Adviento

Adviento
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Concepto:El Adviento es el período de preparación para celebrar la Navidad y comienza cuatro domingos antes de esta fiesta. Además se encuentra en el comienzo del Año Litúrgico católico.

' El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico, empieza el domingo más próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Son los cuatro domingos anteriores a la Navidad y forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia. El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.

Un poco de historia

En el siglo IV de nuestra era los cristianos comenzaron a celebrar la venida del Señor entre los hombres. Era una celebración nueva, en esa época, pues antes de ella sólo se celebraba el día de Cristo, la Pascua del Señor, no sólo el día anual de la Pascua sino cada domingo. Surge la fiesta de la Navidad para celebrar el aniversario de la venida del Señor y también como ocasión para combatir las fiestas paganas -que se celebran el 25 de Diciembre en Roma y para los egipcios el 6 de Enero- proclamando la fe de la Iglesia en la Encarnación y Nacimiento del Verbo. Fijada la celebración del Nacimiento del Señor, ésta se va preparando durante un tiempo. Esta costumbre tuvo su origen en Francia y España; y en el siglo VII, aproximadamente, se extiende a Roma naciendo así este tiempo litúrgico, que hoy llamamos Adviento. Ya en los primeros datos sobre el Adviento se descubre un carácter escatológico a la vez del carácter de preparación a la Navidad, lo cual ha llevado a la discusión sobre el sentido originario del Adviento. En estas discusiones unos han optado por la tesis del adviento orientado a la Navidad, mientras otros optaron la tesis de preparación a la venida escatológica.

Sentido y estructura

La celebración del Adviento dura cuatro semanas que están divididas en dos etapas. Durante este tiempo se prepara la Venida del Señor contemplada en dos aspectos: la Venida escatológica y la venida histórica. La primera etapa empieza el primer domingo de Adviento y termina el día 16 de diciembre. En esta etapa la Venida del Señor es contemplada en sus dos dimensiones, los creyentes son invitados a prepararse para salir al encuentro del Señor y recibirlo en la existencia concreta. La segunda etapa pone la atención en la venida histórica del Señor, es como una "Semana Santa" que prepara la Navidad. De lo señalado hasta el momento se puede inducir cuál es el sentido del Adviento, lo más importante es que se trata de la Venida del Señor, el Señor vendrá y por eso hay que estar preparado; no de cualquier manera se puede recibir al Señor, es necesaria una preparación previa. Esta preparación es la conversión del corazón acompañada del gozo y la alegría, la esperanza y la oración. El tiempo del Adviento es el tiempo de la esperanza, de poner en ejercicio esta virtud que con la fe y el amor constituyen la trama de la vida espiritual. El Adviento difiere de la Cuaresma, pues no es directamente penitencial, sería un error pensar en el Adviento como una Cuaresma que antecede a la Navidad. Las lecturas de este tiempo nos orientan en las dos dimensiones de la Venida del Señor ya señaladas, en la primera lectura se escucha a los profetas mesiánicos, especialmente Isaías, anunciando al Salvador y los tiempos nuevos y definitivos; en el Evangelio se oyen exhortaciones del Señor a la vigilancia y textos del Evangelio de la infancia. Este sentido de espera de lo definitivo se expresa en la liturgia mediante la supresión de los símbolos festivos, falta algo para la fiesta completa que sólo tendrá el culmen de la alegría cuando el Señor esté con su pueblo.

Personajes del Adviento

El tiempo del Adviento nos presenta tres personajes que nos ayudan a preparamos para las fiestas navideñas. Isaías es el profeta del Adviento. En sus palabras resuena el eco de la gran esperanza que confortará al pueblo elegido en tiempos difíciles y trascendentales, en su actitud y sus palabras se manifiesta la espera, la venida del Rey Mesías. Él anuncia una esperanza para todos los tiempos. En nuestro tiempo conviene mirar la figura de Isaías y escuchar su mensaje que nos dice que no todo está perdido, porque el Dios Fiel en quien creemos no abandona nunca a su pueblo, sino por el contrario, le da la salvación. Juan Bautista, el Precursor, es otro de los personajes del Adviento; él en su persona y sus palabras nos resume toda la historia anterior, él prepara los caminos del Señor, nos invita a la conversión, anuncia la salvación, señala a Cristo entre los hombres. Las palabras de invitación a la penitencia de Juan el Bautista cobran una gran actualidad hoy, su invitación es importantísima; para recibir al Señor hay que cambiar nuestra mentalidad engendradora de malas acciones, para encontrarnos con Él después de nuestro cambio interior. María, la Madre del Señor es el tercer personaje del Adviento. En ella culmina y adquiere una dimensión maravillosa toda la esperanza del mesianismo hebreo. María espera al Señor cooperando en la obra redentora. El Adviento es el mes litúrgico mariano, en este tiempo María aparece en los textos bíblicos, sobre todo en la última semana. Su actitud de confianza y esperanza activa es un modelo a seguir.

Adviento Judeo-Cristiano y expectación suprema

Todas las religiones celebran su Adviento. Pero, entre todos los Advientos celebrados, el que proclaman el judaísmo y el cristianismo ofrece singularidades extraordinarias, al calor de una fe que se alimenta en la Palabra y el Amor desbordante de un Dios que es padre del pueblo elegido... En la tradición judía, Yavé, Dios único y creador, se convierte en providencia amorosa y luz que alumbra toda la historia del pueblo elegido a través de Alianzas de fidelidad, Leyes de vida y culto, y Promesas de gracia que recorren los libros del Antiguo Testamento.... Entre esas Promesas, el ventanal del Adviento se abre con un compromiso sagrado y una exigencia: compromiso divino de que Yavé enviará a Israel un Mesías Liberador; y exigencia al pueblo de que viva a la espera del Mesías, en prolongado Adviento, sin desfallecer ¿No es hermosa esta de Israel, pueblo llamado a vivir en permanente Adviento, porque el MESÍAS prometido llegará...? ¡Hermosura es la promesa !Pero no lo es el dolor de la esperanza frustrada... Porque ese Mesías, el prometido, llegó ya; llegó en la plenitud de los tiempos, en JESÚS DE NAZARET.! ¡ Y los suyos no le recibieron.! Los judíos recorren todavía hoy el mundo soñando con otros mesías. En la tradición cristiana, las cosas cambiaron. Nosotros, iluminados por la gracia del Nuevo Testamento, confesamos en Adviento y Navidad que Jesús de Nazaret es el MESÍAS ESPERADO DE ISRAEL y lo adoramos como a tal ... Por eso hacemos un Adviento jubiloso que colma toda expectación..! Nosotros creemos que Jesús es el Hijo del Padre, y que el Padre, por amor, nos le envió a compartir con nosotros la tienda de la vida, haciéndose Niño en las entrañas de la virgen María.... En la fe, aceptamos que el Mesías anunciado, Dios Hijo, ya se vistió de nuestra naturaleza y se hizo apto para sentir, imaginar, amar, sufrir, reir, llorar... como nosotros ..... Gocémonos en ello .

Corona de Adviento

La corona de Adviento constituye una tradición cristiana que simboliza los cuatro domingos que integran el Adviento en el calendario litúrgico de la Iglesia de Occidente.Nota 3 La corona de Adviento es una práctica de origen luterano, aunque por su nivel de aceptación se extendió a muchas otras denominaciones cristianas, incluyendo la Iglesia católica.

Se trata de un conjunto de ramas verdes, de preferencia de especies perennifolias y en cualquier caso sin flores debido a la austeridad propia del Adviento, dispuestas o trenzadas en círculo, a las que se suman cuatro cirios ubicados en la perifería. El primer cirio se enciende en el primer domingo de Adviento, junto con la lectura de un pasaje bíblico o la realización de plegarias. Sucesivamente se encienden los restantes cirios, uno nuevo en cada uno de los siguientes domingos, hasta que en el domingo previo a la Navidad se encienden los cuatro cirios. A menudo, se ubica en el centro un quinto cirio de color blanco, que se enciende en Nochebuena o en Navidad.6 La costumbre se observa tanto en reuniones familiares como en servicios litúrgicos públicos. El simbolismo de cada elemento constitutivo de la corona preexistía al mismo cristianismo. El círculo es un símbolo del ciclo eterno de las estaciones, mientras que las especies perennifolias en general simbolizan la inmortalidad, y la luz se identifica con el espíritu y la fuerza de la vida que persiste, aún en medio de los días cortos y del frío que gobierna usualmente el Hemisferio Norte en el tiempo de Adviento. En la simbología cristiana, la luz significa a Cristo, a partir del Evangelio de Juan que lo presenta como «luz del mundo» (Juan 8:12)

Fuentes