Candelaria

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Candelaria
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Municipio de Cuba
Bandera de Candelaria
Bandera

Escudo de Candelaria
Escudo

Ubicación del municipio Candelaria
Ubicación del municipio Candelaria
EntidadMunicipio
 • PaísBandera de Cuba Cuba
 • ProvinciaArtemisa
Superficie 
 • Total299 02 km²
Población 
 • Total20 283 hab.
 • Densidad67,8 hab/km²
Candelaria1.jpg

Candelaria es un antiguo municipio de la provincia Pinar del Río fundado en1814. Cuando se creó la provincia Artemisa pasó a su territorio. Ocupa un área de 496 Km2 en el extremo sur oriental de la provincia con una población de 14 672 habitantes.

La parte más estrecha se halla sobre la llanura meridional del occidente de Cuba y la cenagosa costa sur, y la más ancha, al norte del término, en el macizo montañoso de la Sierra del Rosario, que es parte de la Cordillera de Guaniguanico. Candelaria se caracteriza por su desarrollo turístico destacándose la villa turística de Soroa y el complejo Las Terrazas.

Ubicación

Limita al norte, y, en plena sierra, con el municipio de Bahía Honda; al sur con el Golfo de Batabanó, en el Mar Caribe, que baña sus costas; al este con el municipio Artemisa, y, al oeste, con el término de San Cristóbal.

La primera descripción de este tipo sobre Candelaria, de que se tenga referencia, se remonta a 1846, cuando se relataba:

La situación geográfica de Candelaria ofrece la perspectiva más bella que puede darse: forma imperceptiblemente una elevación plana que domina a todas partes sin ser dominada de ninguna, y sin duda que la vista del curioso viajero u observador queda agradablemente complacida y satisfecha con la de la extensa sabana del Sur y la pintoresca de la cordillera de las lomas de manantiales, distantes como legua y media al Norte, en las que sobresalen las empinadas crestas del Mogote, nombre puesto por el ilustrado agrimensor don Tranquilino Sandalio de Noda.

Historia

Candelaria es el nombre  dado a la fiesta de la purificación, rito judío relacionado con la leyenda cristiana que se remonta al momento del nacimiento de Cristo. La virgen de la Candelaria, a la que está ligada esta costumbre, es considerada desde hace varios siglos como la patrona de Islas Canarias; por ello este rito fue cultivado por los isleños y como consecuencia directa de las inmigraciones canarias fue introducido en Cuba y en particular en Candelaria.

Como nombre del pueblo aparece en las propias Islas Canarias, Filipinas, Argentina, Paraguay, Guatemala, Venezuela, México, Puerto Rico y Cuba. Como se puede ver se encuentra como topónimo en naciones de habla hispana, y, es de suponer que fue llevado hasta estas regiones por inmigrados canarios.

En 1855, el geógrafo Esteban Pichardo planteaba que el pueblo de Candelaria dio principio [...] por una casa que levantó D. José Anaya (a) el colorado en 1809 estableciéndose una taberna [...] en el [18] 14 al repartir Don Francisco Javier Pedroso, amo entonces del corral [Bayate], sus tierras, fundó el pueblo en 2 caballerías trazándole Antonio Álvarez Villavicencio a las órdenes del agrimensor Don José Ma Oliva, que autorizó el mapa. [...]

En 1866, el historiador español Jacobo de la Pezuela escribía: La fundación de este pueblo data desde fines del siglo pasado [XVIII], pero no empezó a formalizarse hasta 1814, en que Don Francisco Javier Pedroso mandó repartir 2 caballerías de tierra entre varios colonos que fueron agrupando sus viviendas en las inmediaciones de la ermita. [...]

Años después, en 1891, Pedro José Invernó referiría algo muy similar a lo ya expresado por los autores citados: “Candelaria [Pueblo] cabecera del término municipal de su nombre [...] fundada hacia el año de 1814 en que Don Francisco Javier Pedroso inició su población.”

Ya en el presente siglo, en 1918Título del enlace, el historiador Ricardo V. Rousset, refería que “En 1806 Don Francisco Javier Pedroso repartió dos caballerías para el poblado, construyéndose la primera casa en 1809 por Don José Anaya. [...]

En 1932, el historiador local (ya desaparecido), Pedro Alfonso Mesa, escribió que [...] sería por los años de 1806 al de 1809 cuando, Don José Anaya [Anoya] conocido por “el colorado” mayordomo o empleado de menor categoría de la finca “La Candelaria Hato Viejo” hijuela del Corral Bayate, construyó una casa de madera, con techo de guano, amparada al frente por un estrecho portal. Esta casa [...] está situada como a sesenta metros, lado norte del Camino Real de Vuelta Abajo [Avenida 31], dando su fondo como a distancia de cerca de ochenta metros del llamado “Pozo de la Virgen”. [...]

Ya en pleno siglo XIX, en 1918, Rousset entra en contradicción cronológica con las anteriores referencias, indicando una fecha de fundación aún más temprana, 1806, pero esgrimiendo los mismos argumentos de Pichardo para 1814 como fecha de constitución, lo que infiere un evidente error histórico.

La fundación de Candelaria ocurrió en 1816, momento en que se institucionalizó el pueblo, quedando constituida la iglesia y la Capitanía Pedánea del entonces Partido de Santa Cruz de los Pinos, así como el cumplimiento de los demás requisitos establecidos, es decir: el nombre, la donación de los terrenos, la existía de un grupo de vecinos representativos, el trazado urbanístico, entre otros. Se puede afirmar la existencia de tres momentos importantes en la conformación del pueblo de Candelaria: el inicio en 1809, con la construcción de las dos primeras instalaciones en los terrenos que después sirvieron de base para el fomento del caserío; la donación y trazado urbanístico en 1815, de las dos caballerías de tierra que se destinaron para el núcleo urbano y la fundación en 1816, con la institucionalización del poblado.

En la elección del sitio donde fue fundado el pueblo se tuvo en cuenta la calidad del mismo a partir de sus características naturales. Un elemento favorable fue la existencia en el un crucero de caminos de gran importancia económico-social, el cual se originó sobre una elevación de 55 m sobre el nivel medio del mar, que en forma de meseta dominaba una extensa área de la llanura sur de Pinar del Río, sobre todo hacia la porción septentrional.

Entre 1790 y 1847 se fundaron otros caseríos en el territorio de Candelaria: como consecuencia del proceso de concentración de la población que generó la economía plantacionista. El más antiguo de ellos, Bayate, se remonta en sus inicios al año 1750, en que por encomienda de José Pedroso, dueño del corral del mismo nombre, autorizó la apertura de un conuco a orillas del camino Real de Vuelta Abajo, muy cerca de donde lo cruza el Río Bayate. Posteriormente se evidenció su fomento. Otro núcleo poblacional surgido en la primera mitad del siglo XIX fue el de los Baños de San Juan cuyo origen se debe en gran medida al empleo de las aguas minero-medicinales de los manantiales sulfurosos que allí existen. Muy cerca de este lugar también se fomentó otro caserío, San Juan de Contreras; que como el anterior se fundó a orillas del río San Juan. Estos caseríos eran muy pequeños y se reducían a minúsculo grupo de edificaciones que sufrieron mucha inestabilidad poblacional, llegando a desaparecer posteriormente alguno de ellos."

Participación de Candelaria en la Guerra de los Diez Años

Aunque hasta el momento se le ha concedido poca importancia a los hechos armados que se sucedieron durante la Guerra de los Diez Años, en la Zona occidental de Cuba; nosotros consideramos que es meritorio destacar los mismos, por cuanto fueron intentos, aunque fallidos, dirigidos a tratar de lograr la independencia de Cuba.

Ya en 1868 en Candelaria conspiraba ardientemente Enrique de Santa Cruz y Guiden junto a los patriotas San cristobaleños Manuel Vigoa y sus dos hijos José y Rafael y el habanero José J. Aguirre. Debido a la incesante actividad política, Santa Cruz es capturado y condenado a muerte, hecho que no llegó a ser consumado pues fue víctima de la viruela, muriendo en 1869. Una vez descubierta esta conspiración, los conjurados se vieron obligados a votar las armas en la laguna de Las Mangas de Río Grande.

En Diciembre de 1868, un mes después del grito de independencia por Céspedes, otro patriota, Agustín Santa Rosa protagonizó otro episodio de nuestras luchas independentistas organizando un grupo de hombres integrado por vecinos de San Cristóbal, Candelaria y Los Palacios, llegando a reunir armas y municiones; pero desdichadamente este movimiento fue descubierto al encontrarse un alijo de armas en la Estación de Ferrocarriles de Candelaria. La mayoría de los conspiradores fueron hecho prisioneros.

A pesar de estos fracasos, las conspiraciones en el territorio continuaron en el propio año de 1868 un grupo de candelarienses y de otros términos, simpatizantes de la causa revolucionaria, dirigidos por Carlos Baliño y Piloto (padre de Carlos Baliño fundador del primer partido marxista) tenían el plan de alzarse en armas y marchar hacia las montañas de Soroa donde serían recibidos por Carlos Baliño y otro grupo de insurrectos, encargados de suministrarles armas. Pero esta nueva conspiración fue descubierta antes que cristalizaran sus anhelos, cayendo prisioneros su figura principal, Baliño, en el mes de febrero de 1869.

El fracaso de estas conspiraciones que no llegaron a consolidar la lucha armada en el territorio, dan una idea bastante clara que aún no se había ganado en claridad y organización para la lucha y que se imponía un trabajo más profundo con las distintas clases sociales que existían en el país a fin de recibir el apoyo necesario y decidir el éxito a favor de la verdadera independencia de Cuba."

Presencia de Maceo en Candelaria

Durante el período de Maceo en Occidente, en el territorio de Candelaria sostuvo 6 combates y estableció 9 campamentos; dentro de los principales combates se destacan el Asedio a Candelaria los días 5 y 6 de febrero de 1896 considerado una victoria táctica de las armas cubanas, el combate de Galope el 16 de marzo y el combate de Soroa 23, 24 y 25 de octubre del mismo año catalogado por el cronista de la guerra Miró Argenter como uno de los más sangrientos, pero se le demostró a Weyler lo ineficaz de crear fuertes en las montañas que fueron dominio de los cubanos durante toda la guerra.

Cambios en lo urbano y en la arquitectura

Para esta época (1925-1940), la propia crisis económica redujo al mínimo las iniciativas estatales. En la arquitectura los edificios públicos presentan como tendencia formal la nitidez de los volúmenes puros, al proscribirse la composición clásica, las decoraciones en los frisos, cornisa y columnas. Las viviendas privadas también se ven involucradas dentro de la opción más moderna y son víctimas sus promotores de la especulación, al respecto ha dicho López Segrera:

Tanto los proyectistas como los arquitectos que estaban más actualizados en lo último de la arquitectura asociaron los novísimos códigos formales con la mayor eficiencia técnica, así como con ingredientes del pragmatismo norteamericano. De manera que las cajas blancas o las ventanas corridas se comenzaron a alternar con elementos clásicos, e incluso se redujeron a independientes planos de fachada. Entre las construcciones que se erigieron en Candelaria bajo estos cambios se destaca la residencia de Octavio Rivero Partagás , proyectada en 1937 por el arquitecto Joaquín Cristóbal Sola quien pertenecía al colegio de arquitectos. Presenta una fachada bastante cerrada con gruesas columnas de sección rectangular unidas entre si por arcos de medio punto. La superficie, a modo de ornamentación, simula piedra de cantería.

Las concepciones urbanísticas sobre las cuales se fundó el pueblo de Candelaria garantizaron su perpetuidad. Muchos pueblos, caseríos desaparecieron o fueron trasladados de sitio por no poseer las condiciones idóneas.

Al efectuarse la donación del terreno para la creación del pueblo de Nuestra Señora de la Candelaria, se orientó la realización del trazado urbanístico para lo cual quedaron encomendados los agrimensores José María Oliva y Antonio Alvarez Villavicencio. El primer paso fue la microlocalización del área que ocuparía el futuro pueblo, tomando como referencia el crucero del camino real de Vuelta Abajo con el de San Juan de Contreras-Sabanalamar.

La concepción del proyecto del poblado, estuvo basado en los códigos establecidos por las costumbres de la metrópoli. Su trazado se efectuó de forma reticular, con el eje mayor orientado de este a oeste y dividido en quince calles. La forma reticular que se le dio al pueblo de Candelaria

[...] fue común en casi todos los lugares de Cuba y América Latina conquistada por España: Ello se debió al sentido ideal que quisieron darle a cada villa, aldea, pueblo o ciudad erigida en aquel Nuevo Mundo para ellos descubierto.

El pueblo de Candelaria se inserta pues, dentro de las poblaciones cubanas que se originaron con una composición “[...] en forma de retícula irregular a partir de las cuatro esquinas de la plaza central que presidía la ciudad como eje de los símbolos del poder gubernamental y religioso [...]. El proceso de expansión ocurrió, desde el centro hacia los extremos, intensificándose la población principalmente en dos de sus calles: el Camino Real de Vuelta Abajo y la calle de Santo Cristo.

En general el territorio de Candelaria poseía en 1819 un total 215 viviendas, de ellas 18 eran urbanas. La estimulación económica ocurrida en la región trajo como consecuencia el crecimiento del número de viviendas. en el área urbana las construcciones ascendieron hasta el número de 75 edificaciones.

La primera instalación de la Iglesia católica se erigió en 1788, en la Finca Santo Cristo del Buen Viaje. Por otra parte desde el siglo XVII existía en el asiento de la hacienda Candelaria (muy cerca y al norte del puente de los elevados), una pequeña ermita atendida por la compañía de Jesús la cual estaba bajo la advocación de la virgen de Nuestra Señora de la Candelaria.

Una vez fundado el pueblo de Candelaria, sus vecinos trasladaron en 1816 aquel adoratorio para el sitio donde siempre ha estado la parroquia. En ese año se edificó una modesta ermita de tablas y tejas coincidiendo su terminación con la Santa Visita Pastoral que realizó en 1816 el Obispo de Cuba Juan José Díaz de Espada y Landa. Este prelado felicitó a la población por la probada piedad de sus feligreses. La ermita fue declarada en esa ocasión como auxiliar de la Santa Cruz de Los Pinos.

La iglesia católica en Candelaria constituyó la primera institución oficial, mucho antes de cualquier otra de carácter estatal. Debido a ello la religión cristiana tuvo hegemonía total en los primeros años del desarrollo de esta comunidad, representando sin dudas los intereses de la corona y del sector hacendístico, que con este instrumento sostenía su régimen de sumisión en el territorio.

En 1837, se creó el curato, siendo el primer capellán el Presbítero Juan Bautista Soriano. Dos años después, con motivo de la muerte de este cura la sede religiosa fue temporalmente cerrada.

El 18 de junio de 1839, la iglesia fue sometida a un vandálico saqueo. La puerta de entrada fue forzada y los delincuentes se llevaron objetos de valor, tanto en oro, plata como en otros metales.

Características

Geología

La Geología del territorio de Candelaria es realmente compleja, especialmente en la montaña. Tomando como orden el eje norte-sur presenta alturas formadas por las rocas más antiguas del territorio, pertenecientes al Jurásico cuya antigüedad se remontan a más de mil novecientos sesenta millones de años. También se encuentran rocas del Cretácico superior y del Paleógeno. En la llanura cuya edad geológica es la más reciente, se hallan rocas del Neógeno, del Mioceno, del Cuaternario, del Pleistoceno y del Holoceno.

Sierra del Rosario

El área mejor estudiada hasta el presente ha sido la Sierra del Rosario. Desde el punto de vista estructural, constituye el flanco oriental del anticlinal de Pinar del Río.

Los sedimentos más antiguos se encuentran en la zona son esquistos arcillosos y areniscas correspondientes a la formación San Cayetano, del Jurásico inferior y medio.

Las mismas están ampliamente difundidas en la porción occidental y constituyen la base de las laderas de algunos valles y depresiones cársicas. Sobre esta secuencia yacen discordantes calizas estratificadas, calizas masivas y conglomerados.

La Sierra del Rosario desde el punto de vista tectónico presenta una estructura compleja y forma parte del Geosinclinal antillano, dentro del cual forma parte de un anticlinal, lo que indica la gran intensidad de los procesos tectónicos a que fue sometida la región.

Este anticlinal se halla basculando hacia el este, donde el está alineado en dirección suroeste-noroeste, seccionado por dos fallas profundas. Dentro del área del municipio, está localizado el extremo oriental de la falla Pinar, así como un sistema de fallas perpendiculares.

Accidentes territoriales

Los accidentes del territorio ofrecen tres regiones naturales bien definidas: la ciénaga litoral, que es una faja pantanosa cubierta por tupidos manglares; la llanura Occidental caracterizada por estar formada de estratos calizos que se inclinan ligeramente hacia el sur, facilitando el drenaje pluvial en esa dirección, debido a ello, sus suelos son muy fértiles debido a la deposición de materia orgánica y minerales.

Composición Rocosa

La Sierra del Rosario, que conforma la mayor parte del término, está compuesta por Rocas calizas Mesozoicas, principalmente por las conocidas como formación Artemisa, de color gris oscuro, fuertemente plegadas y falladas, cuestión esta que originó cadenas de montañas casi paralelas creando entre ellas valles longitudinales, como el de Río Hondo; Río Manantiales, donde se halla la Villa Turística de Soroa; Río Bayate, Río San Juan y otros de menores dimensiones.

En el municipio, debido al comportamiento Carsológico, Tectónico, e Hidrogeológico, se pueden observar numerosas cavernas.

Entre las cavidades más notables se hallan: la de Los Miqueos, en Los Hoyos, que es el cauce de un pequeño arroyo, posee aún, galerías inexploradas que en épocas de lluvia son inundadas completamente haciendo imposible su estudio; la cueva de Moriche que atraviesa el majestuoso peñón de ese mismo nombre, en la cual años atrás se extrajo gran cantidad de guano de murciélago con fines agrícolas; la cueva de Santa Rosa, ubicada en la franja premontañosa y cauce actual de un afluente del Río Bayate, y que es además un verdadero refugio de miles de murciélagos; y otras como las de Frías, Las Minas, Los Muchachos, El Refugio, y el Murciélago.

Elevaciones

Entre las elevaciones más importantes están, en primer lugar: la loma de El Salón con 560 metros sobre el nivel medio del mar sobre cuya cima se yergue una importante torre de comunicaciones y televisión; La Pimienta con 523 , otrora refugio de negros cimarrones; El Taburete con 452.7, donde existe una tarja que rememora la preparación del grupo de internacionalistas cubanos, que, junto al Che combatieron en Bolivia.

Un poco más al oeste de esta última, se encuentran las de Miracielo, La Caoba, Juan Ganga, y El Mirador de la Villa Turística Soroa, que constituye una verdadera atracción para las personas que concurren a ese territorio.

Clima

El clima en el municipio se comporta de modo general, similar al resto del país, con algunas localidades que lo modifican de acuerdo a sus características.

En la llanura se presenta un clima más seco, con temperaturas más altas, a diferencia de las montañas; en estas últimas ocurre lo contrario al hallarse a mayor nivel sobre el mar y estar cubiertas por espesa vegetación de bosques. Este factor provoca que las precipitaciones y la humedad sean mayores con respecto al llano, principalmente en la zonas de los valles intramontanos como el de Soroa, Bayate y San Juan que constituyen una especie de microclima.

Precipitaciones

Las precipitaciones en el territorio candelariense varían desde la costa, la llanura, hasta la montaña donde son superiores. Las estaciones de registros que están distribuidas de acuerdo a la secuencia anteriormente indicada, a través de ella es fácil darse cuenta como los valores van ascendiendo en la medida que se acercan a la montaña. Teniendo en cuenta el promedio general el mes más lluvioso en el territorio candelariense es Junio y el más seco Diciembre

Geografía

El área montañosa de Candelaria representa el 33% de la superficie del municipio, en ella, dadas sus características físico geográfica, el clima presenta un comportamiento particular.

Especialistas en esta materia lo han clasificado como un Clima Euthermiaxerico o lo que lo mismo un clima sin período seco, don de los promedio anuales de lluvias superan los 1600 mm.

En los meses de mayor sequía ocurren precipitaciones horizontales, sobre todo durante la noche y primeras horas de la mañana, cuando pueden observarse en forma de nubes bajas o niebla muy densa.

Según los registros climáticos efectuados por espacio de 17 años, la temperatura media anual ha sido de 24,4 Grados Celsius y el promedio anual de precipitaciones de 2013,9mm.

El mes más lluvioso ha resultado ser junio y el más seco Diciembre; a su vez los meses más calientes han sido julio y el más frío enero en el que se han reportado temperaturas cerca de los 3 Grados Celsius.

El sabio cubano Felipe Poey reportó en el siglo pasado en su Geografía de Cuba que el único caso de nevada en la historia invernal de Cuba ocurrió en 1852, donde se vio caer nieve sobre las elevaciones centrales de la Sierra del Rosario, conocidas en aquella época como Lomas del Cusco. El valor más alto en las precipitaciones se reportó en junio de 1982, con 868,8mm y el más bajo en diciembre de 1970 con 5,5 mm.

Como dato curioso, en lo que a temperatura se refiere, se señala que la más baja de que se tenga noticias ocurrió en el Cuzco, en el invierno de 1852. Según testimonios del científico cubano Felipe Poey, en esa ocasión, se vio caer nieve sobre las cumbres de esa montañosa zona.

Vegetación

En el territorio de Candelaria, el mayor por ciento de la riqueza forestal desapareció a través de los años de explotación indiscriminada a que ha sido sometido el territorio.

Grandes extensiones de bosques fueron desbastadas, principalmente en el período colonial, con el objeto de ser utilizados como combustible en los numerosos ingenios que existían, para la construcción y reparación de embarcaciones, muebles, y para la exportación; así como para convertir dichos lugares en sembradíos.

En la neocolonia continuó la destrucción de la vegetación, principalmente para la construcción de muebles y la elaboración de carbón, de vital importancia en la cocina de la mayoría y empobrecida población cubana. Sólo en el presente revolucionario se ha logrado restablecer parte de aquellos bosques extinguidos con el plan de reforestación Sierra del Rosario apartir de 1968, dándole un uso racional y objetivo. En 1985, la parte oriental de la Sierra del Rosario fue declarada por la UNESCO; Reserva Natural de la Biosfera.

Es en la Sierra del Rosario donde más se ha estudiado la vegetación del municipio Candelaria. En la actualidad se caracteriza por presentar, como formación vegetal más extendida, el bosque tropical siempre verde.

El estrato herbáceo se desarrolla en condiciones de sombra con individuos de hasta 1 metro, en el que abundan helechos de diferentes especies.

El Epifitismo es abundante. El porcentaje de endemismo es de un 9,8% en especies de árboles y arbustos.

Fauna

La desaparición de los bosques y la persecución constante del principal depredador del planeta (el hombre), ha provocado que las especies sobrevivientes en el territorio candelariense hayan sido confinadas principalmente al área de las montañas más boscosas, en donde también son objeto de la caza indiscriminada, poniéndolas de hecho, en peligro de extinción, entre ellas se hallan: la Jutía, el Negrito, etc.

En este sentido, el gobierno revolucionario ha dictado leyes protectoras, que han puesto freno en gran medida a la acelerada desaparición de la fauna; estableciendo períodos de veda y de caza, así como creando reservas o parques:

Entre las especies de animales que habitan en Candelaria se hallan: Como mamíferos; la jutía, muy perseguida por su exquisita carne. Entre las aves: el tocororo, ave nacional de Cuba de hermoso colorido, la tojosa, paloma rabiche, paloma perdiz, La pedorrera, el zunzún, y otros.

Los peces también han sido sometidos a un gran exterminio, aunque todavía se pueden encontrar en ríos, arroyos, lagunas y costas algunas especies como: la Biajaca, La Guabina, El Patao, El Ronco, El Sábalo, La Trucha, etc.

Estructura y dependencia político-administrativa

Candelaria 2.JPG

El espacio situado al oeste de La Habana durante todo el Siglo XVI estuvo bajo el relativo control del Ayuntamiento de esa ciudad. El siguiente siglo trajo cambios significativos económico-sociales, como ya se ha expresado. A partir de 1607 la isla quedó repartida en dos gobiernos, con independencia uno del otro en lo político la representación del gobierno recayó en Santiago de Cuba y La Habana respectivamente, continuando el territorio occidental bajo la dirección del Ayuntamiento de esta última ciudad.
Después de la Toma de La Habana por los ingleses (1762) aumentó mucho más el interés de la administración española por Vuelta Abajo, estimulado por los cambios generales operados en todas las esferas.

En el gobierno del Capitán General de la Isla, Felipe de Fondesviela, estos cambios, sobre todos los político-administrativos, repercutieron directamente en este territorio.

La isla se dividió en tres departamentos, con dieciocho jurisdicciones. Entre estas últimas se formó en 1774 la de Nueva Filipina que segregó parte del espacio de La Habana; el ulterior territorio de Candelaria quedó en el área habanera.

Según una caracterización efectuada para poder realizar los cambios político-administrativos, el extenso espacio geográfico situado al oeste de La Habana carecía de un núcleo poblacional de consideración.

Las haciendas, estancias y otras formas de uso y explotación de la tierra, con sus vecinos, estaban separados entre si constituyendo las únicas manifestaciones de civilización.

Sólo en las cercanías de las iglesias de Guanajay, Santa Cruz de los Pinos, Consolación del Sur y Güane se hallaba un corto número de residentes. El progresivo aumentó de la población y el dilatado espacio, repercutían negativamente en el buen gobierno de esta región.

La estructura político administrativa de la isla, hacia la segunda mitad del Siglo XVIII, se caracterizaba por estar dividida en: Departamentos, Jurisdicciones y Partidos, sobre estas denominaciones se abundará un poco más adelante.
Dentro del espacio de la jurisdicción de La Habana se estructuró el Partido de Santa Cruz de los Pinos cuya administración abarcaba un considerable espacio.

Para esa época lindaba al este con el Partido de Alquízar y Guanajay, así como por el oeste hasta aproximadamente el Río Los Palacios, límite oriental de la Jurisdicción de Nueva Filipina.

Población

Roberto Delgado, ciudadano de Candelaria.

En 1899 la población del término municipal era de 4 866 habitantes; en el anterior censo, 1887 arrojó la cifra de 9 875; por lo que es evidente la merma de la población en número de 5009, o sea el 49,3%que no deja de ser un cálculo conservador puesto que 1887 y 1895 la población debió crecer considerablemente.

La disminución brusca se debió fundamentalmente a los estragos causados por la guerra; en este índice de disminución influyeron las muertes por epidemias y enfermedades contagiosas, así como la emigración forzosa, entre otros factores.

Aunque para 1907, fecha en que se realiza el censo anterior al de 1899, Candelaria ya no figuraba como municipio, por las razones que más adelante se explicarán, se ha podido computar la población correspondiente a los límites que anteriormente poseía.

En tal virtud en ese año 5 128 habitantes, lo que equivale a un aumento del 5,1% de la población con respecto a 1899. De manera que el ritmo de crecimiento se comportó en los años que mediaron entre 1899 y 1907 a 37 habitantes por año, lo que marca un lento crecimiento de la población, donde el proceso inmigratorio no aportó mucho.

El incremento acelerado de la inmigración interna y externa, registrada en las décadas siguientes cambiaron el panorama demográfico. Para 1919 la población ascendió a 9 691, donde el crecimiento fue del 47,1%, pudiéndose considerar como una explosión demográfica, donde debieron influir factores que estimularon la inmigración.

En los 12 años que median entre los censos de 1907 y 1919 el ritmo de crecimiento fue de 380,2 habitantes por año, nótese la diferencia con el ritmo de crecimiento de la década anterior.

En datos obtenidos para 1923, o sea, 4 después del censo de 1919, la población de Candelaria había descendido a 9 234, es decir, 457 habitantes menos que el momento en que se cerro el censo de 1919; ello pudo estar relacionado con la crisis de los años veinte que trajo consigo movimientos migratorios, cuyos saldos favorecieron a unos terroristas, en la misma medida que perjudicaron a otros siendo uno de estos casos el municipio de Candelaria.

Distribución y densidad de la población

Toda población vive y se desarrolla en determinado territorio y la forma en que ella y los diversos segmentos que la integran se disponen sobre dicho territorio recibe el nombre de distribución espacial de la población.

La población agrupada (urbana) en 1907 representó el 34,0% del total del término, mientras que la dispersa (rural) constituyó el 65,9% .En el censo de 1919, con el incremento general de la población, la distribución sufrió cambios de consideración, con tendencia s hacia una ruralización.

En ese año la población urbana representó el 21,9% , o sea una disminución proporcional, si lo comparamos con los índices de 1917; En cambio la rural llegó a constituir el 78,0% del total.

Dentro del incremento general de la población que ocurrió entre 1919 y 1931, la población urbana creció en más del 50 %, mientras que el incremento en la rural fue menor que el ocurrido en la etapa anterior, lo que constituye un indicador de que el proceso de concentración de la población comenzaba a acelerarse. A pesar de ello la población urbana, porcentualmente, mantuvo la misma proporción con respecto a la rural.

Con respecto a la densidad, a modo de antecedente, la población en 1887 representó el 40,5 hab km. En 1899, este indicador descendió a 19,9 hab km, a consecuencia de la guerra con el saldo positivo registrado en el crecimiento de la población hasta 1907, la densidad de población aumentó a 21,0 hab km, sin alcanzar aún los niveles de preguerra.

En 1919 la densidad fue de 19,3 hab km, esta aparente disminución con respecto a 1907 contradice el saldo positivo alcanzado en el crecimiento de la población en el período intercensal; ello se debe a que a partir de 1910, al restaurarse el municipio, el territorio de Candelaria aumentó su superficie en más de la mitad de lo que poseía anteriormente.


La disminución de la población de Candelaria, por los barrios en que se componía, sufrió un aumento con excepción de barrancones y lomas. Es decir que el crecimiento acelerado de la población en esta etapa, en la zona rural, tuvo particular incidencia en los barrios de Río Hondo, Bayate, Pasto Rico y Carambola.

En el resto de los barrios el saldo positivo fue discreto. Es significativo el despoblamiento de la montaña al producirse entre 1907 - 1919, un saldo negativo del 6,6%. Lo que pudiese estar asociado a cambios internos de carácter económico; nótese el incremento de los barrios situados en los llanos donde las zonas de cultivo son más fértiles para la agricultura.

Como barrio urbano y como se describió anteriormente, el pueblo de Candelaria experimento un saldo positivo del 9,8 %. Es decir que en esta etapa ya empieza a vislumbrarse un proceso de concentración urbana en la población de Candelaria de modo muy discreto.

Teniendo en cuenta los datos censales, como los más confiables, se pueden establecer comparaciones y análisis entre los censos realizados en 1919 y 1931. El primero corresponde a la etapa anterior y permitirá efectuar comparaciones con el segundo.

Al finalizar 1930 la población del término era de 14 018 habitantes que con respecto 1919, cuando existían 9 691, representa un crecimiento de 4 327 habitantes, fenómeno que se produjo en un período de 12 años, lo que es un indicador del proceso inmigratorio que debió producirse. El ritmo de crecimiento, en el período indicado, fue de 360 habitantes por año, que comparado con el ocurrido entre 1907 y 1919 es un discreto aumento (300 hab/año).

Teniendo en cuenta la cantidad de población existente en 1930 en Candelaria y comparándola con la de la provincia de Pinar del Río que era de 314 006; la primera representa el 4.5 % del total.

La densidad de población en 1930 fue de 27.9 hab/km2, mientras que 1919 era de 19.3 hab/km2, es decir que se produjo una diferencia ascendente de 8.6 hab/km2.

Para 1943 la población de Candelaria había ascendido a 15 885 habitantes lo que constituía un saldo positivo con respecto a 1931, fecha en que se realizó el anterior censo . Aunque el crecimiento a juzgar por las cifras, fue natural, lo que puede estar indicando una estabilización demográfica en el territorio. Este aumento poblacional alteró lógicamente la densidad de la población, al mantenerse inalterable la extensión del municipio (490 km2). Para 1953 la población habia desendido 14672 habitantes, y al cierre de 1978 alcanzaba la cifra de 16386 habitantes.

Población Laboral

Candelaria 1.JPG

Un año después de culminada la guerra de 1895-1898, el municipio de Candelaria poseía una composición laboral, donde era evidente que la población laboral se hallaba vinculada a la agricultura en correspondencia con la principal actividad económica del municipio.

Los integrados a este sector representaban el 77,8% del total de individuos ocupados. La segunda actividad porcentualmente representativa era la de los servicios domésticos y personales que representaban el 11,8% del total.

Luego y en orden descendente le seguían el comercio y el transporte, las manufacturas e industrias mecánicas, y finalmente los servicios profesionales. El marcado rasgo agrícola de la ocupación en la población se comporto, en una u otra magnitud, de igual manera en el resto de la provincia de Pinar del Río.

Con respecto a la ocupación por sexo, está claro que la población masculina constituía la mayoría, representando el 95,9% del total de ocupados. Es notable la total ausencia de mujeres empleadas en los sectores agrícolas y en el comercio; su mayor representación, por supuesto, descansaba en las labores domesticas y personal.

Como clases sociales podían definirse en el municipio la alta burguesía cubana, que si bien no era representativa en la localidad, se llego a poseer grandes extensiones de tierras; la mediana y pequeña burguesía tanto cubana como extrajera, integrada por medianos y pequeños propietarios de tierras, comerciantes, dueños de talleres u otros establecimientos modestos.

Este estrato social, aunque poseedora de capitales en muchos casos empleaban obreros asalariados, se hallaba sometida a esferas superiores de la sociedad: millonarios imperialistas, grandes terratenientes y comerciantes nacionales. Esta situación era consecuencia de la eterna lucha capitalista, donde los poderosos, en su afán de enriquecimiento, aplastaban y explotaban a los menos poderosos.

También dentro de la compleja estratificación social en la localidad estaba el proletariado y los campesinos . Estos últimos en su inmensa mayoría no eran propietarios de tierras y constituían un ejército de arrendatarios.

Desarrollo Social

Educación

En el campo de la educación los primeros intentos por enseñar las primeras letras fueron llevados a cabo en 1832 por un esclavo doméstico de la familia Pedroso, cuya ocupación principal era la de cocinero. En sus ratos libres se dedicaba a enseñar a leer y a escribir. Este hecho de que un esclavo doméstico pudiese impartir clases se debía a que los amos tenían especial cuidado de educar a sus esclavos domésticos para hacerlos más eficientes. Muchos de ellos llegaron a adquirir conocimientos en varias ramas del saber.

Con respecto a la evolución de la arquitectura y al urbanismo, es importante destacar que la arquitectura tuvo un desarrollo en el área rural del término y estuvo muy ligada, al fomento de cafetales. La arquitectura agroindustrial-cafetalera marcó un hito importante en lo que a construcciones se refiere pues a los promotores franceses le siguieron individuos de otras nacionalidades hasta convertir la porción norte de Candelaria en un paisaje arquitectónico de influencia centro europea. Esta manera de construir tuvo como aportes el uso de los recursos naturales propios del medio donde se erigieron las edificaciones tales como: la piedra, la cal, la madera entre otros elementos. La adaptación a la topografía del terreno, bastante accidentada en esta parte del partido, fue un alarde de ingeniosidad pues esta no se modificó en absoluto, sino que se buscaron soluciones magistrales para salvar sus variaciones.

En la actualidad aún se pueden observar las ruinas de los antiguos bateyes de cafetales y en ellos se puede apreciar la solidez de las construcciones y la distribución y función de sus espacios. La restauración total del cafetal Buena Vista en las estribaciones del macizo de Las Peladas es una muestra viviente de lo que fuera la arquitectura cafetalera de Vuelta Abajo.

También en el área rural la población campesina se caracterizó por poseer edificaciones muy rústicas entre las que se encuentran los típicos bohíos y los baraentierra. Los primeros también empleaban los recursos naturales como la madera, la yagua de palma real y de ésta, además, la hoja para ser utilizada en las cubiertas. Estas viviendas tenían una marcada influencia de la vivienda de los grupos agricultores-ceramistas que poblaron a Cuba antes de la llegada de los europeos al archipiélago. Los inmigrantes canarios y peninsulares, así como los africanos asimilaron esta manera de construir, por supuesto incorporando algunas variantes acorde a sus costumbres.

Caracterización socio-cultural

Al culminar la contienda bélica de 1895-1898 sólo funcionaba como escuela la instalación que existía en el lugar que hoy ocupa la casa de cultura. Para este momento fue necesario habilitar maestros, labor que realizó la maestra de hembras Florinda de los Santos, de origen Español y que como mérito tuvo la formación de las maestras de Candelaria. Entre las candelarienses que tuvieron este privilegio estaban: Delfina Ruiz, Josefa Fuentes, Carmen Labandera y Aurora Llera.

Entre 1902-1906, aunque ya el municipio había sido suprimido, la administración escolar estaba subordinada a San Cristóbal, existía en Candelaria una junta de instrucción pública, que se hallaba integrada por los profesores: Luis Agüeros, Miguel A. Agüero, José María Rodríguez, Fermina Díaz, Caridad Molina, Josefa F. Puentes, Delfina Ruiz y Florinda de los Santos. Además existía una junta de educación, cuyo presidente era Jacinto Fernández y el secretario Ángel Labastida. Entre 1901 y 1933 los miembros de esta junta eran elegidos en las elecciones municipales conjuntamente con los alcaldes y concejales, por lo que el partido que ganara las elecciones era el que tenía asegurada la representación en dicha junta. De 21 candidatos salían 7 miembros, entre los cuales se elegía al presidente y secretario.

En 1912, una vez restituido el municipio de Candelaria, funcionaban un total de 10 aulas, repartidas en 5 escuelas. Una de ellas era propiedad del estado el resto eran alquiladas, el cual era de $ 906 anuales.

Para el curso 1911-1912, en el territorio existía una matricula de 840 estudiantes, donde la asistencia general a clase era del 48%. Con respecto a ello eran los varones los que menos faltaban que representaban el 57% del total, no así las hembras que constituían el 7%, quienes debido a diversas causas abandonaban la escuela o faltaban mucho a clases. Si se comparan estas cifras con el curso anterior (1910-1911), la matrícula y la asistencia sufrieron cambios cuantitativamente superiores .

El curriculum de asignaturas que se impartía en las escuelas primarias de Candelaria en el primer cuarto del presente siglo eran: Historia, Agricultura, Estudio de la naturaleza y Labores de aguja, todas las cuales eran de carácter obligatorio. Estas asignaturas eran impartidas por 11 maestros de ellos tres eran hombres y ocho mujeres, así como del total diez eran blancos y uno solo negro; lo que es una prueba más de la discriminación imperante en esta etapa. En lo referente a su categorización: 5 tenían certificados de 3er grado, 4 de 2do y 2 de 1ero.

Hacia 1923 debido a los cambios electorales la Junta municipal de Educación (JMED) estaba integrada por: Roman García , presidente; Ismael Rodríguez, secretario; José Paradera, Hilario Isaguirrez, José Fernández González, Martín Cruz Ferro, Cipriano Aguiar y Manuel Valle Gutiérrez como vocales

También el claustro de profesores sufrió cambios para ese año lo conformaban: Nestor Clavel, maestro director; Florinda de los Santos, maestra directora; Delfina Ruiz, María Castelero, Luisa Sárraga,María Hernández, Sara Aragó, María Puentes, Aracelis Durán, Aquilina Rojas, Pedro Alfonso Mesa, Olga R. Parboys, Omasa M. Spenglert, Alicia Pedro, María N. Carrera, Herminia Rodríguez, María F. García, Luis Yero Yero, Armando Cano, Rosa Concepción, Aurora Llera y Obdulia Rivero como maestros. También en el barrio Lomas existía una escuela pública atendida por Manuel Rodríguez y Rodrigo Maeses. De igual manera en el Barrio Bayate atendía la escuela pública la ya citada maestra María Puente y la de la Punta Brava la también mencionada Alicia Pedro.

En otro orden de cosas y como es sabido, a finales del siglo XIX las escuelas de varones y de hembras que fueron unificadas a partir de la reorganización que se produjo al culminar la guerra, condujo a la creación de una sola sede para ambas escuelas, situándolo en un vetusto edificio de madera y tejas. Después de estar varios años funcionando en este edificio el ciclón ocurrido entre el 4 y 17 de octubre de 1910 afecto considerablemente la fachada, haciéndose necesario su traslado para la avenida 31 esquina a calle 30, en la casona colonial propiedad de Facundo Fernández. Desde este lugar también se efectuó otro traslado hacia la antigua casa Sureda. De esta instalación se trasladó al fondo de la bodega La Iberia; en este cambio se separaron ambas escuelas, pasando la número 1 para la casa situada en Ave, 33 y esquina 32. La número 2 de hembras regresó al antiguo local de la casa “Sureda”. Como directoras de estas escuelas estuvieron: Florinda de los Santos, como ya se dijo, María Bernaza Ordaz y Esther Villanueva Bernaza. Como otro tipo de enseñanza, en 1920 se fundó el primer kindergarten . El mismo era atendido por la maestra Clara Ramos. Por esta misma época el número de aulas había aumentado en más del 50% con relación a 1911. En total existían 28 aulas, de ellas 26 destinadas a la enseñanza común, 1 al kindergarten. Contemporáneamente se creo la llamada escuela “Católica”, ubicada al fondo de la parroquia (avenida 35, esquina 40). Sus maestros eran los propios curas, entre ellos ejercieron la enseñanza religiosa el padre Lázaro y el padre Balbino. Finalmente dicho centro languideció hasta cerrarse definitivamente."

Ver además

Cultura

El desarrollo cultural del territorio de Candelaria es un ejemplo de sincretismo, pues a lo largo de todo el período colonial, y, en especial en la etapa de 1790 y 1846 llegaron a estas tierras: españoles, canarios, franceses, y en mayor número aún negros africanos. Cada grupo étnico trajo consigo elementos de su folklor que influyeron en menor o mayor cuantía para conformar al final la cultura local. Entre los elementos que particularizaron la cultura candelariense en esta etapa, estuvo la inmigración de caficultores franceses quienes contribuyeron al desarrollo económico de la caficultura, principal renglón económico en ese momento. Estos colonos, aunque franceses, precedían de Santo Domingo, Luissiana, Francia y otras colonias francesas del Caribe; ellos fueron portadores de sus costumbres, hábitos y cultura general.

La influencia francesa comenzó a sentirse a partir de 1790 cuando llegaron al término los primeros franceses. Entre los aportes franceses a la cultura local, y, por extensión a la nacional, se destaca la arquitectura agro-industrial cafetalera, de marcada influencia centroeuropea. Esta arquitectura también incorporó elementos de la arquitectura doméstica y sus vestigios aún pueden ser observados en los antiguos asentamientos cafetaleros de la Sierra del Rosario. Es significativo que haciendas con perfil agro-industrial, situados en plena sierra y alejados de los centros urbanos, fueran construidos con un gusto refinado. Entre las personalidades de la literatura cubana del siglo XIX, se destaca Cirilo Villaverde, el creador de la célebre novela Cecilia Valdés y otros escritos de reconocido valor literario. Nació en 1812 en San Diego de Nuñez, al norte de Candelaria. El hecho de haber nacido en tierras vueltabajeras contribuyó a que esta región estuviese reflejada en más de uno de sus escritos. La obra de mayor aporte al conocimiento de esta región es, sin dudas, “Excursión a Vuelta Abajo”, cuya primera parte se realizó en 1838 y en 1839 la segunda. Su modo de describir lo que observaba hacen que dicha obra sea un cuadro documental sobre la naturaleza y su grado de interacción con el hombre. También a Villaverde se debe la compilación de manuscritos del “Diario del RancheadorFrancisco Esteves, hecho que realizó en 1843 y que no se publicó hasta 1982 por la Editorial Letras Cubanas. En esta obra aparece copiosa información sobre diferentes aspectos del término de Candelaria, en especial relacionados con la esclavitud y las plantaciones cafetaleras.

También en la literatura científica, las artes manuales y la lengua realizaron significativos aportes los inmigrantes galos. A ellos se debe la introducción de muchas especies vegetales como: la pomarrosa, el mango macho, el búcare y otras especies que forman parte del paisaje candelariense. Otro intelectual criollo, Pedro José Morilla y Carballo, también, como Villaverde y Abbot, visitó la zona montañosa de Candelaria en 1838; el resultado de esta excursión fue la realización de la obra “El Rancheador” escrita en 1839, donde cuenta la leyenda de Balentín Páez, uno de los tantos rancheadores que se dedicaron a perseguir cimarrones en Vuelta Abajo. En dicha obra Morilla describe la naturaleza y la caficultura de la Sierra del Rosario.

Otras manifestaciones culturales de origen europeo eran practicadas entre la población candelariense, principalmente con fines recreativos. Entre las más fuertes se destacó las lidias de gallos, muy en boga durante el período colonial y que atraía a numeroso público. Por lo regular después de las peleas de gallos se concluía con una actividad festiva. El siguiente pasaje, descrito por Cirilo Villaverde en 1839, es una muestra de una de estas festividades; en él refería: [...] en todo el camino hasta Candelaria vimos mucha animación y tráfico de gentes [...] fueron más de treinta a los guajiros y guajiras que encontramos [...] venían todos a caballo [...] unos con gallos en las manos [...] y otros con su guajira delante del aparejo. Según el número, la algazara, el traje y los gallos que traían, colegimos que habían estado de diversión en Candelaria [...].

Precisamente en esa misma ocasión, al visitar el pueblo de Candelaria, Villaverde en compañía del pintor martiniqueño Alejandro Moreau y del cura Francisco Ruiz, Catedrático del Seminario de San Carlos; presenció en horas de la noche una actividad artística. Sobre lo acontecido escribió: [...] aquella noche se preparaban maromas y guerras gallos, y por eso estaba tan concurrido y animado el pueblo [...]. Los volatines [acróbatas], que entre hembras y varones competían el número de seis, todos de color y pintados, salieron luego a hacer piruetas [...] [posteriormente] los hombres y las mujeres, con la música que había servido para amenizar las maromas [...] [se introdujeron] en la posada y se [apoderaron] de la sala contigua a nuestro cuarto [...] [debido a ello tuvimos que asistir] al baila que no era menos que contradanza [...].

Cultura artística y literaria

Entre las primeras manifestación artística practicadas en Candelaria en los inicios del período neocolonial, esta la música que poseía gran arraigo popular. El baile de la yuca de origen africano que se venia ejecutando desde el siglo anterior, continuó aunque ya con modificaciones substanciales, bailándose fundamentalmente al sur del poblado, en el barrio suburbano de “La Sabana”. Esta manifestación fue debilitándose hasta desaparecer en las primeras décadas del presente siglo, precisamente para este momento la música tuvo un retroceso, donde la influencia de la burguesía jugó un papel en su desnacionalización. Para este sector social “[...] la rumba, la clave y el son no era música cubana, sino africana[...].Contra este criterio burgués se levantaron músicos cubanos como Caturlas y Roldán para retomar una línea nacionalista que dio lugar a una música nacional-popular.

En 1905 surgió en Candelaria un conjunto musical aficionado, dirigido por Eduardo Pensol Lavandera. Tenía como nombre “La charanga típica”

Uno de los acontecimientos más importante ocurridos en Candelaria en esta etapa lo constituyo la llegada del cine. En 1910 comenzó a funcionar con regularidad (Jueves y Domingo), un cine en el local que actualmente ocupa la cafetería “ El Central “ y que a la vez funcionaba como fonda. Después de las comidas en los días indicados se retiraban las mesas y se colocaban sillas de tijeras . La empresa estaba formada por Marcelino Paz y Luis Dubiet, aunque el funcionamiento corría a cargo del comerciante español Antonio de los Santos. Muchas de las funciones eran amenizadas por el citado conjunto musical “La charanga típica”, en los tiempos en que el cine silente dejaba cierto vacío sonoro.

Otra manifestación que da la medida del nivel alcanzado por la cultura local es la prensa plana. En 1914, se funda el periódico “ El Imparcial “ , de corte político promovido por el poeta Paulino G. Báez, que creó también la “ Revista de Candelaria “. Al año siguiente nació el periódico “ El Combate “ cuyo contenido era sobre temas políticos y de interés general; su director fue Eufemio Escudero Miranda , que también dirigió el órgano local “ El Derecho “.

Otras manifestaciones de la cultura

Para la etapa se mantenían en pleno funcionamiento las dos sociedades recreativas fundadas en décadas anteriores: “Liceo” (1923) y “Nueva Unión” (1937). La primera era la que con mayor fuerza impulsaba todo género de actividades culturales y recreativos.

El 5 de abril de 1942 se celebró una de las más importantes verbenas de las que se efectuaron en la localidad, la misma fue auspiciada por la Logia “Luz de Candelaria” con el objeto de que las ganancias fueran destinadas a la reconstrucción del parque. El baile estuvo amenizado por la orquesta de Antonio María Romeu y la orquesta “Gris”.

En el propio año de 1942 se creó la sociedad juvenil “Los Tigres” con alrededor de 100 afiliados con objetivos recreativos-culturales.

A iniciativas del entonces Alcalde municipal Melecio Santos González, el 2 de febrero de 1952, y aprovechando el marco de la fiesta patronal de Nuestra Señora de la Candelaria, se propuso instituir el Día del Candelariense Ausente, modalidad muy acogida desde el primer momento y que estimuló cualitativa y cuantitativamente las fiestas en conmemoración de este hecho religioso.

También a iniciativa de la alcaldía se instituyó, como símbolo local, el escudo de Candelaria, que fue concebido a partir de los elementos representativos que distinguían el término.

Por la actividad social que generaba el parque, en tanto espacio donde se concentraba la población para establecer relaciones interpersonales de variado tipo, era la instalación que más deterioro sufría, por lo que era objeto de constantes remozamientos y constituía un verdadero problema para la administración local. En el período de mandato de Batista (1940-1944) se reconstruyó el parque tomando aproximadamente el aspecto que tiene en la actualidad. Pero a juzgar por una información publicada en el diario local “El Faro”, quedaron partes sin terminar. El 25 de agosto de 1946, la logia “Luz de Candelaria” solicitó al Alcalde municipal, M. Santos, que protegiese los materiales destinados a la terminación del parque y que habían sido depositados en el portal del Ayuntamiento, cuyo valor ascendía a $1200.00; a lo que éste accedió fijándose de inmediato la terminación del parque.

Después del triunfo de la revolución una de las primeras medidas para elevar el nivel de cultural de la población, fue la histórica campaña de alfabetización, posteriormente se continuo avanzando en este aspecto y actualmente contamos con diferentes instituciones culturales que prestan sus servicios en función de la comunidad para mantener vivas nuestra raíces identitarias

Salud

La primera referencia que se tienen constancia de la existencia de un médico en candelaria se remonta a 1820 cuando el rancheador Gaspar Antonio Rodríguez, dio la confirmación de que los dos facultativos que había en el territorio, los doctores Torres y la Parola no el deban esperanza al integrante de su partida que venía herido, para 1846 contábamos con 3 médicos en la localidad.

Después de terminar la guerra de independencia la situación de la salud era caótica ejerciendo en esta etapa 3 médicos y un dentista y la primera instalación con objetivo sanitarios no privados se creó 1924 y fue una casa de socoro anexa al ayuntamiento. En 1954 se creó la ONDI (Organización Nacional Dispensario Infantil) hoy policlínico Girbeto Marqueti

Los avances alcanzados en la Salud Pública son incomparables con el pasado capitalista. El municipio cuenta hoy con una red de instalaciones de salud que aportan una mayor calidad asistencial y de vida a la población: 2 Policlínicos teniendo en uno de ellos una Sala de emergencia, más de 48 Consultorios médicos, 2 Clínicas estomatológicas, 1 Hogar materno, 1 Casa de abuelo, 1 Sistema Intensivo de Urgencia Médica (SIUM), 1 Sala de Rehabilitación.

Deporte

Han sido innumerables los avances que ha alcanzado este municipio en el tema del deporte. Hoy cuenta con más de 100 graduados en Cultura Física lo que ha facilitado el trabajo con niños, jóvenes y adultos tanto en los centros educacionales, como en la comunidad. Tiene una cancha de tenis, una de baloncesto, un estadio de fútbol y uno de pelota todos muy bien acondicionados para la recreación de la población y el entrenamiento de los deportistas.

Desarrollo Económico

EL desarrollo Económico del territorio tiene sus antecedentes en la ganadería, 1792 y 1802 el territorio paso a una economía ganadera a una de plantación con el fomento de más de 90 cafetales franceses en la Sierra del Rosario y a partir de 1828 hace su aparición la industria azucarera con la edificación de 5 ingenios, 2 se movida a vapor y 3 tracción animal

Culminada la guerra en 1898 la situación agraria en Candelaria presentaba un cuadro lamentable. En 1899 el municipio de Candelaria poseía 232 fincas con fines agrícolas que ocupaban un área de 216374 ha de ellas 135.12 ha cultivaban ese año. En 1902 se reportaron 148 vegas de la aromática hoja en el término de que junto al café tuvo un gran peso en la agricultura local.


También fueron desarrolladas las actividades pecuarias después de la contienda bélica del 95 esta representaba otra de las principales actividades económicas del municipio, el ganado vacuno se desarrollaba en 1929 fundamentalmente en la llanura. Una de las principales fincas ganaderas era la del veterano de la guerra de independencia.

Actividades socioeconómicas fundamentales en la actualidad

El Municipio se caracteriza por la producción agropecuaria y se destacan en este sentido el ganado vacuno, la actividad porcina, la producción avícola, la agricultura urbana, los cultivos varios y la actividad Forestal.
Industrias presentes en el Municipio en la actualidad:

Otras pequeñas Industrias y Servicios:

  • Industrias Locales.
  • Materiales de la Construcción .
  • Servicios personales y técnicos .

Entre las actividades de las pequeñas industrias de Candelaria teníamos la fabricación de tabacos, un buen por ciento de la producción tabacalera se exportaba.

Esto sucedía en Candelaria desde la década de los años 40 con la producción del despalillo, la producción de tabacos en Candelaria en mayor escala comenzó hacia 1953 al fundarse la fábrica de tabaco Teli cuyo propietario era Manolo Arias.

También en la década de los años 50 se fundó la fábrica de conserva Palmarito, ubicada en la Carretera Central, casi todo su personal procedía de Artemisa y su propietario era José Pérez. Esta fábrica junto a la del Gallito conformaban uno de los renglones más exportados de la industria local.

Turismo

El turismo en Candelaria tiene un gran desarrollo debido a la hermosura de sus parajes montañosos. A continuación algunos ejemplos de lugares en los que se desarrolla:

Hotel Villas Horizontes SOROA

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En Pinar del Río al extremo occidental de Cuba y en el oeste de la Sierra del Rosario, Reserva de la biosfera, se encuentra el centro turístico Hotel Villa de Horizontes SOROA. Rodeado por una naturaleza exuberante, desde el puede el puede visitarse el mayor Orquideario de la Isla, con 700 especies de ella, 250 cubanas; realizar fotos y observación de aves endémicas como, el Tocororo (ave nacional), el Carpintero verde y la Cartacuba, entre otras; pasear a caballo por sus paisajes increíbles, practicar las diversas modalidades de senderismo, con un guía especializado, en lugares como Sierra Derrumbada, Ruinas de cafetales franceses, Río Bayate, Comunidad El Brujito, La comadre; realizar montañismo y espeleología, recorrer las márgenes del río manantiales, y bañarse en la Poza del Amor, bajo un salto de agua cristalina que desciende desde 20 metros de altura, y el que a determinadas horas del día la luz solar se descompone y forma un pequeño arco iris, que ha definido a Soroa como el arco iris de Cuba.

Sierra del Rosario.

El complejo turístico Las Terrazas, es una experiencia rural de desarrollo sostenible que conjuga, 5000 ha de bosques en el corazón de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario, y una laboriosa Comunidad de 890 habitantes, para ofrecerle un producto único, donde la flora y la fauna endémicas, los servicios hoteleros y experiencias sociales, le permitirán disfrutar vivencias inolvidables.

Ruinas del Cafetal Buena Vista

Las ruinas del Cafetal Buena Vista está fomentado por inmigrante francés, en la primera mitad del siglo XIX . Parcialmente restaurado es excelente mirador a 240 m sobre el nivel del mar, con servicio de restaurante especializado.

Hotel Moka

El Hotel Moka cuenta de 23 habitaciones dobles, 2 triples y una suite, todas climatizadas, TV. Vía satélite, comunicación nacional e internacional, restaurante, bar, tienda, lavandería, parrillada, piscina y cancha de tenis.
Centro de Actividades Acuáticas Servicios de alquiler de botes y bicicletas acuáticas. La pesca de truchas con devolución , puede realizarse en el lago.

Rancho Curujey

El Rancho Curujey es un lugar de obligada visita donde se brinda útil información del complejo turístico, mientras se disfruta del hermoso paisaje circundante o saborear una refrescante bebida.

Baños del San Juan

Los Baños del San Juan son un balneario natural de profundas cristalinas piscinas naturales, celebres desde el siglo XIX, por sus propiedades minero-medicinales.

Fuente

Enlaces externos

Joven Club de Computación de Candelaria