César debe morir (Película)

César debe morir
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Drama | Bandera de Italia Italia
76 min
Otro(s) nombre(s)Cesare deve morire
Estreno2012
GuiónPaolo Taviani, Vittorio Taviani (Historia: William Shakespeare)
DirectorPaolo Taviani, Vittorio Taviani
Dirección de FotografíaSimone Zampagni
ProductoraKaos Cinematografica / Rai Cinema / Stemal Entertainment / Le Talee
PaisBandera de Italia Italia

César debe morir (Filme). Película italiana del género dramatismo, dirigida por Paolo Taviani y Vittorio Taviani del 2012.

Sinopsis

El teatro de la cárcel Rebibbia de Roma. Acaba de terminar la representación de ?Julio César?, de Shakespeare; el público aplaude, entusiasmado. Las luces se apagan y los actores vuelven a su condición de presos camino de las celdas. Seis meses antes: El director de la cárcel y un director de teatro se dirigen a los presos para hablarles de un nuevo proyecto, la escenificación de la obra ?Julio César? en la cárcel. El primer paso es el reparto. El segundo, el estudio del texto. El idioma universal de Shakespeare ayuda a los presos a identificarse con los personajes. Es un camino largo, difícil, plagado de ansiedad y de esperanza. Estos suelen ser los sentimientos que invaden a los presos en sus celdas, después de los ensayos. ¿Quién es Giovanni, el hombre que encarna a César? ¿Y quién es Salvatore, convertido en Bruto? ¿Qué han hecho para estar condenados al encarcelamiento? La película no intenta esconder sus crímenes. Pero el orgullo y la pasión que sienten por la obra no siempre libera a los presos de la exasperación que produce la cárcel. Sus violentos enfrentamientos incluso hacen peligrar la representación. Cuando llega el tan esperado día, los temores se recrudecen. El público es numeroso y muy diversificado: presos, actores, estudiantes, directores? Julio César vuelve a la vida en el escenario de una prisión. El éxito es total. Los presos regresan a sus celdas. ?Casio? está entre ellos. Es uno de los personajes principales y también uno de los mejores actores. Hace muchos años que ingresó en la prisión Rebibbia, pero esta noche su celda no parece la misma, se siente en un entorno hostil. Se queda inmóvil un momento antes de girarse y mirar a cámara: ?Desde que he conocido el arte, mi celda se ha convertido en una cárcel?

Reparto

Fabio Cavalli

Salvatore Striano

Giovanni Arcuri

Antonio Frasca

Juan Dario Bonetti

Vincenzo Gallo

Rosario Majorana

Francesco De Masi

Gennaro Solito

Vittorio Parrella

Pasquale Crapetti

Francesco Carusone

Fabio Rizzuto

Fabio Cavalli

Maurilio Giaffreda

Premios

2011: 5 Premios David di Donatello, incluyendo mejor película y director. 8 Nominaciones

2012: Festival de Berlín: Oso de Oro mejor película

2012: Premios del Cine Europeo: 4 nominaciones, incluyendo mejor película y director

2012: Satellite Awards: Nominada a Mejor película extranjera

Críticas

Así si

Si yo fuese el bueno de William, ya me hubiese liado a navajazos con más de uno. Casi 400 años después de su muerte, cinematográficamente decenas de sus obras han sufrido una re-conversión pseudo moderna para poder adaptarlas a nuestros días, llegando algunas de ellas ha convertirse en autenticas aberraciones fílmicas de lo mas infaustas.

En “Cesar debe morir” (Nada que ver con aquella versión de Julio Cesar de 1953) los Taviani arriesgan con una teatralidad tan sobria como su puesta en escena, mas calidad y recursos sin duda no les falta a estos “actores” a buen seguro curtidos en mil batallas, desprenden amargura, sinceridad y convicción.

La conjunción de la obra con el trasfondo carcelario la dota más si cabe de un plus de dramatización. Nada es perfecto, por supuesto, pero que unos reclusos usen un drama para evadirse de un drama ¿no es acaso eso algo digno de Shakespeare?

Arte entre Rejas

Paolo y Vittorio Taviani vuelven sorpresivamente a ponerse tras las cámaras con este arriesgado proyecto entre la realidad y la ficción a través del carcelario y shakesperiano drama por el que han recibido reconocimientos como el Oso de Oro en el Festival de Berlín, 5 premios Donattello de la academia italiana de cine y les ha abierto las puertas al circuito internacional de festivales de primer nivel.

La película nos ubica en una prisión italiana donde los condenados se enrolan en un nuevo proyecto, la interpretación de una de las más famosas obras de Shakespeare, “Julio César”. La preparación, los ensayos, la interiorización de los personajes se sumará a su vida diaria haciéndose parte de ella, parte de ellos y demostrándoles que al arte no hay muros ni prisiones que lo contengan.

Arriesgada y meritoria bebe de la realidad misma para su puesta en escena. Actores no profesionales, presos reales, situaciones vividas en una cárcel real… todo se combina con una autenticidad y veracidad sobresalientes que dotan a la narración de un tono documental que se erige como contrapunto a los versos de Shakespeare que conforman el guión de la película.

Es quizá en el otro lado de la balanza donde la película chirría. Si bien en lo real la película es destacable, en el factor dramático de la misma se mantiene todo el tiempo a una distancia demasiado lejana. No profundiza en las emociones de los presos, en la identificación de los mismos con sus personajes en la obra, en cómo la introducción del arte en las vidas de los condenados les hace, en cierta forma, más libres.

Se presentan las ideas, y claras quedan, pero de una forma demasiado analítica y superficial, no hacen a la audiencia meterse bajo la piel de los presos, en sus pensamientos y emociones, sino que le hace observarlos desde el patio de butacas, a través de las rejas, y eso, a mi entender, resulta mejorable y podía haber hecho de “César debe morir” una película mucho más completa, interesante y amena de ver.

Meritoria en una parte, insuficiente en la otra. Aceptable, interesante, pero en mi opinión, sobrevalorada.

El arte de los guardianes de techos

Interesante, original y arriesgada apuesta para rodar en tono documental a un conjunto de reclusos de una cárcel italiana en los ensayos e interpretación de “Julio César” de Shakespeare….aunque a algunos, entre los que me incluyo, más que recordar al gran dramaturgo inglés no podamos evitar la recordar la genial visión y versión de Mankiewicz con Marlon Brando y James Mason.

La veracidad, realismo y honestidad con la que se lleva a la pantalla esta historia, bebe mucho de las magnificas y sentidas interpretaciones de los reclusos cuando éstos se ponen delante del libreto.

Capítulo aparte y quizás el punto más débil y fallido del filme es la pretensión de llevar o extrapolar las frases del libreto de “Julio César” a la vida real de encierro, soledad, culpa, redención, venganza o arrepentimiento de algunos de los actores reales/reclusos de la cárcel. Quizás la corta duración no ayuda a reflejar en su verdadera dimensión este punto, pero la sensación que impregna al espectador es que el guión “fuerza” y se esfuerza por ello cuando no hay ninguna necesidad.

El arte para estos “guardianes de techos” supone una interesante vía de escape en su día a día, y es ese el punto del que el filme saca su mayor jugo, de disfrutar de la emoción e ilusión con la cual los actores reales/reclusos se entregan en su papel, más allá de que éstos interpreten a Shakespeare, Chéjov o Tennesse Williams.

Falta de contenido

Los octogenarios hermanos Taviani se ponen de nuevo detrás de las cámaras, esta vez para dirigir a un grupo de presos reales que deben representar la obra “Julio César” de Shakespeare. La película se centra en los ensayos que tuvieron lugar en distintos escenarios de la cárcel y de cómo los presos se llegan a identificar con los personajes de la obra.

La idea es muy interesante, el uso de actores no profesionales (los propios presos) y la estructura de la trama, que va construyendo la obra a partir de los propios ensayos. Es una película arriesgada y notable a nivel de actuación, con un uso del color y del blanco y negro muy acertado. El color para representar la obra final ante los espectadores que acuden a la cárcel (presente) y el blanco y negro para representar los ensayos (pasado, seis meses antes), dándole esa aureola de cine y logrando que no se convierta en un documental carcelario. La meticulosidad y geometricidad de muchos de los planos le da mucha fuerza a la película, logrando una elevada intensidad dramática. Es decir, la forma es excelente.

Ahora bien, el cine, a mi forma de ver, debe ser una combinación equilibrada entre forma y contenido y, en el caso de que una domine sobre la otra, debe estar justificado para encontrar dicho equilibrio. En este caso, falla el segundo elemento, desequilibrando de manera evidente la balanza, ya que se trata de una película vacía (en el aspecto del contenido), que nos muestra muy desde fuera la trama, como simples observadores. No involucra al espectador en la vida diaria de los presos, y muy poco en la relación de estos con sus personajes, centrándose simplemente en representar la obra de una manera casi matemática.

De hecho, la escena más interesante de la película, a mi modo de ver, es en la que los presos realizan un casting ante las cámaras para ser escogidos en la obra. Fondos neutros y primeros planos que te hacen conectar con el preso en cuestión. Tengo la impresión que si los directores hubiesen utilizado este tipo de recursos a lo largo de la película podrían haber conseguido una obra más competa y con mayor duración.

En fin, película interesante pero que se queda en el camino de ser una gran película. Además vengo de ver Le Trou de Jacques Becker, y las comparaciones son odiosas. El León de Oro recibido en la Berlinale sería por la película o por reconocimiento a una larga trayectoria cinematográfica de los hermanos Taviani? ===Estéril esfuerzo de senectud que expolia a Shakespeare sin aportar nada nuevo. Produce cansancio que los festivales de cine premien cintas cuya "intención" y cuya "idea" esta por encima de los logros artísticos de la misma. He aquí un ejemplo: Oso de Oro 2012 para unos ancianos y bien intencionados hermanos Taviani (Paolo y Vittorio, tanto monta, tanto desmonta) que pretenden hacernos creer que la IDEA de montar el drama Julio César de Shakespeare con presos de verdad y en una cárcel de verdad añade ALGO IMPORTANTE al texto inmortal.

Pues NO. El texto brilla pese a la plana realización, pese al vacuo intento de añadir dramatismo por la mera biografía de los actores y no por sus interpretaciones. Además, ¿a que viene utilizar a presos DE VERDAD, si no hay nada de dramatismo en sus relaciones, ni nada de profundo en sus relaciones, ni nada revelador en su desarrollo, ni aportan nada de nada? Si quieres una buena interpretación de Shakespeare utiliza buenos actores (me importa una mierda su biografía, como si son pederastas, putas, paletos o banqueros) para sacarle el máximo partido a un excelente texto de partida.

La realización de los hermanos Taviani es inventiva y muestra un sabio uso de los espacios carcelarios, el blanco y negro de la fotografía es hermoso y saca lo mejor de unos rostros y cuerpos feos y poco agraciados, ayudando a digerir una interpretaciones esforzadas y planas, que a punto están de destrozar el inmarchitable texto original.

No se dejen engañar: esto es una película aburrida, lenta, torpe, fea (aunque sea por voluntad propia, no me parece una virtud), vacía de profundidad, ajena al entretenimiento, ayuna de densidad dramática y pretenciosa hasta la nausea. Como dijo otro inmortal, Kurosawa: si tengo que mandar algún mensaje, pongo un telegrama o escribo una carta, pero no hago una película. Pues eso. Quédense en casa y lean a Shakespeare, sale mas barato y es mucho mejor.

Fuentes

  • Artículo César debe morir . Disponible en: www.filmaffinity.com, visitado el 2 de febrero del 2013.
  • Artículo César debe morir . Disponible en: www.filmaffinity.com, visitado el 2 de febrero del 2013.
  • Artículo César debe morir . Disponible en: www.fotogramas.es, visitado el 2 de febrero del 2013.
  • Artículo César debe morir . Disponible en: www.ecartelera.com, visitado el 2 de febrero del 2013.