Antonio Blay

Antonio Blay
Información sobre la plantilla
Antonio Blay.gif
NombreBlay Fontcuberta, Juan Antonio
Nacimiento1924
ciudad de Barcelona,
región de Cataluña,
Reino de España Bandera de España
Fallecimiento15 de agosto de 1985 (61 años)[1]
ciudad de Barcelona,
región de Cataluña,
Reino de España Bandera de España
Causa de la muerteenfermedad
ResidenciaBarcelona
Nacionalidadcatalana
Ciudadaníaespañola
Ocupaciónconferencista y ensayista

Antonio Blay (Barcelona, 1924 - Barcelona, 15 de agosto de 1985) fue un conferencista y ensayista catalán.[1]

Síntesis biográfica

Se formó en el seno de una familia de clase media. Su padre era funcionario en el Ayuntamiento de Barcelona, y le pagó los estudios en la Facultad de Medicina. Antonio Blay abandonó la Medicina e ingresó en la carrera de Psiquiatría ―de pésima calidad debido a la influencia de la dictadura franquista―, que también abandonó en 1959, a los 34 años. Como no quería seguir estudiando, su padre le obligó a ingresar a trabajar en el Ayuntamiento como oficinista.[2]

Pocos meses después, Antonio Blay abandonó su trabajo y, con ayuda económica de su padre, abrió en el centro de Barcelona un consultorio de Psicología Clínica (sin poseer habilitación oficial). En 1964, con 40 años de edad, empieza a impartir cursos y charlas sobre los resultados de sus “investigaciones” sobre temas del ámbito espiritual ligados con la psicología.[2]

A raíz de su interés en la religión hinduista, creó en Barcelona el Centro de Estudios y Aplicaciones Psicológicas Dharma, orientado a divulgar la espiritualidad hinduista.

Sus rasgos más destacados son, transparencia, concisión, profundidad y sinceridad, de tal forma que su mensaje llega verdaderamente. Antonio Blay tenía una gran facilidad de palabra; lograba tender en el nivel más bajo de la cultura conceptos tan abstractos y complejos como Dios, ser, energía, inteligencia, amor.

Afirmaba que “como todo buen maestro”, no emitía desde el intelecto, sino que solo transmitía desde su experiencia. Sus discípulos creían que solo lo que él había comprobado por sí mismo era lo que enseñaba. Hombre eminentemente práctico y nada teórico, a pesar de hablar de conciencia, ser superior (Dios), etc.

La obra de Antonio Blay

La obra de Blay enfatiza la importancia de la autorrealización espiritual. Carece por completo de todo fundamento científico.

Por ejemplo, afirmaba que la astrología es una ciencia:

La astrología, en su origen, es una ciencia de realización interior, no de adivinación del porvenir.
Antonio Blay: Plenitud en la vida cotidiana. Ediciones Cedel

Y hacia aquí se dirigió Blay durante toda su vida, hacia descubrir "quién soy yo, qué soy yo, cómo realizarme, qué es la realidad," etc.

Debido a su falta de estudios serios en Psicología o Psiquiatría, creó la Psicología para la Autorrealización, un refrito de ideas pseudocientíficas sobre psicoanálisis libresco y autoayuda, la cual abarca la comprensión de cómo se va perdiendo el contacto con la esencia, la creación de los hábitos y el personaje, el yo idea, el yo ideal, la triple angustia, los patrones de conducta, etc.

Creó también la doctrina del centramiento (la forma de conectar con el “fondo”, que es cómo él bautizó a los niveles superiores de conciencia o niveles espirituales) basada en la meditación y el silencio.

Escribió varios libros de divulgación en español acerca del yoga, de dudosa calidad:

  • Los yoga
  • Hatha yoga
  • Tantra yoga
  • Raja-yoga
  • Maha-yoga
  • Dyana-yoga y
  • Yoga integral.

El legado y el camino dejado por A. Blay

Mencionaba frecuentemente a dos gurúes hinduistas: Krishnamurti y a Ramana Maharshi. Resulta significativo —aunque nada sorprendente si se ve como lo que son, maestros— cómo personas diferentes han ido llegando a unos mismos puntos de forma experiencialmente diferente. Difundía también los libros de Eckhart Tolle.

En España, los principales conferencistas que difunden doctrinas anticientíficas, como Jordi Barqué, Darío Lostado, Jordi Sapés, el músico Miquel Martí (quien creó una empresa para la difusión del material grabado en cintas de conferencias y cursos de Blay), Consuelo Martín (especializada en la doctrina vedanta-adwaita, basada en Nisargadatta o Krishnamurti) y Luisa Ramón Ricardo Vidal, han sido discípulos de Blay.

En España, Ediciones Cedel, Editorial Iberia y Ediciones Índigo tienen la exclusividad de las obras de Blay, con libros como Creatividad y Plenitud de vida.

¿Qué somos? Somos inteligencia y amor puros. Yo he logrado pasar del yo personal al yo profundo, al ser que somos en esencia.
Antonio Blay[3]

Creó en Barcelona el Centro de Estudios y Aplicaciones Psicológicas DHARMA. Es allí donde realizó multitud de cursos que, gracias a la insistencia de los alumnos, quedaron inmortalizados en posteriores libros mediante transcripciones. En el Instituto Dharma se daban cursos de yoga presenciales y por correspondencia. En sus últimos años, Antonio Blay comenzó a difundir las doctrinas de la psicología transpersonal, de origen estadounidense.

Basado en el experimento católico de la Ciudad de los Muchachos (escuela nacional de circo de España, creado en 1963), a principios de los años 1980 creó en el Instituto Dharma de Barcelona un harén de varones jóvenes, que él dirigía personalmente y con los que convivía en cada aspecto de la vida.

Fallecimiento

Falleció en su ciudad natal, Barcelona (Cataluña), el 15 de agosto de 1985, a los 61 años.

Fuentes