Autodisomofobia

Autodisomofobia
Información sobre la plantilla
Autodisomofobia.jpeg
Concepto:Temor irracional que ocasiona el mal olor propio, ajeno o del entorno a algunas personas.

Autodisomofobia. Temor irracional que ocasiona el mal olor propio, ajeno o del entorno a algunas personas. Al igual que todas las fobias, consiste en una condición psicológica que afecta severamente la vida de quien la padece. Dadas sus características, causa daños en la vida de los denominados autodisomofóbicos, deteriorando así sus relaciones sociales, laborales y afectivas.

Síntomas

Las personas con condiciones fóbicas suelen experimentar los mismos síntomas, que varían en su intensidad según la gravedad de la fobia. Intensa ansiedad ante la circunstancia u objeto que la desencadena suele ser el síntoma principal. Igualmente, las personas con autodisomofobia viven constantemente estresadas, pues saben que no pueden controlar el encontrarse con un mal olor. Así, cuando se da esta circunstancia, pueden exteriorizar los síntomas que les produce tanto la ansiedad como el estrés.

Al percibir en ellos mismos o en otro algún mal olor, las personas con esta condición pueden empezar a sudar. Esto sucede por los nervios que les provoca el percatarse de ello. Si son ellos los que tienen un olor desagradable, les preocupa el hecho de que alguien más pueda percibirlo. Si ellos lo han percibido en alguien más, los nervios son generados por el miedo irracional hacia esta persona. La sudoración puede presentarse acompañada de náuseas y mareos, una vez más, dependiendo de la intensidad de la circunstancia. Lo grave de esto, es que el sudor es en sí mismo una de las cosas que evitan. Saben que al transpirar pueden desprender un olor desagradable, y esto acrecienta los demás síntomas.

En los casos más graves de autodisomofobia, las personas pueden llegar a sentir tal angustia que pueden desmayarse. Los olores desagradables tienen un efecto casi torturador en ellos, cuando se presentan estos casos, hay que buscar tratamiento especializado. Igualmente, tener una obsesión con la limpieza, usar demasiado perfume, jabón y desodorante para disimular el olor, se consideran síntomas.

Tratamiento

Todas las fobias son afecciones serias que pueden llegar a afectar significativamente la vida de las personas que las padecen. Como tal, deben tratarse con la seriedad que ameritan, ya que, a largo plazo, perjudican en otros aspectos al paciente. Para ello, lo mejor es que la persona fóbica o alguno de sus allegados, contacte un psicólogo, psiquiatra o psicoterapeuta. Cada uno según su especialidad, son los indicados para aplicar tratamientos oportunos a la fobia particular del paciente.

En el caso de la autodisomofobia, al ser fobia de connotación social, es importante que se trate desde la comprensión. Se trata de que el paciente entienda que su miedo es irracional y vea que no representa un peligro real. Para esto, el especialista emplea diferentes tratamientos que le ayudan a identificar la raíz del problema, es decir, del temor. Cuando el paciente logra determinar de dónde proviene y reconoce los sentimientos que le genera, resulta más sencillo superarlos.

La terapia de choque o exposición directa es de las más utilizadas. Consiste en que la persona que padece la fobia se enfrente a lo que la desencadena, para superarla progresivamente. Se estima que después de varias sesiones de exposición, el paciente adquiere mayor tolerancia al hecho u objeto. También, los tratamientos cognitivos – conductuales son ampliamente empleados. Mediante éstos se busca modificar los pensamientos sobre lo que le produce temor, para que dejen de ser negativos. Ejercicios de relajación y autocontrol y de programación neurolingüística cuentan como otras alternativas para el tratamiento de la autodisomofobia.

Fuentes