Yami de Herat

Yami de Herat
Información sobre la plantilla
Nacimiento1414
Khargird, Bandera de Irán Irán
Fallecimiento1492
Herat, Bandera de Afganistán Afganistán
Causa de la muerteDesconocida
ResidenciaIrán y Afganistán
EducaciónMatemáticas y Literatura

Yami de Herat. Es un escritor persa. Es el último poeta clásico de la literatura neopersa y el mayor exponente de la cultura timúrida, que floreció en el siglo XV en Samarcanda (hoy Uzbekia) y en Herat (hoy Afganistán).

Síntesis biográfica

Nació en Khargird, Irán; en el año 1414. Su padre y su abuelo eran jueces en un barrio de Isoahán, pero su espíritu independiente no fue grato a las autoridades locales, por lo que se trasladaron a Khorasán, y se establecieron en el distrito de Yam, en Khargird. A los pocos años de su nacimiento la familia pasó a Herat, donde Yami estudió a fondo la lengua árabe y las ciencias religiosas.

Completó su formación en Samarcanda, en el colegio fundado por Ulug Beg, donde todavía hoy muestran la pequeña habitación que ocupó el poeta. Recibió lecciones de Matemáticas de un sabio llegado de Anatolia, llamado Qadizade Rumi, de Brussa. Yami fue un estudiante excepcional; él mismo declara orgullosamente que nunca encontró un maestro que le aventajara en saber, a no ser su padre, que le enseñó a hablar. Pronto ganó fama de gran sabio, el mayor de Herat.

Pero más que por el vasto conocimiento de la ciencia musulmana tiene importancia por su actividad literaria encuadrada en el misticismo islámico que se conoce por sufismo. Perteneció a la cofradía de los naqsbandi, rígida en la observancia de los preceptos del Profeta, contraria a las obtusas especulaciones filosóficas, factora de la dinastía de los timúridas. El ideal ético de los naqs-bandi era la "faqr" o indiferencia hacia los bienes terrenales. Yami practicó con rigor esta doctrina viviendo con extrema austeridad en una casa sin muebles ni servidores; destinaba a obras piadosas los espléndidos donativos que recibía de sus devotos.

Maestros espirituales

Sus maestros espirituales fueron Sa'd-addin de Kashgar primero, y luego Ubaid-Allah Ahrar, veneradísimo sufl de Samarcanda que hizo valer su autoridad cerca de los soberanos para aliviar los sufrimientos del pueblo. Una de las lecturas favoritas de Yami eran los textos místicos de Ibn 'Arabi, filósofo de doctrinas gnósticas y panteístas. Aun cuando no asumiera formalmente la función de maestro espiritual (pir), Yami ejerció un eficaz magisterio moral y predicó, sobre todo a los poderosos, justicia, rectitud y bondad. Su vida transcurrió sin acontecimientos notables; fue venerado y escuchado por todos, empezando por el soberano de Herat, Usain Baiqara (1469-1506), quien construyó para él un colegio (medrese) y lamentó profundamente su muerte. Tenía el título de Shaikh-al-islam, pero no ejerció efectivamente este cargo.

Muerte

Una peregrinación a La Meca en 1472 demostró que su fama se extendía más allá del reino timúrida. Fue venerado por los príncipes turcomanos de Bagdad, Dyarbekir y Tebriz; en Alepo recibió un mensaje de Mehmed II, que lo invitaba a Constantinopla. Más tarde mantuvo correspondencia con Bayezid I, que le ofreció ricos presentes. Los funerales de Yami fueron celebrados con gran solemnidad: los príncipes hijos del sultán Husain se disputaron el honor de llevar el féretro en hombros. Zunita, aunque sin fanatismo, su fama en Persia se vio mermada por el advenimiento de la dinastía escita de los safávidas. En cambio su influencia moral y literaria fue grande en el mundo turco otomano.

Obra literaria

Impregnada de misticismo, su obra incluye uno de los poemas más importantes de la tradición literaria persa: la epopeya cortés de Yusuf y Zulayja, escrita a sus setenta años. Probó todos los géneros, y dejó siete grandes poemas, tres colecciones líricas, una colección de anécdotas, una colección de biografías y una serie de obras filológicas y religiosas.

Fuentes