Anémona

Anémonas
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animales sésiles que se fijan al substrato marino
Taxonomía
Nombre científicoAnthopleura xanthogrammica
Reino:Animalia
Filo:Cnidaria
Clase:Antozoos
Orden:Actinarios
Familia:Actinernidae Halcuriidae


Anémonas. Las anémonas de mar o actinias (Actiniaria) son un orden de antozoos hexacorales. Son animales sésiles que se fijan al substrato marino, a simple vista pueden parecer flores de exuberantes formas y colores. Las anémonas son animales, y además, predadores.

Etimología

Por ser anthozoa (etimológicamente, animales flor), se les llama anémonas de mar por su parecido con cierta flor, la anemone. Mientras que su otro nombre, actiniaria, radiadas proviene del griego ακτἰς- aktís, rayo, por su simetría no bilateral, como la de los vertebrados.

Hábitat

Presente en toda la franja infralitoral hasta los 20 m. de profundidad. Se fija al sustrato rocoso en zonas de intensa iluminación solar.

Anatomía

Anatomía Anémona.

Todas estas comparten unas características comunes; tienen largos y delgados tentáculos y una base retráctil capaz de fijarse fuertemente al substrato y también capaz de despegarse para buscar un lugar más "confortable" Su cuerpo es cílindrico, su extremo basal siendo un disco plano que funciona como pie, el disco pedal y su extremo apical siendo el disco oral, el cual tiene la boca en el centro, y alrededor tentácilos compuestos de cnidocitos, células urticantes provistas de neurotoxinas paralizantes en respuesta al contacto, para evadir enemigos o permitirle ingerir presas más fácilmente hacia la cavidad gastrovascular. Aunque hay ciertos animales inmunes, como el pez payaso.

1: tentácilo; 2: faringe; 3: gónada; 4: pared de la columna; 5: septo (mesenterio completo); 6: cínclido; 7: acontio; 8: disco pedio; 9: músculo retractor: 10: septo (mesenterio incompleto); 11: estoma (perforación mesenterial); 12: collar; 13: boca; 14: disco oral

Características físicas

Base ligeramente adherente y suctora, columna lisa de hasta 10 cm. de altura. Cerca de 170 tentáculos ondulantes que pueden alcanzar 15 cm. de longitud y se disponen en 6 coronas. Los tentáculos no pueden retraerse completamente. Al retirarse el agua por el efecto de la marea baja parecen pequeñas masas viscosas aplastadas sobre las rocas. Resisten la acción de los rayos solares y las inclemencias de la brisa recubriendose de una protección mucosa muy abundante.

Respuesta ante los estímulos

El sistema nervioso de una anémona es muy simple y está formado por una red de pequeñas células nerviosas dispuesta de forma longitudinal de arriba hacia abajo recubriendo todo el animal. La velocidad de respuesta ante un estímulo suele ser lenta debido al pequeño tamaño de las células nerviosas. La velocidad aumenta de modo notable en torno al disco oral y hacia abajo en la vertical de los tabiques, donde quedan orientadas las mencionadas células en la dirección de la conducción del impulso nervioso. Para la anémona esto es importante, los tabiques y el borde del disco incluyen los músculos responsables de la retracción de los tentáculos y del cierre del animal. Pellizcada en cualquier punto, responde con un cierre coordinado, que se logra simplemente por tener velocidades adecuadas de conducción a través de la red nerviosa.

Encontramos también, que las respuestas musculares al tocar un tentáculo se propagan hacia fuera más fácilmente que hacia dentro. Un resultado de esto se ve en la alimentación. Los extremos externos de los tentáculos tienden a curvarse en torno a la presa y solamente entonces, aunque la víctima continúe la lucha, comienza la parte interna a contraerse y la presa pasa a través del orificio bucal. Este movimiento no termina con el atasco de la comida en el orificio de la boca. Normalmente comienzan de forma muy lenta a tragar agua y realizando movimientos peristálticos con el tronco se expanden de forma considerable. Pueden cimbrearse de un lado a otro como si estuviesen buscando más comida, después de un rato se encogen de nuevo, y finalmente, expulsan los restos insolubles de su comida a través de la boca. Incluso un día después de la ingestión.

Se ha podido comprobar que son capaces de un cierto aprendizaje, lo que se ha denominado hábitos de posición y hábitos del ciclo de las mareas. También, es muy probable que sigan manteniendo el ritmo de actividad relacionado con el ciclo de las mareas.

Alimentación

En su medio natural su alimentación suele ser muy variada. Partículas en suspensión, plancton, pequeños moluscos, crustáceos e incluso incautos peces que han tenido la desgracia de acercarse demasiado y han sido víctimas del veneno paralizante del nematocisto.

En el acuario se las puede alimentar con Artemia salina, almejas, gambas, mejillón cocido, pescado blanco, plancton liofilizado y alimento seco para invertebrados. Lo mejor es alimentarlos cuatro veces a la semana. Mediante unas pinzas de plástico o una varilla de aluminio se les pone la comida directamente en la boca.

Reproducción

Los métodos que tienen estos animales para sobrevivir y perpetuarse son asombrosos en cuanto a su variedad. Pueden reproducirse de forma sexual o asexuada e incluso hermafrodita. En el acuario será posible que se reproduzcan por bipartición, sobre todo si son sobrealimentadas. Normalmente se comienzan a dividir en su polo basal hasta convertirse en dos animales exactamente iguales. También, puede comenzar esta división en la zona inmediatamente inferior a la corona de tentáculos, entonces se producirán dos animales de diferente tamaño.

Una forma de reproducción muy frecuente en el acuario es por expulsión de pequeños pólipos perfectamente formados por el orificio bucal. Esto suele ocurrir cuando son molestados de forma tan continuada que supone un peligro para la vida de la actinia.

De estos dos procesos de reproducción, la bipartición suele ser más frecuente en las anémonas cuando son sobrealimentadas; y la expulsión de pólipos muy común en las actinias.

Relación del pez payaso y las anémonas

La relación de el pez payaso con la anémona comienza con la eclosión de sus huevos. El pez payaso desovan junto a la anémona y protegen celosamente a sus crías. Antes de que los alevines se despeguen de la roca y comiencen a nadar libremente ya son puestos en contacto con los tentáculos de la anémona que será su primer hogar.

El procedimiento de presentación al alevín de su anémona es muy curioso. Los padres toman un tentáculo y lo frotan repetidas veces por su puesta.

Parece ser que este es el momento en que la mucosa del pez se "inmuniza" a la picadura de la anémona y viceversa, los nematocitos del tentáculo de la anémona deja de reconocer el mucus de la piel del el pez payaso como un suculento bocado. Este proceso es vital para todo el género Amphiprion, gracias a él conseguirán ocupar uno de los lugares más seguros del arrecife, donde se desarrollarán y reproducirán en unas condiciones de privilegio para la conservación de su especie. Ha habido muchas teorías que intentaban explicar este comportamiento y el porqué la anémona no utilizaba sus armas mortales contra estos "inquilinos".

Lo que consiguen peces y crustáceos es obvio: un lugar seguro capaz de disuadir la acción predadora de cualquier enemigo. Pero ¿Qué consigue la anémona?. La respuesta es simple, parece que en realidad no consigue nada.

Tras los últimos estudios parece claro que lo que en realidad hacen el pez payaso es recubrir su piel de una substancia inhibidora del ataque de los nematocitos, con la cual se convierten en "invisibles".Para la anémona simplemente no hay nadie en casa.

Otros estudios son más benevolentes con el pez payaso y apuntan a que aunque a primera vista la anémona no "saca partido" de su relación con el payaso, este la mantiene limpia de impurezas y restos, además, gracias a sus brillantes colores, el payaso hace de cebo para la anémona.

Véase también

Fuentes