Diferencia entre revisiones de «Just Fontaine»
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Revisión del 13:32 2 dic 2010
Plantilla:Personaje deportivo Just Fontaine. Delantero nacido en Marrakech, Marruecos, un 18 de agosto de 1933, fue un futbolista que destacó con los colores franceses y que el Mundial de Suecia 1958 le bastó para consagrarse como el mejor goleador en una sola justa. Los 13 goles marcados en el certamen escandinavo le sirvieron al franco-marroquí para dejar escrito su nombre de por vida, con un récord que al parecer se vislumbra complicado para superar o igualar.
Sumario
Síntesis biográfica
Fontaine inició su carrera en el club Casablanca de Marruecos, donde jugó de 1950 a 1953. Luego pasó al Niza en 1953, donde anotó 44 goles en 3 temporadas con el club. En 1956 pasó al Stade de Reims para reemplazar a Raymond Kopa. Allí, Fontaine hizo 121 goles en 6 temporadas. En total, Fontaine anotó 165 goles en 200 partidos en la Ligue 1, y obtuvo dos veces el campeonato en 1958 y 1960.
Trayectoria deportiva
Fontaine, inició su carrera profesional, con apenas 17 años de edad en el club Casablanca de Marruecos, con el que jugó de 1950 a 1953 para que posteriormente pasara al balompié francés, donde demostró su gran olfato goleador que lo llevó a ser seleccionado con ‘Les Bleus’. En 1953, Fontaine, debutó con la playera del combinado galo y de inmediato se hizo notar al marcar tres goles en el triunfo de Francia 8-0 sobre Luxemburgo, el 17 de diciembre. El centro delantero, disputó nada más la Copa Mundial de 1958, suficiente para llegar con Francia al tercer lugar de un certamen donde se hizo presente en los siete partidos que jugó, en la fase de grupos, le anotó tres a su similar de Paraguay, dos a la extinta Yugoslavia y uno más a Escocia. En la ronda de cuartos de final, perforó en dos ocasiones la meta de Irlanda del Norte, en las semifinales marcó un gol contra Brasil, rival con el que cayeron 2-5, en el partido por el tercer lugar Fontaine se despachó con cuatro dianas ante Alemania Federal, lo que ayudó que Francia se quedara con el premio de consolación, al doblegar 6-3 a los teutones. Sin duda y como le pasa a todos los goleadores, lo hecho por Fontaine a lo mejor no se hubiera dado sin la ayuda de Raymond Kopa, con quien se entendía a la perfección en el eje de ataque galo. “Ser el máximo goleador, en aquella época (1958) a nadie le importaba mucho. Yo marqué goles porque mi entendimiento con Kopa de repente fue bueno, porque nos alegrábamos de estar todos juntos y porque el equipo practicaba un fútbol ofensivo”, llegó a declarar Fontaine años después del Mundial de Suecia.
Su retiro
El franco-marroquí se retiró de la Selección Francesa el 11 de diciembre de 1960 contra Bulgaria, durante ese lapso de siete años de seleccionado, hizo 30 goles en 21 convocatorias, lo que sin duda lo llevó a tener un promedia de 1.43 tantos por partido.
La FIFA lo nombró como uno de los mejores 125 futbolistas de la historia en marzo de 2004.
Record de más goles anotados
Gracias a sus 13 tantos en el Mundial de Suecia 1958, Fontaine en la actualidad ostenta el record de más goles anotados en un mismo certamen y en total ocupa el tercer lugar como máximo romperredes, por detrás del brasileño Ronaldo (15), quien estuvo en cuatro mundiales y el alemán Gerd Muller (14), quien actuó en dos. Sin duda que si Fontaine hubiera disputado más Copas del Mundo, su registro de goles hubiera aumentado, desafortunadamente diversas lesiones en los tobillos y en la pierna izquierda lo hicieron abandonar el fútbol como jugador a los 27 años de edad.
Clubes
A nivel de clubes, Just Fontaine jugó de 1953 a 1955 en el Niza y de 1956 a 1962 en el Stade de Reims, ambos equipos de Francia, donde consiguió cuatro títulos de Liga, dos Copas de Francia, así como dos campeonatos de goleo (1958 y 1960), después fue director técnico donde no corrió con mucha fortuna, en la actualidad es miembro de la Federación Francesa de Fútbol.
Curiosidad
Fontaine tuvo que jugar el Mundial con las botas de su compañero Stéphane Bruey. Se las devolvió seis partidos después con trece goles más. La estadística permanece ahí, inalterable con el paso del tiempo, valiosa e inédita, intocable para todas las grandes figuras que han pasado por la historia de los Mundiales. Sin embargo, pocos conocen más allá del dato, de la heroica cifra. Y es que muchas fueron las circunstancias que se aunaron para llevar a Fontaine a tocar el cielo con las manos en aquella cita mundialista. Francia fue la primera en llegar a tierras suecas, entre otras cosas, porque muchos pensaban que también serían los primeros en irse. No fue así. Fontaine, por aquel entonces, no entraba en el once ideal de Batteux, seleccionador de los 'bleus', a pesar de llegar con una carta de presentación inmejorable: 34 goles con el Stade de Reims, pichichi de la Ligue 1 y Bota de Oro europea. Y aquí se dio el primer factor para alcanzar la gesta. La suerte o como quieran llamarle se alió con Fontaine, y la lesión del delantero titular, Raymond Blair, la abrió las puertas de la titularidad. De ahí, a la gloria. Lo que casi nadie sabía por entonces es que las botas con las que Fontaine perforaba las porterías rivales no eran suyas. En aquella época, cada jugador tenía dos pares de botas, y el bueno de Fontaine llegó a Suecia justito de material. Stéphane Bruey, compañero en el combinado nacional, tuvo que prestarles unas. Y Fontaine se las devolvió, seis partidos después y con trece goles más.
