Ídolo precolombino de oro

Ídolo precolombino de oro
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48 milímetros de alto
Representa una mujer desnuda, de pie, y sujetando entre sus manos una pequeña vasija del mismo metal y a la altura del vientre.

Ídolo precolombino de oro. Es el primer ídolo de oro encontrado en Cuba. Representa a una mujer desnuda, está fundido en oro de 10 quilates y mide de altura 48 milímetros. Su hallazgo se reporta en la primera mitad del siglo XX. Se expone en el Museo Indocubano Baní, y es el símbolo de dicha institución.

Descripción del ídolo de oro

Este ídolo es fundido en oro de 10 quilates, mide de altura 48 milímetros y de 8 adarmes de peso, representa una mujer desnuda, de pie, y sujetando entre sus manos una pequeña vasija del mismo metal y a la altura del vientre. La cabeza está adornada con tres penachos a modo de plumas estilizadas y de las orejas sobresalen dos discos en forma de espira de caracol. La cara, nariz, ojos y boca de este ejemplar, son muy semejantes a los que se encuentran a los que se encuentran en los objetos de cerámica, concha, huesos y piedra de la región. En la porción del tórax sobresalen dos pechos desnudos, finalizan las piernas del ídolo con pies sin dedos y las piernas en forma de nódulos.[1]

Idolillo de cuarzo (sin cabeza) encontrado donde mismo apareció el ídolo de oro.

Leyendas sobre la aparición del ídolo de oro

Cuenta la historia que entrada ya la primera mitad del siglo XX, fue encontrado por un niño durante las excavaciones propias de la infancia: una figurilla de metal dorado. La sorpresa del pequeño frente al inusual hallazgo fue maravillosa, la madre, al verlo, presa de la superstición, temió por la dudosa procedencia del raro objeto y arrebatándolo de las manos del pequeño lo arrojó por la ventana más próxima. Quiso la suerte y el destino que la figurilla apareciera una y otra vez, hasta que finalmente fue arrojada por una letrina.

Años más tarde, un anciano excavaba por labores de plomeria cuando salió a la luz nuevamente la misteriosa escultura. Según relata esta versión encontrada en la prensa de la época, el señor la cambió a un coleccionista por un radio Galena. Resultó ser el primer ídolo de oro encontrado en Cuba. Pero para sumar interés al hoy símbolo del Museo Indocubano Baní, en entrevista realizada el 8 de agosto de 1984 a la señora Elba Sarmiento Pérez, ella declaró haber encontrado el ídolo en la zona de Yaguajay, específicamente en el patio de Eloína Sierra. Según relata Elba, este le fue arrebatado por su prima Elvira Sierra, quien lo botó, para más tarde ser recuperado por su hijo, Roger Vilar Sierra. Entonces le fue entregado a Orencio Miguel Alonso, hombre al que el territorio y el país le deben la colección donada al fondo museológico del Museo Indocubano Baní, fundado en 1965.

Estudios sobre el ídolo de oro

En 1948 Orencio Miguel Alonso, presentó en el Séptimo Congreso Nacional de Historia, el reporte titulado: El primer ídolo precolombino en oro encontrado en Cuba, en el cual plantea que el hallazgo había ocurrido el año anterior y afirmaba que era el primer ídolo de oro encontrado en Cuba.

Compara el ídolo encontrado en la zona de Yaguajay, Banes con otros similares pertenecientes a las culturas mesoamericanas y suramericanas. Explica que en Costa Rica existen dos con semejanzas en los discos de las orejas y las piernas. En el Perú conservan uno con rasgos parecidos en la cara, ojo, nariz, boca y piernas. En Colombia se encuentra un ejemplar que también guarda parecido, pues tiene penachos de plumas estilizadas, discos en las orejas, pie sin dedos, rodillas modulosas y la misma posición de manos.[2]

Imágenes de Costa Rica con parecido en los discos de las orejas.

El arqueólogo banense al evaluar la procedencia de esta pieza se plantea varias interrogantes como: la llegada de otros grupos humanos con diferente cultura y le enseñaron a los pobladores de esta zona el trabajo en oro; pudo haber sido el resultado del intercambio con los habitantes del continente; e incluso se pregunta si es autóctono. Esto le motivó solicitar el criterio de especialistas, en quienes prevalece la hipótesis de que proviene del norte de Suramérica, probablemente de Colombia.[3]

En el Octavo Congreso Nacional de Historia, Orencio fue el relator de la mesa de la sección primera de prehistoria. En dicho evento presentó el ídolo de oro, que ya lo había presentado en el congreso anterior, pero esta vez sería examinado por otros arqueólogos como el profesor J. M. Cruxent, director del Museo de Ciencias de Caracas.

El Dr. Morales Patiño planteó:

”Mi criterio por la observación morfológica del ejemplar se inclina al arte Chibcha. El guanín era usado en las Antillas aunque no faltaban piezas hechas en el Continente.”[4]

El Dr. Carlos García Robiuo afirmó:

”He consultado algunos libros a ese respecto y he podido comprobar que se trata de un idolillo de Centro América, casi pudiera afirmar que es de Colombia.“[5]

El Dr. Irving Rouse señaló:

”Es evidente que es indio y probablemente procede de Panamá o Colombia, aunque me inclino a creer que es de Colombia, sin poder decir fijamente de que parte de este país.”[6]

El Dr. S. K. Lothrop expresó que:

”Tiene ciertas cualidades estéticas del Norte Sur Americano pero poco en común de los pocos ejemplares conocidos de oro venezolano.”[7]

En el Estudio comparativo del pendiente efigie de oro encontrado en Banes, el Dr. Oswaldo Morales Patiño arribó a tres consideraciones:

  • Primera: Si fueramos a juzgar por el rango más saliente o característico y este bastara por sí solo, estimaríamos sin duda que es el aspecto de la diadema. Por ella las más parecidas son de estilo Coclé de Chichen Itzá, Yucatán, que tiene las puertas igualmente curvadas hacia abajo y fijas al adorno de las orejas: las de Sinú (aunque con las puntas libres), y los “pendientes águila” sobre todo de Veraguas.
  • Segunda: Por el análisis químico: aunque es incompleto lo referente a la pieza de Banes, resalta una gran analogía con dos ejemplares parecidos de Veraguas. Entre ellos la proporción del oro y cobre es idéntica.
  • Tercera: Dictaminando por el mayor número de analogías, que al propio tiempo se presentan con mayor frecuencia en la cultura de Veraguas, así como por la impresión de conjunto que concuerda con lo indicado –habría que decidir que la pieza estudiada proviene de esa región panameña con la cual hubo repetidos contactos (al igual que con la región Sinú, por el Golfo de Urabá, Colombia) desde el Descubrimiento, Conquista y Colonización.[8]
Fachada del Museo Indocubano.

Ídolo de oro, símbolo del Museo Indocubano Baní

Esta pieza es una de las más valiosas que atesora este museo y constituye el símbolo que lo identifica. Este ídolo está catalogado como de valor excepcional, valorado en más de un millón de pesos.[9]Su controvertida procedencia lo dota, sin dudas, de un simbolismo mágico.

Referencias

Fuentes

  • Dr. C. Yurisay Pérez Nakao, historiadora del municipio Banes y Lic. Mariela Eva Hernández Ortiz, directora del Museo Indocubano Baní.
  • “El Museo Baní”, en: Mujeres. La Habana, 4 de abril de 1975.
  • Gómez Iglesias, David J. y Marlene Martínez Pupo. Holguín coleccionismo y museos, Editorial La Mezquita. Holguín, 2011.
  • Miguel Alonso, Orencio: “El primer ídolo de oro precolombino encontrado en Cuba”, en: Arqueología y Etnología. La Habana. Año VII, Época II, No. 13 - 14, enero - diciembre 1951, pp. 158 - 165.
  • Morales Patiño, Oswaldo: “Arqueología cubana”, en: Arqueología y Etnología. La Habana. Año III, Época II, No. 6 - 7, enero – diciembre 1948, pp. 5 – 36.
  • ________: “Arqueología cubana”, en: Arqueología y Etnología. La Habana. Año IV, Época II, No. 8 - 9, enero – diciembre 1949, pp. 5 – 48.
  • ________: “Estudio comparativo del pendiente efigie de oro encontrado en Banes”, en: Arqueología y Etnología. La Habana. Año VII, Época II, No. 13 - 14, enero – diciembre 1951, pp. 166 – 199.
  • Pérez Nakao, Yurisay y Mariela Eva Hernández Ortiz: La obra de Orencio Miguel Alonso para la arqueología banense.
  • Pérez Sanz, María Alejandra: Propuesta del procedimiento para la valuación de piezas arqueológicas en el Museo Indocubano Baní. (Material inédito).
  • Pichardo Moya, Felipe: Caverna, costa y meseta, editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1990.
  • Tabío, Ernesto y Estrella Rey: Prehistoria de Cuba, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1985.
  • Documentos que forman parte del archivo particular de su sobrino Ángel Alcalde Miguel (Kike), cuyas fotocopias conserva la Lic. Mariela Eva Hernández Ortiz, Dtra. Del Museo Indocubano Baní.