Discusión:Deterioro de los suelos

Deterioro de los suelos
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Concepto:Contaminación de los suelos

Deterioro de los suelos. La primera Estrategia Ambiental Nacional elaborada en 1997, incluyó la degradación de los suelos en la lista de los principales problemas ambientales de Cuba, dada la importancia de ese vital recurso natural para producir alimentos y proteger el entorno.
En la actualidad, los expertos consideran que alrededor del 70 % de las tierras cultivables del país están afectadas al menos por uno de los siguientes factores: erosión, salinidad, compactación, mal drenaje, y acidez, los cuales repercuten de manera desfavorable en los bajos rendimientos agrícolas predominantes.
Más allá de los efectos negativos ocasionados por los eventos hidrometeorológicos extremos, las acciones del hombre también son responsables del significativo deterioro.
Baste mencionar la deforestación a que fueron sometidos los bosques durante prolongadas etapas históricas, el uso intensivo de fertilizantes químicos, que influye en la acidificación de las tierras, empleo de aguas altamente mineralizadas en el riego, sobreexplotación de los acuíferos, prácticas inadecuadas de laboreo, la contaminación provocada por residuales, la quema relacionada con la preparación del terreno para la siembra, y los incendios forestales asociados a negligencias.
Lo anterior trajo consigo la disminución de la capacidad productiva, al perder el suelo buena parte de la materia orgánica original, y modificarse sus propiedades químicas, físicas y biológicas.

Apuesta por la sostenibilidad

Tomando en cuenta ese panorama, al finalizar la pasada centuria se puso en marcha el Programa Nacional de Conservación y Mejoramiento de Suelos (PNCMS), que bajo la guía del Instituto de Suelos del Ministerio de la Agricultura, involucra a especialistas, técnicos e investigadores de diferentes organismos.
A pesar de las dificultades económicas, hasta el presente fueron implementadas diferentes acciones para detener la degradación, comenzar a recuperarlos, y mitigar los citados daños en unas 600 000 hectáreas.

El uso intensivo de fertilizantes químicos.

Fertizantes en los suelos

Entre ellas figura la aplicación del cultivo en contornos o en curvas de nivel, dirigido a disminuir las velocidades de los movimientos superficiales del agua, la siembra transversal en las pendientes, la colocación de barreras vivas que posibilita una mayor infiltración del agua en la masa del suelo, y el empleo de abonos orgánicos, y tecnologías de laboreo mínimo.

Otro paso significativo lo constituyó el surgimiento del Programa de Acción Nacional de Lucha contra la Desertificación y la Sequía, con el objetivo de prevenir y controlar las causas que contribuyen a la degradación de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, ocasionada por variaciones climáticas y causas antrópicas ; mitigar los efectos de la sequía, y contribuir al desarrollo de las áreas perjudicadas, a fin de elevar la calidad de vida de sus pobladores.
En opinión de la ingeniera María Nery Urquiza Rodríguez, coordinadora de este programa y de un singular proyecto encaminado al manejo sostenible de tierras, para frenar el deterioro de los suelos cubanos es imprescindible integrar el trabajo multidisciplinario de todas las instituciones relacionadas con el uso y manejo de los recursos naturales suelo, agua, y bosques, pues dada la estrecha interrelación que existe entre ellos, los problemas de cada uno no pueden atenderse de manera independiente.
Junto con este necesario cambio de mentalidad, precisó, urge actualizar muchas normas técnicas empleadas hoy en la agricultura, que datan de la década del ochenta del pasado siglo, están obsoletas, y no responden a los conceptos de sostenibilidad.
Se trata, indicó la especialista, de promover un modelo de cooperación entre los diferentes actores a cualquier nivel, capaz de crear las condiciones indispensables para rehabilitar tierras parcialmente degradadas y recuperar en buena medida aquellas que clasifican como desertificadas.
Quizás parezca una quimera hablar del manejo sostenible de la tierra en las condiciones actuales, pero ante la impostergable necesidad de avanzar hacia la soberanía alimentaria, conservar la diversidad biológica, y enfrentar en mejores condiciones los impactos del cambio climático, la única alternativa es asumir tan complejo desafío.

Contaminación del suelo

La contaminación del suelo generalmente aparece al producirse una ruptura de tanques de almacenamiento subterráneo, aplicación de pesticidas, filtraciones de rellenos sanitarios o de acumulación directa de productos industriales.
Un suelo se puede degradar al acumularse en él sustancias a unos niveles tales que repercuten negativamente en el comportamiento de los suelos. Las sustancias, a esos niveles de concentración, se vuelven tóxicas para los organismos del suelo. Se trata pues de una degradación química que provoca la pérdida parcial o total de la productividad del suelo.
Los químicos más comunes incluyen derivados del petróleo, solventes, pesticidas y otros metales pesados. Éste fenómeno está estrechamente relacionado con el grado de industrialización e intensidad del uso de químicos.
En lo concerniente a la contaminación de suelos su riesgo es primariamente de salud, de forma directa y al entrar en contacto con fuentes de agua potable. La delimitación de las zonas contaminadas y la resultante limpieza de esta son tareas que consumen mucho tiempo y dinero, requiriendo extensas habilidades de geología, hidrografía, química y modelos a computadora.

Causas y Soluciones del Deterioro del Suelo

Causas:

  • Intensificación de la agricultura.
  • Deforestación que propicia la erosión del suelo.
  • Compactación del suelo por maquinaria pesada.
  • Malas prácticas de laboreo.
  • Acidificación del suelo por la intensiva industrialización y la quema de combustibles fósiles.
  • Aumento de la salinidad del suelo por mal riego.
  • Excesiva fertilización, aplicación excesiva de materia orgánica (estiércol).
  • Emisiones de dióxido de carbono y óxido nitroso.
  • Reducción de la cubierta vegetal.

Soluciones:

  • Promover sistemas adecuados de agricultura.
  • Mejorar los balances de nitrógeno en el suelo.
  • Reducir la destrucción de las capas superficiales de la tierra.
  • Uso adecuado de los fertilizantes y aplicación de los mismos solo cuando el cultivo lo requiera.
  • Dejar cubierta vegetal entre líneas de cultivo.
  • Reducir en lo posible el laboreo (laboreo mínimo).
  • Dejar reposar la tierra entre cultivos.
  • Aplicar cal para mejorar la estructura y reducir la acidificación del suelo.
  • Uso de fertilizantes minerales combinados con análisis de suelo y suplementos de nutriente orgánicos.
  • Uso adecuado de las técnicas de fertirrigación.
  • Plantar vegetación en las zonas propensas a la erosión.
  • Cultivar distintas especies y variedades de distintos ciclos.
  • Identificar los problemas de forma específica para que se traten de la forma más eficiente.

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