Dombeya
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Sumario
Etimología
Dombeya, en honor de Joseph Dombey (1742-1794), botánico francés que trabajó en Chile y Perú con los españoles Ruiz y Pavón. Cayeuxii, en honor de Henri Cayeux, naturalista portugués que al parecer obtuvo el cruce entre ambas especies.
Origen
Al parecer procede del cruce entre Dombeya burgessiae Gerr.ex Harv., nativa de África del Sur y Dombeya wallichii (Lindl.) B.D.Jacks., nativa del este de África y Madagascar.
Descripción
Árbol o arbusto grande perennifolio, de 4-7m de altura. De copa redondeada.
Tronco: corteza lisa, ramurada. Hojas grandes (20-30 cm), de largo peciolo, mas o menos orbicular-coroliformes, acuminadas, con la base igual, cordada. La superficie es algo tomentosa, con pelos estrellados y de color verde oscuro. El margen es dentado.
Flores dispuestas en umbelas colgantes, largas, pedunculadas, de 15-18cm de diámetro, con numerosas flores de color rosa. Frutos tipo cápsula de 1 cm de diámetro. Cultivado como ejemplar aislado para destacar su espectacular floración.
Usos
Para adornar jardines rocosos o alpinos, rocallas en general.
Cultivo
Suelos
Poco exigente en suelos, preferentemente fértiles y bien drenados. Resistente a la sequía.
Exposición
Se aconseja de cultivar la Dombeya x cayeuxii en casa o en una sierra calentada; cuando las temperaturas mínimas salen encima de lo 15°C, se puede sacarlas afuera. Cuando las temperaturas mínimas sean muy bajas, podemos proveer a proteger los arbustos más sensibles, cubriendo las raíces con hojas secas o paja. Planta que necesita de al menos unas horas al día de irradiamento solar.
Riego
Si decidimos de cultivar un ejemplar de Dombeya x cayeuxii en una maceta, recordemos que tendrá exigencias ligeramente distintas respecto a un ejemplar cultivado en plena tierra: Prestemos mayor atención a las exigencias hídricas y nutricionales, y controlemos a menudo, el eventual desarrollo de parásitos. Evitemos de regar la Dombeya x cayeuxii Eccesivamente, dejando siempre que entre una regadura y otra, el terreno quede seco almenos por un par de días, entonces intervenimos mojando el substrato en profundidad cada 2-3 semanas, con 1-2 secos de agua .
Abonado
Para obtener un desarrollo lozano, está bien recordar de abonar periódicamente nuestros arbustos; utilizemos un abono lleno de azufre y potasio que favorecerá el desarrolo de la nueva vegetación y de las flores. Podemos intervenir a fines del invierno, mezclando al terreno alrededor de la planta una buena dosis de abono orgánico o de abono químico de lenta liberación.
Durante la primavera también es posible intervenir esporádicamente con abonos liquídos o en polvo, de añadir al agua de las regaduras cada 20-25 días.
Multiplicación
Se multiplica por semillas y esquejes.
