Pedro Sánchez Ciruelo

Pedro Sánchez Ciruelo
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Matemático, filósofo y astrólogo español
NombrePedro Sánchez Ciruelo
Nacimiento1470
Daroca, Zaragoza, Bandera de España España
Fallecimiento4 de noviembre de 1548
Salamanca, Bandera de España España
Otros nombresPedro Sánchez Ciruelo
Alma materUniversidad de Salamanca
OcupaciónMatemático, filósofo y astrólogo
Obras destacadasSpherae Mundi commentarium (1508); Cursus quatttuor mathematicarum artium liberalium (1516); Increpa feras arundinis congregatio taurorum in Vaccis Populorum, Alcalá (1517); entre otras.

Pedro Sánchez Ciruelo. Matemático, filósofo y astrólogo español del siglo XVI. Fue preceptor de Felipe II. Llevó a cabo una generalización del Teorema de Campano y desarrolló diversos temas de aritmética según las pautas tradicionales de la matemática de su época.

Síntesis biográfica

Aunque su familia procedía de Molina de Aragón, nació en Daroca, alrededor del año 1470. Inició sus estudios en su ciudad natal, concluyéndolos en Salamanca, desde donde se trasladó a París, todavía muy joven, para perfeccionarlos; en esta Universidad, además de graduarse de doctor, fue profesor de Matemáticas.

De sus maestros él mismo diría:

« Aprendí todas las artes liberales, especialmente las matemáticas, de preceptores peritísimos », dice el propio Ciruelo y, aunque no se sabe con seguridad quiénes fueron sus maestros en matemáticas, cabe pensar que, al menos uno de ellos, fuese Rodrigo Basurto, a quien Ciruelo cita en uno de sus libros.

Etapas de su vida

En París residió cerca de diez años, relacionándose con otros españoles, como Gaspar Lax, Miguel Francés, Jacobo Ramírez y Alfonso Osorio, alternando sus estudios teológicos con la enseñanza de las matemáticas y la publicación de obras de esta materia.

En 1495 publicó un tratado de aritmética práctica, que fue varias veces reimpreso, así como las primeras ediciones, revisadas y corregidas, de la Arithmetica speculativa y la Geometria speculativa de Thomas Bradwardine.

Con estas obras, trataba de proporcionar la base que él consideraba indispensable para los estudios filosóficos y teológicos. A esta época corresponde también una edición de la Sphera de Johannes de Sacrobosco, que incluye las catorce cuestiones que Pierre d’Aílly había compuesto sobre este mismo tema, así como comentarios del propio Ciruelo y un diálogo entre Darocensis y Burgensis.

Labor como docente

Concluidos sus estudios teológicos, regresó a España donde, en 1502, consiguió una cátedra de filosofía en el Colegio de San Antonio de Portaceli, en Sigüenza. Como él mismo indica en el prólogo de una de sus obras, permaneció durante tres años en dicho colegio, pasando luego probablemente a la Universidad de Zaragoza.

En 1509, tras haber sido elegido previamente por el cardenal Cisneros para la universidad que éste proyectaba fundar en Alcalá, se trasladó a dicha ciudad. En la Universidad de Alcalá permaneció durante más de dos décadas, explicando teología de Santo Tomás; entre sus alumnos se encontraba el joven Domingo de Soto.

En 1516 publicó un curso completo de matemáticas, Cursus quatttior matheniaticarum artium liberalium y, aunque no existen pruebas documentales, algunos autores opinan que Ciruelo enseñó también matemáticas en la Universidad Complutense.

En 1527 asistió a las juntas teológicas reunidas en Valladolid para discutir la ortodoxia de Erasmo de Rotterdam, contándose Ciruelo entre los que se manifestaron en contra. De 1533 a 1537 residió en Segovia con el cargo de magistral de la catedral, dirigiendo su actividad a los estudios bíblicos. La última etapa de su vida la pasó en Salamanca, ocupando cargos eclesiásticos, sin que existan pruebas de que enseñara en la universidad.

Muerte

Murió, en opinión de Saldoni, el 4 de noviembre de 1548, según consta en los libros de la catedral de Salamanca.

Obras destacadas

De su amplia obra, por lo menos catorce trabajos, merecen destacarse la Reprobación de la supersticiones y hechicerías, con seis ediciones, los Siete Tratados de Matemáticas, Física y cuestiones de la naturaleza y su obra inédita Compendio de todos los libros de Aristóteles de Re naturali que, según Latassa, trató de publicar el aragonés Juan Clemente.

  • Spherae Mundi commentarium, París, 1508
  • Cursus quatttuor mathematicarum artium liberalium, 1516
  • Increpa feras arundinis congregatio taurorum in Vaccis Populorum, Alcalá, 1517
  • Prima pars Logicae adveriores Aristolelis sensus, Alcalá, 1519
  • Arte del bien confesar, assí para el confesor como para el penitente, Alcalá, 1519
  • Hexameron Theologal sobre el regimiento medicinal contra la pestilencia, Alcalá, 1519
  • Apotelesmata astrologiae humanae, Alcalá, 1521
  • In summulas Petri Hispani, 1537

Matemáticas y Astronomía

No fue un matemático renacentista y no estuvo inmerso, ni siquiera influenciado, por la corriente científica que se iniciaba en Italia y en el sur de Francia, con el importante desarrollo del álgebra que impulsaron Lucas del Burgo y Chuquet.

Sus referencias bibliográficas van hacia Bravardino, Sacrobosco y Jordano, a los que constantemente cita. No obstante, aunque es de lamentar la elección de tan obsoleta escuela, debido a su larga estancia en París, hay que reconocer sus aptitudes de buen expositor y el cierto prestigio que confirió al estudio de las ciencias exactas.

Los escritos de matemáticas de Pedro Ciruelo, si bien no destacan por su originalidad, contienen, en cambio, una considerable erudición y algunas aportaciones menores. Sus ediciones de la Arithmetica y la Geometria de Thomas Bradwardine han sido la base de todas las posteriores.

El Tractatus arithmeticae practice, a pesar de lo que el título pueda sugerir, está lejos de ser un tratado de cálculo mercantil o algo parecido. Estudia los enteros y las fracciones físicas por su interés para los estudiantes de filosofía y las fracciones sexagesimales, por sus aplicaciones astronómicas.

Por el contrario, excluye explícitamente lo que llama « cuestiones curiosas y difíciles de los comerciantes ». En esta obra, aunque no menciona sus fuentes, parece haberse guiado, además de por la Arithmetica de Severino Boecio y otros autores medievales, por el De arte numerandi de Johannes de Sacrobosco, a quien sigue en buena parte de su obra.

Astrología

Además de las obras de matemáticas y astronomía citadas, publicó escritos de astrología, tres obras de lógica y diez Paradoxae q íestiones que contienen su peculiar concepción de la gravedad y del ímpetus y sus críticas a la cábala judía, en particular según la versión de Giovanni Pico della Mirandola.

En materias filosóficas participó del eclecticismo de la mayoría de los filósofos españoles de aquella época que estudiaron o enseñaron en la Universidad de París. Pensaba que las ciencias son como los ríos, crecen por un aflujo continuo.

Como teólogo defendió la ortodoxia católica contra las corrientes erasmistas. Como buen representante de la cultura científica académica, combatió la astrología judiciaria y todas las supersticiones y hechicerías. Esto último en particular a través de un libro ampliamente reeditado y difundido en el siglo XVI en España: Reprobación de las supersticiones y hechicerías.

Música

El nombre de Pedro Ciruelo, uno de los más representativos dentro de la cultura española de la primera mitad del siglo XVI, entronca con la música por su libro Cursus quatuor mathematicarum artium liberalium (Curso de las cuatro artes matemáticas liberales), primera edición en Alcalá, 1516.

En esta obra trata de la aritmética, geometría, perspectiva y música, esta queda incluida dentro de las matemáticas. Era la manera tradicional de entender la música, que se estudiaba dentro del Cuadrivio medieval. El maestro Ciruelo es un teórico especulativo de la música. No se debe creer que compusiera obras musicales. De hecho, no se conoce ninguna del darocense, aunque no sería extraño que hubiese compuesto alguna, dada su universalidad tan asombrosa. Ciruelo procede en su Cursus quatuor... como un pedagogo tradicional. Primero, presenta algunos tratados anteriores, concernientes a la materia que se propone explicar; luego añade sus propios comentarios.

Por lo que a la música se refiere, reproduce en su obra el tratado Elementa musicae del teórico francés Jacobo Fabro Stapulense (Lefébre d´Estaples), comentador, a su vez, de la música de Boecio. A este trabajo del Stapulense, Pedro Sánchez Ciruelo antepone un breve prólogo original.

Fuentes