Basilisco

Basilisco
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Raza de Mitología griega
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Animal fabuloso, al cual se atribuía la propiedad de matar con la vista.
Características
Características principalesUnión de varios animales como la serpiente y el gallo. También se ha representado con diversas características reptilianas.
Habilidades- Provocar la muerte con una simple mirada.
- Deja una enorme estela de veneno mortal con cada pisada
Animales relacionadosSerpiente, Gallo, Reptiles

El basilisco es un animal fabuloso con cuernos de serpiente, patas de gallo, alas espinosas y cola en forma de lanza.

En bestiarios y leyendas europeas, un basilisco –del griego basiliskos que significa “pequeño rey”, o “el regente” según su etimología latina– es un reptil legendario afamado por ser el rey de las serpientes.

Su celebridad radica en la habilidad de provocar la muerte con un único vistazo. Según el libro “Historia Natural”, escrito por Plinio el Viejo, el basilisco es una serpiente pequeña pero tan venenosa que deja una enorme estela de veneno mortal con cada pisada, además de asesinar con la mirada.

Basilisco a través de la historia

La afirmación de que el Basilisco es el Rey de las Serpientes, es casi lo único que no ha cambiado de su descripción a lo largo la historia.

En un comienzo se lo describe como una pequeña víbora venenosa, con un aliento que marchita las plantas, resquebraja las rocas y mata cualquier hombre o animal sólo con su mirada (siglo I, Plinio el Viejo). Su apariencia se mantiene hasta que autores medievales como Pierre de Beauvois, en su libro "Bestiario", recogen la imaginación popular generando al menos dos nuevas versiones acerca de su origen.

La primera versión lo define como el hijo de Medusa, la que al ser decapitada vertió su sangre, de la cual nacieron todas las serpientes. Un monstruo que emite horrendos silbidos (que incluso ahuyentan a otros monstruos), capaz matar con la mirada, como su madre.

La segunda versión nos cuenta que este animal mitológico nace en luna llena, justo a medianoche, de un huevo deforme (pequeño y sin yema), puesto por un gallo o gallina vieja, fecundado por una serpiente e incubado por un sapo durante 9 años. De todos ellos tomó sus características.

Por su parte, San Isidoro de Sevilla definió el basilisco como el rey de las serpientes: los reptiles se someten a él por su peligrosa mirada y por las cualidades de su respiración venenosa.

Variación del mito en otras culturas

En América, especialmente en el folclore del Cono Sur también se encuentra variantes del mito que igualmente son llamados basilisco. Es obvio que la denominación proviene de Europa, aunque en el caso de las variantes americanas del mito se dan elementos de síncresis con creencias aborígenes. Por ejemplo,

En la mitología chilota destaca la creencia en el basilisco chilote, una criatura mitad gallo y mitad culebra que se caracteriza por beber la saliva, al cual solo se puede matar quemándolo.

En el folclore gaucho se creía que el basilisco era descrito como una especie de gusano gigante con un solo ojo que causaba la muerte con su mirada, y al cual solo se podía matar haciéndole ver su "rostro" en un espejo u otra superficie reflectante.

En Colombia, una criatura siniestra de características similares, que es comúnmente oída pero raramente vista es conocida como el "pollo malo" o el "pollo del diablo", una fabula común en muchos montes. Su canto anuncia la muerte y en general trae desgracias a quien tenga contacto con él.

El basilisco y la alquimia medieval

Basilisco

Fue Alexander Neckham el primero en afirmar que el arma asesina del basilisco no era su mirada sino la capacidad de corromper el aire. Esta teoría fue desarrollada un siglo más tarde por Pietro D'Abano.

Además, Theophilus Presbyter inventó una complicada “receta”, incluida en uno de sus libros, que explica cómo crear un basilisco para convertir el cobre español en oro.

Alberto Magno, en su libro De animalibus, escribió acerca de la mirada fija que el basilisco utiliza para matar pero negó algunas leyendas, tales como las que indican que el gallo incubaba el huevo de serpiente.

Este último indicó que la fuente de tales historias fabulosas fue Hermes Trismegisto, conocido también como el creador de la historia sobre las cenizas de basilisco. A éstas se les atribuía la capacidad de convertir la plata en el oro.

Pero esta atribución es absolutamente incorrecta… aunque demuestra cómo las leyendas del basilisco estuvieron estrechamente relacionadas con la alquimia del siglo XIII.

Fuentes