Rigoberto Corcho López

Rigoberto Corcho
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Joven revolucionario cubano
NombreRigoberto Corcho López
Nacimiento21 de diciembre de 1931
Central Pilar, Artemisa, Bandera de Cuba Cuba
Fallecimiento26 de julio de 1953
Santiago de Cuba, Bandera de Cuba Cuba
NacionalidadCubana
OcupaciónEmpleado del giro eléctrico
PadresAlfredo Corcho e Isabel López

Rigoberto Corcho López. Joven artemiseño que cayó en combate durante el asalto al Cuartel Moncadael 26 de julio de 1953. Formó parte del Movimiento Revolucionario de Artemisa junto con Ramiro Valdés, Pepe Suárez, Guillermo Granados Lara, Severino Rosell González, Tomás Álvarez Breto y otros combatientes que participaron después en el ataque al Moncada.

Síntesis biográfica

Primeros años

Nació el 21 de diciembre de 1931 en Artemisa. Sus padres, Alfredo Corcho e Isabel López, se conocieron y casaron en el batey del antiguo central Pilar, hoy Eduardo García Lavandero. Eran tiempos en que se oprimía y explotaba a los obreros.

En 1933 los pocos obreros que estaban haciendo trabajos de reparaciones en el central, pidieron a la patronal un jornal de 80 centavos diarios y ocho horas de trabajo. Los obreros formaron una "Comisión de Estaca", para apoyar a los compañeros del central.

Desde los nueve años tuvo necesidad de trabajar para ayudar a su familia. Lo hizo vendiendo frutas y viandas en una placita situada en la calle República, en Artemisa. Asistió a la Escuela número 1, posteriormente llamada Juan Bautista Quintana, en la que cursó hasta el 5to grado.

Comenzó a trabajar en el establecimiento La casa roja y además, estudiaba en la Academia Pitman, donde cursó materias como teneduría, taquigrafía, mecanografía, etc; esto hizo que comenzara a trabajar en la agencia Westinghose.

Era un infatigable lector, sobre todo de las obras de José Martí.

Su carácter afable, su actitud ante la vida, su conducta como ciudadano, como hijo, como hermano, como amigo y compañero, le granjearon la estimación de todos.

Participación en actividades revolucionarias

Preocupado por la situación del país después del golpe de estado de Fulgencio Batista, el 10 de marzo de 1952, es de los jóvenes artemiseños que formó parte del grupo que se preparó para la acción del 26 de julio de 1953.

Distintos documentos recogen el incremento de la preparación del movimiento a finales del año 1952. A mediados de diciembre, José Suárez Blanco y Ramiro Valdés realizan un recorrido por la provincia de Pinar del Río con el objetivo de obtener recursos económicos para la causa revolucionaria. A finales del mismo mes, se efectuó una reunión en la Logia Evolución, donde participó Fidel y otros dirigentes del Movimiento. En ella se discutieron asuntos que posteriormente incluiría el programa del Moncada. El Movimiento entra en una etapa de consolidación. Los integrantes saben que se combatirá y que la acción armada era necesaria, pero desconocen el lugar y el plan de acción. [1]

La periodista y escritora Marta Rojas, con relación a la presencia de Fidel en el territorio artemiseño, señaló:

“La presencia de Fidel en Artemisa tuvo calurosa acogida, su tesis de inaplazable acción armada contra el régimen prendió entre aquellos jóvenes artemiseños, casi todos de origen campesino; así las primeras células revolucionarias no tardaron en integrarse y robustecerse, al extremo de que casi una tercera parte de todos los hombres que atacaron —comandados por Fidel— el cuartel Moncada y el de Bayamo, el 26 de julio de 1953, eran artemiseños”. [2]

Formó parte del Movimiento Revolucionario de Artemisa junto con Ramiro Valdés, Pepe Suárez, Guillermo Granados Lara, Severino Rossell, Tomás Álvarez Breto y otros compañeros que participaron después en el ataque al Moncada.

Armamento con el que realizaban las prácticas de tiro.

Estos jóvenes se prepararon para llevar a cabo una acción armada y entrenaron en diferentes fincas de Artemisa: Sánchez, Tentativa y Larrazábal.

El incremento de la preparación incluyó, además, la intensificación de los entrenamientos y las prácticas de tiro en diversos lugares dentro y fuera del territorio, principalmente en las fincas Larrazábal, cerca de Candelaria, San Miguel, del barrio Capellanías, donde vivía Carmelo Noa Gil; La Tentativa, entre Artemisa y Guanajay, donde vivía Ismael Ricondo Fernández ; Las Tumbas, Cayajabos; la finca Sánchez, perteneciente a Francisco Chirino, padre de la novia de Santana y otros lugares.[3]

Una noche, según testimonio de su madre, Rigoberto se dirigió a su hermano Humberto y dijo:

¿A que no saben quién me dio este tabaco? Y dirigiéndose a mí: ¿No te imaginas viejita? fue Fidel, el líder de la ortodoxia. Con gran entusiasmo agregó: Un día lo voy a traer a casa y te lo voy a presentar, para que veas que hombre tan bueno es”.

El 24 de julio se arregló, vistió su guayabera y le dijo a su madre que iba de recorrido con un viajante para conocer una nueva línea en Santa Clara y que estaría tres días ausente. Parte a su cita con la historia el 26 de julio de 1953.

De los demás revolucionarios varios viajaron en ómnibus del servicio público, como Ramiro Valdés y Carmelo Noa, Rigoberto Corcho, Julito Díaz, Ciro Redondo y Gerardo Granados, que eran jefes de células y otros catorce artemiseños. Rosendo Menéndez viajó en tren, otros en autos arrendados…[4]

De acuerdo al plan de ataque, unos 95 combatientes, bajo el mando de Fidel, tomarían por asalto el Cuartel Moncada. (Debido a diversas circunstancias este grupo quedó reducido a 91 hombres, de los cuales participaron en la acción 77. En el combate de la posta 3 participaron un grupo de 45 combatientes, más ocho de la vanguardia, para un total de 53). [5]

De este último grupo se organizó la avanzada con la misión de tomar la posta 3. De ahí dependía el éxito del ataque. Para ello se ofrecieron casi todos, pero Fidel escogió a Ramiro Valdés, Pepe Suárez y a los también artemiseños: Rigoberto Corcho, Flores Betancourt y Carmelo Noa; a Jesús Montané Oropesa, José Luis Tasende y Pedro Marrero. Al frente de esta vanguardia marchó Renato Guitart. [6]

Muerte

Cayó en combate durante el asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.

Los hermanos del combatiente partieron días después a Santiago de Cuba, donde comprobaron su muerte.

Sus restos están en el Mausoleo a los Mártires de Artemisa, recinto mortuorio de los moncadistas artemiseños.

Referencias

Fuentes

  • Archivos de la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado.
  • Beltrán Colunga, Ángel L.: Con los pobres de la tierra, Ed. Oriente, Santiago de Cuba, 1988.
  • Castro Ruz, Fidel: La historia me absolverá, Edición anotada, Editora Política, 2005
  • Datos aportados por la Lic. Mabel Martínez Deulofeu, directora del Mausoleo a los Mártires de Artemisa, en julio del 2023.
  • Documentos del Museo Municipal de Artemisa
  • Dirección Política de las FAR: Moncada: Antecedentes y preparativos.
  • Elsa Claro: Con Fidel en el Moncada, Bohemia, 29 de julio de 1988.
  • Enrique Garcés Montero: El artemiseño que rescató a Fidel. Editora Política, Ciudad de La Habana, 2012.
  • Ignacio Ramonet: Cien horas con Fidel. Segunda edición cubana. Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, Ciudad de La Habana, 2006.
  • Lazo Pérez, Mario: Recuerdos del Moncada, Editora Política, La Habana, 1987.
  • Marta Rojas: El juicio del Moncada, Ed. Ciencias Sociales, La Habana, 1988.
  • Mártires del Moncada. La Habana: Eds. R., 1965
  • Mencía, Mario: El grito del Moncada, Ed. Política, La Habana, 1986.
  • Plegable realizado por Agenzia Giornalistica Televisiva Italiana-Roma, Italia. Director Responsable Ivano Selli de la “Associación Nacional de Amistad Italia-Cuba”.
  • Salvador Escalona Virgil: Los campesinos también ayudaron a asaltar el Moncada, Granma Campesino, La Habana, 7 de noviembre de 1973.