Arteria oftálmica

Arteria oftálmica
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Vista anatómica detallada de las arterias y estructuras relacionadas en la base del cráneo humano. Específicamente, muestra las arterias cerebrales y sus ramas, así como otros elementos anatómicos importantes como nervios y senos venosos.
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Vista leteral
LatínArteria ophthalmica
GrayTema #146 568
TAA12.2.06.016
Enlaces externos
Dorlands/ElsevierArteria oftálmica
MeSHArteria oftálmica

La arteria oftálmica es una rama importante de la arteria carótida interna, encargada de suministrar sangre a las estructuras de la órbita, el globo ocular, los músculos extraoculares, los párpados y partes de la nariz y la frente. Es una arteria clave en la irrigación de la región ocular y sus estructuras adyacentes.[1][2]

Anatomía

Recorrido y relaciones anatómicas

La arteria oftálmica se origina en la arteria carótida interna justo después de que esta atraviese el canal carotídeo. Desde su origen, ingresa a la órbita a través del conducto óptico, acompañando al nervio óptico. Dentro de la órbita, se divide en varias ramas que irrigan las estructuras oculares y perioculares.[3][4]

Trayecto

Ramas terminales de la arteria oftálmica

Arteria central de la retina:
  • Es una de las ramas más importantes.
  • Entra en el globo ocular a través del nervio óptico.
  • Suministra sangre a la retina, que es esencial para la visión.
Arterias ciliares posteriores:
Arterias lagrimales:
Arterias supraorbitarias:
Arterias etmoidales:
Arterias palpebrales:
Arteria dorsal de la nariz:
Arteria supratroclear:
  • Irriga la frente y la región medial del cuero cabelludo.

Relaciones anatómicas

Ramas principales

La arteria oftálmica da origen a varias ramas que irrigan estructuras específicas de la órbita y regiones adyacentes:

Ramas intraorbitarias

Ramas extraorbitarias

Estructura morfológica e histológica

La arteria oftálmica presenta una forma tubular y ligeramente curva, con un diámetro aproximado de 1-2 mm en adultos y una longitud de alrededor de 4-5 cm desde su origen hasta su terminación. Su pared está compuesta por tres capas principales:

  1. Túnica íntima: Capa interna de células endoteliales.
  2. Túnica media: Capa intermedia de fibras elásticas y musculares lisas.
  3. Túnica externa (adventicia): Capa externa de tejido conectivo.

Variaciones anatómicas

Algunas variaciones comunes incluyen:

Diferencias con su par del lado contrario

Las arterias oftálmicas izquierda y derecha son similares, pero pueden presentar diferencias en:

  • Longitud: La izquierda suele ser ligeramente más larga.
  • Ramas: Algunas ramas pueden variar en tamaño o distribución.

Venas asociadas

Las venas que acompañan a la arteria oftálmica incluyen:

Nervios asociados

La arteria oftálmica está en estrecha relación con el nervio óptico y otras estructuras nerviosas de la órbita, como los nervios ciliares y el nervio nasociliar.

Linfáticos acompañantes

El sistema linfático de la órbita es limitado, pero los vasos linfáticos perioculares pueden estar relacionados indirectamente con la arteria oftálmica.

Desarrollo embriológico

La arteria oftálmica se desarrolla a partir de la arteria carótida interna durante la embriogénesis, formando parte del sistema vascular craneofacial primitivo.[8]

Relevancia médica o clínica

La arteria oftálmica es fundamental para la irrigación de las estructuras oculares y perioculares. Su obstrucción puede causar isquemia ocular y pérdida de visión.[3]

Patologías asociadas

Diagnóstico y tratamiento

Historia del descubrimiento y estudio de la arteria oftálmica

El estudio de la arteria oftálmica se remonta a los inicios de la anatomía moderna, con contribuciones clave de varios científicos y médicos a lo largo de los siglos.

Antigüedad y Edad Media

En la antigüedad, los primeros estudios anatómicos del ojo y sus estructuras vasculares fueron realizados por médicos griegos y romanos. Galeno (129-216 d.C.), uno de los médicos más influyentes de la antigüedad, describió por primera vez los vasos sanguíneos que irrigan el ojo, aunque no identificó específicamente la arteria oftálmica. Sus observaciones se basaron en disecciones de animales, ya que la disección humana estaba prohibida en esa época.[10]

Renacimiento y anatomía moderna

Durante el Renacimiento, el estudio de la anatomía humana experimentó un gran avance gracias a figuras como Andrés Vesalio (1514-1564). En su obra De humani corporis fabrica (1543), Vesalio realizó descripciones detalladas de la vascularización del ojo, aunque aún no se distinguía claramente la arteria oftálmica como una entidad separada.[11]

Fue en el siglo XVII cuando Thomas Wharton (1614-1673) y otros anatomistas comenzaron a identificar y describir la arteria oftálmica como una rama específica de la arteria carótida interna. Wharton, en su obra Adenographia (1656), proporcionó una de las primeras descripciones detalladas de esta arteria y su relación con las estructuras oculares.[12]

Siglo XIX: Avances en la comprensión anatómica

En el siglo XIX, con el desarrollo de técnicas de disección más precisas y el uso del microscopio, la anatomía de la arteria oftálmica se estudió con mayor detalle. Friedrich Henle (1809-1885), en su Handbuch der systematischen Anatomie des Menschen (1871), describió las ramas de la arteria oftálmica y su distribución en la órbita.[13]

Además, Wilhelm His (1831-1904) contribuyó al estudio embriológico de la arteria oftálmica, describiendo su desarrollo a partir de los arcos faríngeos durante la gestación.[14]

Siglo XX: Estudios clínicos y aplicaciones médicas

En el siglo XX, el estudio de la arteria oftálmica se centró en su relevancia clínica. La introducción de técnicas de imagen como la angiografía permitió visualizar la arteria oftálmica en pacientes vivos, lo que facilitó el diagnóstico de enfermedades como la oclusión de la arteria central de la retina y la fístula carótido-cavernosa.[15]

Además, los avances en la cirugía oftálmica y la neurocirugía han permitido utilizar la arteria oftálmica como punto de referencia en procedimientos como la descompresión orbitaria y la embolización de tumores orbitarios.[16]

Siglo XXI: Investigación actual

En la actualidad, la investigación sobre la arteria oftálmica se centra en su papel en enfermedades vasculares oculares y en el desarrollo de técnicas de imagen avanzadas, como la angiografía por tomografía computarizada (CTA) y la resonancia magnética (RM). Estos avances han permitido una comprensión más profunda de su anatomía y función, así como su relación con patologías como la retinopatía diabética y la neuropatía óptica isquémica.[17]

Referencias