Alejo García (navegante)

Para otros usos de este término, véase Alejo García (desambiguación).
Aleixo García
Información sobre la plantilla
NacimientoDesconocido
Alentejo, Reino de Portugal
Fallecimiento1525
Paraguay
Otros nombresAlejo García
OcupaciónNavegante, conquistador

Alejo García o Aleixo García (Alentejo, ? - Paraguay, 1525). Fue un navegante y conquistador portugués al servicio de la corona española que se hizo famoso gracias a sus conquistas y a los tesoros encontrados en territorio sudamericano. García fue náufrago de la expedición llevada a cabo por Juan Díaz de Solís en 1516, tras llegar a tierra firme oyó hablar a los aborígenes de una región rica en oro y plata, lo que lo llevó a lanzar una expedición en compañía de cuatro compañeros y alrededor de 2000 guaraníes, con quienes cruzó el Paraguay (donde es considerado descubridor de estas tierras) y el Chaco, y llegó hasta los Andes bolivianos, recogiendo bastantes tesoros. Su recuerdo perduró mucho tiempo entre los nativos, y las noticias de sus audaces aventuras impulsaron, entre otras, la expedición de Sebastián Gaboto al Río de la Plata.

Datos biográficos

Alejo García nació en la región de Alentejo, ubicada en el centro-sur del desaparecido Reino de Portugal. De su infancia y su juventud no se tiene información. Los primeros datos de su vida se conocen a partir de 1515 cuando se enrola como marinero en la expedición española que, al mando de Juan Díaz de Solís, envió la marina castellana con el objetivo de encontrar el punto de tránsito entre los océanos Atlántico y Pacífico.

La expedición no tuvo mucho éxito en su recorrido por los territorios bañados por los ríos Paraná y de la Plata y en el año 1517 sufrió un naufragio en el que pereció, además de un gran número de tripulantes, el propio capitán Díaz de Solís. Aleixo Garcia fue de los pocos supervivientes del mismo y se estableció en la comarca brasileña de Santa Catalina (actual estado de Santa Caterina).

formaba parte de la expedición que Juan Díaz de Solís emprendió en 1515, que tenía como objetivo cruzar el estrecho que se suponía que debía existir en el extremo meridional de América. Tras recorrer la costa brasileña, la flota de Juan Díaz de Solís penetró en el estuario del Plata y fue atacada por los indios guaraníes, que dieron muerte a Solís y a un gran número de expedicionarios. Los supervivientes, al mando del cuñado de Solís, Francisco de Torres, decidieron emprender el regreso a España, sin proseguir la exploración. En el puerto de los Patos, frente a la isla Santa Catalina, al sur del Brasil, se hundió una de las carabelas y quedaron en tierra dieciocho náufragos.

Expedición

Alejo García fue uno de los náufragos quien escucho hablar a los aborígenes de la zona sobre la existencia de un país en el que abundaban el oro y la plata. Al enterarse de esto García decidió ir en busca de estas riquezas en compañía de otros cuatro compañeros y decenas de indios que al final de la expedición ya se contaban en más de 2000 guaraníes.

Toda tribu aborigen que encontraba a su paso era sometida y convertida al cristianismo durante su paso por tierras sudamericanas. Atravesó Paraguay, cruzó el río homónimo, penetró en la selva del Chaco y llegó hasta las estribaciones andinas, en la actual Bolivia, donde reunió una buena cantidad de esclavos y de metales preciosos. Al encontrar luego resistencia emprendió el regreso a la costa brasileña, pero no pudo llegar a su destino; los indígenas le dieron muerte y le quitaron sus tesoros. La expedición de Alejo García tuvo lugar al parecer entre los años 1521 y 1525.

Legado

La noticia de su hazaña llegó a la costa, donde dos supervivientes de la expedición refirieron el hecho, en 1526, a Rodrigo de Acuña, de la armada de Jofre García de Loaysa, y a Sebastián Caboto. Los relatos influyeron en la decisión de este último de internarse por el Río de la Plata en busca de la sierra de la Plata y de los dominios de Rey Blanco; tales denominaciones aludían sin duda al Perú incaico, región de donde procedían los metales que tenían los indios de las zonas visitadas por Alejo García. Este extraordinario y audaz aventurero es una de las figuras menos conocidas de la conquista americana; años después aún era recordado por los indios del Paraguay, como lo comprobaron Cabeza de Vaca e Irala.

Fuentes