Moai (isla de Pascua)
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Los Moais. La isla de Pascua, de nombre indígena Rapa Nui, es uno de los lugares más remotos de la Tierra, distante 3.700 km de la costa americana. En su interior se guarda uno de los misterios más asombrosos, el de las grandes estatuas llamadas moai.
Sumario
Construcción
Hechos de toba volcánica, los moai, de los que se conocen cerca de 900, tienen una altura media de 5 m y 14 toneladas de peso, aunque el mayor pesa 80 toneladas. Su función debió ser ritual, pudiendo representar a antepasados importantes. Levantados alrededor de los siglos XII al XVII, varios moai se colocaban sobre plataformas llamadas ahu. Los ahu constaban de un muro trasero reforzado, otro delantero de retención y una rampa. La estatua, con su pukao o tocado, apoyaba sobre una losa y un relleno de escombros. En el interior del ahu podía haber una cámara funeraria. La construcción de un moai era sencilla. Primero delineado en la roca, era después tallado, dejando una quilla en su espalda que lo mantenía unido a la roca. Acabado el trabajo, se rompía la quilla y se dejaba deslizar ladera abajo hasta un foso, en el que se labraba su espalda.
¿Cómo se transportaron?
Cómo pudieron ser transportadas estas inmensas moles desde el lugar en el que fueron talladas, la cantera de Rano Raraku, hasta sus emplazamientos en el litoral, sin la ayuda de animales de carga. El investigador Thor Heyerdahl propuso que el moai era transportado sobre un trineo, que se deslizaría gracias a lubricantes vegetales. Mulloy sugirió la ayuda de dos grandes postes unidos en V y un trineo curvo, moviendo la estatua gracias al balanceo. Pavel dice que pudieron moverse en vertical, inclinado hacia un costado y luego balanceado hacia adelante. Un trineo de troncos sobre rollos de madera es la hipótesis sugerida por Love. Finalmente, Van Tilburg sugirió que las estatuas debieron recostarse sobre un trineo, que avanzaría a su vez sobre rollos de madera. Probablemente este misterio, como el del fin de la cultura pascuense, nunca nos será desvelado.
Otras versiones
Estamos lejos de develar el misterio de la construcción de los moais; sin embargo, algo podemos inferir, dado que gran parte de estos gigantes fueron abandonados a medio terminar. A continuación comentamos lo que parece ser la teoría más cercana al sentido común. Casi todos los moais que conocemos se esculpieron en la ladera de un volcán extinto, llamado Rano Raraku; las rocas que allí hay son únicas en la isla, fáciles de tallar y al mismo tiempo, suficientemente duras como para resistir el paso de los años. Un observador diría que lo más fácil habría sido hacer rodar la piedra hasta un lugar más cómodo, pero los constructores prefirieron hacer todo el trabajo en el mismo lugar, por razones que permanecen en el misterio. El moai era entonces tallado sobre la misma ladera, tal como aparece en la figura siguiente, y luego quedaba unido a esta por la espalda. Podemos inferir esto con algo de seguridad, puesto que muchos de estos colosos quedaron a medio hacer, en diferentes etapas de su producción, como si de pronto y sin previo aviso las labores hubieran sido interrumpidas.
Traslado
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Una vez terminado el moai, comenzaba la penosa tarea de trasladarlo hasta su lugar de
emplazamiento. No se sabe con exactitud cómo se
realizaba esto y la tradición oral que dice que los moais llegaban a
sus bases “caminando”, obviamente no debe tomarse al pie de la
letra. Algunos experimentos han demostrado que era posible hacerlo
adosando maderos a la estatua como si se tratara de un trineo y
desplazándola sobre rieles hechos con troncos de árboles. Sin
embargo, las últimas investigaciones demuestran la existencia de
troncos inclinados en el camino por donde se realizaba el traslado,
lo que hace suponer que de alguna manera este se hacía a través de
un sistema de palancas.
Gran parte de los últimos moais construidos tiene un pukao
o cilindro de escoria volcánica situado sobre la cabeza. Los pukao
se esculpían en un pequeño cráter llamado Puna Pao y tenían
una coloración rojiza debido a la piedra con que eran hechos.
Cuando el moai llegaba al ahu, o base donde se erguiría
finalmente, se alzaba poco a poco mediante la acumulación de piedras
que iban formando una rampa. Es de suponer que el pukao se le
colocaba cuando se alzaba a unos 45º. La última parte era
la postura de los ojos, hechos de coral y obsidiana o escoria
roja. Se piensa que esto activaba de alguna manera el mana o poder
del moai.
