Ángel de la Torre

Ángel de la Torre
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Personaje costumbrista del período antes del triunfo de la Revolución que se internó en el Bosque Almendares a vivir como un aborigen vestido solo con un taparrabos.
NombreÁngel de la Torre Díaz
NacimientoLa Habana, República de Cuba Bandera de Cuba
FallecimientoChicago
ResidenciaLa Habana
NacionalidadCubana
Otros nombresTarzán cubano
CiudadaníaCubana
OcupaciónProfesor de Educación Física en el Instituto de Segunda Enseñanza de Marianao. (1948-1952)
Conocido porEl tarzán cubano
Cónyuge
HijosDos hijas
FamiliaresHermano del secretario del cardenal Manuel Arteaga Betancourt
PremiosMedalla de oro en nombre de la Federación Náutica de Cuba


Ángel de la Torre. Ciudadano cubano que en la década de 1940 alcanzó renombre de celebridad al internarse en el Bosque Almendares para vivir al aire libre y de forma completamente natural. Entre sus aventuras figuran lanzarse de clavado en el río desde el puente Asbert de la Calle 23, tomar una canoa y remar río abajo, bordear el litoral habanero y desembarcar frente al Castillo de La Punta escasamente vestido con un taparrabos.

Historia

Ángel tenía claro su próposito: alcanzar fama y renombre con sus locuras, que él llamaba hazañas, y poco a poco ganó seguidores y detractores. Como es lógico muchos lo tomaron precisamente como eso, solo un loco más, sin embargo otros seguían sus travesuras con un poco de intriga y sorpresa, llegando a convertirse en un célebre personaje popular.

Muchas personas acudían al Bosque de La Habana, donde se instaló, a conocerlo, y era todo un espectáculo, sobre todo para los niños, verlo trepar a los árboles y remar en su canoa. No faltaban sin embargo, los que iban al lugar a molestarlo e incluso agredirlo a pedradas, peron nunca ripostó esas agresiones. Jamás le hizo daño a nadie.

Algunas de sus ocurrencias

En cierta ocasión decidió burlar a las autoridades, así que una noche tomó una canoa y remó río abajo hasta desembarcar frente al Castillo de la Punta, todo esto lo hizo escasamente vestido como los aborígenes isleños con tan solo un taparrabos, así se internó en la Habana Vieja y fue el tal revuelo en la ciudad que fue perseguido por la policía.

Pero el hombre era tan ágil que no pudieron capturarlo. Retomó su canoa y volvió a meterse bosque adentro. Había logrado quizás su objetivo, salir en la radio y dar de qué hablar en la prensa. Tras esta última hazaña, la prensa comenzó a encabezar titulares con su nombre. Sin embargo, las autoridades no le dieron mucha importancia ya que consideraban que no era más que un inofensivo lunático.

En una ocasión saltó de la azotea del Diario de la Marina, en Prado y Teniente Rey, hacia la calle. La caída le provocó la fractura de varios huesos y empleados de la Cruz Roja lo recogieron y trasladaron a un hospital.

Su verdadera hazaña

Ángel, llegó a realizar lo que nadie se había atrevido a hacer antes: remar solo en una canoa desde la desembocadura del río Almendares hasta Varadero. Le pronosticaron que en el tronco en que viajaba no lograría vencer los rompientes de Jaruco ni la punta de Seboruco y, mucho menos, lograría traspasar la imponente boca de la bahía de Matanzas; incluso, pronosticaron que el cansancio físico lo rendiría y arrastrado por la corriente iría a dar contra el diente de perro o, peor aún, desaparecería mar afuera y nunca más se sabría de él.

Logró su objetivo

En julio de 1946 en medio de una gran expectación logró llegar hasta Varadero donde fue recibido con entusiasmo. Su llegada al balneario coincidió con las regatas nacionales para remos, las que presenció como invitado de honor; recibiendo, además, de los deportistas participantes la más cerrada ovación en reconocimiento a su hazaña.

Reconocimiento

En reconocimiento al esfuerzo que había hecho, algo que nunca antes nadie había logrado, el comodoro del Habana Yacht Club, Rafael Posso le haría entrega de una medalla de oro en nombre de la Federación Náutica de Cuba por haber sido el primer cubano de la historia en remar 90 millas.

Otros datos sobre el Tarzán cubano

Ángel estaba casado y tenia dos hijas. Durante el Gobierno de Carlos Prío (1948-1952) obtuvo un nombramiento de profesor de Educación Física en el Instituto de Segunda Enseñanza de Marianao. Al triunfo de la Revolución el capitán Juan Nuiry Sánchez, nombrado interventor de la Cooperativa de Ómnibus Aliados (COA), le da empleo como inspector y le pide que enseñe a marchar a los milicianos del sector.

Emigra hacia E.U.A.

Tiempo después emigró a Miami. Y allí un conocido lo sorprendió mientras corría en taparrabos por Biscayne Bulevard. Conversaron y el Tarzán cubano le dijo que estaba haciendo ejercicios, nada que aún seguía con sus excentricidades tal y como dice el proverbio:

Genio y figura hasta la sepultura...

Luego se marchó hacia Nueva York, y más tarde a Chicago. Desde allí llamó a su amigo y le dijo que se hallaba vinculado a un sindicato de ómnibus y al parecer allí falleció.

Fuentes