Baños romanos

Baños Romanos
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Concepto:Grandes estancias de baños convirtiéndolas en amplios centros de reunión.

Baños Romanos. Grandes estancias, que eran verdaderos palacios donde podían bañarse hasta 2.500 personas a temperatura variable, con masajes y cremas perfumadas.

Historia

A lo largo de la historia el ritual del baño significó mucho más que unos pocos minutos dedicados al aseo personal. Para civilizaciones antiguas, como Egipto, Grecia y Roma, el baño adquiría connotaciones religiosas que se entrelazaban con el placer y la ostentación de la riqueza (grandes palacios, oro y marfiles), legiones de esclavos y también con la utilización de aceites y esencias aromáticas. El origen de este hábito no solo estaba ligado a la religión sino también a la medicina.

La higiene de los romanos tenía un sentido purificador, al tiempo que evocaba el placer eran baños a temperatura variable, con masajes y cremas perfumadas. Conscientes de la necesidad de cuidar el cuerpo, los romanos pasaban tiempo bañándose en las termas colectivas. Todo ello lo llevaban a cabo bajo los buenos auspicios de Higiea, diosa protectora de la salud, de cuyo nombre deriva la palabra actual “higiene”.

En Oriente, los baños turcos se convierten en rituales de purificación religiosa, placer e higiene. En los baños romanos se realizaban desde tratamientos medicinales, en aquellos baños cuyas aguas tenían propiedades curativas, hasta prácticas deportivas, masajes, centros de negocios y, por supuesto, el disfrute del baño propiamente dicho. A partir del siglo I a C. se fue generalizando el uso de las termas romanas que fueron difundidas por toda la extensión del Imperio Romano.

Estancias de los baños romanos

Los baños romanos constan de diferentes espacios que ofrecen agua y vapor a diferentes temperaturas. Sus nombres y funciones eran los siguientes:

  • Frigidarium: sala de baños de agua fría.
  • Tepidarium: el agua aumentaba un poco su temperatura preparando al usuario para el baño más caliente.
  • Caldarium: zona donde el agua está más caliente.
  • Laconicum: zona donde tomar baños de vapor.

Estas estancias se completaban con zonas para hacer deporte, zonas de ocio, recibir masajes, depilarse y, en definitiva, disfrutar de un buen rato de relax.

Costumbre romana

Pese a todas las ocurrencias antes citadas, en lujo y excentricidades nadie les gana a los romanos. Nerón fue famoso por sus extravagancias. Las paredes de su palacio estaban provistas de láminas de marfil que despedían flores y esencias sobre los asistentes más desprevenidos.

Los romanos acudían también a imponentes baños públicos. Eran verdaderos palacios donde podían bañarse hasta 2.500 personas. Los bañistas que ingresaban a estos "templos del aseo" confiaban sus túnicas guardarropa o capsarii. Luego pasaban al "frigidarium", donde se bañaban con agua fría, y después al "tepidarium" de agua tibia. Luego los esperaba el "caldarium, una especie de sauna que provocaba abundante transpiración. Más tarde, unos servidores, los "strigile" se dedicaban a limpiar a los concurrentes el sudor y depilarlos. Acto seguido, los "tractatores" o masajistas distendían los músculos de sus clientes para luego dar paso a los "unctores", quienes los untaban con aceites perfumados.

Finalmente, el romano se cubría con su manto bien caliente y se frotaba la frente con un pañuelo de lino, para quitar los excedentes de estas sustancias. Era muy común utilizar el "susinun", un ungüento preparado a base de cañas aromáticas, miel, canela, azafrán y mirra.

Otra costumbre romana muy popular era lavarse el cuerpo con tierras grasas aromáticas. Esta especie de jabón romano, sin embargo tenía una finalidad muy específica: estaba echo a base de sebo de cabra y cenizas de haya, y se usaba solo para teñirse los cabellos de rubio.

Beneficios de los baños romanos

  • Ayuda a liberar tensiones y a que desaparezca el estrés.
  • Elimina las toxinas de la piel y ayuda a limpiar los poros.
  • Ideal para relajar la Tensión muscular.
  • Despeja las Vías respiratorias.
  • Estimula la circulación sanguínea.
  • Tomar baños a diferentes temperaturas nos puede ayudar a combatir la flacidez.
  • Son convenientes para realizar tratamientos de limpieza y exfoliación de la piel.
  • Nos ayudan a mantener nuestra piel suave y perfectamente hidratada.

Fuente