Edificio Chrysler

Edificio Chrysler
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica  |  (Rascacielo)
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Abrió sus puertas de forma oficial el 27 de mayo de 1930. A pesar de la gran crisis económica que sufría el país, el Chrysler tenía cubierta casi por completo la ocupación del edificio ya que Walter P. Chrysler había hecho firmar los contratos de arrendamiento antes de finalizar el edificio
Descripción
Tipo:Rascacielo
Estilo:Art Déco
Localización:Calle 42 y la Avenida Lexington. Manhattan, Nueva York.Bandera de los Estados Unidos de América Estados Unidos
Uso inicial:Oficinas
Uso actual:Oficinas
Datos de su construcción
Inicio:Sede Central de la compañia de Walter Percy Chrysler
Inauguración:1930
Otros datos
Arquitecto(s):William van Allen

Edificio Chrysler. Finalizado en 1930, es un símbolo distintivo de la ciudad de Nueva York. Se considera la obra arquitectónica más destacada del Art Déco. El edificio es actualmente copropiedad de TMW Real Estate (75%) y Tishman Speyer Properties (25%). El edificio Chrysler fue diseñado por William van Alen, el contratista William H. Reynolds y posteriormente vendido a Walter Percy Chrysler como sede central para su compañía.

Ubicación

Está situado en el lado este de Manhattan en la intersección de la Calle 42 y la Avenida Lexington. Con sus 319 m fue el edificio más alto del mundo hasta la construcción del Empire State.

Arquitecto

Proyectado por William van Allen para el contratista William H. Reynolds y posteriormente vendido a Walter P. Chrysler como sede central para su compañía. Inspirado en las imágenes maquinistas de los pintores futuristas. Este rascacielos, coronado por una pirámide metálica escalonada, alcanza una altura de 255 m.

Arquitectura

Buen ejemplo del estilo arquitectónico Art decó; la ornamentación distintiva de la torre está basada en los tapacubos usados por entonces en los automóviles Chrysler. En cada esquina del piso 61 hay una gárgola con forma de águila. En las esquinas del piso 31, están unas réplicas de las tapas de los radiadores de los automóviles Chrysler de 1929, a las que se les añadieron unas alas.

El vestíbulo es igualmente elegante. Cuando el edificio se abrió por primera vez, contaba con una galería de acceso al público en la parte superior, y esta galería fue sustituida pocos años más tarde por un restaurante. Pero ninguna de estas dos iniciativas fueron capaces de ser económicamente sostenibles durante la gran depresión, así que el originario mirador se convirtió en un club privado. Los pisos superiores del edificio son estrechos, con techos inclinados y bajos, diseñados pensando principalmente en el aspecto exterior, con interiores útiles únicamente para albergar emisoras de radio y otros equipamientos mecánicos y eléctricos.

En los años más recientes, el edificio Chrysler ha seguido siendo uno de los favoritos de los neoyorquinos. En verano de 2005, el Museo de Rascacielos de Nueva York escogió a cien arquitectos, constructores, críticos, ingenieros, historiadores, y eruditos, entre otros, para que eligieran a sus 10 rascacielos favoritos entre los 25 de Nueva York. El edificio Chrysler quedó en primer lugar, ya que el 90 % de los elegidos colocó el edificio entre sus 10 edificios favoritos de Nueva York. El perfil distintivo del edificio Chrysler ha inspirado en la construcción de rascacielos por todo el mundo, como el One Liberty Place, de Filadelfia.

Historia

En los años 20, tras la I Guerra Mundial, se produjo una gran expansión económica en el mundo que se tradujo, entre otras cosas, en la construcción de muchos rascacielos.

El constructor William H. Reynolds planificó la construcción de un rascacielos en un solar de la Calle 42 y la Avenida Lexington. Reynolds confió el proyecto al arquitecto William Van Allen. Hasta entonces, el proyecto sólo eran bocetos hasta que Walter Percy Chrysler, dueño de la empresa de automóviles Chrysler, se interesó en este edificio y en 1928 financió la construcción con un presupuesto de 15 millones de dólares. De ahí, que el arquitecto incluyó motivos automovilísticos en el edificio tales como las águilas de Chrysler, o tapacubos y radiadores de automóviles.

Chrysler quiso que el edificio fuera el más alto del mundo superando al Woolworth Building, pero tuvo que competir con otro edificio que había comenzado a construirse a principios de 1928 en el número 40 de Wall Street para el Banco de Manhattan (actualmente ocupa ese espacio la Trump World Tower). Cuando finalizó la obra de éste parecía que había ganado la carrera por el edificio más alto, sin embargo el arquitecto del Chrysler tenía un as en la manga: la cúpula del edificio.

La construyeron en el más estricto secreto dentro del edificio y en tan sólo 2 horas la colocaron alcanzando el edificio Chrysler los 319 metros de altura, logrando ser el edificio más alto de la época. Este liderazgo sólo le duró 11 meses, cuando finalizaron las obras del Empire State Building.

Actualmente

A día de hoy el edificio Chrysler es el tercer rascacielos más alto de Nueva York (junto al edificio del New York Times) detrás del Empire State y la torre del Bank of America.

Para muchos el exterior del edificio, exceptuando la espectacular parte de arriba, es bastante soso, e incluso deprimente. Pero los interiores son una verdadera sorpresa. Originalmente el vestíbulo era elegantísimo, con los años ha sido transformado modificando el proyecto original. Es posible entrar al vestíbulo y si te camelas a los vigilantes quizás te permitan subir al primer piso donde hay un enorme mural de los años 30 representando el futuro de la industria del automóvil.

Galería

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Fuente