Castillo de Averhoff

Castillo de Averhoff
Información sobre la plantilla
Obra Arquitectónica
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Descripción
Estilo:Castillo inglés
Localización:Mantilla, Arroyo Naranjo, La Habana, Cuba
Uso inicial:Casa de recreo
Uso actual:Sede de la Dirección Municipal de Educación, Instituto Preuniversitario Urbano Kim Il Sung
Datos de su construcción
Inauguración:1917


Castillo de Averhoff. Edificación colonial regalo del magnate Ernesto Sarrà a su hija Celia Sarrà, en su matrimonio con Octavio Averhoff (Coquito), rector de la Universidad de La Habana.

Historia

Nos cuenta el narrador cubano Leonardo Padura Fuentes, en su libro El viaje más largo, que en una colina de la localidad de Mantilla, se inauguró en 1917 una casona de recreo conocida como el Castillo de Averhoff.A finales de la década del 40 y principios del 50 surgen los proyectos de repartos residenciales destinados, por lo general, para pobladores citadinos, pertenecientes a la mediana y pequeña burguesía; así como a la aristocracia obrera, empleados de empresas yanquis. Las condiciones de urbanización de éstos diferían mucho de los repartos que le antecedieron.

Con el establecimiento de la Escuela de Arquitectura en la Universidad de La Habana en 1909, se comienza a desarrollar un estilo arquitectónico verdaderamente cubano; por esta razón, hasta entonces, los principales arquitectos de esa época eran extranjeros. En este contexto, en la arquitectura cubana va a predominar el Art Nouveau y el Eclecticismo.

El desarrollo urbano, así como el crecimiento demográfico determinaron el desplazamiento paulatino de las viviendas de la alta burguesía, ya sean sus residencias habituales o sus casas de descanso, a las afueras de la ciudad. Es por ello que la venta de bienes raíces y la edificación de inmuebles particulares fueron algunos de los negocios más lucrativos durante la República Neocolonial.

Arquitectura

La construcción de este castillo inglés en la Finca San Carlos, había comenzado en 1912, en ella se utilizaron piedras azules extraídas de una cantera cercana, las tejas fueron traídas desde Chicago, el granito y los mármoles desde Italia y la madera de Sudamérica. El resultado fue una construcción de tres plantas, una para recibir visitas y organizar fiestas; otra para el uso de moradores y huéspedes, y la superior para albergar a los criados. El matrimonio solo venía al castillo por pequeñas temporadas y con muchos invitados, para realizar fiestas. La mansión constituye una vivienda de grandes dimensiones que tenía varias rutas de acceso. Se crearon hermosos jardines, uno de los cuales exhibe la estatua de una mujer hecha de piedra porosa con el rostro de la dueña del lugar. Asimismo, se acondicionó una laguna artificial para el disfrute de sus propietarios.

Posee un gran portal al estilo neoclásico rodeado por calles. Como parte de la decoración interior se pueden apreciar pisos de granito con figuras y cenefas realizadas en mosaico. Además, se utilizó mármol importado de Italia tanto en los pisos como en la escalera principal. En el segundo piso se pueden observar paredes revestidas de mármol blanco y rojo. Las paredes fueron levantadas con piedras azules extraídas de una cantera cercana, y talladas a mano. Las tejas del techo, estilo Rococó, fueron enviadas desde Chicago y toda la madera fue traída de la selva suramericana.

Era una vivienda de 3 plantas. La primera estaba acondicionada para recibir visitas y realizar festejos. Cabe señalar que la mansión fue visitada en varias ocasiones por personalidades de la época. Una de ellas fue Summer Welles quien fue invitado más de una vez al suntuoso palacio particular (García, 1984). La segunda planta fue destinada a las habitaciones de la familia y la tercera a las habitaciones de los 40 criados que atendían la mansión. En la edificación se conjugan armoniosamente elementos de diversas procedencias. En este sentido, el estilo con el que se define es el ecléctico el cual alcanzó una gran popularidad a inicios del siglo XX. Este estilo fue asumido por la burguesía internacional a mediados del siglo XIX en Europa y a principios del siglo XX en Cuba.

Antes del Triunfo de la Revolución Cubana

En el gobierno del dictador Gerardo Machado, Octavio Averhoff se convirtió en secretario de Instrucción Pública, para dedicarse a componer las arbitrariedades del régimen. Según afirma Padura en su libro, fue el responsable del asesinato del líder estudiantil Rafael Trejo, cuando ordenó al verdugo Rafael Carrera, jefe de la policía, que impidiera el desfile de los universitarios aquel 30 de noviembre de 1930.

En el año 1933 con la caída del tirano, el castillo de Averhoff, recibió la ira popular, que su dueño esquivo huyendo al extranjero. Hasta 1939 el edificio fue propiedad estatal, permaneciendo allí la 15 Estación de Caballería. Al ser devuelto a su dueño, su apoderado, el doctor Ricardo Lombart, puso la finca al cuidado de Pablo Cancio.

Después del Triunfo de la Revolución Cubana

Con el Triunfo de la Revolución se estableció en la casona una Unidad Militar y a partir de 1976 fue la sede del Comité Ejecutivo del Poder Popular de la antigua provincia La Habana, hasta que a fines del año 2010 con la división de La Habana en las provincias Mayabeque y Artemisa, dio paso a la Dirección Municipal de Educación de Arroyo Naranjo.A partir de septiembre de 2011 también radica allí el Instituto Preuniversitario Urbano Kim Il Sung.

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Fuente

Álvarez, P. T., López, F. C., & Mencía, M. (2015). Historia de Cuba 1899-1958. Estado nacional, dependencia y Revolución. La Habana: Pueblo y Educación.

Álvarez-Tabío, E. (1989). Vida, mansión y muerte de la burguesía cubana. La Habana: Letras Cubanas.

Bianchi, C. (17 de julio de 2007). El déspota en fuga . Recuperado el 5 de diciembre de 2019, de www.cirobianchi/barracahabanera.com

Bianchi, C. (13 de octubre de 2018). Gente y lugares de la Habana I. Recuperado el 5 de diciembre de 2019, de Juventud Rebelde: http://www.juventudrebelde.cu/columnas/lecturas/2017-06-24/gente-y-lugares-de-la-habana-i

García, R. P.-R. (2000). Historia de Arroyo Naranjo. Arroyo Naranjo, La Habana, Cuba: Inédito.

García, R. P.-R. (1984). Un siglo, tres jóvenes, un barrio cubano. La Habana.

Hechevarría, Y. M. (2015). El Castillo Averhoff, sus valores históricos y culturales. La Habana. Padura, L. F. (1994). El viaje más largo. La Habana: Ediciones Unión.