Arte de Mesopotamia
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Arte de Mesopotamia: Hace referencia a las expresiones artísticas que se conservan de las culturas que florecieron en las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates desde el surgimiento del Neolítico hasta la caída de Babilonia, el último de los antiguos imperios de cultura mesopotámica.
El desarrollo de las técnicas artísticas y artesanales fue parejo tanto a los avances tecnológicos —desarrollo de mejores hornos de cocción o aparición del torno de alfarero— como social y cultural —nacimiento de la escritura.
Sumario
Mesopotamia
Se llaman pueblos mesopotámicos los que vivieron en el dilatado valle ubicado entre los ríos Eúfrates y Tigris, que desembocan luego en el Golfo Pérsico, en la península Arábiga ( aproximadamente en el año 4000 a. C ). Este paraíso terrenal acogió a una cantidad de pueblos que lo habitaron: Los sumerios, acadios, babilónicos, asirios, hititas, caldeos, medos y persas, entre otros.
En Mesopotamia también nos encontramos con diversas etapas artísticas determinadas por la diversificación de pueblos que dominaron este territorio. Los creadores del estilo artístico son los sumerios, estilo que será continuado por los semitas, consiguiendo el máximo esplendor en los periodos asirio y babilónico.
Mesopotamia era una tierra que carecía de ciertos materiales tales como madera, piedra, y metales. En cambio era rico en otros recursos (por ejemplo la arcilla), lo cual favoreció la fabricación de ladrillos (hechos de adobe, mezcla de barro y paja) y vidrio.
Cerámica
Los antecedentes del uso de la cerámica se encuentran en la obtención de la cal y el yeso; materiales utilizados en la arquitectura y en la fabricación de la llamada vajilla blanca. Para la producción de cal y yeso son suficientes hornos relativamente poco potentes (unos 200º C para la cal y unos 800º C para el yeso), temperaturas que, en algunos lugares, se obtenían ya antes de la práctica de la agricultura.
Los inicios de esta tecnología se han encontrado en el yacimiento de BeidhaPalestina) en el llamado período 2 (8300 - 7600 a. C.) desde donde se extendió primero, por toda la costa mediterránea Canaán llegando hasta Abu Hureyra (actual Siria) y Anatolia entre los períodos 3 y 5 (5600 - 3700 ad C) y, finalmente (períodos 6 - 9, (5600 - 3700) a todo el Oriente Próximo. El nacimiento de una cerámica del barro con desarrollo estable se dio en torno al año 6000 ad C. Antes de esta fecha, se encuentran hallazgos esporádicos de pequeñas piezas, si bien su uso no se popularizó, posiblemente debido a que las piezas de yeso y cal eran más sencillas de obtener e igual de útiles para las necesidades existentes hasta el momento.
La cerámica del VI milenio ad C ya muestra el dominio de una serie de técnicas complejas como son el modelado, el engobe, el ilustrado, el pulido, el alisado y la cocción. De esta primera etapa, destaca la desarrollada en las regiones del Tauro, Cilicia y Siria con una cerámica de formas sencillas y decoración a base de incisiones. En Buqras se encuentra la primera cerámica pintada y durante el período Hassuna-Samarra (finales VI milenio) se desarrolló el arte de la inscripción con todo tipo de motivos naturales y domésticos.
Metalurgia
Hacia la mitad del III milenio ad C se produjo el florecimiento de la metalurgia. Si bien desde milenios atrás se fabricaban objetos de metal a base de materiales metálicos encontrados tal cual en la naturaleza, fue en este período cuando se descubrió la forja y la obtención de metal desde el mineral.
Entre estos primeros metales destacó el cobre, el cual poco después se comenzó a alear con cobre y estaño para fabricar bronce. Estos dos tipos de bronce convivieron durante unos mil años en diferentes zonas geográficas: así, el cobre arsenioso se dio en Palestina, sur de Mesopotamia, este de Anatolia y el Cáucaso y el cobre de estaño en Irán, Mesopotamia completa, Siria y Cilicia. La única región donde estos dos tipos de bronce convivieron fue Mesopotamia. Hacia principios del II milenio adC el bronce de estaño termina por imponerse.
Hacia 1200-1000 adC se popularizó el uso del hierro en la metalurgia, posiblemente a partir del descubrimiento de la tecnología de carburación, si bien su precio siempre fue muy superior al del cobre y en muchos casos similar al del oro.
En Mesopotamia se distinguían tres profesiones relacionadas con el trabajo de los metales: el qurqurru era el encargado de la obtención del metal desde el mineral, esto es, el metalúrgico; el nappahu o fundidor, era el encargado de fabricar las piezas a base del material obtenido del qurqurru; por último el kutimmu se encargaba del trabajo de los metales preciosos, de orfebrería.
Literatura
La escritura pictográfica nació en Sumeria hacia el 3200 ad C, probablemente como evolución de los sistemas de marcado de mercancías como la bulla y las impresiones numéricas. En Mesopotámica convivían, desde el V milenio ad C, dos pueblos de distintas lenguas: los acadios (semitas) y los sumerios. Probablemente esto, sumado a una progresiva linealización de los símbolos pictográficos sumerios, terminó evolucionando en una escritura fonética, cuneiforme, común a los dos idiomas, hacia el 3000 adC y que, entre los siglos XVI-XV ad C] comenzó a ser sustituída por una escritura alfabética nacida probablemente en Fenicia o en la región del Sinaí.
La literatura sumeria es la más antigua de las dos, si bien también convive con la acadia. Sus temas pueden dividirse en mitos, himnos y lamentaciones. Los mitos son historias cortas que tratan sobre la vida de lo dioses: Enlil, Enki, Ninhursag, tratando de definir su personalidad y sus rasgos más importantes. Los himnos se dedican tanto a dioses como a reyes o grandes obras, en todos casos en un tono de alabanza. Las lamentaciones cantan sobre desastres, guerras o destrucciones de ciudades.
La literatura en acadio apareció hacia el siglo XVII a.n.e.; sus temas son religiosos, épicos o sapienciales. Entre los textos religiosos destacan el poema Enuma Elish, el cual canta sobre la supremacía del dios Marduk que mediante su pueblo, Babilonia, pretende imponer su orden en un mundo de caos; el poema de Erra que trata sobre una peste que ataca Babilonia pero no logra destruirla, tal vez en referencia a alguna enfermedad histórica, y el poema de Atrahasis, o historia del Diluvio, que posiblemente inspiró el relato bíblico de Noé.
Si caigo, habré conquistado la fama.
La gente dirá: 'Gilgamesh cayó
luchando contra el fiero Humbaba!...
Estoy decidido a penetrar en el bosque de los cedros,
Hasta ahora es feliz mi corazón:
oigo este canto, veo una flor
quiero fundar mi gloria.
Poema de Gilgamesh: tablilla III, columna 4
El más destacado de los textos épicos es el poema de Gilgamesh, que narra las aventuras de un mítico rey de Uruk que se mide con los dioses en sus aventuras. La historia de este héroe debió difundirse por todo el Oriente Próximo y Mediterráneo oriental ya que se han encontrado versiones en hitita y hurrita y fragmentos en Anatolia y Palestina. Otros textos épicos cantan las historias de reyes históricos como Sargón de Agadé o Tukulti-Ninurta I.
Los textos sapienciales tratan sobre cuestiones filosóficas; el caso más conocido es la historia del Justo sufriente que canta el sufrimiento de un hombre ante una adversidad de la que no sabe que puede haberla desatado. De esta historia se ha destacado su parecido con el relato bíblico de Job.
Arquitectura
El arte mesopotámico tenía carácter cívico: tiene palacios, templos y servicios públicos; tales como murallas, canales de riego, puentes, puertas y fortalezas. También combina el sistema de platabanda y dintel con el de arco y bóveda.
Como en la región no había piedra y la madera era escasa, emplearon el ladrillo (hecho de adobe). Como el ladrillo es un material algo frágil, los muros se fabricaban gruesos y sin apenas aberturas; de manera que la apariencia de la edificación es maciza, pesada y monótona. Debido a las periódicas inundaciones que eran favorables a los cultivos, los edificios solían construirse sobre terrazas.
Las paredes se cubrían de relieves en colores siguiendo esquemas muy simples, en particular los de repetición y simetría.
Monumentos principales
- El Templo: Consiste en un gran patio amurallado que en el espacio correspondiente a uno de sus lados menores lleva lo que va a ser su elemento más característico: el Zigurat, torre cuadrada de varios pisos escalonados, en cuya cima está el santuario. Las caras se orientan hacia los cuatro puntos cardinales y se sube a los diferentes niveles por medio de una rampa que rodea los cuatro lados, o por dos escaleras simétricas que trepan por el frente o os laterales. En su construcción se empleaban materiales muy ricos: mármol, alabastro, lapislázuli, oro y cedro.
- El Palacio: No existe una forma prevista para el palacio. Tampoco es un edificio, sino una serie de edificaciones prismáticas de distintos tamaños unidas entre sí por pasillos, galerías y corredores con amplios patios intermedios y con murallas alrededor. Consistía en una sencilla construcción cuadrangular con un patio central por el cual recibía luz y ventilación. Se alzaba sobre terrazas de ladrillo a las que se subía por escaleras y rampas con desagües para protegerse de las inundaciones y de la humedad. Las puertas, cuyas hojas solían ser de bronce, estaban flanqueadas por estatuas y toros alados con cabeza humana a los que se les atribuían poderes protectores. Las paredes interiores se decoraban con pinturas al fresco sobre enlucido de cal, o con revestimientos de ladrillos esmaltados de colores vivos y relieves. Algunos de los palacios más importantes fueron los de Nínive, Korsabaad y Nimrud.
- Las Murallas: Las ciudades estaban guardadas por gruesas murallas de paredes verticales y cortadas en ángulos rectos, reforzadas de trecho en trecho por torres cuadradas. El paso se hacía por puertas fortificadas. El pasaje de estas puertas era de bóveda de medio cañón, en ambos lado se colocaban las habituales estatuas protectoras.
- Las Tumbas: Desde el punto de vista arquitectónico, la tumba no ofrece gran interés, pues es un simple hipogeo con bóveda de ladrillo y varias cámaras, que se manifiesta al exterior por algún pequeño monumento sin valor artístico. En su interior se ha encontrado un ajuar funerario muy rico: cadáveres de damas, músicos, criados, cocheros y guardias inmolados en número grande que revelan las bárbaras costumbres fúnebres de estos pueblos.
Pintura y Relieve
- Características de la pintura: Fue estrictamente decorativa. Se utilizó para embellecer la arquitectura. Carece de perspectiva, y es cromáticamente pobre: sólo prevalecen el blanco, el azul y el rojo. Uso de la técnica del temple. Se puede apreciar en mosaicos decorativos o azulejos. Los temas eran escenas de guerras y de sacrificios rituales con mucho realismo. Se representan figuras geométricas, personas, animales y monstruos. Se emplea en la decoración doméstica. No se representaban las sombras.
- Características del relieve: Fueron frecuentes en las plaquetas o estelas narrativas y algunas de estas estelas tienen textos cuneiformes. Son obras detallistas y minuciosas. Refleja notable naturalismo. Se distingue la separación de los asuntos divinos de los humanos. El rey es plasmado en escenas de guerra, banquetes o caza; una figura aparece siempre erguida, lo que hace destacar su poderío.
Esculturas
En la escultura los habitantes de Mesopotamia emplearon basalto, arenisca, diorita y alabastro. También trabajaron algunos metales como el bronce, el cobre, el oro y la plata, así como piedras preciosas en las piezas más delicadas y en las labores de incrustación. En sus sellos cilíndricos usaron piedras de todas las clases, como lapislázuli, jaspe, cornalina, alabastro, hematites, serpentina y esteatita. No obstante, algunas de estas piedras escaseaban en la zona, por lo que tuvieron que importarlas. Otra importante forma de expresión fueron los sellos cilíndricos, delicadamente grabados en piedra. La mayor perfección en esta técnica la habrían alcanzado los acadios.
La finalidad de este tipo de arte, era social y religioso, por lo cual su finalidad era utilitaria. Su temática era el retrato de los dioses, reyes o altos funcionarios, en cuya ejecución domina la idea de duplicación. Respondía a las leyes de verticalidad, frontalidad y simetría, aunque no conocieron la perspectiva. Había también estilización de las facciones, cabellos y barbas (de cabello rulo). Dentro de la escultura, se desarrollaron tanto las estatuas como el bajorrelieve:
a) Estatua: Es una réplica de la realidad, que incluye también el tamaño. Sin embargo, este realismo lleva la impronta subjetiva del artista, que le imprime una simbología, o un significado que va más allá de lo estrictamente visual. La estatua es quizás, la categoría artística en la que el mundo mesopotámico se hace reconocer con mayor evidencia: en sus concepciones en sus caracteres, en su manera de traducirse en arte. Su patrón es el siguiente: manos unidas cruzadas sobre el pecho, cabeza afeitada y el torso desnudo o cubierto por un manto. Su temática estaba basada en los protagonistas de ese mundo de poder y de fe del que el arte mana y del que es expresión.
b) Bajorrelieve: se usaba para narrar las grandes hazañas militares, los sucesos cívicos y familiares, y los motivos religiosos. La figura humana es representada de perfil con algunos rasgos frontales, como lo son los ojos y el torso. Los animales son esculpidos también de perfil, y con un realismo impresionante.
Fuente
- Monografías Arte Mesopotamia
- Icarito El arte en la Mesopotamia
- Arte en las culturas
- Tomado de la wiki de la Dirección Provincial de Cultura en la provincia de Camagüey.