Diferencia entre revisiones de «Teatro Tomás Terry (Cienfuegos)»

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'''Teatro Tomás Terry. Monumento Nacional'''
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'''[[Image:Teatro Tomás Terry.gif|thumb|left|150x150px|Teatro Tomás Terry]]'''
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Don [[Tomás Terry]] fallece en París y al año siguiente, en [[1886]], vienen a Cienfuegos sus hijos Francisco y José Emilio para distribuir entre los herederos la fortuna que les legó. En esa oportunidad cumpliendo la promesa de su padre separan cien mil pesos para construir un buen teatro, el cual quedó terminado en noviembre de [[1889]]. La obra fue proyectada y diseñada por el ingeniero militar santiaguero Lino Sánchez Mármol, ganador del concurso convocado al efecto, quien apeló a un recurso estilístico propio de la época al concebir la ubicación de los palcos en forma de herradura. Tres mascarones manufacturados en mosaicos de cerámica por la casa italiana de Salviatti, coronan la fachada del edificio, en alegoría a la comedia, la tragedia y Terpsícore, la musa de la música. Funcionalmente, la sala teatro con una platea-balcón, la tertulia y el paraíso.- La pintura mural que atesora el inmueble es obra del destacado artista madrileño-filipino Camilo Salaya Toro, que radicó en [[Cienfuegos]].
Al fallecimiento de Tomás Terry el 5 de julio de [[1886]] en [[París]], sus herederos determinaron convertir en realidad el otrora empeño de su padre, para lo que crearon una sociedad civil denominada Sucesión de Don Tomás Terry, cuyo objetivo era la construcción y administración de un teatro llamado Teatro Tomás Terry. El capital inicial de la Sociedad ascendía a la suma de $115 000.00 calculados en oro, de los cuales $57 000.00, o sea la mitad, correspondían a Teresa Dorticós Gómez de Leys, viuda de Terry y la otra parte constituía la división equitativa de los seis herederos vivos de esa numerosa familia. De este capital resolvieron destinar $100 000.00 para construir la edificación y, con ese fin, dieron a conocer, el 25 de mayo del propio año [[1887]], una convocatoria en las principales publicaciones periódicas del país con el propósito de sacar a concurso el proyecto constructivo de la edificación. Con este hecho, la familia convierte al teatro en el único edificio cienfueguero del siglo [[XIX]] cuya ejecución obedece a la selección entre varias propuestas concursantes. El jurado conformado al fin en París, escogió entre tres proyectos presentados, el realizado por el ingeniero militar nacido en [[Santiago de Cuba]], Lino Sánchez Mármol, a quien la familia Terry encomendó encarecidamente la dirección de su ejecución. Es necesario añadir que al igual que Tomás Terry en su propuesta al gobernador Pezuela, la Sucesión conformada por su esposa e hijos también consideró oportuno destinar los productos de la actividad teatral que se llevara a cabo en el edificio, a la consecución de obras caritativas o de beneficio a la instrucción pública local. El 19 de diciembre de 1887 fue colocada la primera piedra en una ceremonia religiosa con un gran público asistente. Jóvenes del Liceo enviaron a Madrid un cablegrama de agradecimiento a Emilio Terry Dorticós y demás familiares. La construcción de la obra se extendió hasta [[1888]]. El 3 de enero de 1890 llegaron a Cruces Francisco Terry, su esposa, y José Emilio Terry, quienes fueron recibidos con efusivas muestras de agradecimiento. Se trasladaron el mismo día a Cienfuegos con igual acogida y fueron objeto de numerosas actividades sociales y artísticas en su propia residencia. Finalmente, el 12 de febrero de [[1890]], tuvo lugar la velada artística inaugural del teatro, en la que subieron a escena reconocidos artistas y aficionados locales. José Emilio Terry y Rafael Montoro -Diputado a Cortes- pronunciaron discursos; y José Pertierra -Presidente del Casino Español- entregó a José Emilio Terry un álbum con acta de gratitud y cuarenta y seis hojas con las firmas de miembros del gobierno, propietarios, periodistas, profesionales, artesanos y otras clases de la sociedad. También se exhibió el telón de boca de peluche rojo, bordado en oro y seda en colores; cuyo costo era de $7 000.00 y del telón intermedio, obra ejecutada por el pintor Camilo Salaya Toro, encargado de los elementos pictóricos de la edificación. El coliseo, significativo como elemento cualificador de la vida cultural y social de nuestra ciudad, adquirió desde su inauguración, el rol protagónico que sólo se otorga a las obras de verdadero valor.  
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La edificación que señorea el ambiente neoclásico del actual [[Parque Martí]] estuvo lista en noviembre de [[1889]], pero su inauguración debió esperar por la llegada desde la Ciudad Luz de los herederos de Terry, pues por algo el finado esclavista había testamentado los 100 000 pesos empleados en la construcción del coliseo. La noche del [[12 de febrero]] de [[1890]], cuando la orquesta del profesor Palace acometía los primeros acordes de la ópera Martha, los asistentes a la función inaugural del teatro [[Tomás Terry]], muchos venidos en tren desde distantes puntos, fueron sin saberlo protagonistas del nacimiento de un monumento de la cultura cubana. El crítico Aniceto Valdivia recitó unas décimas dedicadas a [[Cienfuegos]] y el poeta Diego Vicente Tejera declamó su poesía La hamaca. Los hermanos Terry recibieron un álbum de las autoridades locales como testimonio de gratitud de la ciudad y se dio lectura al acta de inauguración del Teatro. El músico Laureano Fuentes compuso una oda sinfónica especialmente para esa ocasión, que fue interpretada magistralmente. Después, el pianista José Manuel (Lico) Jiménez interpretó una rapsodia de Liszt y otra de su inspiración, y luego la orquesta deleitó al público con dos Marchas Triunfales, una del propio Lico Jiménez y otra de Rafael Palau. Seguidamente se presentó un proverbio dramático de Isaac Carrillo, a cargo de aficionados locales, y la niña Ana María de Mármol ofreció el monólogo Pobre María de Echegaray. La ceremonia concluyó con el orfeón de Cienfuegos que interpretó el himno La gratitud con letra del historiador Enrique Edo y música del maestro Palau. Cerró el espectáculo el Orfeón Glorias de Galicia que interpretó la melodía El mar.
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Los tablones del escenario del TTT son mudos testigos del paso de hitos del arte universal o cubano, léase la francesa [[Sarah Bernhardt]], el italiano [[Enrico Carusso]], la rusa [[Ana Pavlova]], [[Jorge Negrete]], [[Alicia Alonso]], [[Joan Manuel Serrat]], [[Antonio Gades]], [[Ernesto Lecuona]], [[Rosa Fornes]] y [[Silvio Rodríguez]], entre otras luminarias del espectáculo. La locación sirvió además de catapulta hacia la fama nacional a la actriz [[Luisa Martínez Casado]] y el actor [[Arquímedes Pous]], los dos valores más representativos del arte escénico local, en los años de historia cienfueguera.  
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Revisión del 11:26 20 abr 2010


Construcción

Don Tomás Terry fallece en París y al año siguiente, en 1886, vienen a Cienfuegos sus hijos Francisco y José Emilio para distribuir entre los herederos la fortuna que les legó. En esa oportunidad cumpliendo la promesa de su padre separan cien mil pesos para construir un buen teatro, el cual quedó terminado en noviembre de 1889. La obra fue proyectada y diseñada por el ingeniero militar santiaguero Lino Sánchez Mármol, ganador del concurso convocado al efecto, quien apeló a un recurso estilístico propio de la época al concebir la ubicación de los palcos en forma de herradura. Tres mascarones manufacturados en mosaicos de cerámica por la casa italiana de Salviatti, coronan la fachada del edificio, en alegoría a la comedia, la tragedia y Terpsícore, la musa de la música. Funcionalmente, la sala teatro con una platea-balcón, la tertulia y el paraíso.- La pintura mural que atesora el inmueble es obra del destacado artista madrileño-filipino Camilo Salaya Toro, que radicó en Cienfuegos.

Inauguración

La edificación que señorea el ambiente neoclásico del actual Parque Martí estuvo lista en noviembre de 1889, pero su inauguración debió esperar por la llegada desde la Ciudad Luz de los herederos de Terry, pues por algo el finado esclavista había testamentado los 100 000 pesos empleados en la construcción del coliseo. La noche del 12 de febrero de 1890, cuando la orquesta del profesor Palace acometía los primeros acordes de la ópera Martha, los asistentes a la función inaugural del teatro Tomás Terry, muchos venidos en tren desde distantes puntos, fueron sin saberlo protagonistas del nacimiento de un monumento de la cultura cubana. El crítico Aniceto Valdivia recitó unas décimas dedicadas a Cienfuegos y el poeta Diego Vicente Tejera declamó su poesía La hamaca. Los hermanos Terry recibieron un álbum de las autoridades locales como testimonio de gratitud de la ciudad y se dio lectura al acta de inauguración del Teatro. El músico Laureano Fuentes compuso una oda sinfónica especialmente para esa ocasión, que fue interpretada magistralmente. Después, el pianista José Manuel (Lico) Jiménez interpretó una rapsodia de Liszt y otra de su inspiración, y luego la orquesta deleitó al público con dos Marchas Triunfales, una del propio Lico Jiménez y otra de Rafael Palau. Seguidamente se presentó un proverbio dramático de Isaac Carrillo, a cargo de aficionados locales, y la niña Ana María de Mármol ofreció el monólogo Pobre María de Echegaray. La ceremonia concluyó con el orfeón de Cienfuegos que interpretó el himno La gratitud con letra del historiador Enrique Edo y música del maestro Palau. Cerró el espectáculo el Orfeón Glorias de Galicia que interpretó la melodía El mar.

Figuras que han desfilado por sus tabloncillos

Los tablones del escenario del TTT son mudos testigos del paso de hitos del arte universal o cubano, léase la francesa Sarah Bernhardt, el italiano Enrico Carusso, la rusa Ana Pavlova, Jorge Negrete, Alicia Alonso, Joan Manuel Serrat, Antonio Gades, Ernesto Lecuona, Rosa Fornes y Silvio Rodríguez, entre otras luminarias del espectáculo. La locación sirvió además de catapulta hacia la fama nacional a la actriz Luisa Martínez Casado y el actor Arquímedes Pous, los dos valores más representativos del arte escénico local, en los años de historia cienfueguera.


Fuentes

  • [1] Azurina. Portal de la cultura cienfueguera
  • Tomado de Historia y preservación de un Monumento Nacional: Teatro Tomás Terry de Cienfuegos, de Teresita Chepe Rodríguez e Irán Millán Cuétara.