Buda Amida
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Amitābha Los Sutras del Buda Amida son la primera traducción completamente al castellano de los Tres Sutras de la Tierra Pura. El Budismo Tendai Tierra Pura es una práctica budista completa, que se ajusta a las necesidades de las personas ocupadas y que viven en un mundo materialista como el que vivimos. Su mensaje, en forma de discursos que dio el Buda Shakyamuni mientras predicó durante sus 40 años de predicación, es uno de total unidad, paz y amor. El Buda Amida te acepta tal y como eres, sin distinción de raza, color, sexo, credo u orientación sexual, y sin importar la carga kármica con la que cargues, pues una vez desarrollas el Shinjin -la total entrega- renaces en la Tierra Pura de la Felicidad. Myoren ha realizado una traducción sencilla pero devocional, para que puedas experimentar el mensaje salvífico de estos Sutras de primera mano.
Personificación
Amida personifica la dimensión espiritual y esotérica del aquel no nacido, no creado y sin forma al cual debe entenderse como ese medio que permite experimentar esa dimensión trascendental de la verdadera naturaleza humana. Además, señala esa entidad sobrenatural que cuida a los que lo rodean e impregna con su fuerza para despertarlos a la realidad y llevarlos al máximo estado de felicidad budista, el nirvana. Al mismo tiempo se encarga de ofrecer su amor y compasión, que ayuda a la eterna liberación espiritual de las personas adeptas al budismo.
Historia
Según los relatos antiguos este buda celestial encarnó en un rey llamado Dharmakara, quien al renunciar a su poder y dinero se convirtió en Buda. Posteriormente, tomó posesión del buddhakṣhetra, un mundo fuera del espacio – tiempo al cual solo puede accederse tras alcanzar la iluminación. Así mismo, solo algunos budas pueden llegar a este espacio.
Características
Pertenece a uno de los cinco budas eternos de Japón y para rescatar a los mortales del horrible infierno, se encarnó en el fundador del budismo Sakiamuni. En adición, posee un increíble templo en Yedo al que se le muestra sobre un caballo de siete cabeza, que significa siete mil años. Su cuerpo refleja el color del sol naciente y sentado en postura de meditación sostiene el cuenco mendicante lleno del elixir de la vida y la sabiduría.