Anquilofobia

Miedo irracional y enfermizo a ser enyesado o escayolado.
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La Anquilofobia como tantas otras fobias es un temor que aparece frente a determinadas situaciones a las que nos enfrentamos en este caso a ser enyesado.

Anquilofobia

Se define anquilofobia al miedo irracional y exacerbado a la anquilosis, este tipo de escenarios se dan en casos de fractura o de enfermedad de una articulación.

Son casos en los que el paciente necesita una inmobilidad prolongada en el tiempo y en muchos de los casos la propia extremidad se encuentra escayolada, generando la estaticidad del miembro y provocando la aversión y el temor del anquilofóbico.


Causas de la anquilofobia

Al igual que la mayoría de las fobias, ésta se desarrolla en la infancia de la persona que la padece, sin embargo, no todos los casos son iguales; algunas personas empezaron a presentar este miedo en el momento que tuvieron un accidente que les trajo como consecuencia el yeso en una pierna o un brazo, debido a esto, relaciona la colocación de la escayola con el accidente que sufrieron.

Secuelas

A diferencia de otras fobias situacionales, el miedo a ser enyesado no te aísla de la sociedad, no obstante, sí puede traer como consecuencia que el paciente no realice algunas actividades, ya sean comunes o deportivas, por el pánico que le ocurra algún accidente que le ocasione el escayolado de alguna parte de su cuerpo.

Síntomas para identificar la anquilofobia

Bordado palestrina de pez angel.

Cada paciente experimenta la Anquilofobia de manera particular, normalmente los síntomas incluyen dificultad para respiración, latidos del corazón irregulares, sudoración excesiva, náuseas, ansiedad, entre otros. Algunos pacientes que he tratado presentan síntomas complicados que van desde ataques de pánico o desmayos, todo ocasionado en una situación que active ese miedo descomunal e ilógico. Tratamiento para combatirla

El método para tratar la Anquilofobia puede varias dependiendo de la gravedad del paciente, en algunos casos basta con la realización de terapias de comportamiento, técnicas de relajación, así como terapias grupales con otras personas cercanas, ya sean familia o amigos. No recomiendo el uso de medicamentos para tratar de base a esta fobia, y por lo general, nunca se utilizan, salvo en excepciones para tratar los ataques de ansiedad o pánico en los casos más graves.

Diferencias entre la kinesofobia y la anquilofobia

De vez en cuando muchas personas confunden estos dos tipos de fobias, si bien es cierto que se relacionan con el movimiento, ambas son totalmente opuestas entre sí. Por una parte, tenemos a la Kinesofobia que es el miedo al movimiento, la persona que la padece tiene el temor de que al realizar cualquier movimiento éste pueda causarle un daño. Por el otro lado tenemos a la Anquilofobia, en ella la persona no presenta miedo al moverse sino todo lo contrario, el miedo al no poder moverse debido al tener un yeso en alguna extremidad o a que se le coloque un yeso en alguna extremidad del cuerpo.

Evidentemente la Kinesofobia es uno de los trastornos con mayores repercusiones negativas porque puede ocasionar en el paciente una discapacidad, es decir, el paciente por propia decisión decide no realizar movimientos. Eso no le quita la gravedad a la anquilofobia, en mi consultorio he tratado pacientes con un cuadro clínico severo de este temor que se rehúsan a cruzar las calles, utilizar escaleras, subirse al transporte público o realizar cualquier actividad que pueda traer como consecuencia el enyesado de una parte de su cuerpo, así sea poco probable que ocurra.

Saber identificar el tipo de fobia que se padece es fundamental para poder recibir el tratamiento correcto, es recomendable acudir a un psicólogo cuando se presenten algunos síntomas, te agradecería si compartes esta información en tus redes sociales para poder ayudar a las personas.

Fuentes