Édouard Louis
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Édouard Louis (Hallencourt Somme 1992) ,es un joven escritor, autor, historiador y sociólogo francés .Es conocido por su trilogía de novelas autobiográficas que abordan temas socialmente incómodas como la homofobia.
Biografía
Édouard Louis nacido con el nombre de Eddy Bellegueule, y más tarde se transformó en Édouard Bellegueule, creció en el norte de Francia, en un poblado llamado Hallencourt, creció en el seno de una familia pobre.
Es licenciado en Historia en la Universidad de Picardía y Sociología en la Escuela Normal Superior de París.
Es conocido por su labor como editor dentro del ámbito universitario, así como por su faceta como escritor. En 2014 publicó Para acabar con Eddy Bellegueule, una novela con una fuerte influencia autobiográfica. Muy comentado en los medios, traducido a veinte idiomas y ampliamente elogiado por sus cualidades, el libro también genera varias controversias, incluida la forma en que retrata a su familia y su entorno social.
A lo largo de su trayectoria Louis ha ganado premios como el Pierre Guénin contra la homofobia e igualdad de derechos y se ha consolidado como escritor con obras como Quién mató a mi padre e Historia de la violencia.
Bibliografía
- Quién mató a mi padre
- Historia de la violencia
- Para acabar con Eddy Bellegueule
- Lucha y metamorfosis de una mujer
- Cambiar: método
Sinopsis de uno de sus libros
- Historia de la violencia
La publicación de Para acabar con Eddy Bellegueule proyectó a Édouard Louis como uno de los escritores jóvenes más destacados en el panorama de las letras francesas. La novela, de tintes marcadamente autobiográficos, se convirtió de un día para otro en un auténtico fenómeno de ventas y crítica, que se extendió a países tan dispares como Albania, Dinamarca o Estados Unidos. Dos años después, Louis vuelve con una historia sobrecogedora. La madrugada de un veinticinco de diciembre, cuando regresaba a casa tras cenar con sus amigos más íntimos, Édouard se encontró casualmente con un desconocido y lo invitó a su apartamento. Unas horas más tarde, en un acto de una brutalidad inusitada, el hombre lo violó e intentó estrangularlo. Basándose en esta experiencia traumática, el autor ha realizado un audaz ejercicio de catarsis literaria no sólo para analizar y comprender los impulsos más viles y ultrajantes de los que es capaz el ser humano, sino también para explorar las múltiples facetas de la violencia. En un alarde de sinceridad extrema, Édouard Louis franquea la barrera del pudor y consigue algo que está al alcance de muy pocos creadores: hacernos sentir y pensar a la vez. Sin ningún tipo de restricción, su testimonio es profundamente emotivo e inteligente, por lo que merece figurar entre las obras más representativas de nuestro tiempo.
- Quién mató a mi padre
Consolidado como el nuevo enfant terrible de las letras francesas gracias al impacto de obras tan singulares como Para acabar con Eddy Bellegueule e Historia de la violencia, dos libros de tintes marcadamente autobiográficos que anticipaban la irrupción de la ultraderecha en Francia y sus nefastas consecuencias, Édouard Louis vuelve a la carga con un j’accuse tan breve como demoledor acerca de las desigualdades sociales del país, que es, a la vez y sobre todo, un ejercicio de reconciliación muy emotivo con su padre moribundo. Grito airado contra el abandono y el desprecio de los políticos hacia las clases trabajadoras más desfavorecidas, este libro combina retazos íntimos de una tormentosa relación paternofilial fracturada por la vergüenza, la pobreza y la homofobia, con mordaces y específicas denuncias de los salvajes recortes impulsados por los sucesivos gobiernos de Chirac, Sarkozy, Hollande y Macron, a los que el autor acusa, como mínimo, de homicidio complaciente. Éxito fulminante de ventas y de crítica, llevado a los escenarios con enorme repercusión, traducido a numerosos idiomas y rodeado de una gran expectación mediática por su carga de profundidad contra los poderes públicos, este lacerante testimonio personal se ha convertido en un texto de referencia para quienes, como los «chalecos amarillos», no quieren pertenecer a esa categoría de seres humanos a los que, como al padre de Louis, «la política tiene reservada una muerte prematura».