Avispa asiática

Avispa asiática
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Vespa asiática.jpg
Clasificación Científica
Reino:Animalia
Familia:Vespidae

Avispa asiática (Vespa velutina) está incluida en el Catálogo español de especies exóticas invasoras. Es una especie originaria de Asia, que se introdujo en Europa por medio de la importación de mercancías, y cuyo primer avistamiento registrado tuvo lugar en Francia, en el departamento de Lot y Garona, en 2005. Se extendió rápidamente por toda Aquitania, y en 2010 se detectaron los primeros nidos en España (Guipuzcoa y en Navarra), cerca de la frontera con Francia.

Desde su primera detección en la zona, se ha producido una rápida progresión en el número de colonias de esta especie. En efecto, en 2011 aumentó espectacularmente su presencia y distribución en Guipuzcoa, con más de 900 nidos identificados y destruidos en este territorio en 2012, momento en el que ya se detectó su presencia en Vizcaya y en Álava.

Origen

La avispa asiática, Vespa velutina, originaria del Norte de la India y posiblemente procedente del sudeste asiático, es considerada un peligroso enemigo para la abejas. Además de ser depredadores de las abejas y de otras especies de insectos polinizadores, también pone en peligro la diversidad de especies y la producción agraria (frutales). Sus ataques a personas son considerados también potencialmente peligrosos.


Fue detectada en Francia en el año 2004 en las proximidades de Burdeos, donde al parecer entró a través del comercio marítimo en un barco cuya mercancía procedía de Yunnan (China). La primera descripción de Vespa velutina en Francia fue publicada a mediados de 2006, y las primeras movilizaciones de los apicultores franceses para denunciar que el problema empezaba a ser acuciante no fueron hasta principios de 2007. Para entonces ya había miles de nidos en el Sudoeste de Francia. Actualmente esta extendida por 34 departamentos del país.

A finales de 2010 ha pasado la frontera habiéndose identificado ya su presencia en España, donde se ha notificado su presencia por toda la costa norte. Las condiciones climáticas de la zona asiática de donde esta especie es originaria parecen ser similares a las del sur húmedo del continente europeo.

Ciclo de vida

El ciclo comienza cuando las reinas fecundadas por los machos el otoño anterior, salen en primavera de los lugares donde han pasado el invierno (huecos en troncos de árboles, grietas del suelo, etc.) y comienzan la puesta en marcha de su nido. Es importante tener en cuenta que cada reina fundará un nuevo nido, nunca lo hará en un nido del año anterior.


La actividad de las reinas fundadoras dependerá de la temperatura y de la abundancia de comida. En general la actividad puede comenzar en febrero, pero el comienzo de la formación de nidos es algo más tardía. Para junio puede estar ya la primera generación de obreras, de tamaño más pequeño que las reinas, y a partir de entonces el nido irá aumentando de tamaño.

El nuevo enjambre tendrá su punto álgido en septiembre-octubre, donde se criarán nuevas reinas que se fecundarán y empezarán de nuevo el ciclo en primavera. Los machos aparecen a finales del verano-principios de otoño y serán atraídos por las hembras (mediado por las feromonas de las hembras) para fertilizarlas. La reina “madre” muere tras el nacimiento de las futuras reinas, y los machos, finalizada la fecundación.


En Francia, en el 90% de los casos, los nidos se han detectado en árboles. En el 10% de los hallazgos, los nidos son construidos en edificios (viviendas, establos, cabañas, etc.) o en muros.

En los árboles, los nidos pueden estar a una altura de 20-30 metros del suelo, resultando muy difícil su detección en primavera y verano cuando la frondosidad de los árboles es máxima. En Francia han asociado la localización de los nidos con la cuenca hidrográfica, es decir, en las zonas húmedas. Se han hallado nidos con hasta 17.000 celdillas, lo que supone el nacimiento de hasta 17.000 avispas por nido y año.

Daños provocados a las abejas

Todas las avispas son depredadoras de abejas, pero en diferentes grados según la especie y forma de alimentación, considerándose a Vespa velutina como un enemigo temible de los colmenares. La avispa asiática se alimenta de abejas, pero también atrapa moscas, mariposas, orugas y otros insectos. Necesita proteína (“carne”) para alimentar a la cría y también glúcidos (azúcares) para potenciar su actividad.


Inicialmente será la reina la que acuda a las colmenas en busca de alimento para llevar a la cría, pero avanzada la temporada, aproximadamente a partir de junio, irán las obreras. Si hay una o dos avispas delante de una colmena, el daño no será irreversible en la colmena, pero sin embargo, si se llegan a contabilizar 10 ó 15 avispas en los alrededores, es previsible que la colmena sea destruida en un plazo breve de tiempo. La avispa asiática se muestra activa durante todo el día, volando alrededor de la colmena a una distancia de 30-40 cm delante de la piquera.

Cuando ven la llegada de las abejas pecoreadoras cargadas con polen y néctar, las atacan de forma rápida, llevándolas al suelo, donde las matan, separándoles la cabeza y el abdomen. Forman una especie de pasta con el tórax que es lo que llevan para alimentar a la cría.

El estrés que supone la presencia de avispas en los alrededores de la colmena hace que las abejas no entren en la colmena, contribuyendo al despoblamiento de las mismas. A partir de cierto umbral, las avispas se introducen en la colmena, matan a las abejas, devoran a las larvas y se comen la miel, ocasionando el abandono del resto de abejas de la colmena.

Métodos de control de la avispa

  • Trampeo de reinas en primavera: La puesta de trampas para la captura de reinas en primavera es fundamental, ya que cada reina “fundadora” capturada significará que hay un nido menos en el entorno. Desde finales de febrero hasta mayo inclusive, solo se va a capturar reinas.
  • Hay varios tipos de trampas, unas de fabricación casera y otras comerciales. Por lo que hemos podido probar, las de fabricación casera son igual de eficaces o incluso más que las comerciales. El atrayente más apropiado es el realizado mezclando cerveza, vino blanco y sirope de frutas; también da buenos resultados el realizado macerando cera vieja y un poco de miel.
  • Trampeo de obreras en verano y otoño: Entre julio y setiembre, cuando la presión sobre la colmena es mayor, la eficacia de las trampas es muy baja y sólo una proporción muy pequeña de avispas se ven atraídas a ellas.
  • Trampeo de reinas en otoño: La intención es atrapar el mayor número de avispas reinas que dejan el nido entre setiembre y noviembre. La eficacia de esta medida es desconocida.
  • Destrucción de los nidos: En general, cuando se detectan los nidos, si éstos son pequeños y están accesibles, se pueden desprender fácilmente de su localización e introducir en bolsas resistentes utilizando directamente un espray insecticida, ya que unos cuantos chorros con el atomizador pueden ser suficientes para destruirlos. Si los nidos no están accesibles hacen falta equipos especiales para desprenderlos de las ramas de los árboles.

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