Cactus San Pedro

Cactus San Pedro
Cactáceas
Información sobre la plantilla
Cactus-Sanpedro.jpg
Nombre Científico: Trichocereus pachanoi
Reino:Plantae
Orden:Caryophyllales
Familia:Cactaceae

Cactus. El Cactus San Pedro Trichocereus pachanoi es originario de Ecuador y Perú. También se le conoce con los nombre de Agua colla, Gigantón o Huachuma. El cactus San Pedro es conocido por su adaptabilidad de climas y por sus efectos enteógenos. A pesar de ser un cactus, no es cierto que únicamente sobrevive en el desierto como todos pueden llegar a pensar, de hecho se da muy bien en climas húmedos y de alturas, por lo que las lluvias o el frío no le afectan negativamente, al revés, estas hacen que la planta crezca y se desarrolle. Es originario de las cordilleras andinas en América. En un principio era usado para rituales religiosos de tribus ya que inducía muy bien a alucinaciones causando un efecto enteógeno en los consumidores debido a sus componentes.

Es una planta en forma de columna, muy ramificada, con tallo de color verde, que puede crecer hasta los 6 o 7 metros. Las flores salen en la parte alta de los tallos, son de color blanco, de unos 20 cm, nocturnas y fragantes. Los frutos son de color verde oscuro y de unos 5 cm de largo. Contiene mescalina 3,4,5 – trimethoxy-B-Phenethylamine, alcaloide con propiedades alucinógenas, del grupo de las feniletilaminas. Se usa en jardinería como planta ornamental. En Sudamérica es habitual utilizarla para hacer setos delimitadores.

Identificación

El San Pedro se caracteriza por no tener casi espinas y ser alargado, además de crecer más rápido en su crecimiento en comparación con su familia de cactus, pues anualmente crece de 20 a 40 cm, lo que es mucho para este tipo de plantas. Sus brazos tienen la característica de tener de cuatro a ocho costillas cada una, por lo que cuando se corte se ve como una estrella.

Historia

En Perú se le conoce y cultiva desde hace —al menos— mil o dos mil años antes de Cristo, siendo usada en rituales chamánicos. Los chamanes, o personas de conocimiento, son los encargados de guiar la experiencia se puede encontrar cierto paralelismo con la psiquiatría occidental, generalmente en sesiones nocturnas. Es la planta, con propiedad mágicas, más antigua de Sudamérica, según se cree. De acuerdo con los testimonios tradicionales, en tiempos anteriores a la llegada de los españoles, los nativos americanos ya la utilizaban en ritos religiosos curativos, llamándola achuma. Su nombre actual deriva de la creencia de que permite conectar con la divinidad, al ser San Pedro el guardián de las puertas del cielo. Su cultivo se realizaba cerca de las viviendas, para proteger a sus habitantes, y se recolectaba por la noche. Crece de forma natural el Bolivia, Ecuador, México y Perú.

Cultivo

Se multiplica por semillas o por esquejes. Las semillas no contiene mescalina. Para la reproducción por semillas se usará tierra arenosa con perlita, para favorecer la aireación, y un poco de turba. Enterrarlas a poca profundidad, sin hundirlas, y después de regar muy ligeramente añadir un poco de tierra. Los primeros días se puede mejorar el proceso de germinación cubriendo los ejemplares con un plástico transparente. Cuando la planta esté crecida se puede añadir algo de arcilla al suelo. Habitualmente, germinan más del 25 % de las semillas, en un plazo de 2 a 5 semanas.

Es fácil multiplicarla por esquejes, sobre todo con hormonas para enraizar. Conviene dejar secar un poco la parte cortada y no tenerla directamente al sol al principio. De este primer ejemplar saldrán otras plantas alrededor, por lo que se le debe dejar espacio a lo ancho. Estas nuevas plantas pueden separarse de la original, trasplantándolas a otros tiestos cada 2 años y en primavera, teniendo cuidado de no dañar las raíces. La mejor estación para sembrar y trasplantar es la primavera. Crece bien a media sombra, pero requiere luz solar directa y temperatura superior a 3 ºC, aunque soporta heladas si son breves. Puede crecer entre 20 y 30 cm al año y se adapta a distintos grados de altura y humedad. Riego mediano, que no dificulte la ventilación del sustrato, para evitar que las raíces puedan pudrirse. En invierno se deberá regar mucho menos, para respetar el descanso invernal. Se abonará una vez al mes, en los meses cálidos no en invierno, con un abono líquido apropiado para cactáceas. Vigilar la aparición de cochinillas algodonosas.

Formas de uso y recetas

El cactus San Pedro tiene una piel exterior transparente que parece plástico. Si se retira esta primera capa aparece la piel verde superficial, y si se pela esta piel como si fuera un pepino se verá que hay una médula de color blanco que carece de mescalina. En la primavera del séptimo año de vida del cacto florece al anochecer. Es el momento de cosechar el tejido verde y secarlo para que ocupe menos y poder conservarlo indefinidamente manteniendo su potencia. Se suele cortar una punta de 7,5 a50 centímetros de largo por 7 a 10 de diámetro, según la potencia del cacto y la intensidad del viaje deseado. Esto es entre 350 y 750 gramos de cactus fresco, que al secarse queda muy menguado.

La cantidad por persona de tejido verde seco varía entre un mínimo de 14 gramos para un viaje suave; unos 25 a35 gramos para una toma moderada, y de 35 a50 gramos para un potente viaje visionario de hasta 18 horas de duración.El tejido verde seco troceado se pone en una olla grande con el triple de agua que de san Pedro. Se tapa y se deja hervir unas 6 o 7 horas. Cuando ha hervido unas 3 horas se echan 200 gramos de azúcar integral de caña, después se echa el jugo de un limón. Cuando el agua casi se haya consumido, cuando esté el agua un dedo o dos por debajo de la pulpa de san Pedro, entonces se filtra bien con un filtro de tela.

Exprime bien, porque la pulpa retiene mucha agua. Conviene filtrar varias veces para eliminar la sustancia gelatinosa. Si se quiere guardar el líquido filtrado, se deja enfriar, se echa en una botella y se mete en la nevera, pero es mejor beberlo pronto o se acidificará un poco. Es útil chupar un limón tras beber San Pedro para que la boca no se quede amarga. Si primero se muele el tejido verde seco hasta pulverizarlo, basta con hervirlo un cuarto de hora en agua y el zumo de un limón, después se filtra varias veces con un filtro de tela. Los que toleran el sabor amargo se beben este líquido filtrado, otros prefieren que el líquido hierva un poco más hasta que al filtrarlo solo quede reducido a una especie de alquitrán. Este alquitrán de mescalina lo secan, lo pulverizan y lo meten en cápsulas de gelatina vegetal de venta en farmacias, así evitan el sabor amargo y hay que tragar menos cápsulas que si fueran de simple tejido verde seco molido. Aún y todo hay que tomar varias cápsulas para volar.

Caramelos de cactus se hacen machacando el tejido verde fresco, o seco re-hidratado con un poco de agua, en un mortero y añadiendo miel hasta que sea una pasta verdosa con la que se hacen bolitas pequeñas que se envuelven en trozos de trapo que se cuelgan hasta que se sequen y endurezcan. Así pasan bien al tragarlas, aunque luego vendrán los retortijones de estómago. Tras una a cuatro horas desde la ingestión se empieza a ver el aire y se entra en lo sagrado, se nota una sensación de que la vida aún es hermosa, se entra en el mundo de los espíritus, todo se relaciona con todo.

Preparación del Cactus

Su contenido en alcaloide es menor que el de otras plantas, pero al ser de mayor tamaño y de crecimiento rápido compensa su uso. La mescalina se puede combinar con otros componente activos que se encuentran en la planta en cantidades variables, provocando con ello efectos distintos durante la experiencia.

Las plantas a utilizar deben ser ya maduras, con un diámetro superior a los 7 cm y mayores de 50 cm de altura, para que tengan suficiente mescalina, dando preferencia a la parte alta del tronco, que es la que tiene más principios activos. La corteza verde es la que tiene la mayor parte de sustancia activa.

El tamaño del corte depende mucho de cada planta, pudiendo variar considerablemente la cantidad de alcaloide. Se cortará un trozo mayor o menor según la intensidad de la experiencia que se desee y según la práctica que se tenga con esa planta. Para empezar, se puede probar con cantidades que oscilen entre los 25 y los 50 gramos. Puede ser ingerida seca o fresca, tras retirar las espinas. Hay quienes la mastican directamente para tragar la parte líquida, desechando la parte leñosa una vez seca; esta operación se realizará con cuidado, pues puede haber algún fragmento demasiado puntiagudo en la parte más dura. Esta parte central del cactus no contiene mescalina.

Efectos

Su sabor es ligeramente amargo, aunque no tanto como el de otras plantas similares, y puede provocar náuseas inicialmente. Si se va a realizar una sesión, es conveniente tener cerca a alguien con experiencia, alguien sereno que sirva de guía, para que el acontecimiento se desarrolle tranquilamente que es lo habitual, y no se debe mezclar nunca con otras sustancias. Por supuesto que no se debe conducir bajo sus efectos, siendo lo ideal un entorno controlado. Los efectos dependen mucho de factores como la dosis usada, la persona, el nivel de experiencia previa, etc. Tras la ingestión, los efectos se van mostrando después de 1 hora o algo más, y se prolongan durante unas 12 horas. Antes de los efectos psicoactivos en sí, pueden presentarse náuseas y mareos, y durante la experiencia se pueden tener ataques de pánico o sentimiento generalizado de miedo. En estos casos, un tranquilizante suave ayuda bastante a reducir la intensidad de las vivencias.

Los efectos más habituales son hipersensibilidad a la luz con pupilas dilatadas y aumento del ritmo cardíaco; delirios; visiones de todo tipo, formas y colores; sentimiento de unidad con todos los seres animados o inanimados; capacidad de recordar situaciones ya olvidadas hace mucho; sensación de hallarse en un estado de conciencia distinto; desdoblamiento de la personalidad; experiencias místicas sobre el yo y el sentido de la vida, etc. Todo estas experiencias provocan, en primer lugar, un estado de excitación, que va desembocando poco a poco con el paso de las horas en un estado de tranquilidad mental y relajación física, que recuerda al que se consigue mediante técnicas de meditación.

Propiedades

El cactus San Pedro se usa para tratar afecciones nerviosas, problemas de articulaciones, de drogodependencias, enfermedades cardíacas e hipertensión, también es usado por sus propiedades antimicrobianas. Además, de su uso como inductor a la psicoexploración del ser y para rituales religiosos.

Fuente

https://www.todocactus.com/cactus-sanpedro/ https://www.arcuma.com/dr.cannabis/cactus-san-pedro-efectos-y-preparacion.html http://www.cannabismagazine.es/digital/cactus-san-pedro-mescalina-natural