Alternaria alternata

Alternaria alternata
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Conidios de Alternaria alternata.png
Nombre Científico:'
Reino:Plantae
Clase:Dothideomycetes
Subclase:Pleosporomycetidae
Orden:Pleosporales
Familia:Pleosporaceae
Género:Alternaria
Especie:Alternaria alternata

Alternaria alternata. Es un hongo patógeno oportunista que puede causar manchas en las hojas así como pudriciones y decoloraciones en muchas partes de las plantas. También puede causar en humanos infecciones en el tracto respiratorio superior y asma en personas debilitadas.

Antecedentes

Este hongo es muy frecuentemente mencionado en literatura fisiopatológica como causante de manchas en hojas y frutos o pudrición de frutos. En casi todos los casos, este se comporta como un parásito de heridas. La penetración directa y estomatal puede ocurrir o invadir un hospedero que está fisiológicamente o patológicamente debilitado.

Hospederos

Alternaria alternata tiene una amplia gama de hospederos, ocasionando manchas en las hojas y halos en muchas partes de las plantas. Este hongo lo podemos encontrar en Tomate, Trigo, Papaya, entre otros. También puede encontrarse en el aire, polvo y lugares con humedad.

Descripción micológica

Hongo filamentoso con conidióforos simples, tabicados, en cuyo extremo se forman unos conidios muriformes, de color pardo, con septos transversales y verticales de disposición irregular. Por gemación de la célula apical se genera un nuevo conidio, formándose largas cadenas de 10 o más conidios.

Colonias de crecimiento rápido (tres o cuatro días), vellosas, al principio de color gris, después el centro se oscurece (tonos negros más o menos intensos) pero los bordes siguen siendo grisáceos. Reverso de color negro. Tolerante al benomilo.

Ecología

Es un hongo extremadamente común en abonos, plantas (fresas, crisantemos, tomates, zanahorias y espárragos), pulpa de madera y madera podrida, pero también se encuentra en alimentos y tejidos, así como en diferentes tipos de suelo. En los invernaderos con cultivos de crisantemos y tomates, se aísla de las plantas enfermas o muertas por su tendencia a habitar en sustratos orgánicos en descomposición. Produce con frecuencia manchas negras en los tomates. Dentro de las viviendas puede aislarse del aire, polvo y lugares con humedad como los marcos de las ventanas, en las que se produce condensación. Su distribución es universal y se considera que es un hongo de espacios abiertos.

Los conidios se aíslan con frecuencia del aire libre durante el tiempo caluroso (alcanzando el pico de máxima concentración en los últimos días de verano). El rango de temperatura de crecimiento varía entre 2 y 32 °C, con temperaturas óptimas entre 25 y 28 °C. Entre los metabolitos producidos por Alternaria alternata se encuentran varios que pueden considerarse como micotoxinas. Destacan el monometileter de alternariol, altertoxinas I y II (toxinas mutágenas), altenueno, altenusina y ácido tenuazónico. Estas toxinas pueden encontrarse en tomates, manzanas, aceitunas, trigo, sorgo, semillas de girasol y pacana.

Síntomas y signos en plantas

La sintomatología comienza en hojas basales, a la madurez va avanzando paulatinamente hacia el estrato superior. Los síntomas comienzan con la aparición de unas pequeñas puntaciones castañas rodeadas de un halo clorótico generalmente se observa en hojas inferiores. En el fruto de tomate los conidios del hongo germinan y penetran por heridas y la infección se mantiene latente hasta que el mismo madura y los tejidos se debilitan. La enfermedad se manifiesta generalmente después de la cosecha, con síntomas que corresponden a manchas negras o castañas, que pueden ser deprimidas y que se extienden hacia el interior de los mismos.

Daños específicos en algunos cultivos

Ataca a todos los tipos de tabaco cultivados, aunque con menor intensidad a los oscuros. Se observa casi únicamente en plantación constituyendo una afección, muy ligada a la madurez de la hoja. La enfermedad se manifiesta inicialmente en las hojas “bajeras”, cuando comienza la madurez, avanzando paulatinamente hacia arriba. Comienza con la aparición de unas pequeñas puntuaciones castañas, rodeadas de un halo clorótico. Estas pequeñas manchas van aumentando de tamaño hasta alcanzar 3 a 4 cm de diámetro de tejido necrótico, uniéndose muchas veces entre sí y abarcando, en infecciones agudas, gran parte de la lámina. Se distinguen perfectamente de otro tipo de manchas por apreciarse en ellas anillos concéntricos de color más claro. En tallos, nervaduras y cápsulas las manchas son alargadas, en forma de huso y algo más pequeñas.

En trigo, las espigas maduras toman una coloración negra constituida por micelio y esporas del hongo. En condiciones de alta humedad invaden los granos, provocando decoloración, puntuaciones negras o tizne.

Síntomas y enfermedades en humanos

Puede provocar lesiones cutáneas y subcutáneas después de traumatismos en personas con inmunosupresión. También es causa de endoftalmitis postquirúrgica y de onicomicosis. Se han observado infecciones invasoras sistémicas (como encefalitis) en pacientes con sida. En China se ha sugerido una asociación entre el ácido tenuazónico y el cáncer esofágico que también ha sido implicado en enfermedades hemáticas endémicas, como el onyalai (trombocitopenia aguda con lesiones hemorrágicas orales), en África. Las lesiones cutáneas curan espontáneamente con la mejora o la resolución de los factores subyacentes del enfermo. El tratamiento de las infecciones invasoras graves es más complicado porque se suman las enfermedades severas subyacentes del enfermo con la variable sensibilidad a los antifúngicos de Alternaria alternata. El tratamiento se basa en la administración intravenosa de concentraciones elevadas de anfotericina B desoxicolato (o en formulaciones lipídicas o liposomales, como alternativa) durante varias semanas.

La abundancia relativa de los conidios de Alternaria alternata en el aire libre y su presencia en las casas con humedad convierte a este microorganismo en una fuente alergénica importante. La exposición a esporas fúngicas se diferencia de la exposición al polen y las cantidades de esporas fúngicas por metro cúbico son mayores que las de granos de polen (incluso 10000 veces más). Además, la exposición es más duradera puesto que puede durar meses mientras que la exposición a pólenes suele durar semanas. Esta exposición intensa y prolongada a Alternaria alternata se asemeja a la exposición a restos epidérmicos de animales o a los ácaros del polvo y contribuye a la cronicidad y severidad del asma en las personas sensibilizadas a Alternaria.

La alergia al hongo Alternaria alternata es una causa común de asma según diferentes estudios epidemiológicos. Un 70% de los pacientes alérgicos a antígenos fúngicos tiene pruebas cutáneas positivas con Alternaria alternata, aunque se han descrito reacciones inmunológicas cruzadas con otros hongos como Stemphylium y Curvularia. La alergia a Alternaria se presenta clínicamente como reacciones asmáticas de tipo inmediato mediadas por IgE.

El asma del panadero se considera conectada con la inhalación de conidios de Alternaria presentes en la harina, igual que lo que ocurriría con el pulmón del trabajador de la pulpa de madera y la inhalación de esporas presentes en la madera. Se han descrito algunos casos de alergia mediada por IgG (pulmón de granjero) en niños que vivían en granjas. Hopkins, en 1930, describió que una inhalación deliberada de esporas de Alternaria produjo un ataque de asma en una persona con historia de respuesta asmática en ambientes húmedos. La presencia de reacción cutánea a los antígenos de Alternaria alternata se asocia con un elevado riesgo de cuadros respiratorios alérgicos en presencia de esporas de este hongo, principalmente en niños y adultos jóvenes.

Fuentes