturaleza y extensión de los signos clínicos dependen de la gravedad de la lesión local y del desarrollo de una septicemia bacteriana secundaria. Por lo tanto, se puede observar un espectro de signos que incluye falta de crecimiento, inapetencia, fiebre, artritis séptica, colapso y muerte. Las lesiones leves consisten en arañazos superficiales cubiertos con costras finas, secas, de color pardo. Puede haber edema y/o eritema leves cerca de los arañazos. En los casos más graves hay costras gruesas, de color pardo, húmedas, que cubren las úlceras profundas También puede haber necrosis extensa, Las lesiones se desarrollan pasando de una leve dermatitis superficial a una inflamación profunda grave con exudación, ulceración, trombosis y necrosis, En los casos menos graves, la resolución ocurre sin pérdida de tejido de la oreja: en los casos graves se pueden perder los bordes, las puntas e incluso la oreja completa. El diagnóstico se basa en el aspecto de las orejas afectadas.

Control

La tintura de yodo, aplicada tópicamente dos veces al día durante una semana, ha reducido la incidencia y gravedad de la afección. Los fármacos antibacterianos, administrados en los alimentos, son eficaces en algunos rebaños, pero no en otros. La falta de eficacia podría deberse a la resistencia al fármaco. En los casos en que los agentes antibacterianos resulten ineficaces, se deben tomar, de forma aséptica, muestras del aspecto profundo de las lesiones ulcerantes para cultivo y antibiograma. Los acontecimientos traumatizantes deben reducirse a un mínimo. El manejo (la ventilación, localización y funcionamiento de los abevaderos, el diseño del corral, el tamaño del grupo, la mezcla) y los factores de nutrición (ingestión de proteínas y sal) se han sugerido como factores contribuyentes a la incidencia de mordeduras de la oreja. En la prevención y el control, la única y más importante medida es el mantenimiento de una estructura social correcta para minimizar las agresiones entre los animales estabulados.

Fuentes

  • El Manual Merck de Veterinaria Quinta Edición, 2000