Amígdala Cerebral


Encéfalo: Amígdala Cerebral
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Que es la amígdala Cerebral El cuerpo amigdalino, complejo amigdalino o amígdala cerebral es un conjunto de núcleos de neuronas localizadas en la profundidad de los lóbulos temporales de los vertebrados complejos, incluidos los humanos. La amígdala forma parte del sistema límbico y su papel principal es el procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales.

La amígdala envía proyecciones al hipotálamo, encargado de la activación del sistema nervioso autónomo, los núcleos reticulares para incrementar los reflejos de vigilancia, paralización y escape/huida, a los núcleos del nervio trigémino y facial para las expresiones de miedo, al área tegmental ventral, locus coeruleus, y núcleo tegmental laterodorsal para la activación de neurotransmisores de dopamina, noradrenalina y adrenalina.

Estudio vincula tamaño de amígdala cerebral con socialización

¿Pasa usted mucho tiempo con amigos? Eso pudiera indicar que ciertas partes del cerebro son mayores de lo acostumbrado: las amígdalas, que yacen en las profundidades cerebrales. Exámenes con escáneres de 58 voluntarios en un estudio preliminar indicaron que mientras más grande es la amígdala, mayor la cantidad de amigos y familiares que los voluntarios reportaron ver a menudo. Eso tiene sentido, porque la amígdala cerebral es la red que es importante para la socialización, dijo Lisa Feldman Barrett, autora del trabajo publicado por la revista Nature Neuroscience en su página de internet. Por ejemplo, esa red ayuda a reconocer si alguien es extraño o conocido, si es amigo o enemigo, dijo Barrett, de la Universidad Northwestern en Boston. Dijo que su estudio debe ser replicado ahora por más investigaciones. El trabajo, financiado por el gobierno estadounidense, tuvo como objetivo obtener conocimiento sobre el asunto, no producir resultados prácticos inmediatos, dijo. Sin embargo, algún día pudiera llevar a formas de ayudar a las personas a mantener una vida social activa, agregó. Las personas tienen una amígdala en el hemisferio izquierdo del cerebro y otra en el hemisferio derecho. Las conclusiones del estudio se aplican a las dos. Arthur Toga, experto en mapeo cerebral de la Universidad de California en Los Ángeles, quien no participó en el estudio, dijo que se trataba de un buen trabajo y que los resultados estadísticos son sólidos. “La idea de vincular una estructura del cerebro con el comportamiento humano es interesante e importante”, dijo.

La amígdala cerebral es la responsable de que no borremos las huellas de nuestros traumas infantiles

¿Por qué los traumas y miedos infantiles se graban en nuestra memoria y reaparecen espontáneamente durante nuestra vida como adultos? Un problema clínico de gran magnitud, cuya única solución parecer ser la terapia psicoanalista. En un futuro puede cambiar. Gogolla et al publican en Science un artículo en el que han encontrado una razón fisiológica para que los traumas resistan la huella del olvido: el entorno extracelular de las neuronas de la amígdala cerebral. Lo han descubierto en ratones de laboratorio estudiando los proteoglicanos de condroitín sulfato de la matriz extracelular. Adultos que carecen de ellos recuerdan miedos y traumas cual si fueran jóvenes infantes. Nos lo cuenta Tommaso Pizzorusso, “Neuroscience: Erasing Fear Memories,” Science 325: 1214-1215, 4 September 2009, haciéndose eco del artículo de Nadine Gogolla et al., “Perineuronal Nets Protect Fear Memories from Erasure,” Science 325: 1258-1261, 4 September 2009. La incapacidad para borrar los miedos y traumas “infantiles” en los ratones de laboratorio se observan durante sus primeros días de vida, en especial durante los primeros 17 días de vida. A partir de los 23 días del nacimiento, esta incapacidad desaparece y los mecanismo de borrado de la memoria estos miedos actúan con normalidad. Se sabía que la amígdala cerebral era importante en este proceso, pero se desconocían los detalles. El nuevo estudio abre una ventana para entenderlos. En la amígdala cerebral, uno de los componentes más importantes de la matriz extracelular de las neuronas corticales son los proteoglicanos de condroitín sulfato. El estudio de Gogolla et al ha determinado que la maduración de esta matriz extracelular es la responsable de la finalización del periodo en el que los miedos “infantiles” no pueden borrarse de la memoria de los ratones. Más aún, han inyectado en ratones adultos condroitinasas ABC, capaces de eliminar los proteoglicanos de condroitín sulfato, y han observado que pueden provocarles miedos y traumas que permanecen en su memoria durante toda su vida. Por supuesto, este estudio es un primer paso y se requieren futuros estudios para determinar los detalles bioquímicos y moleculares de la acción de estas substancias en la amígdala cerebral, que podrían llevar a vías terapéuticas farmacológicas para evitar y/o minimizar los traumas infantiles en humanos.

Aprendizaje Emocional

En vertebrados complejos, la amígdala se encarga principalmente de la formación y almacenamiento de memorias asociadas a sucesos emocionales. Investigaciones indican que, durante el condicionamiento del miedo, los estímulos sensoriales alcanzan el grupo basolateral de la amígdala, particularmente los núcleos laterales, donde se forman asociaciones con recuerdos del estímulo.

Los recuerdos de experiencias emocionales que han dejado huella en conexiones sinápticas de los núcleos laterales elicitan conductas asociadas con la emoción de miedo a través de conexiones con el núcleo central de la amígdala. El núcleo central está involucrado en el comienzo de las respuestas de miedo, incluida la paralización, taquicardia, incremento de la respiración y liberación de hormonas del estrés. Daños en la amígdala impiden tanto la adquisición como la expresión del condicionamiento de miedo, una forma de condicionamiento clásico de respuestas emocionales

“La naturaleza del miedo es la supervivencia, y la amígdala nos ayuda a seguir vivos al evitar situaciones, personas u objetos que ponen en peligro nuestra vida”, explica Justin Feinstein, uno de los autores del estudio e investigador de la Universidad de Lowa (EE UU). “Como la paciente estudiada, identificada únicamente como SM, carece de amígdala, tampoco posee la capacidad de detectar y evitar el peligro. Es bastante llamativo que siga con vida”.

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“La amígdala revisa constantemente toda la información que llega al cerebro a través de los distintos sentidos con el fin de detectar rápidamente cualquier cosa que pueda influir en nuestra supervivencia”, explica Feinstein. “Una vez que detecta el peligro, la amígdala orquesta una respuesta rápida de todo el cuerpo que nos empuja a alejarnos de la amenaza, lo cual aumenta nuestras posibilidades de supervivencia”.

Fuentes

http://boletinaldia.sld.cu/aldia/2010/12/28/estudio-vincula-tamano-de-amigdala-cerebral-con-socializacion/ http://www.taringa.net/posts/ciencia-educacion/16232771/Que-es-la-amigdala-Cerebral.html http://francis.naukas.com/2009/09/04/la-amigdala-cerebral-es-la-responsable-de-que-no-borremos-las-huellas-de-nuestros-traumas-infantiles/