Bromidrosifobia

Bromidrosifobia
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Fobia fundamentado en el miedo al olor corporal.
Clasificación:Fobia

Bromidrosifobia esta fobia específica está asociada al miedo a los olores normales relacionados con la sudoración.

Definición

La bromidrosifobia al igual que el resto de los temores patológicos posee un elemento específico causante de este temor: lo olores corporales. Esta fobia al olor corporal tiene que contar con un componente de miedo irracional y desmedido, con unos pensamientos distorsionados en los que ese estímulo (el olor corporal) se considera algo peligroso y con un aumento de la ansiedad tan evidente como para necesitar una conducta evitativa.

Considerando las raíces etimológicas del término, podemos separar el concepto en tres vocablos de origen griego. El primero de ellos “bromos” puede traducirse literalmente como hedor o pestilencia, “hydros” hace referencia al término sudor, mientras que “phobos” se entiende como una expresión referente a miedo o temor.


Causas

Existen ciertos factores que pueden favorecer o potenciar el desarrollo de esta. Por ejemplo, la existencia de una predisposición genética que agrave los efectos de la ansiedad, unida a la vivencia o experimentación de una situación altamente traumática o con una gran carga de contenido emocional desencadenará, muy probablemente, la aparición de esta o cualquier otra fobia.

Síntomas

La bromidrosifobia se clasifica dentro de la categoría de fobias específicas, el cuadro clínico que presenta es similar al del resto de trastornos de ansiedad de este tipo. Estos síntomas de naturaleza ansiosa aparecen cada vez que la persona percibe el aroma del olor corporal de uno mismo o de otro, incluso aunque esta persona no esté claramente a la vista.

En la bromidrosifobia aparecerán tanto síntomas físicos, como cognitivos y conductuales:

1. Síntomas físicos

Algunos de los primeros síntomas que experimenta el paciente ante la percepción de un fuerte olor corporal son debidos a la hiperactividad que esto genera en el sistema nervioso de la persona. Este aumento en el funcionamiento da lugar a todo tipo de cambios de transformaciones en el organismo.

A lo largo del episodio de ansiedad, la persona pueden experimentar una gran cantidad de síntomas físicos. Entre estos se incluye:

  • Incremento de la tasa cardíaca.
  • Aumento de la tasa respiratoria.
  • Sensación de asfixia o falta de aire.
  • Aumento de la tensión muscular.
  • Cefaleas.
  • Dolores estomacales.
  • Aumento de la sudoración.
  • Sensación de mareo.
  • Náuseas y/o vómitos.

2. Síntomas cognitivos

La bromidrosifobia lleva asociada una serie de creencias y especulaciones en relación con el temor o aversión a los olores y aromas corporales.

Estos pensamientos distorsionados impulsan el desarrollo de esta fobia y se distinguen porque la persona integra una serie de creencias ilógicas acerca de los posibles peligros o efectos de los olores corporales.

3. Síntomas conductuales

Al igual que el resto de fobias, la bromidrosifobia, está compuesta también por una serie de síntomas conductuales. Dicha sintomatología conductual se manifiesta mediante conductas de evitación y conductas de escape.

El primer tipo de conductas, hacen referencia a todos aquellos comportamientos o actos que la persona realiza con el objetivo de evitar encontrarse con el estímulo fóbico. Gracias a ellos se consigue evitar la experimentación de sensaciones de angustia y ansiedad que les genera la situación.

Por otra parte, las conductas de escape aparecen cuando la persona no ha podido evitar hacer frente al objeto de su fobia, en este caso la percepción de aromas corporales, por lo que llevará a cabo todo tipo de conductas necesarias para escapar de la situación en la que se ve envuelto.

Tratamiento

En la mayoría de los casos la bromidrosifobia no llega a resultar incapacitante puesto que el número de situaciones en los que una persona se encuentra ante la percepción de olores corporales fuertes suele ser relativamente reducido (especialmente en ciertos países, por cuestiones climáticas), por lo que las consultas psicológicas para este tipo de patología suelen ser reducidas.

No obstante, si la persona sí que experimenta altos niveles de angustia por culpa de este temor excesivo a los aromas corporales, existen una serie de intervenciones o tratamientos psicológicos que pueden conseguir que la persona se reponga y supere su temor fóbico.

Estas intervenciones se basan en tres principios o actuaciones psicológicas. La primera de ellas consiste en un restructuración cognitiva que permite modificar todos aquellos pensamientos distorsionados que la persona posea con respecto a los olores corporales.

A continuación, pueden llevarse a cabo técnicas de exposición en vivo o desensibilización sistemática, mediante las cuales la persona se expone de manera gradual al estímulo temido. Bien directamente o bien a través de ejercicios con imágenes mentales.

Finalmente, estas técnicas van acompañadas de un entrenamiento en habilidades de relajación, que permita disminuir los niveles de excitación del sistema nervioso y ayude a la persona a afrontar sus miedos de la mejor manera posible.

Fuentes